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Invitacion a tomar un cafe Bnior got7 por Artvision

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Notas del fanfic:

BNIOR JaebumxJunior Got7

Notas del capitulo:

Hola hola hola.... Aca les traigo un oneshot Bnior... espero que les guste aunque puede que sea un poco corto... 

Si quieren algo solo pidanlo... 

 

 

El colectivo estaba lleno de gente y, así y todo, podía distinguir a Im JaeBum con sus típicos pantalones de jeans ajustados y su campera negra, mirando el paisaje por la ventanilla. Se preguntaba que música estaría escuchando por los auriculares que llevaba.

Era obvio que ese chico le gustaba, por eso siempre estaba soñando con decirle lo que sentía e invitarlo a salir y, si era rechazado, insistiría en un simple café. Pero siempre que empezaba a tomar coraje, algo pasaba, haciendo que otro día más del año pasara.

 

El colectivo se vacío, quedando en él, solo los alumnos de la universidad de arte. JaeBum se sentó en el asiento al lado del suyo después de darle una leve inclinación de cabeza como saludo. 

Bajaron y el trayecto lo hicieron casi a la par, se sacó los auriculares guardándolos en un bolsillo del pantalón y le tocó la espalda varias veces antes de que se diera vuelta y frenara. Podía imaginar que parecía un tonto que gesticulaba con las manos sin decir una palabra.

-          ¿Estás bien? – JaeBum le habló cambiando el peso de su cuerpo de una pierna a la otra metiendo las manos en los bolsillos.

-          ¿Te gustaría ir a tomar un café?  – dijo lo más rápido que pudo.

-          ¿Ahora?

-          Nono, cuando quieras, tenemos clases, así que puede ser cuando quieras. – aunque trataba de no ser rechazado, su invitación no era nada clara.

-          Sos de la clase dos ¿no? – JaeBum alzaba la comisura de su labio mientras hablaba.

-          Si, Park Jin Young. – el chico le dio la espalda y dio unos pasos. El cartel luminoso en su frente con la palabra “Rechazado” se debía ver desde la estratosfera.

Ya no tenía ni siquiera ánimos de ir a clases, quería salir de ahí y volver a su casa, hacerse una bola debajo de las sabanas y morir en el anonimato. Suspiró acomodando su morral y empezó a caminar de regreso. No era que no supiera que el chico que le gustaba era un bruto de mal carácter o que muchas veces era bastante creído, pero, aunque ya lo había intentado, no podía dejar de pensar en él.

-          ¿Dónde vas?  – el tirón de su bolso lo desestabilizo haciendo que cayera sentado en el piso. – perdón… dónde vas? – JaeBum lo tomó de la mano y tironeó para ayudarlo a levantarse. – hola? ¿Te pregunte dónde vas?

-          Estaba volviendo a casa. – no tenía ni las fuerzas para mentir.

-          ¿Y el café? -  muchas preguntas en su cabeza lo imposibilitaban nuevamente de hablar bien. – La verdad que quiero ir a otro lugar, pero podemos tomar café también.

-          Claro.

Lo siguió y hasta corrieron hasta subir a un colectivo, se sentaron en los asientos del fondo y JaeBum se desparramó girando la cabeza para mirarlo, sentía que todo el calor le llenaba las mejillas, pero la sonrisa que le vio era una totalmente nueva, una que se había imaginado un millón de veces.

-          No estés tan rígido. – tratándole de hacer caso, también deslizo su cuerpo por el asiento quedando medio recostado mientras lo miraba.

Aunque sus caras no estaban realmente cerca, quería creer que algo estaba sucediendo en ese lugar, sin embargo, su estado racional le empezaba a preguntar qué tan tonto podía ser al no saber ni siquiera por qué JaeBum había aceptado salir con él.

-          ¿Dónde vamos?  – terminó por preguntar, ya que lo otro podía ser una herida para sí mismo.

-          A la playa más cercana. – le dijo JaeBum, mientras se sacaba su pelo lacio de la frente haciendo que cayera en el mismo lugar.

-          ¿A la playa?

-          Si.

Los dos se mantenían sin hablar, mirando las personas que subían y bajaban constantemente del colectivo hasta que les toco bajar. El ambiente salado y el sonido del mar le hicieron cerrar los ojos y estirarse haciendo que su espalda sonara.

