Hoy comenzaba otro día para los estudiantes de la academia Raira, algunos estudiantes entraban con sus amigos o novio/as mientras que otros iban solos, entre ellos estaba cierto rubio conocido futuramente como el hombre más fuerte de Ikebukuro Heiwajima shizuo, él es conocido por su gran fuerza sobrehumana y corto temperamento.
Mientras caminaba por el pasillo de la escuela escucho la campana que indicaba el comienzo de clase por lo que acelero el paso para llegar antes que el profesor. A los minutos pudo llegar a su aula y por suerte el profesor aún no había llegado, la mayoría de estudiantes ya estaban en el aula él era casi el último en haber llegado, se dirigió hacia su asiento, pero mientras le faltaban pocos pasos para llegar escucho la voz que consideraba la más molesta y que le hacía perder fácilmente la calma.
“Al parecer a Shizu-chan se le pegaron las sabanas” canturreo un guapo chico de cabello negro y ojos marrón rojizo sentado en uno los asientos del fondo del salón. Era nada más ni menos el némesis de Shizuo, Orihara Izaya futuro informante de Shinjuku
“Cállate pulga” le respondió Heiwajima tratando de controlar su temperamento ya que no quería destruir el salón de clases.
Los demás estudiantes ya se habían alejado tratando de no quedar atrapados en el posible enfrentamiento que iba suceder, pero antes del que rubio estallara llego el profesor mandando a todos los estudiantes a sus puestos incluyendo al rubio.
Las clases transcurrieron con normalidad después de ese incidente, shizuo e izaya ya eran muy conocidos por sus peleas que siempre provocaba el pelinegro haciendo enfadar al rubio quedando como consecuencia que partes de la escuela quedaran destruidas por lo que muchas veces eran enviados a detención. La campana sono indicando la hora del almuerzo, muchos estudiantes salieron a encontrarse con otros amigos o fueron a almorzar afuera mientras que otros se quedaron en el salón.
Un chico de gafas con cabello marrón y ojos grises llamado Kishitani Shinra que el futuro se convertiría en un médico ilegal, se levantó de su asiento y se dirigió hacia heiwajima.
“Hey, Shizuo-kun quieres ir a comer en la azotea con Kadota, Izaya y yo”
“Si va esa maldita pulga yo no voy” escupió mostrando la rabia que le tenía al futuro informante.
“Vamos Shizuo-kun, Izaya-kun prometió comportarse” insistió el chico de gafas
“Shizuo no puedes dejar que Izaya te amargue el rato eso solo le da más satisfacción” dijo un chico al lado del asiento de Shizuo, su nombre era Kyohei Kadota uno de los pocos amigos de Shizuo.
“Está bien” suspirando salió del salón rumbo a la azoteo junto a shinra y Kadota.
A los pocos minutos llegaron, cuando entraron pudieron ver que estaba casi vacío ya que solo había un chico pelinegro acostado que se había levantado cuando vio llegar a las personas que estaba esperando.
“Así que pudieron convencer a la bestia”
Escuchando ese apodo el rubio comenzó a rechinar los dientes tratando de no arremeter un golpe en la cara del pelinegro
“Izaya” dijo Kadota mirando al pelinegro tratando de recordarle lo que habían prometido
“Hai hai” respondió el pelinegro restándole importancia.
Los cuatro se sentaron, Izaya al lado de Kadota y Shizuo al lado de Shinra, los dos pares quedaron uno al frente del otro. Cada uno saco lo que iba a comer en silencio, Shizuo mantenía su mirada en el pelinegro esperando a que este haga algo para enojarlo y terminar la paz que había, pero no sucedió nada lo que sorprendió al rubio, Izaya solo comía y de vez en cuando mantenía conversación con Kadota y Shinra.
La campana sono anunciando el regreso a clase por lo que se pararon y se dirigieron a su clase. Las clases trascurrieron normalmente, el rubio seguía sorprendido de que Izaya estuviera tan tranquilo en la hora del almuerzo y no fuera tratado de hacerlo enojar ya que aunque fuera hecho una promesa con Kadota de no molestarlo en el almuerzo él la rompería solo para poder molestarlo. Debía haber una razón para eso seguramente estaba planeando algo muy malo para molestarlo, por lo que lo iba a enfrentar al finalizar las clases.
Sono nuevamente la campana anunciando el fin de la jornada estudiantil, la mayoría de estudiantes salieron rápidamente para irse a casa o salir con los amigos, Shinra comenzó a salir junto a Kadota diciendo que se iba rápido porque iba a ver a su maravillosa Celty y Kadota le dijo a Shizuo que no podía ir con él porque tenía algo que hacer. Izaya y Shizuo fueron los últimos que quedaron, el pelinegro ya iba saliendo hasta que sintió que alguien le agarro el brazo, voltio la cara y se encontró de enfrente con Shizuo que era quien le agarraba el brazo.
