A la hora de almorzar ciel estaba nervioso, había pasado una hora desde el “incidente” y no sabía cómo mirar al oji-carmesí pero no pudo pensar mucho ya que tocaron a la puerta de su despacho y de paso asiéndolo brincar en su silla, respiro profundo tratando de calmarse – pase… – dijo cerio como si lo de ase una hora no le hubiera afectado
Pero para su suerte no era Sebastián sino mey rin, su sirvienta – bo.. bochan… la comida ya… esta lista – aviso nerviosa temiendo decir o hacer una estupidez frente a su amo
Si… ya voy – el conde se levantó aliviado de que no fuera Sebastián pero también extrañado de que viniera ella y no el mayor pero decidió no darle más vueltas al asunto, por la paz
La tarde paso y tampoco se apareció Sebastián el peli-azul trataba de no darle importancia pero aun así lo hacía, no volvieron a verse en lo que quedaba del día, el conde encerrado en su despacho asiendo papeleo e intentando olvidar el intento de violación de su mayordomo y el mencionado tratando de tomar una decisión definitiva que arreglara el asunto
Pero ya fue demasiado cuando a la hora de dormir fue a buscarle a su despacho mey rin para llevarle a su habitación y cambiarle
Mey rin ¿dónde rayos esta Sebastián? – pregunto molesto quería arreglar las cosas, que él mismo le explicara por qué rallos lo manoseo así aunque el conde tenía sus sospechas
Sebastián-san está haciendo sus maletas… creí que bochan lo sabía… – contesto la sirvienta triste, para nadie era un secreto que a ella secretamente le gustaba un poco el peli-negro
¿Maletas?... adonde se cree que va… llámalo en este instante – ordeno serio
Si bochan… – la peli-burdeos hizo una reverencia y se fue de la habitación
Ciel se sentó en su cama a esperar a Sebastián el cual al perecer tenía planeado huir de la situación e incumplir el contrato que tenían pero el peli-azul no lo dejaría
Después de unos minutos tocaron a la puerta de su habitación lo que lo puso nervioso, su corazón latía a mil, respiro profundo y trato de calmarse – adelante… – dijo lo más indiferente posible
La puerta se abrió dando paso a un cabizbajo peli-negro el cual cerro detrás de él y se quedó de pie sin acercársele – me llamo… amo – hablo mirando el piso y su cabello le cubría los ojos pero a diferencia de la primera vez que eso paso ahora parecía un cachorro arrepentido con la cola entre las patas, tenía las manos juntas y tomaba distancia de su amo
Y bien… ¿a dónde vas? – pregunto el conde serio, sentándose en su cama
Me iré lejos… al inframundo… – contesto
Y ¿cuándo volverás? – volvió a preguntar
No volveré… no tengo nada más que hacer aquí… – dijo sin mirarle
¡¡¿Como que no tienes nada más que hacer aquí?!!... y ¿mi venganza?... ¡¡¿te vas a ir sin cumplir con nuestro contrato?!! – le grito molesto el peli-azul, su contrato no le importaba solo quería retenerlo de alguna manera
Su venganza fue realizada… ase año y medio… – confeso Sebastián
¡¿Cómo?!... – pregunto impactado el oji-azul – mentira!!... si eso fuera verdad me lo abrías dicho y abrías devorado mi alma… – le acuso incrédulo
Tengo mis razones para permanecer callado my lord… – seguía mirando el piso, no se sentía capas de mirarle a la cara
Entonces… quien es el asesino de mis padres y por qué te quedaste callado… – demando el menor
Sebastián no quería decir nada, no le gustaba asía donde iba la conversación ya que terminaría condesándose y siendo rechazado por su pequeño conde
¡¡Habla!! – demando el conde
El mayordomo respiro profundo y viendo que no podía hacer nada para evitarlo, comenzó – …meses atrás de cumplir su venganza yo comencé a sentir cosas extrañas cuando estaba cerca de usted… me sentía más ansioso por hacer mis tareas perfectamente pero no por mí si no para que mi amo se sintiera a gusto… pero paso el tiempo y yo comencé a ver al amo de otra forma… en un inicio yo no sabía lo que me pasaba, solo sentía la extraña necesidad de permanecer a su lado en todo momento y una calidez extraña me invadía cada vez que me miraba… pero comencé a sospechar que esta situación no era normal cuando vino la señorita Elizabeth con sus regalos y le lleno de mimos, yo me moleste… no sé por qué pero lo hice, trate de disimularlo pero incluso ella con lo inocente que es pudo notarlo… pero aun así pude engañarla y ese percance paso sin importancia pero yo me sentía más intranquilo así que tome la decisión de investigar mis síntomas en libros, pensé que era alguna enfermedad humana que me había contagiado pero no encontré nada… por lo que le pregunte al undertaker sobre esto y su respuesta me descoloco totalmente…
Ciel escuchaba todo atentamente sentado en su cama, no podía creer asía donde iba la historia de Sebastián, le parecía imposible de creer y se lo habría puesto en duda de no ser porque el tenia ordenado no mentirle, le hacía mucha ilusión todo lo que Sebastián le estaba contando y rogaba no fuera una broma de muy mal gusto
