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¿ AMOR U ODIO ? por angeloDivoglio

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Notas del capitulo:

bueno he decidido   continuar este fic.. espero  se del agrado de alguien :D 

- ¿a Asgard? ¿Y por qué tendrías que ir tú a ese lugar?

- recién me entere que  algunos dioses guerreros no murieron, así que…

Camus guardo silencio, mientras  observaba a Milo, este lo miraba con gran enojo mordiendo su labio  tanto que casi lo hacía sangrar.

-  vas con Surt…

Camus le miró con frialdad escondiendo todo tipo de emociones y le contestó

-  si Milo,  en efecto iré a Asgard por Surt.

- claro…  claro por quien mas irías 

Dijo el escorpión posando su mano tras su cuello masajeando ligeramente este en un intento de controlarse.

- Milo, estoy saliendo con Surt…

 Pronunció Camus con gran frialdad.

- woo vaya que no pierdes el tiempo  Camus, te felicito completamente... Espero sean muy felices juntos...

Decía el griego con sarcasmo.

- Milo,  yo… -suspira- perdón  Milo, pensé que no te importaría.

- ¡ ja!   Camus..  pero por que piensas que eso me podría llegarme a  importar…

-  Milo yo… 

Intento decir Camus más fue interrumpido por milo

- porque claro, para que me  importe me tendrías que  importar tu, y pues lo que tu y tu culo  y lo que te metan en el... me da igual... Aún que sabía que pasiva y pasiva  solo se pintan las uñas aún que eso  es cosa tuya.

Un silencio incomodo inundo la habitación

Camus por fin se notaba sumamente molesto ante el comentario de milo,  se cruzó de brazos y sin responder las ofensas del escorpión dijo seriamente.

- ¿a qué has venido Milo?

Milo apretó con gran fuerza sus puños contestándole

- venia a…vine a....  a nada… Camus, no vine nada… solo  olvídalo… y de corazón te deseo que seas muy feliz...

Violentamente  Milo  salió por la puerta golpeando  su hombro con el de Camus  en el camino, baja los escalones de los templos  con gran rapidez,  tomándole poca importancia si  sus demás compañeros  notaban su gran molestia, pasaba  por la casa de sagitario  cuando topo con el hermano menor del guardián de este, chocando bruscamente con este, no le dijo nada, ni siquiera se disculpo, solo continuo su camino rumbo a su casa encerándose en su habitación  caminaba de un lado a otro intentando calmarse,  tomaba todo aquello que se interpusiera a su paso y lo aventaba con gran violencia rumbo a la pared, en poco tiempo su cuarto era un caos aun mas grande de lo normal, todo se encontraba roto en el piso, 

lo toquidos de su puerta lograron que se detuviera por un momento de lo que hacía, pero el simplemente lo ignoro, la puerta  seguía sonando pero seguía ignorando, asta que sin permiso alguno la puerta de su habitación se abrió por completo dejando entrar a Aioria  por esta.

-Milo, hace rato…. Pero que demonios ha pasado aquí.

Decía el de la  quinta casa al ver el desastre que era el cuarto de Milo.

-¡no pasa nada! Aioria así que por favor vete.

Contesto fríamente el peli azul

Aioria suspiro profundamente no eres normal para el o más bien para nadie ver al escorpión así.

- Milo ¿Qué paso? ¿Estás bien?

Le pregunto  preocupado al escorpión a lo  que este molesto y con voz alta le contesto

-Aioria estoy bien, ¿a qué has venido?

- Milo, tranquilo…

- estoy tranquilo Aioria, pero por favor  retírate no estoy de humor.

Aioria no dijo nada solo  se adentro  aun mas  a la habitación de Milo, sentándose  en la cama, este ultimo solo lo miro confundido Aioria era casi  tan orgulloso como él y  nunca se quedaría  en un lugar donde le hayan alzado la voz, Aioria le sonreía  como si la escena de la habitación de Milo le divirtiera.

- lo repetiré, una vez más milo  ¿Qué paso?

Milo guardo silencio total, solo se dedicaba a observar a Aioria. El cual volvió a decir

-sabes que te conozco más  tiempo incluso del  que Camus te conoce y tu me conoces a mi y sabes entonces que no me iré verdad y más si se trata de ti…

Milo suspiro profundamente sabía de mas que si al alzarle la voz a Aioria esto no hizo que se fuera nada lo haría, se tumbo en la cama alado de leo intentando tranquilizarse, él silencio invadió la habitación por largos minutos pero ninguno de los dos se movía de su posición fue entonces cuando por fin con profunda tristeza el escorpión dijo

-Camus esta saliendo con Surt y  en estos momentos esta preparando sus cosas para ir con el a Asgard.