“¿Qué es lo que planeas?” preguntó el rubio sin rodeos
“¿Eh? De que hablas Shizu-chan yo no planeo nada”
“¡No te hagas el inocente! Has estado muy calmado hoy, algo estas planeando” dijo el rubio empezando a enfadarse porque el pelinegro estaba actuando inocente
“Solo has intentado enfadarme dos veces lo que es raro en ti, en la hora del almuerzo si cumpliste la promesa que hiciste con Kadota de no molestarme lo que también es raro ya que tu no fueras hecho caso”
“Oh, acaso Shizu-chan extraña que lo moleste” bromeo el pelinegro mientras hacia una sonrisa socarrona “si quieres puedo molestarte mañana todo el día”
“¡Cállate! Dime ahora mismo que es lo que planeas o te romperé cada uno de tus huesos”
“¡Qué miedo!” dijo el pelinegro con miedo fingido
“No estoy planeando nada, además Shizu-chan yo puedo cumplir con mis promesas y también mantenerme calmado cuando quiera, no como una bestia que veo enfrente de mi”
“¡Maldito!”
Mientras estuvo trascurriendo la conversación el rubio no se había dado cuenta de que había aflojado su agarre por lo que Izaya aprovecho y se zafo antes de que el rubio se decidiera en atacarlo mientras se iba corriendo. Shizuo no perdió tiempo y se fue detrás de el para golpearlo.
La escuela ya estaba casi vacía por lo que no había problema de que se tropezaran con alguien mientras corrían o que un profesor los regañara ya que seguramente estaban en la sala de profesores preparando para irse.
“IZAYAAA-KUN” rugió el rubio mientras trataba de alcanzar al pelinegro
“Shizu-chan ruge igual que una bestia”
“¡Cuando te alcance te romperé todos los huesos!”
“¡Ya lo veremos Shizu-chan!” grito el pelinegro
Habían corrido ya varios minutos por los pasillos hasta que dieron una vuelta, el rubio vio que había una señal en el pasillo que indicaba que el piso estaba recién trapeado por lo que estaba resbaladizo, el pelinegro no había visto la señal porque estaba viendo a shizuo mientras corría, el rubio trato de advertirle inconscientemente pero fue demasiado tarde, el pelinegro había resbalado.
“KYAAAAAAA~” había salido un grito bastante femenino de la boca del pelinegro mientras caía.
Había caído de lleno en sus sentaderas, el rubio se acercó despacio quedando al frente de su enemigo, este tenía la cara gacha mientras se sobaba hasta que se dio cuenta que había alguien al frente de él, levanto la cara encontrándose con la mirada del rubio que tenía una expresión de asombro por el grito tan femenino que había lanzado su enemigo hace unos momentos, Izaya se preguntaba mentalmente porque la cara de asombro hasta que recordó el grito que había lanzado antes haciendo esto que se sonrojara tanto que hasta los tomates le tendrían envidia.
´Adorable´ pensó el rubio viendo la cara sonrojada de su enemigo
Se habían quedado mirando unos segundos hasta que el pelinegro se paró rápidamente y comenzó a caminar por el pasillo, el rubio lo seguía desde atrás caminando ya sin las ansias asesinas que tenía antes.
“Iza-” iba a hablar algo el rubio pero fue interrumpido
“Cállate”
“pero”
“¡Ve y muérete!”
La conversación transcurrió así mientras se dirigían por sus cosas para irse, el rubio disfrutaba enormemente viendo la expresión enfadada de Izaya que este no podía ocultar que era causaba porque trataba de hacer comentarios sobre el grito que hizo izaya pero era interrumpió por este que estaba furioso de que alguien lo había visto en un estado tan patético y en especial que ese alguien fuera Shizuo, además de que este estaba tratando de molestarlo por lo ocurrido, por lo general es izaya el que lo molesta pero ahora era al revés.
Cuando llegaron a su salón de forma rápida izaya cogió sus cosas y salto por la ventana del salón, aterrizo en árbol realizando parkour y cayo limpiamente al suelo, se levantó y salió corriendo dirigiéndose a su hogar. Shizuo había visto todo desde el salón mientras recogía sus cosas para irse también.
Mientras se dirigía a su casa el rubio no dejaba de pensar en el rostro sonrojado de Izaya le parecía muy lindo, Izaya siempre mostraba en su cara expresiones de confianza, burla y sarcasmo por lo que era la primera vez que veía dos expresiones diferentes en él como el enfado y la vergüenza.
Le había gustado mucho la expresión de vergüenza en izaya.
Pero no lo malinterprete aún seguía odiando a Izaya aunque ahora había algo que le gustaba de él.
Ahora quería ver diferentes expresiones de Izaya aparte de las habituales que eran falsas, quería ver expresiones verdaderas como las que había visto.
De ahora en adelante trataría de sacar a flote otras expresiones en Izaya ya que había descubierto que le gustaba ver sus verdaderas emociones.
Pero por ahora se conformaría con recordar la cara sonrojada de Izaya por la vergüenza.
La cara sonrojada de Izaya se había vuelto su expresión favorita.