HISTORIA DE UN TAXI
Eran las 10 de la noche
Piloteaba mi nave
Era mi taxi un Volkswagen
Del año 68
Una día más…o mejor dicho una noche más, salía a trabajar haciendo de taxi, con su clásico auto color rojo que él amaba, se supone que debería estar descansando en la comodidad de su hogar con su amado esposo, pero las circunstancias, habían hecho que saliera de nuevo a buscar pasajeros, la economía no era buena, aunque eso solo era uno de los grandes problemas que afrontaba.
Cuando eran casi las diez y después de haber dado varias vueltas buscando pasajeros sin encontrar suerte, una persona le levanto la mano.
Era un día de esos malos donde no hubo pasaje
Las lentejuelas de un traje
Me hicieron la parada
Esta persona sin duda alguna era muy “diferente“su color de cabello resalto de inmediato, vestido de manera glamorosa y con ropa de buena marca, (que él sólo había visto con anterioridad en revistas que su esposo le gustaba comprar), su aura dejaba anonadado a cualquiera, paró su auto por reflejo sin pensarlo mucho.
Si pensó que de lejos le pareció glamoroso, pues cuando el joven subió al auto y se sentó en la parte trasera del pequeño vehículo, se dió cuenta que era mucho más que ello.Olía bien, de seguro algún perfume caro, y con un cuerpo de infarto, con modales muy finos y delicados. Cuando estuvo dentro del auto y empezó la marcha el taxista cortésmente le pregunto:
_¿A dónde caballero?
_Sólo conduzca –su voz sonaba nasal o ¿estaba agripado? Parecía haber estado llorando (cuando eres taxista te vuelves como un psicólogo, porque conoces a muchas personas y algunas te cuentan sus historias y tu deber es escucharlos y dejar que se desahoguen)
_Sólo conduzca (repitió nuevamente) quiero alejarme de aquí, después le diré hacia donde, por ahora ¡solo conduzca por favor! _su voz sonaba a súplica_
Era una rubia preciosa
Llevaba minifalda
El escote en su espalda
Llegaba justo a la gloria
Obedeciste, mientras conducías pudiste ver por el espejo retrovisor, como el chico se quitaba el abrigo dejando expuesta su blanca piel (no te equivocaste al imaginar que tenía un buen cuerpo) ya que tenía los primeros botones de su camisa de seda abierta, un largo y provocativo cuello blanco se deslumbraba, con unas curvas muy bien pronunciadas, su pantalones negros encuerados ayudaba en ello, ¡el rubio era bello!, nadie podría negarlo, siguió mirándolo de manera silenciosa y de soslayo por el espejo, y fue cuando ¡boom! El rubio se quitó los lentes de sol, ¿los cuales te parecía extraño ya que estaban de noche?, pero cuando se los quito pudiste ver dos ojos color avellanas, muy claros, ¡tanto que parecían ser dorados! pero tristes, aun soltaban algunas gruesas lagrimas que el rubio secaba con la palma de su mano queriendo detenerlas, pero no podía, por un momento se dejó llevar por la tristeza y lloró amargamente, soltando gemidos de dolor.
Una lágrima negra rodaba en su mejilla
Mientras que el retrovisor decía
¡Ve que pantorrillas!
Yo vi un poco más
_¿Se encuentra bien? _ preguntaste_
Al parecer el joven en su dolor se olvidó de su alrededor, porque reaccionó de manera intempestiva al oír la voz del taxista.
_ ¿Yo?…sí gracias, no se preocupe. -te respondió con indiferencia-
_No parece sentirse bien, y perdone que me entrometa, pero una vez que entre en mi taxi usted se vuelve alguien de quien preocuparme.
Tu respuesta hizo que él levantara la mirada y te viera claramente por el espejo retrovisor, esos ojos te hicieron temblar ¡que hermosos eran! Estaban llorosos y las mejillas sonrosadas, ¡rayos! por un momento tu lívido te jugo una mala pasada, pero te concentraste, esa persona parecía estar sufriendo y si podías,¡tenías que ayudarlo!, así que ahuyentaste tus pensamientos pervertidos.
