Decepción era todo lo que sentí en ese momento, era como si me dieran una puñalada en la espalda. No lo quería creer pero lo tenía enfrente de mis ojos y era evidente que estaban haciendo.
-Hah!! Más nighhh - estaba observando a su supuesto novio Murasakibara Asutchi teniendo relaciones con un pelilirojo conocido por ser un emperador imponente. - Asutchi n..no me vengó - decía el pelirrojo que era observado por un pelinegro a través de una venta de la clase.
No podía soportar la escena, su corazón dolía aún que el sabía que eso era irracional que los sentimientos eran una ilusión que el cerebro creaba pero sabía que todos lo clasificaban como algo muy frío y que el amor lo era todo. Mis padres nunca fuero el mejor ejemplo, mi papá trabajaba todo el tiempo y mi mamá siempre buscaba consuelo en otros brazos. Eventualmente pasó lo que tenía que pasar y se divorciaron cuando tenía 10 años. Primero pensé que todo estaría bien que mi mamá siempre estaría con migo pero no fue así el mismo año me envió a un horfanato.
Todos los días esperaba en la venta a mi padre que prometió ir por mi pero nunca llegó, cuando menos lo pensé ya habían pasado dos años esperándolo. Un día una familia llegó no era grande sólo consistía de dos personas el esposo y el hijo al parecer era viudo.
- Hola niño como éstas - dijo un hombre pelirrojo y un niño al parecer de mi misma edad que tenía unas cejas muy pero muy raras.
- Yo que usted lo reconsideraría es muy difícil adoptar si está soltero, bueno si es posible dependiendo de cuánto dinero tiene para mantener una familia sin contar que tiene que pasar un examen - dije pero sabía por como vestía tenía un buen trabajo.
- Bueno al parecer eres muy inteligente, pero no te cuentes muy sólo?? - preguntó dándome una mirada de preocupación. No supe que contestar no nunca nadie me lo había preguntado con preocupación sólo lástima.
- Bueno creo que ya encontré a quien buscaba - dijo con una sonrisa mirando a su hijo que asentía a la decisión que tomó el mayor. Era la primera vez que alguien lo había elegido en ves de un bebé. Recibí un abrazo el más reconfortante que había sentido, no pude evitar llorar, sólo salían por su cuenta como si las hubiera retenido por años.
Los años pasaron y nos movimos a Japón todo estaba bien aunque éramos una familia muy pequeña mi papá siempre nos consentía, ambos agarramos becas pero en diferentes escuelas yo la conseguí en Yosen y Kagami en Seirin. Ahí conocí al gigante de Yosen que me fui a enamorar.
Todo empeso ese día
Flashback~
- Ne Himuro san se unirá al equipo de basket eres muy bueno para no entrar animate - me decía Masako san la entrenadora del equipo. Siempre la considere bonita pero con un carácter muy pero muy fuerte en poco tiempo nos llevábamos muy bien. Hoy decidí hacerle caso y visitar el gimnasio para mirar las prácticas.
- Pero que demonios!!!? - fue lo primero que pensé, era imposible que fuera japonés era demasiado alto y aparte ese cabello morado no podían ser naturales. El chico no sólo era alto también tenía unos reflejos de miedo nadie podía encestar contra el.
Los días pasaban y convivía todos los días con el pelimorado, me di cuenta que estaba enamorado de él hace una semana, me encerré en mi cuarto y lloré todo el tiempo, Kagami me saco a rastras de mi cuarto. Murasakibara siempre me invitaba de sus dulces ya era una costumbre hasta que un día me dio un beso en los labios y se me confeso. Kagami estaba que lo llevaba el diablo siempre se opuso como buen hermano sobre protector mientras mi papá lo acepto muy bien.
Fin del Flashback~
No lo soporte salí corriendo de ese lugar las personas me preguntaban qué me pasaba que estabas llorando. No podía dejar de llorar quería salir de ese lugar lo más pronto posible pero no quería que me miraran más. Opté por entrar al único lugar en el cual estará a salvo la enfermería.
- Pero que sorpresa que te trae por aquí - dijo con cara de preocupación - dejarme hacerte unos análisis para confirmar que todo está en orden - dijo si dejarme explicar el porqué estaba ahí. Después de unos minutos ella llegó con una cara muy sorprendida, eso me preocupo mucho tal vez si tenía algo porque hace unos días yo había tenido naucias.
- Himuro chan tu... eres un doncel y tienes dos semanas de embarazo - dijo con una cara de alegría y preocupación al mismo tiempo. No lo quería creer yo me entregué a el en cuerpo y alma pero el solo me uso. Las lágrimas salieron rápidamente no lo podía entender.
- Que piensas hacer supongo que es de Murasakibara verdad - dijo más una confirmación que una pregunta.
- Yo...
Continuará.....
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