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CAMBIO EN MI VIDA por limon18

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Notas del fanfic:

los personajes no son mios 

Notas del capitulo:

como una pequeña travesura se combierte en algo para siempre 

Con la cabeza dándole vueltas como puede se levanta del suelo, nota que está totalmente desnudo, sonríe mientras se incorpora, con una de sus manos se sostiene en la pared para caminar hacia el baño, vomita hasta ya no poder más, se limpia la cara mientras nota su rostro maltratado en el espejo, ve sus ojeras y no puede creer que siempre lo haga de esa manera, la ebriedad y ese maldito que lo deja cuando se le pega la gana. Solo piensa en dormir por lo que vuelve a su habitación y se queda dormido sobre su cama.

Shura que va pasando por aquel templo, siente un olor extremo a alcohol y tal vez tabaco, trata de pasar desapercibido pero escucha la voz del dueño del templo… por lo que para sus pasos para buscar aquella voz.

Lo encuentra tirado, mira toda la habitación hecha añicos, mueve su cabeza en negación mientras se le acerca.

-       Cuantas veces debo decirte que si no te controlas seguro te desterraran del santuario, pero sigues con lo mismo…

Pero cáncer no escucha nada, trata de verlo pero su vista esta tan nublada que los cierra para dormir.

El español se va de aquel templo, poco le importa que haga su compañero con su vida mediocre, aun no entiende como rayos es que es uno de los caballeros dorados, sale de aquel templo, sube hasta su templo encontrándose de paso al pececito del santuario.

-       ¡hola! (le saluda Dita, pero el español sigue su camino sin prestar atención al pez) ¿Qué estas sordo? Te he saludado y pasas como un idiota a mi lado (pero Shura sigue caminando, por lo que el pez sube más rápido y se coloca frente al pelinegro deteniendo su paso)

-       Creo que te amo bebe… (al escuchar esto Dita le salta para darle un gran abrazo)

-       Yo también te amo mucho, hasta creo que he perdido el control por ti (termina esto sonriendo grandemente)

Shura lo separa violentamente de su cuerpo, haciendo que el pez se sorprenda, haciendo varias muecas de desaprobación.

-       Sabía que esperabas a que te digiera eso, esas palabras elevan tu ego, pero lo único que tengo para ti bebe, es que me das asco, no te soporto, tu presencia es nauseabunda y me enfermas con tu voz chillona (pasa a su lado y sigue su camino)

No puede creer lo que escucho el pez, sus lágrimas salen sin parar de sus bellos ojos, como es posible que Shura le diga eso, sale tras él alcanzándolo nuevamente, lo toma de la mano para no dejarlo ir, nuevamente el pelinegro detiene su paso.

-       ¿Por qué me dices eso? Si yo te amo más que a mi vida…

-       Mmm… tal vez porque te acuestas con mi mejor amigo (mientras suelta el agarre de Dita) yo te amaba, pero se acabó lo único que siento es repudio y odio hacia ti, tal vez hacia él, no sé qué me duele más que lo utilices y lo dejes como estúpido en su templo o que me veas la cara de idiota a mí.

Dita le da una bofetada tan dura que hace que el caballero de capricornio voltee la cara por completo, Shura se toma el rostro con una mano para sonreír.

-       Si con eso te sientes mejor, me voy ya.

-       ¡suficiente! No te hagas el ingenuo, tu también te acostabas con él a mis espaldas ¿Cuántas veces te acostaste con él? ¿Cuántas? No me vengas con que eres la víctima.