-Milo yo …

Dijo el de Leo al tiempo que posaba sus mano en la espalda de milo intentando reconfortarlo

-¿y sabes que es lo mejor?, -continuo milo con su voz comenzando  a quebrarse- aun me dijo que pensó que no me importaría..¿puedes creerlo?

-¿y tu que hiciste?

Pregunto preocupado Aioria

-que más podría hacer, le dije una o dos cosas y me fui de ahí… pero…

El escorpión intentaba hablar pero sus voz  quebrándose cada vez más se lo impedía, no tardó, mucho  Para que aquellas lágrimas que tanto estaba evitando comenzarán a salir, Aioria no dijo nada únicamente lo abrazo fuertemente.

 

- Milo déjalo ya, si se quiere largar que se largue y listo… no es fácil pero que se joda.. tu no te mereces a ese maldito el cual te juro que cuando se de cuenta de su error vendrá a rogarte… pero por el momento  quiero que sepas que yo estoy aquí,  siempre  estaré aquí para ti.

 Para Milo las palabras como el abrazo que el león le brindaba  le eran reconfortadles, sin embargo se separo un poco  de Aioria mirándolo con sus ojos cristalinos,  el castaño limpio tiernamente el rastro de aquellas lagrimas que  había escapado de los hermosos ojos azules de Milo.

- gracias Aioria, gracias por ser un gran amigo y estar conmigo.

Aioria bajo la mirada e hiso una ligera mueca

- ¿amigo?... si   Claro soy tu amigo y por eso estoy contigo. –dijo con melancolía en su voz.- pero bueno Milo, me he escapado de mi hermano, me pidió que le ayudara ha hacer algunas cosas, pero creo que prefiero quedarme aquí, solo deja voy a decir que no me espere y regreso.

- no es necesario Aioria, ve con tu hermano, no quiero que el se enoje contigo, además  yo pienso dormir un poco, nos veremos después.

Milo intento fingir una sonrisa  a Aioria.

- esta bien , duerme un poco,  vendré  contigo  en la mañana y si quieres iremos a rodorio a desayunar  yo invito.

 Dijo el león a lo que Milo asintió con la cabeza, acto seguido el primero se despidió y comenzó su camino rumbo el templo de su hermano, dejando a Milo nuevamente en soledad, este únicamente  se recostó en su cama dejando de lado el campo de batalla que parecía su cuarto, intentaba  cerrar sus ojos  mas cada vez que lo hacia  la imagen de  Camus y sus días junto ha el se hacían presentes.

 

Paso un par de horas  intentando dormir mas el sueño no acudía  a su lado se levanto un poco sentándose al borde de la cama, la oscuridad reinaba en la habitación,  su corazón aun parecía querer escapar de su pecho para huir del dolor, se levanto de la cama para mirarse en el espejo,   viendo su demacrada imagen.

-  ¿ así era como querías tenerme Camus?

Pronuncio  en voz baja y decaída mirando sus ojos rojos he hinchados.  Había llorado bastante, no recordaba ni siquiera  de niño haber vertido tantas lágrimas mas  no le importaba en lo absoluto,  el dolor que sentía era real y cruel.

Suspiro con fuerza intentando recobrar  el orgullo, limpiando el rastro de lagrimas.

 

sintiendo como una presencia  familiar invadía su templo,  reconoció aquella presencia de inmediato.

- Camus

Murmuro al escuchar ha este pasar llevando  con pasos lentos arrastrando  una pequeña maleta,  aun que no le creyera el dolor en su pecho se fortaleció, mas esta vez se mantuvo firme quieto por algunos momentos, los suficientes para Camus ya estar lejos del templo.

 Y como   un niño  jugando alas escondidas salió con sigilo de su cuarto, escondiéndose tras el pilar de la entra de su templo para asi observar como el amor de su vida bajaba  hasta Aries, marchándose rumbo ha Asgard.

Se mantuvo asi algunos minutos hasta perderle por  completo,  inerte en sus recuerdo, tanto que no noto que alguien se le acercaba  por  la espalda

-  buenas noches Milo.

Escucho decir  volteando con rapidez para  ver de quien se trataba.

- buenas noches Kanon

Contesto cortésmente  el escorpión al ver a este, no dijo mas  únicamente  comenzó a caminar rumbo ha su habitación, desviando la mirada   Kanon no quería que el viera , queria un conservar el poco orgullo que le quedaba.

