Ciertas personas en este mundo tienen complejos. Pueden tener complejos: de inferioridad, superioridad, de hermano… Pero hay una persona que tiene un complejo único, es el complejo de Shizuo. Orihara Izaya es quien tiene este complejo. Conoció a Shizuo en la preparatoria y desde que se conocieron siempre han jugado al juego del perro y el gato. Ellos dos se odian a muerte. A Izaya no hay cosa que más quiera que Shizuo muera, aunque no es precisamente lo que más le importa. Él lo niega, pero en el fondo le encanta saber que solo él puede enfadar a Shizuo y seguir le el juego. Le gusta tocar le la moral y enfadarlo, es su mayor pasatiempo después de arruinar las vidas de las personas.
Como cualquier otro día Izaya caminaba por Ikebukuro. Todo lo hacía porque últimamente todo era muy aburrido en su “juego de personas”, y así se podría entretener molestando al rubio. Entonces se encontró con el rubio. Cuando este se percato en seguida pego un rugido.
-Oh… Shizu-chan, que coincidencia encontrarte por Ikebukuro- dijo Izaya sarcástico
-Izaya cabrón… ¡¡Te he dicho que no vengas por Ikebukuro!!- dijo Shizuo mientras arrancaba un poster de la luz
En ese instante sonó el teléfono de Shizuo cuando estaba a punto de lanzarle el poster a Izaya, soltó el poster y miro el teléfono.
-No tengo tiempo que perder contigo maldita pulga, lárgate de Ikebukuro- dijo Shizuo mientras se marchaba.
Shizuo se marcho mirando el móvil. Lo que acababa de pasar cambió todas las leyes de la física. Seguro que a partir de ese instante el agua ya no mojaría y el fuego no quemaría. Todo había perdido sentido de la coherencia. Izaya se quedo de piedra. No podía creérselo. ¿Qué era más importante para Shizuo que intentar matar a Izaya?
- Shizu-chan me ha dejado a punto de pelear… Esto no puede estar pasando…- pensó nervioso Izaya
Izaya se dejo caer al suelo, como si lo hubieran matado en aquel instante.
Pero eso no fue lo más impactante. Lo más fuerte fue que al día siguiente paso lo mismo, entonces Izaya ya había perdido la cordura al que eso pasará tres días seguidos. Siempre pasaba lo mismo; estaban a punto de pelear y entonces sonaba el móvil de Shizuo y se marchaba sin dejar rastro. Izaya pensaba: que el primer día; fue pura casualidad y el segundo; trabajaría o algo. Pero el tercer día ya no tenía excusas, porque sabía que ese era el día libre de Shizuo, y que su hermano tenía la agenda libre. Ya no había motivos para que Shizuo abandonara a Izaya en plena pelea. Lo más raro era que todos los días pasaba lo mismo, ¡incluso decían lo mismo!
Después de la tercera pelea frustrada, Izaya se fue inmediatamente a su casa, pero no tranquilo y saltando como de costumbre, sino corriendo y con prisas. Él, que siempre había sido tan sarcástico y arrogante, por primera se había se había sentido nervioso y preocupado. Entro impaciente por la puerta, cerrando la de un portazo. Se sentó en su cómoda silla y se puso a pensar.
-¿Pero que narices le pasaba a Shizu-chan? ¿Qué era tan importante?- reflexionaba Izaya
“No tengo tiempo que perder contigo maldita pulga, lárgate de Ikebukuro” las palabras de Shizuo no dejaban de sonar en su cabeza.
-Normalmente terminaría la frase con un “o te mataré” ¿Por qué no lo dijo? ¿Para restar le importancia? ¿O será que…- pensó Izaya y trago saliva- … se ha cansado de mí?- concluyó Izaya
Entonces se empezó a pegar cabezazos contra el escritorio, mientras que Namie pensaba que estaba loco.
-¡¡¡Eso es imposible!!! ¡¡¿En qué narices estoy pensando?!! ¡Shizu-chan jamás se hartará de mí! ¡Yo soy su némesis! ¡Nunca se cansará de intentar matarme!- se convenció Izaya
Izaya dudaba, no podía pensar con claridad. Estaba todo el rato en contra y a favor de sus pensamientos. Entonces pensó:
-Espera un momento… Conozco a la persona correcta para ayudarme. Y la tengo en casa-
-Ne Namie, ¿podemos hablar sobre tú hermano?- dijo Izaya esperanzado pero disimulándolo
-No será para contarme información irrelevante para que me fastidie de saber que esta con su novia ¿verdad?- dijo ella fastidiada
-No, en realidad era para saber qué era lo que sentías por él- dijo Izaya aclarando le
-Pues yo pensaba que éramos los únicos en este mundo y que solo vivíamos el uno para el otro. Yo pensaba que era su querida hermana mayor, la única persona para él y que él nunca dejaría de estar a mi lado. Pero resulta que mi hermano tenía a otra persona para él y acabo abandonándome- dijo ella apasionada excepto en el momento en el que hablaba de cómo la abandono- Un momento, ¿para qué quieres saber esto, Izaya?- dijo ella fastidiada
-Por nada, solo quería oír la historia salir de tu boca- mintió Izaya
Izaya se puso a pensar, y tal como lo había explicado Namie, era como si estuviera viviendo lo mismo que ella, solo que en vez de con complejo de hermano era con complejo de Shizuo.
-¡¿Entonces, será que hay alguien más?! ¡¿Quién podría ser?! ¡Peor aún…!- pensó histérico Izaya-¡¿Quién narices se ha atrevido a acercarse a Shizu-chan hasta el punto de apartarlo de mí?! MI Shizu-chan- pensó con rabia Izaya
Se puso a investigar sobre quien podría ser esa persona, pero obtener información de Shizuo es difícil hasta para alguien como Izaya. Si mandaba a alguien para espiarlo probablemente se daría cuenta y lo mataría en seguida. Y claro, Shizuo se controla con pocas personas, por lo cual lo tenía bien difícil, porque nadie del círculo de Shizuo lo traicionaría por él. Por lo tanto, tenía que encontrar a alguien que Shizuo conociera y que esta persona fuera capaz de sonsacarle información. Entonces Izaya cayó en que si que había alguien, mejor dicho dos.
-No me puedo creer que vaya a hacer esto…- dijo Izaya arrepentido
Llamo a la carga a las “gemelas demonio”.