-       Pobrecito pececito, yo jamás me acosté con D.M. porque es mi mejor amigo y lo que siento por él es un cariño de hermanos, lo que sentía por ti era muy diferente, no soy víctima, ¡tú sí! Con permiso…

Dita lo ve partir, lo ve desaparecer entre tantas escaleras, él estaba seguro que Shura se acostaba con D.M. pero qué tal si eso no era cierto, si solo fue su imaginación el solo quería vengarse y le salió caro, pero lo disfruto mucho al lado de D.M. pues era tan distinto a Shura, él era alegre, atrevido, muy salvaje y eso lo hacía regresar a ese templo tan fogoso, acababa de regresar de tal templo y ya quería volver, pobre Shura se decía mientras descendía nuevamente no sabe lo que se pierde en este maldito lugar mientras soltaba una risilla.

Llega al templo de cáncer y al entrar aquella habitación lo nota dormido, se acurruca a su lado para dormir una siesta que no le caerá nada mal.

Esa noche ambos están bebiendo, en la mano del caballero de cáncer un cigarro artesanal un tanto extraño con olor espantoso para Dita, pero el pez muy feliz de tanto embriagarse bailaba muy sensualmente frente a cáncer, en su mano un vaso de frutas fermentadas muy delicioso pero hecho alcohol.

El caballero de cáncer lo toma y lo sienta en una de sus piernas, para besarle como loco, Dita le quita ese cigarro con olor raro y lo cala, sintiendo un elixir en ello, vuelve a fumarlo y siente como una relajación divina. Ambos están como nunca en sus vidas, probando cosas distintas, DM lo lanza al sofá pero Dita cae al suelo, el cangrejo se le lanza encima acariciando su cabello estúpidamente… que lindo eres, en ese instante cruzan miradas.

Eres muy hermoso (recorriendo su rostro con los dedos, pasando a sus labios, disfrutando su suavidad)

Lo besa como loco, soltándolo mientras le da un jalón de humo al cigarro para pasarle ese humo a Dita que lo recibe muy bien. El pez le quita la playera para sentirlo, tocarlo y mucho más que eso…

Dita se levanta para tomar su vaso, pero ya no queda nada, por lo que camina como puede hacia la cocina para tomar más. El cangrejo se queda tirado en el suelo, no puede levantarse, trata de hablar pero ni siquiera le salen las palabras, por lo que comienza a reír como un loco.

Shura por su parte está un poco preocupado por Dita, sube al último templo tratando de no despertar al onceavo guardián lográndolo, pero Dita no está, furioso baja todos lo templo con rigurosidad hasta llegar al templo de cáncer, antes de entrar escucha las risas de ambos hombres, siente ese terrible olor que no es tabaco, el que tiene un autocontrol implacable esta que me muere de enojo, pero al entrar solo encuentra a DM recostado en el sofá y Dita bailando solo, están tan bebidos y drogados que este par no podría tener sexo jamás en esas condiciones, suspira de alivio.

Cuando Dita lo mira, se le acerca para bailar con él, Shura se niega, pero Dita lo toma de la mano y luego lo besa, el pelinegro no entiende que rayos pasa, pero esto no debería estar pasando en un templo de los doce caballeros dorados.

Dita se mueve muy sensualmente, moviendo sus caderas pasando sus manos por la entrepierna del caballero de capricornio. El pelinegro solo hace como que se mueve.

Cáncer se levanta, para sentarse sobre el sofá, pero se cae, por lo que Shura sale en su ayuda y lo sienta sobre el sofá, esperando a que se duerma…

-       ¿quiere un cigarrito mi amigo? (le ofrece uno de esos cigarros artesanales raros, Shura sabe de qué se trata, pues cuando eran muy jóvenes ambos lo fumaban, esos cigarros los hacían flotar y volverse un poquitín locos, el prometio no volver a fumarlo pues hacían cosas irracionales y muchas veces peligrosas) no gracias…

-       ¡vamos¡ no te comportes como nenita… tómalo… (Shura se molesta)

-       Te dije que no, además a ti y a Dita ya les hizo efecto, no entiendo como rayos hiciste para que el pez lo fumara…

-       Pareces niña (grita esto a todo pulmón)

-       Shhhhhh… te van a escuchar  y los tres nos echaran del santuario.