- es un idiota, ¿sabes?  pero se dara cuenta de su  error y será tarde, mas que tarde creo yo, no entiendo como pudo hacerte eso…. yo primero elegiría la muerte antes que lastimarte

 

Dijo  Kanon  logrando que Milo  detuviera sus pasos.

- ¿perdón? – cuestiono  el griego  volteando a ver ligeramente a Kanon.

- nada…olvídalo.  Oye  Milo ¿hoy  no tienes guardia  verdad?… vayamos a tomar algo a rodorio…      Yo quiero un trago y  tu tienes que distraerte un poco.. asi ¿ que opinas? Vienes conmigo… esta noche yo pago.

Milo escucho atento al gemelo menor, volteando por completo  mirándole a la cara.

- gracias pero no, quiero dormir… es lo único que necesito,  pero  muchas gracias.

Sentencio  Milo retomando su camino, mas fue detenido por Kanon quien le tomo  por la mano.

- por favor, no quiero verte mal y menos por el.

- yo no – interrumpió Milo volteando por completo hacia el mayor-  estoy mal Kanon, ni estaré mal  ni por el ni por nadie.

Intento excusarse pero ni la oscuridad de  su templo podían esconder el dolor y la tristeza que trasmitía su mirada.

- no  le mientas a un mentiroso Milo, por favor  déjame estar contigo esta noche, si no te gusta o no te diviertes  te dejare irte en paz, pero  no quiero que te encierres en tu alcoba  alejándote de todos… lejos de mi.. donde no puedo ayudarte.  

Milo bajo la mirada  sin soltarse del agarre del mayor.

- tu –  continuo el gemelo con una sonrisa – tu eres Milo de escorpión  no.. el gran y orgulloso caballero  Milo de escorpión, nada ni nadie puede doblegarte…   y también eres aquel a quien le debo mucho y quiero pagárselo … por favor ven conmigo… distraigámonos  un poco…

El griego menor  bajo la cabeza soltando un profundo suspiro de resignación.

Aun tengo un poco de orgullo y una imagen  que debo conservar

 

Pensó antes de responderle  al mayor que ira con el, solo  iría por una chaqueta.

Entro  a su alcoba, tomando lo primero que encontró en ese campo de batalla, tirando al tomar la chaqueta una fotografía   que tomo hace muchos años sin que Camus lo notara, como siempre estaba entretenido en sus libros absorto en su lectura.

Acaricio aquella fotografía con la yema de su dedo, para después de un momento ha otro prepararse ha romperla,  se mantuvo en esa posición algunos segundos mas no pudo hacerlo, no podía romper aquello que podía ser lo ultimo que le quedaría de Camus.

Nuevamente soltó un profundo suspiro guardado  aquella foto en  su cartera, para asi regresar con Kanon quien le esperaba con una gran sonrisa en los labios.

 

Habían pasado ya algunas horas desde que había salido con Kanon,  casi no se  divertía  se encontraba en la barra,  terminándose  media  botella de vodka el solo.

Estaba mareado ya, observando como Kanon se acercaba  a el, sentándose a lado suyo.

- ¿quieres irte? Puedes hacerlo, creo que traerte a beber no fue tan gran idea.

Decia preocupado Kanon intentando retirar la botella de manos de Milo, quien la sujeto con fuerza.

-  esta bien Kanon, da igual ahora que me pierda en alcohol, no tengo a nadie esperándome en casa, el se ha ido y no regresara, lo demás ya no importa.

Contesto Milo con dificultad con su el típico acento que  de una persona en estado de ebriedad.

- Milo yo…

Intento decir el mayor  mas  al notar que tímidas lagrimas brotaban de los ojos de menor   lo hicieron callar.

- ven bailemos un poco, te traje para distraerte no para hacerte recordar mas, no te dejare  caer  ni hoy ni nunca.

 

 Milo limpio sus lagrimas al escuchar  las palabras de compañero.                   

- somos  hombres Kanon, la gente se extrañara al vernos  bailar juntos y no tengo ganas.

 Kanon  lo levanto de su asiento llevándole  cerca de donde los demás bailaban.

- crees que me importa lo que  puedan decir los demás,  ¡ja! primero me importas tu  y lo demás  se pueden ir al infierno…

 Milo sonrió ligeramente, Camus nunca le había dicho algo similar, para el primero eran las apariencias.

 - Kanon  gracias en verdad, pero no quiero, no puedo…  quiero irme.