            JaeBum lo miraba desde el otro lado de la calle, lo llamaba sacudiendo una mano para que se apurara. Sentía que todo era un sueño, cruzó corriendo y, al llegar, el otro le tomo la mano y lo adentró en un café, donde compraron algo caliente y algunas cosas para comer.

            Se sentaron en la playa y el viento frio se le calaba en los huesos, mantuvo el café entre sus manos para entrar un poco en calor y sintió que una voz lo llamaba. Su cabeza empezó a girar en todos los sentidos y lo único que pudo ver era el perfil de la cara de JaeBum al ser despeinado por el viento. El brillo de los ojos del chico era la misma humedad que ese clima le producía.

            No podía dejar de mirarle la línea de la mandíbula, estaba totalmente perdido, sabía que él ya no tenía algún tipo de retorno, todo su ser reclamaba por ser querido por el chico que le sonreía al mar, sin hablar.

-          Es una buena vista. – dijo JaeBum, que giro para mirarlo. - no te parece?

-          Si… realmente me encanta.

-          Cuando terminemos el café, caminemos a la otra playa.

Y así lo hicieron, después de sacudirse un poco la arena, empezaron a caminar al lado del agua, JaeBum le tomó la mano y sonriéndole dijo algo que no pudo escuchar por el viento y aunque pregunto varias veces, el otro se negó a contestarle.

La lluvia repentina los hizo correr en dirección a algún lugar donde por refugiarse. Entraron en una parada de colectivos techada y rieron sin nada que decir al darse cuenta que estaban tan mojados como si hubieran entrado al mar con la ropa.

-          ¿Qué quieres hacer?  – le pregunto JaeBum.

-          ¿Cuáles son las opciones?

-          Jajajaja. – JaeBum se sentó en el piso. - primero, podemos esperar el colectivo y volver, ya tomamos el café y yo ya vi el mar.

-          ¿Y la otra? – JaeBum se puso serio y lo miro directo a los ojos.

-          Conseguir un lugar y quedarnos acá hasta mañana.

-          Jajajaja. - se rió, aunque tratando de entender el chiste que le hacía, pero no tuvo la misma reacción por parte del otro. – enserio?

-          Si. ¿Qué querés hacer?

Mientras él se debatía en cuál de las dos opciones era mejor, el otro chico empezó a estornudar. Miró dentro de su billetera, encontrando que tampoco tenía mucho dinero en ese momento.

-          No te preocupes por el dinero, yo tengo. – JaeBum debería haber notado su incomodidad. – lo digo de verdad.

-          Vamos entonces.

Corrieron un poco más bajo la lluvia y JaeBum seguía estornudando, si volvían a casa, seguro los dos se refriaban, lo mejor que podían hacer era quedarse en algún lugar hasta que sus ropas se secaran por completo.

            El lugar donde pidieron una habitación doble le era conocido, seguramente porque había ido con su familia en algún momento. Sabía que las habitaciones tenían vista al mar, aunque con ese día, poco importaba ya que lo único que se veía y escuchaba era la tormenta que estaba sobre ellos.

            Le pidió a JaeBum que se bañara primero así dejaba de estornudar y él, en ese tiempo, prendió la calefacción un poco más fuerte y, al ver que tenían una pava eléctrica, se puso a hacer algo de té caliente para los dos.

Era un día totalmente atípico, todavía le era imposible creer que estaba pasando el día con el chico que le gustaba. El agua del baño era constante por lo que cuando JaeBum le habló, casi lo hace morir del susto.

-          ¡Me asustaste!!!  – le dijo y el otro reía secándose el pelo.

-          Andá a bañarte.

Después de tomar la bata y otra toalla, se encamino al baño y se sacó la ropa lo más rápido que pudo entrando en el agua caliente que había dejado abierta el otro. Su cuerpo tenía toda la piel erizada por el cambio de temperatura y el shampoo le había hecho tanta espuma en la cabeza que tardo bastante en poder enjuagarse.

-          JinYoung? – escucho decir a JaeBum del otro lado de la puerta mientras golpeaba.

-          ¿Si?