Eran las 10 con 40
Zigzagueaba en reforma
Me dijo me llamo norma
Mientras cruzaba la pierna
Saco un cigarrillo algo extraño
De esos que te dan risa
Le ofrecí fuego de prisa
Y me temblaba la mano
El rubio trato de tranquilizarse saco un cigarro de esos caros y delicados, algo que tú nunca fumarias por dos razones: la primera; eran muy caros, y la segunda; no iban con alguien tan brusco y tosco como tú; pero en los labios de ese rubio ¡era como ver un comercial perfecto! como si esos graciosos cigarros fueron creados para él. Le ofreciste fuego deprisa ya que siempre andabas con un encendedor porque muchos pasajeros fumaban. Como premio por la atención recibiste una sonrisa de parte de él, que te estremeció.
Luego estiro sus músculos en el asiento relajándose, cruzo sus largas piernas, mientras miraba de manera ensoñadora y pensativa por la ventana,había dejado de llorar, pero tú no podías dejar de mirarlo, en ese momento te distes cuenta que tu respiración y pulso se habían acelerado, tanto que habías empañando el espejo,¡pero sí ese rubio era como un pecado! Tucuriosidad te llevo a preguntar cosas que no debías, ¡y en serio no debías hacerlo!
Le pregunte por quien llora
Y me dijo por un tipo
Que se cree que por rico
Puede venir a engañarme
_Le dije que una vez que subiera a mi taxi usted es mi responsabilidad y mi responsabilidad es llevarlo a salvo y bien al lugar donde me indique, si desea puede contarme el porqué de su tristeza, a veces es mejor contarle a una persona ajena a uno, un extraño , porque se puede ser más franco y así desahogarse.
El rubio lo miro nuevamente, estudiándolo, (esa mirada ahora lo tomaba en cuenta),dió una aspiración más a su cigarrillo para luego decirle.
_Perdón…no le pregunte antes ¿le molesta si fumo?
-No…puede hacerlo. (Trataste de sonar lo más educado y atento que podías ser)
_ ¿Quiere uno? -te ofreció-
_No gracias, (me sentía halagado) pero no soy de fumar.
_ Ya veo-apago su cigarrillo-
_ ¡No tenía que hacerlo! (le contesté rápidamente) muchos clientes fuman por ello tengo el encendedor.
_ Está bien (te respondió tranquilamente), decidí apagarlo, además me molestaría para contarle que me paso.
Estabas expectante y feliz porque ese hijo de afrodita te abriría su corazón, te confesaría que loaquejaba, aunque sabias que era malo que te emocionaras por ello, pero aun así, tu corazón latía expectante.
_Vio el lugar de donde me recogió, sabrá que es un lugar de bares y hoteles de cuarta.
Y era cierto, ese lugar no parecía un lugar para alguien como él, por ello cuando lo vio de lejos pensó que era un prostituto más, de los que abundan por allí. Pero tuvo que enmendarse cuando lo vio de cerca, el rubio no irradiaba esa aura que los otros lo hacían, sin dudaalguna era alguien de buena posición, se le notaba en su clase y sus modales, su forma de actuar evidenciaban su buena posición.
No caiga usted por amores
Debe de levantarse
Le dije
Cuente con un servidor si lo que quiere es vengarse
Y me sonrió
_fui siguiendo a mi novio-prosiguió- llevamos cuatro años juntos y ya convivimos ¿la convivencia es muy difícil no?
El pelirrojo solo asintió con la cabeza mirando por el espejo retrovisor, por el cual se podían ver para conversar porque seguía manejando.
-veo que me comprende, lo seguí a escondidas, le dije que tenía sesión de fotografías esta noche, por cierto soy modelo.
Eso explicaba todo se dijo mentalmente el pelirrojo.
_Pero no teníasesión, le mentí, es la primera vez que lo hago porque últimamente lo sentí extraño. No quiere tener intimidad conmigo y se ve amargado con mi presencia, se excusa diciendo que anda cansado, me imaginaba que salía de noche pero no sabía a donde entonces, lo seguí.
El pelirrojo se imaginaba ya a donde iba a parar todo eso.
¿Qué es lo que hace un taxista seduciendo a la vida?
¿Qué es lo que hace un taxista construyendo una herida?
¿Qué es lo que hace un taxista enfrente de una dama?
¿Qué es lo que hace un taxista con sus sueños de cama?
Me pregunte
Al recordarlo el rubio no pudo dejar de escapar unas lágrimas.
