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The big bad wolf ~ por BicthLVL100

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POV'S Guillermo ~

Madre contaba historias fantásticas, de héroes salvando doncellas, villanos siendo vencidos... los cuentos de los que ella me hablo nunca mencionaron esto.

Ya habían pasado tres días desde lo ocurrido aquella noche, donde fui atacado y devorado por una bestia a la que bien podría comparar con un lobo... y por si fuera poco a pesar de la humillación el me había mandado un mensaje con un texto no muy agradable... ¿Qué debería hacer?

Denunciar, pero ¿Qué diría en la policía? ¿Un hombre con ojos de fiera y voz escabrosa me violo al lado del camino en la reserva a la que no debía pasar?

O simplemente debería dejarlo pasar, intentar olvidar lo ocurrido y no volver a pasar NUNCA por aquel lugar sin importarme que pasara.

-¿Hey estas bien?...- la voz de mi compañero de cuarto llamo mi atención, hacia unas horas habíamos salido de la última clase.

-Uh, si esta... todo bien.- aun fuera, en los jardines del campus mi cabeza seguía sin sacar aquel recuerdo terrible de mí.

-Parece que estuvieses en las nubes, no volveremos a dejarte ir en medio de una fiesta de nuevo...- sentí una palmada en mi espalda, vale eso me gusta. Pero es un poco tarde para alegrarse por eso...

-Si tanto les preocupaba me hubiesen acompañado a casa...- me queje, en ese momento recuerdo que estaban ocupados como para siquiera poderse recordar de mi nombre.

-Pues... que se le va a hacer... no es como si te hubieran mordido los animales salvajes en aquel parque horrible...- Si tan solo supieras todo lo que paso...

-Tú mismo apareciste en la habitación mucho antes que nosotros...- por alguna razón cuando regrese al campus esa mañana y gracias a la cruda de mis colegas yo era el primero en llegar, por lo que pude tomarme el tiempo para eliminar la evidencia; tirar mi polera rasgada, limpiar mi chaqueta y mi cuerpo...

Algo que no sirvió de mucho puesto que aquellas "marcas" se quedarían en mi piel por un buen rato al igual que en mi cabeza.

-Sí, yo... Alex, quisiera hacerte una pregunta...- dude un poco antes de continuar mi respuesta, pero la curiosidad ha sido siempre uno de mis mayores defectos.

-Vale ¿Qué pasa ahora?- respondió sin detener sus pasos mientras ambos atravesábamos por el jardín principal.

-Tu primo, el trabajo en la reserva, te escuche decirlo una vez ¿cierto?...- pregunte.

-Sí, era el asistente del tipo que administraba el lugar, ¿Por qué?-

-Tú sabes, el parque cerro hace mucho, nadie está ahí ya ¿verdad?- intente que mi tono sonara de lo más normal, tenía que averiguar lo que pudiera.

-Pues, evacuaron a los animales, la mayoría fueron donados a zoológicos, las aves se quedaron al igual que algunos roedores grandes y a los lobos ni que se diga...- vale eso ya lo tenía claro, pero esa noche de lo que menos me tuve que preocupar fueron de ellos.- Según tengo entendido el lugar simplemente quebró y ya nadie está ahí cuidando, ni siquiera un vigilante nocturno...- oh, el gobierno y su departamento financiero...

-Pero he escuchado a la gente decir que hay algo extraño, en las noches más que nada, una presencia casi demoniaca que aterroriza a los caminantes que se atreven a merodear por ahí en la oscuridad...- se detuvo de golpe y me miró fijamente, al cabrón le gustaba asustarme.

-Yo simplemente creo que es un vagabundo, después de todo hay una cabaña enorme a la mitad del sitio...- se encogió de hombros y simplemente continuo su paso.