Toma ese maldito cigarro y le da un gran jalón que hace que le duela un poco la cabeza, sus muecas lo dicen todo, pero luego siente una gran paz en su interior, había olvidado lo bien que se sentía fumar esta basura, saca el humo de sus pulmones y vuelve a darle otra calada más calmado, cierra los ojos para sentir mejor el paso del humo por sus pulmones hacia su nariz.

-       Que maldito eres D.M. me haces caer de nuevo en esta basura deliciosa (mientras le sonríe muy pícaramente)

Mira a Dita que sigue con ese plan de bailar solo, como si bailara con alguien y cáncer sentado en ese sofá frente a él. Vuelve a fumarlo, una y otra vez, no puede detenerse aunque quiera, pues ese humo relajante lo hace perderse entre tanta desfachatez…

-       Ajjjjuuuaaaa… (grita el pelinegro mientras se quita la playera) se sienta sobre las piernas de cáncer para besarlo, le toma el rostro y lo besa como un loco…estoy caliente D.M. vamos… vamos… hazme tuyo… (le dice esto muy lascivamente)

El cangrejo le sonríe muy pícaramente, poco puede moverse y ni siquiera se siente excitado, trata de desabrochar su pantalón pero esta estúpido que no puede, la cabra al ver eso, le baja el pantalón a su amigo y quiere despertarle la entrepierna lo más rápido posible, lo lametea un poco para luego meterlo a su boca por completo…

-       Uffff… Dita no puede creer lo que ve… vaya que su cabrita no se acostaba con el cangrejo, le sonríe mientras se muerde el labio inferior, le encanta verlos es maravilloso… lo excita verlos, se lame los labios tratando de no caerse…

El pelinegro nota que funciona sus succiones… los gemidos del cangrejo son fuertes, por lo que el pelinegro sube para besarlo…

-       Vamos quítate el pantalón y sube, vamos sube… (el cangrejo con su sonrojo a la vista de cualquiera)

Dita esta estupefacto, no ve y no lo cree, Shura tan tierno y tan controlado pero esta vez esta tan caliente que lo ve diferente…

Shura se termina ese cigarro raro por completo, sin pensarlo se baja el pantalón y trata de acomodarse, esta tan fuera de sí que olvida por completo la dilatación y el resto y el mismo se abre paso, logra que entre el miembro de D.M. pero casi no siente dolor, así que gruñe un poco pero comienza entrar y salir, Dita se le acerca y lo besa, mientras Shura marca el vaivén, pero el cangrejo lo acerca a su boca para besarlo mientras una de sus manos toma la entrepierna del pez, era una locura la que pasaba allí, los tres ya habían perdido el control.

Shura seguía sin parar sentándose una y otra vez en el cangrejo, este no paraba de gemir sin dejar de besar a Dita y tocarlo… bájate el pantalón Dita, no seas desgraciado… el pez obedece… acércate, acércate más, para poderte tomar como quiero, el pez disfruta ver Shura, su imponente novio cabalgando de esa manera, el cangrejo lo toma con una de sus manos y lo masturba, el pez que tiene aún en sus manos el vaso con ese licor de fermentación lo deja caer sobre el pecho del cangrejo haciendo que este de un pequeño brinco, ese pecesito travieso comienza a lamer todo lo regado sobre el pecho de su compañero…

Shura no puede más, aunque quiera se viene sobre el pecho del cangrejo y como allí esta Dita sobre el pez también, que siente como todo ese líquido espeso y blanquecino le pega en todo el rostro…

-       Que rico mi amor, baja de allí me toca a mí (Dice esto maliciosamente)