_Tal vez lo descuide, es mi culpa, lo deje de lado mucho tiempo, es que estoy en una gran etapa en mi carrera y le puse mucho empeño a esta, él tiene su propia empresa de artículos de deportes y a la vez juega en un equipo de básquet, ambos estamos muy ocupados, pero aun así nos dábamos tiempo para nosotros, pero últimamente sólo peleamos, yo me exaspero y le saco en cara muchas cosas, ¡lo aburrí! Por eso él busco cariño y comprensión en otro sitio, en otros brazos, ¡lo perderé! Tengo miedo que la próxima vez que nos veamos él me diga que nuestra relación no va más, ¡soy patético! ¿No es así?, soy un modelo brillante e exitoso, que todo el mundo admira, pero no puedo ni satisfacer a mi propio novio, soy el culpable de todo lo sé, ¡soy un fracaso!.
-¡por favor deje de menospreciarse así mismo! (le supliqué), ¡eso no lo llevará a nada!. En vez de echarse la culpa debería estar molesto con su novio, muchos pensarían en vengarse –le dije –es que me dolía verlo culpándose así mismo, en un problema que es de dos.Dejo de llorar y me dedico una linda y tímida sonrisa.
y continúo su relato…
Lo vi abrazando y besando a una humilde muchacha
Es de clase muy sencilla
Lo sé por su facha
_ Ingrese al bar detrás de él, con cuidado de no ser visto (alzo el abrigo y los lentes oscuros, supongo que ese sería su disfraz) y fue cuando lo vi, se acercó a alguien que al parecer ya lo estaba esperando y se saludaron con un beso…uno muy profundo. El otro chico se ve que es alguien muy sencillo, de una posición económica mediana y muy normalito, lo sé por su aspecto, ¡aun así me venció!, ¡yo tan orgulloso por sentirme superior por mi condición social y mi aspecto!, en el fondo me lo merezco supongo. Solo pude salir corriendo del lugar como el perdedor que soy.
No conocía al novio del rubio, pero ¿podría cambiarlo por otro? ¡por favor! Pero si ese modelo era una tentación, de seguro el dichoso novio estaba ciego o algo por el estilo, porque si fuera él…
¡Espera! ¿Cómo que si fuera él? …¿¡en que mierda estaba pensando!? , ¡No! , ¡No podía pensar estupideces! Él estaba felizmente casado ¿no?, aunque también tenía problemas como su rubio pasajero, pero era feliz o al menos quería serlo, trato de consolar a su pasajero contando su propia historia.
_¡Vaya! , me sorprende que los de sangre azul puedan sufrir y llorar por amor, aún más usted, no lo tome como una falta de respeto, pero si alguien tan magnifico y bello sufre por amor entonces comprendo mi caso. Le contaré: ando también en problemas con mi esposo, ¡si soy casado!, _respondió ante la mirada de asombro del rubio_ También hace cuatroaños, fuimos novios desde el instituto, hasta que decidimos dar el gran paso, pero primero me esforcé en mi profesión, estudie para ser bombero, ¡todo iba muy bien! , hasta ese fatídico día donde tuve un accidente por salvar a unos niños, gracias a Dios los salve del incendio en su vivienda, pero cayó una pared en mis piernas, la derecha llevo la peor parte, estuve a un poco de perderla , me la operaron poniéndome unos fierros, aun así ya no puedo hacer mi vida ágil como antes. Mi vida dio un cambio radical, me sacaron del cuerpo de bomberos, eso hizo de mí un amargado, mi esposo que es profesor de educación inicial, trabajaba para ambos hasta mi recuperación, pero supongo que se enojó también de mi intolerancia, los días de miel se volvieron de hiel, así que decidí hacer taxi para ayudar en el hogar, no tenemos grandezas, pero aun así vivíamos felices y tenemos las comodidades necesarias, y para mantenerla tengo que salir a trabajar.He salido esta noche porque discutí con mi esposo y para no causar un problema más grave, donde de seguro me arrepentiría, me puse a buscar pasajeros. Al igual que usted dice, creo que ya se aburrió de mí, pero lo amo y tampoco concibo el separarme de él. Ya no tenemos intimidad, creo que mi cicatriz le da pena y asco, siente que ese accidente le quito al hombre que ama, dejando esta burda imitación de su esposo y de hombre.
Era extraño él nunca se había abierto a nadie, ni a su propia familia le había contado lo que sentía, pero ahora frente a ese rubio se desfogaba del todo.
Al escucharlo el modelo ya había dejado de llorar completamente y se le veía muy pensativo con el ceño algo fruncido.