-Espera... ¿Por qué?- Si claro porque una cabaña en medio de un bosque no suena para nada extraño

-Era el centro de guardabosques y esas cosas, el lugar ahora mismo debe estar cayéndose a pedazos pero ya sabes, un hombre sin hogar agradece hasta el más mínimo calor.- deje que mi mente divagase por un par de segundos, eso podría significar que el sujeto, el hombre que me ataco...

-De todas maneras ¿Por qué estás tan interesado? ¿Viste algo en especial el otro día?- volvió a detenerse esperando mi respuesta.

-Pues, iba todo bien... hasta que, me tope...-

-Con un lobo...- dije lo último con un mal sabor de boca.

-¿Qué?... ¿Por qué no llamaste?- se sorprendió, mira que ya es un poco tarde para que te preocupes.

-No era el tipo de lobo que me dejaría moverme...- de hecho no me dejo ni mirarle al rostro.- De todas maneras aquí estoy, solo tenía curiosidad.- esboce una sonrisa nerviosa esperando que me creyera y dejase en paz.

-Supongo que está bien entonces, solo por eso te invitare algo del café...- volvió a palmear mi espalda, claro como si una taza de cappuccino me quitara de encima el hecho de que ahora sé que tal vez fui violado por un vagabundo.

-Pero está muy lejos...- volví a quejarme al recordar los gustos de Alex, aquel lugar se encontraba saliendo del lugar y por si fuera poco a un par de metros de aquel lugar al que no quería ni acercarme.

-No pienso tomar esa mierda hípster del campus, me niego a dar mi dinero a las corporaciones...- se cruzó de brazos haciendo su típico puchero, esto de ser paciente es bastante jodido.

-Ese iPhone en tu bolsillo no dice lo mismo...- fue mi turno de reír,

-Camina y ya Caperuza...- pero mi entretenimiento duraría poco, lo suficiente para que me tomara del brazo y halara para seguir caminando.

-No me digas así...- vale que uno se pone una chaqueta porque es cómoda y se la regaló su abuela y ya todos le ponen un apodo...

-Esa chaqueta roja no dice lo mismo...- que se jodan, igual se me ve bien...

-Cabrón...- o por lo menos eso me dijo mi madre.

 

 

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-¿Y? ¿Te ha gustado la dona?- pregunto Alejandro a su compañero mientras volvían al campus, habían disfrutado de los granos de cacao más baratos y alejados del lugar.

-No ha merecido la pena la caminada...- volvió a quejarse mientras daba el ultimo mordisco a su bocadillo.

-Eres un amargado...- resoplo, era difícil complacer a guille.

-Y por si fuera poco no pudimos parar a descansar un poco...- de hecho era bastante quejumbroso por no decir molesto cuando se enfadaba. Fue una de las principales razones que cuando dijo que se iba aquella noche de la fiesta un pequeño peso se quitó de su espalda.

-Pero ¿tú estás loco? Ya falta poco para el anochecer, nos romperán el cuello si nos ven fuera del campus...- algo de lo que no se orgullecía ahora que sabía lo que le había pasado, pudo haberle ocurrido una tragedia, aunque pensándolo bien y conociendo a Guillermo los lobos se hubiesen hartado también de sus quejas mientras lo comían.

De repente su atención se fijó en unos gritos no muy lejos del lugar, diviso entre la muchedumbre a alguien que al parecer llevaba prisa porque se abría paso a golpes y empujones, un chico alto con una sudadera y gorro puesto; llevaba entre sus manos una bolsa.

-Pero fue tu culpa venir hasta acá por un simple ca...- fue tanta su prisa que no noto al chiquillo a pocos metros de él; un chico misterioso que llamo la atención especial de Guillermo quien solo pudo verlo unos segundos.

-¡Cuidado!- intento advertir Alex, sin embargo aquel chiquillo ya había sido golpeado y dejado caer al suelo como un costal sin más, mientras que el otro muchacho seguía su camino, corriendo hasta perderse en la entrada de aquel bosque protegido.

-Joder...- maldijo en el suelo, su rodilla aún no se reponía del todo y ahora esto.