-          ¿Puedo pasar por la ropa, así les pido que la laven?  – verificó cuanto se podía ver por la mampara antes de hablar.

-          Si, gracias.

Cuando salió, JaeBum estaba mirando por la puerta de vidrio del balcón como llovía sin decir nada, parecía melancólico. Verlo hacia que se le comprimiera el corazón, como siempre. Otra vez se encontró preguntándose, como un chico que era tan brusco a la vista de cualquiera, siempre parecía tan desamparado cuando nadie podía verlo, o capaz era, porque él siempre se encontraba buscándolo y lo había visto varias veces, de lejos, observar miles de cielos distintos apoyado en los bordes de las ventanas o en el patio de la universidad.

Se sentó en la cama apoyando su espalda contra la pared mientras tapaba sus piernas con la manta y simplemente lo dejó estar en su mundo. Los músculos de la espalda se marcaban en la bata y podía verle las piernas desnudas.

-          ¿Es buena la vista?  – le preguntó JaeBum dándose la vuelta.

-          ¿Que?

-          Nada… ¿querés que comamos algo?

-          Estoy bien.

Lo vio pedir comida y esperarla acostado boca abajo en la otra cama sin quitarle los ojos de encima en ningún momento, en algunas oportunidades le sonreía, en otras simplemente decía alguna cosa tonta que los hacia reír a los dos.

Comieron juntos ya que el otro lo amenazó con no comer si él no comía. Prendieron el pequeño televisor de la habitación y en los canales de noticias solo se hablaba de la lluvia interminable.

-          Creo que elegimos bien… - le dijo a JaeBum que se llenaba la boca con comida. – parece que van a cerrar caminos por la tormenta.

-          Tenés razón. – empezó a cambiar de canal mientras seguían comiendo y él no podía dejar de mirarlo.

La música empezó a sonar y giro para ver el televisor por unos momentos. El video musical era uno que le gustaba.

-          Es mejor que los noticieros. – le aclaró JaeBum antes de seguir comiendo.

-          ¿No te gusta esa música?  – su pregunta, más que por simple curiosidad, era para saber si tenían algo en común o no.

-          No es de mis preferidas, pero tampoco es que me desagrade. A vos te gusta ¿no?

-          Si… - le dijo antes de comer otro bocado.

-          Me parecía.

-          ¿Porque lo decís?

-          Te vi en la sala de prácticas. - le dijo JaeBum.

-          ¿De verdad?

-          Si…

Todo eso era una gran sorpresa. Él, que siempre lo había observado, nunca había notado que JaeBum podía llegar a mirar para su lado en ningún momento. Limpiaron todo y lo dejaron fuera de la habitación, como le habían dicho y se sentaron cada uno en su cama mientras tomaban el té que él nunca había terminado de hacer en su momento.

Cuando todo se volvió un poco incómodo, sin dejarse de mirar a los ojos, JaeBum se levantó y se acercó a él, sosteniéndolo por la barbilla, haciendo que elevara un poco el rostro, sintió el calor de los labios del otro sobre los suyos, demasiado tierno para ser real.

-          Me gustas… - le dijo al momento de buscar aire antes de seguir.

Se dejó dominar por su corazón acelerado y su falta de concentración, beso los labios del chico que tanto le gustaba y los dos se dejaron llevar, el otro se arrodillo delante de él y lo abrazo por la cintura mientras se estiraba para seguir besándolo mientras él se inclinaba un poco entrelazando sus dedos por atrás del cuello de JaeBum. 

El trueno y corte de luz los separo, un poco agitados haciendo que los dos miraran hacia el balcón.

 

-          Park!! Park Jin Young! – otra vez escuchaba que lo llamaban, abrió los ojos encontrándose a JaeBum mirándolo y tocándole el hombro. - Jin Young, despierta.

-          ¿Eh?  – la cara de JaeBum era una mezcla de alivio y enojo.

Miro a todos lados dándose cuenta que estaba en el colectivo solo con JaeBum, lo que significaba que ya habían pasado la universidad.

-          Bajemos en la próxima. - le dijo JaeBum sentándose otra vez.

-          Lo lamento…

-          Me debes una… - JaeBum le sacó el celular de la mano y anotó algo antes de volver a dárselo. - ese es mi número, como te dije, me debes una.