El pelinegro baja con un poco de dificultad, el pez ve ese enorme miembro viril de su compañero de armas y lo primero que hace es tomarlo con la boca por completo… uuuuhhhhh…. Grita el cangrejo al sentir a ese pez alocado, toma la cabeza del pececito para medir la intensidad de la felación. El cangrejo se levanta tomando al pez, dejando medio cuerpo sobre el sofá y el resto fuera para penétralo con fuerza, la cabeza y brazos están sobre el sentadero del sofá mientras siente como lo atraviesan rompiéndole el trasero por completo, ahoga su grito en aquel maldito sofá… Shura los ve excitado, camina hacia la cocina a beber un poco de ese licor de frutas que desde joven probó, toma un vaso completo, toma otro mientras se recuesta en el vano de la puerta de aquella cocina mientras mira con excitación como su mejor amigo penetra a su novio, sus ojos se quieren cerrar, por más que trata de no quedarse dormido sus ojos lo cierran una y otra vez hasta quedar dormido por completo…

Abre los ojos muy lentamente, con un dolor de cabeza espantoso, no puede ver bien, esta tirado en el suelo cerca de la puerta de la cocina. Se levanta con mucho estupor y dolor, su trasero lo está matando, ya recordó que fue un imbécil al tener sexo con el cangrejo.

Como puede llega al sofá para recostarse un rato y tal vez así le baja el dolor…

A los días de esa noche desenfrenada, Shura no les dirige la mirada y menos la palabra a ambos caballeros, ya que se refugia en su templo, no sale de ninguna manera, a diferencia del cangrejo y el pez que se la pasan juntos siempre. El pelinegro baja por la noche hacia el coliseo a entrenar, a sacar todo eso que lo molesta, que lo agobia y lo hace sentir como un estúpido ridículo. La luz de la luna le llena por un segundo, sentándose por un momento en la arena de entrenamiento, para luego recostarse en ese montón de polvo, mira el cielo como pidiendo respuestas, jamás se ha sentido tan confundido en su vida. Siente el viento pasar por toda su piel haciendo que cierre los ojos para sentirlo mejor…

Escucha como alguien se recuesta  a su lado, volteando a ver de inmendiato y antes de que empiece hablar es callado por unos labios de sabor dulzoso… cae rendido ante aquel beso que tanto necesita… se separan para verse mejor pero alguien más lo toma de la mano para levantarlo del suelo, alza la mirada para verlo mejor y sonríe…

-       Tan difícil que es encontrarte cabra, ya te hacíamos muerto (soltando una gran carcajada mientras lo levanta)

-       Por un momento creimos que estabas en alguna misión mi amorcito

El pelinegro no dice nada, esta avergonzado pero verlos de nuevo le hace sentir mucho mejor como sigo mismo. Les sonríe a ambos.

Dita lo toma de la mano, para comenzar a caminar seguido del cangrejo que no ha parado de hablar.

Se sientan en una de las bancas que da hacia el coliseo…

-       No estoy listo para esto, no lo estoy, perdonen (mientras se levanta, pero el cangrejo lo empuja y lo sienta de nuevo)

-       ¿Listo para qué? Si solo somos amigos nada más Shura, como los viejos tiempos, lo recuerdas AMIGO

-       Así es mi chiquito, los tres seremos amigos (mientras lo besa suavemente en los labios)

El pelinegro les sonríe muy pícaramente, está de acuerdo con esa amistad aunque aún está un poco abrumado, jamás pensó en algo como esto con su mejor amigo de la infancia y su novio, aún no sabe cómo paso, pero allí están los tres, conversando de cualquier cosa, fumando a la luz de la luna y riendo por las tonterías del cangrejo, dejándose llevar por el pez  y tomando seriedad cuando se debe por la cabra.

Shura tratando de no ser tan obvio para no ser desterrado del santuario con su determinante autocontrol el pez siempre se encarga de echarlo a perder y aunque se enojen el así es, despistado.  El cangrejo que sin bebida ni cigarro raro es tímido solo los sigue pero siempre queriéndolo todo y a todos. 

Notas finales:

espero les haya gustado :)

hasta la prox. 


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