_Soy Kise Ryouta y soy modelo, bueno ya se lo dije antes.
Estiro su blanca mano hacia adelante como saludo y presentación.
_Y no creo que seas una imitación de hombre señor taxista, usted es usted y es un verdadero héroe no debería menospreciarse. De seguro su cicatriz es una medalla a su valor.
Élpelirrojo lo miro volteando levemente aprovechando el semáforo en rojo, volteó completamente y tomo esa blanca mano que el destino le ofrecía.
_Soy Kagami Taiga y “soy el señor taxista”.
Me sonreía en el espejo
Y se sentaba de lado
Yo estaba idiotizado
Con el espejo empañado
El rubio al escucharlosoltó un risita.
_Aun así, de seguro te asustarías con mi cicatriz “Kise” (se atrevió a llamarlo ahora por su apellido), viéndote eres de esas personas que no van con lo horrendo.
El rubio ahora llamado Kise Ryouta hizo un puchero indignado.
_ ¡No soy tan superficial! , lo aparento sí, pero ¡no lo soy tanto!
Kagami sonrió, e intento hacerle una broma provocándolo.
_ Entonces qué te parece vengarte de tu ciego novio conmigo.
Ante esa respuesta el rubio se alejó un poco, Kagami soltó su mano porque el semáforo ya estaba en verde y siguió conduciendo, por el espejo miraba sus expresiones, y contenía la risa, ¡claro que solo era una broma! pero quería molestar al modelo que se veía muy inocente y de pasada distraerlo de su dolor.
Tuvieron un momento de silencio, de seguro el rubio se había molestado con esa broma tan fuera de gusto, Kagami suspiro profundo y le iba a preguntar ahora sí, en donde debía dejarlo, porque al parecer ese momento y ese encuentro habían llegado a su fin.
Me dijo doble en la esquina
Iremos hasta mi casa
Después de un par de tequilas
Veremos qué es lo que pasa
O eso pensó porque justo cuando iba a abrir la boca el modelo hablo primero.
_ “está bien”, iremos a mi casa, por favor dobla en la esquina y dirígete a…
Mientras conducía guiado por el rubio, Kagami internamente iba preguntándose ¿cómo qué está bien? ¿A qué se refería? , acaso había aceptado esa invitación que era solo una broma, no, ¡claro que no! de seguro el rubio sólo quería llegar a su hogar y nada más, pero mientras conducía su corazón palpitaba como loco, al igual que el corazón de su acompañante, no hablaron más, ambos iban en silencio.
Llegaron. El lugar era uno de esos barrios de ricos, muy a la altura de un modelo como él, ¡la casa era enorme!
_Podemos entrar por atrás, es mi lugar especial por donde casi siempre entro, esta zona es muy segura, tú comprendes, como modelo, soy algo famoso, así que este lugar tiene total protección e intimidad.
Kagami sólo seguía las órdenes, como una marioneta.
¡Llegaron al fin!, el rubio fue el primero en bajar, cuando lo hizo se quedó unos momentos quieto y en silencio.
Mientras Kagami esperaba, ¿esperaba qué?, ¡debería irse de una buena vez!, ¡vámonos!, pero porque su cuerpo no le obedecía ¿que esperaba?
De pronto el rubio volteo y algo dubitativo se lo dijo.
_Yo no tengo dinero en efectivo conmigo, pero si entras…puedo dártelo y tal vez tomar algo…aunque manejas creo que no se podrá.
Había dos respuestas para ello se dijo internamente Kagami.
La primera; decirle que lo esperaba afuera y la segunda entrar junto a él, y tomar algo más que el dinero y un trago.
Aunque le dolía decirlo, la primera era la mejor opción, al menos era la correcta, o eso iba a decir, cuando Kise alzo su mirada muy avergonzado y le dijo.
_De verdad me puedes ayudar a vengarme-pregunto tímidamente.
Todo juicio y acto de razón se nublo, la lujuria subió y se instaló en su vientre bajo, hacía meses que no estaba con su esposo, porque este lo rechazaba cada vez que veía su pierna, tal vez el rubio también huiría o tal vez no, se guió por el instinto, bajo del auto poniéndole seguro y alarma, era claras sus intenciones, se acercó al rubio y con voz firme y sensual que no podía controlar le respondió.
_Entremos…
Para que describir lo que hicimos en la alfombra
Si basta con resumir que le bese hasta la sombra
Y un poco más...