-          ¿Porque no bajaste?  – le preguntó.

-          ¿Por qué? Estabas demasiado dormido y me dio cosa. Dame tu número, no confió en que quieras devolverme el favor. – anotó su número en el celular de JaeBum y este llamó, haciendo que su celular empezara a sonar con una canción.

-          Que desconfiado. – le dijo, ese era el chico que conocía, su sueño había sido perfecto y hasta lo había engañado, haciendo que la realidad fuera un poco más dura.

Cuando bajaron, realmente ya llegaban tarde, así que caminaron sin apuro por la avenida casi vaciá.

-          ¿Queres tomar un café? – JaeBum le señalaba una cafetería bastante bonita.

-          Claro.

Después de ordenar, se sentaron en una mesa y los dos empezaron a guardar los auriculares en sus respectivos bolsos. Pensó que dormirse, no había sido del todo malo, ya que por lo menos había conseguido tomar un café con ese chico.

-          Gracias. - dijeron al unísono cuando le dejaron las cosas en la mesa.

-          Parece que va a llover. – le dijo JaeBum mirando por la ventana antes de darle el primer sorbo a la taza.

-          Si. - recordó como lo había despertado el otro y termino por volver a hablar- ¿Cómo sabés mi nombre?

-          ¿Eh? – JaeBum lo miro extrañado. - solo lo se, vos también sabes el mío.

-          Es verdad.

Después de tomar el café y que empezara a llover, simplemente charlaron de cosas de la universidad y sus puntos de vista. Se encontraron hablando de las prácticas de baile y canto, que eran algo que compartirían en unos meses, aunque eran de diferentes cursos, mientras reían de alguna que otra cosa tonta.

Salieron del café cuando dejó de llover y emprendieron otra vez el camino a la universidad, podrían llegar a la mitad de la segunda hora, o simplemente ir a practicar y no dar por perdido el día de clases, aunque si era por él, se quedaría hablando con JaeBum todo el tiempo que pudiera.

-          Hey! Park Jin Young! – le gritó el chico a unos pasos más delante de él.

-          ¿Qué pasa?

-          ¿Quieres salir este sábado?  – la sonrisa pícara de JaeBum lo hizo reír mientras se acercaba.

-          ¿Porque me invitas a salir?  – le dijo de manera seria.

-          Podrías descubrirlo el sábado o nunca saberlo.

-          ¿Para saberlo tengo que ir?

-          Y, si, podría ser que me gustes y que esté utilizando esto para acercarme a vos. – empezaron a caminar, cuando una leve llovizna los empezaba a mojar.

-          ¿Enserio?  - sus pulsaciones aumentaron excesivamente.

-          Claro, así también podrías hablarme en vez de solo mirarme a escondidas… - el golpe en su hombro lo dejo sin caminar.

-          ¿Lo sabias?

-          Yo también te observaba. – JaeBum lo tomó de la mano y lo tironeó dejándole un casto beso en los labios.

Sentía que podía reconocer el calor de esos labios, mientras JaeBum le sonreía y le pedía perdón.

-          ¿Perdón?  – casi le grito.

-          Te besé cuando estabas dormido. Creo que mejor te digo ahora que me gustas.

Aunque trataba de caminar, le era imposible, JaeBum lo esperaba cambiando el peso de una pierna a la otra, mientras que él trataba de pensar en qué decirle.

-          ¿Te gustaría ir a tomar café?

-          ¿Otra ves?  – le dijo JaeBum acercándose.

-          ¿Podríamos ir a ver el mar?

-          ¿Con este día?  – tenía razón, su sueño había sido solamente eso. - claro, vamos…

JaeBum le entrelazó los dedos de la mano y empezaron a caminar de nuevo hacia la parada de colectivos, donde esperaron por su transporte. Todo era demasiado pronto para preguntase que iba a pasar, pero la mano de JaeBum sosteniendo la de él, le decía que este no era un sueño y, si lo era, no quería despertar. 

Notas finales:

Les gusto???? realmente espero que si... voy a escribir en cuanto pueda lo que me pidieron... creo que a finales de la proxima semana ya lo voy a publicar... 

 

Besosos

 

 

Artvision - La chica rasta


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