-¿Guille estas bien?- su compañero le ayudo a ponerse de pie mientras que el otro muchacho seguía con la mirada el camino hacia donde se había desaparecido aquel tipo.

-Si... no... ¿Qué pasa?- sacudió su cabeza intentando acomodar sus ideas, aquel golpe, aquellos segundos fueron suficientes para que viese el rostro del criminal.

-El tipo ese, parece que hizo enfadar a la policía... No te preocupes, entro a la reserva, si no sale por sí mismo los animalejos le harán salir.- el suficiente tiempo para notar una herida justo debajo del ojo, y detectar cierto aroma familiar.

-¿Dolió...?- aquel hombre... ¿podría ser?

-Estoy bien... ¿quién era el tipo?- no iba a quedarse sentado y pensarlo con otro café.

-Te alcanzo allá, tengo que hacer una parada primero...- si quería respuestas tendría que conseguirlas por sí mismo.

 

POV'S Guillermo~

-¿A dónde?- me pregunto con un rostro no muy convencido.

-Tengo que revisar algo, buscar unos libros... eso- dije lo primero que me vino a la mente, ahora solo tenía en la cabeza el averiguar.

-Si tú lo dices, ¿no quieres que te acompañe?- sobre ese hombre.

-No, estoy bien... yo te llamo...- y así finalmente le vi perderse entre las calles con la mirada en su teléfono; debería darme prisa antes de que se haga de noche.

-Joder... aquí voy...- suspire al llegar de nuevo a la entrada de aquel extraño lugar, no me quedaría mucho, solo tengo que seguir el rastro del sujeto y averiguar quién es, o lo suficiente como para dar una descripción a la policía y hacerlo pagar por lo que me hizo, es rápido.

-¿Qué podría salir mal?...- y di inicio a mi viaje, lo que no sabía es que las cosas de verdad podrían ponerse mal, cuando no sabías seguir un rastro, o te perdías...

 

 

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-¡Joder no otra vez...! – maldijo mientras escapaba de aquellos ladridos y aullidos que desde hace poco comenzaban a hacerse cada vez más y más cercanos, había logrado perderse al no seguir el sendero principal, dejándolo a oscuras en medio de un boscoso terreno donde lo único que podía escuchar era el cantar de los grillos y una cosa más.

-No... no....- grito en su cabeza mientras que sus pasos poco a poco iban entorpeciendo más, al igual que su respiración jadeante que hacía que su cuerpo no diese para más.

-Ouch...- un obstáculo en su camino logro derribarlo, haciéndole tropezar ¿y por qué no? lastimarle más la rodilla que no dejaba de punzarle.

El escenario era malo, demasiado malo... las cosas no podrían ir peor para él, hasta que solo paso.... Y algo lo tomo por los hombros, un empujón rápido y fuerte que lo lanzo directo a aquel viejo tronco.

-Mierda...- escucho el crujir de las ramas y hojas caer del árbol, mientras miraba como aquel tipo se acercaba hasta él.

¿Qué carajo? Trago en seco al ver aquellos ojos finalmente con claridad, eran oscuros aun con los rayos de sol que caían sobre ambos; Un chico alto y fornido de playera negra, ajustada los suficiente como para que sus brazos y pecho resaltaran sobre aquella tela delgada, combinaba perfectamente con esas botas negras algo lodosas y jeans desgastados;

Se veía tan imponente, el hecho de que llevara la compañía de aquellas dos fieras caninas detrás suyo tampoco terminaban de darle la suficiente confianza a Guillermo como para que hablase.

-Y mira a quien tenemos aquí...- con aquella sonrisa satisfecha, parecía alegre, contento...

Independientemente de aquellos lobos a pocos centímetros de él y el hecho de que estuviera a punto de ser golpeado o algo peor; Algo en su cabeza, le decía a Guillermo que a este sujeto le encantaba tenerlo como su juguete personal... y eso era lo verdaderamente aterrador


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