– …el me dijo que yo… estaba enamorado de usted… que la sensación de vacío en mi interior cuando usted está lejos y la dedicación desmedida que yo le daba era por eso, por haber caído en el amor… yo lo negué, para mí el amor era algo inútil y sin importancia por lo que me engañe a mí mismo pensando que todo era por ansia, por el deseo acumulado de devorarle, por lo que me puse a investigar sobre su venganza, moví cielo y tierra para averiguar todo lo posible y al final lo logre… di con los responsables… –
El conde se tensó… al fin sabría quién o quiénes fueron los responsables de la muerte de sus padres, apretando los puños miro a Sebastián dándole a entender que siguiera adelante con la historia
– …fueron… la reina victoria y su mayordomo… el cual resultó ser un ángel, pero sin importar nada los mate, puedo asegurarle que sufrieron muchísimo cada atrocidad por la que le hicieron pasar a usted… – el peli-negro apretó los puños con furia al recordar todo lo que paso su pequeño
Ciel por otro lado le miro con sus ojos abiertos hasta su límite – pero ellos fueron asesinados hace más de un año… y el responsable… –
Del responsable no se tiene ninguna pista ¿verdad?... – le interrumpió el oji-carmesí mirándole con una sonrisa jactanciosa
Pruébalo… – demando el conde
Sebastián levanto su mano izquierda y se quitó el guante dejando ver su estilizada mano de uñas negras la cual no tenía rastro del contrato que tenían – yo cumplí mi parte por eso ha desaparecido la marca de mi mano… pero la de su ojo sigue igual ya que yo aún no he cobrado mi servicio – contesto antes de que ciel hablara
El conde puso su mano sobre su ojo y miro al mayor – ¿Por qué no me has consumido? – pregunto temiendo la respuesta
El peli-negro volvió a pirar el piso, no tenía cara para decirlo después de lo que paso en la mañana – yo… después de mi misión volví lo más rápido que pude a la mansión para cobrar mi parte pero cuando entre por la ventana y me acerque a usted… lo vi dormir tan tranquilo que algo se removió dentro de mi… creo que es lo que los humanos llaman ternura… a pesar de todo lo intente pero no pude… el beso de muerte que originalmente le mataría se transformó en un beso de… amor
Ciel se sonrojo muchísimo al recordar esa noche, el creyó que ese beso fue solo un sueño ya que desde ese día se había comenzado a sentir extraño cerca de Sebastián pero sobre todo se le acelero el corazón al escuchar que le amaba y no se atrevió a mirarle
– …después de ese día cometí el error de tratar de convencerme de nuevo pero esta vez con la idea de que solo era deseo, que solo quería su cuerpo para calmar mi libido así que a la noche siguiente me cole a su habitación y usando mis habilidades hice que me correspondiera pero no pude llegar hasta el final… ¿de que me sirve tenerle solo una noche si no lo recordara?, ¿de qué me sirve si aunque lo recordara no me quería a su lado?. Me di cuenta de eso ese día… me di cuenta de que… lo amo demasiado… – Sebastián por fin de digno a mirar a su amo y vio con ternura como ciel abrasaba la almohada intentando esconder el calor en su cara, Sebastián se le acercó arrodillándose frente a él y con delicadeza alejo la almohada de la cara de ciel – no tiene de que preocuparse, esa noche… solo, lo bese y lo toque… per… pero solo un poquito!! – se defendió antes de que algo pasara
Ciel solo miraba el piso muy avergonzado por las palabras tan lindas de Sebastián pero aún estaba confundido – dime ¿porque… me atacaste en la biblioteca… si dices amarme?… – pregunto
El oji-carmesí se sentó junto a su amo y suspiro para proseguir – después de esa noche, en la que solo dormimos juntos, no podía dejar de pensar en usted, ya había aceptado que le amaba pero también sabía que mi amo gustaba de las mujeres y que debido a los cánones humanos en los que mi amo creció vería mis sentimientos como un desvarió horroroso por lo que nunca me aceptaría como más que su mayordomo pero yo soy feliz solo con servirle, protegerle y verle todos los días, así he vivido todo este tiempo pero hoy cuando fui por su pedido accidentalmente escuche cuando el amo en su monologo decía estar enamorado de alguien que no le correspondía… yo me puse celoso por que “alguien” me había quitado lo que más quería en el mundo… solo pensé en demostrarle lo que sentía… en darle todo el cariño que usted se merece pero que yo no soy digno de darle…
Sebastián miro asía adelante, pero sin mirar nada en espesifico – y ahora que lo arruine todo y cumplí con nuestro pacto me iré… después de todo no me queda mucho tiempo y no quiero que mi bochan me vea así… – dijo sonriendo a ojos serrados
Ciel levanto la vista de inmediato, alarmado por las últimas palabras de Sebastián – ¡como que no te queda tiempo! Eres inmortal ¿o no? – pregunto con un mal presentimiento
El oji-carmesí miro a su amo – vera… los demonios somos oscuridad y maldad en cambio el amor es un sentimiento puro por lo que al enamorarnos y ser rechazados por nuestra pareja… ese sentimiento se transforma en veneno el cual bombea desde el corazón matándonos rápidamente… a mí me quedan solo unas horas antes de morir… no reencarnare, desapareceré completamente – dijo sonriendo como si no importara…