Estaba a punto de retirarse  mas el mayor le tomo por la espalda envolviéndolo en sus brazos.

- por favor, inténtalo  por mí... no por mi no… por  ti…  me gustas mas cuando sonríes. Tu sonrisa es única

El abrazo de Kanon le envolvió por completo, mas ya no sabia si era por el alcohol consumido o por las situación, soltó un profundo suspiro lleno de melancolía, mas termino aceptando  la propuesta de Kanon.

-   esta bien, lo hare solo por ti.

 Sentenció antes dejarse llevar por la  música.

La noche sigua  su curso y entre baile y mas alcohol olvido por completo   que el amor de su vida  se había marchado  ha manos del pelirrojo asgardiano.

Tardo un poco en darse cuenta que el sol comenzaba a salir, era hora de regresar al santuario, caminaron rumbo al santuario sin prisas entre risas y platicas sin sentido… Recordando únicamente los buenos momentos las buenas batallas.

 Entrando con sigilo  hasta su templo   para evitar ser regañado por alguno de sus compañeros o por el mismo saga quien no vería nada bien que Milo haya escapado con su hermano por unos tragos…

 El alcohol en su sistema había disminuido notablemente y los recuerdos de Camus  volvían a su cabeza, mas tenia que mostrar compostura,  no quería perder mas orgullo o no almeno ante los demás y mucho menos frente  a Kanon.

- bueno bichito…me la he pasado mas que bien pero  es hora de que descanses, no te preocupes sobre el entrenamiento de hoy yo hablare con el patriarca, veré que inventare para que no tengas problemas por faltar.

Le decía con alegría Kanon al escorpión, notándolo mas relajado, su mirada aun lucia triste pero era consiente que  el camino para volver regresar la alegría en estos  no seria fácil ni menos rápido.

 

- Milo… ¿Dónde estabas?  Te esperaba para desayunar.

Se escucho  decir  a una persona acercándose.

- Aioria, perdona , no lo olvide pero no pensé llegar tan tarde.. lo que pasa es que Salí con Kanon  y perdí la noción del tiempo.

Milo se excuso avergonzado,  mientras Aioria miraba  posaba su mirada en Kanon mirándolo de forma retadora.

- no  te preocupes – contesto-  me alegra que hayas querido distraerte , bueno puedo imaginarme que estas cansado, mejor  ve ha dormir un poco,   vendré mas tarde  para que salgamos a comer algo.. .

Ni un segundo a parto  la mirada de Kanon  como  la de un león estudiando al enemigo antes de atacar, el mayor únicamente  sonrió con descaro  enfureciendo  al león mas guardo compostura.

- no Aioria, quede contigo que iríamos a desayunar y así  será,  voy cambiar mi ropa  y nos marchamos  ¿esta bien?

 Milo no se percato  de las pequeñas acciones de sus compañeros, ni tampoco espero respuesta por parte del león,  solo se dio media vuelta entrando en su alcoba con el fin de cambiar su ropa, dejando a sus compañeros solos.

-   huele a alcohol,  como pudiste creer que  era buena idea llevarlo a tomar…  fue lo mas estúpido que   pudiste hacer..

 

 Kanon rio ante lo que escuchaba sin responder al león,  enderezando su cuerpo como si se prepara para una pelea.

- ahora que la hielera desaparece de mi camino apareces tu… ¡ja! dime que estas bromeando… Milo merece estar con alguien que de verdad le ama por eso yo estoy aquí..

Ahora era Aioria quien enderezaba  su cuerpo por completo sacando pecho.

-  tu no tienes derecho ha eso,  yo estuve con el desde niños  y aun después de la primera muerte de  Camus  respete su luto y no confesé mis sentimientos… me mostré como su amigo  en todo momento  apoyándole  en todo momento, pero ya es hora de dar el primer paso y ni tu ni nadie  me  quitaran el privilegio de enamorarlo.

 Kanon  rio frente Aioria burlándose de sus palabras, mirándolo con  ironía,  respiro profundamente cruzándose de brazos,  pensando cada palabra que respondería.

- mira  leoncito… no pierdas tu tiempo, el será mío   y peleare por el, como te dije el merece estar con alguien que si lo entienda, que borre de su piel y mente la porquería de relación que tenia con  Camus, peor que todos conocemos que la hiela era más que frio y cruel en  ocasiones con Milo… y ese alguien soy solo yo… quieres intentarlo adelante… tu no eres competencia para mi cachorro.

 

 

Aioria apretó con fuerza su puño mostrando su enojo,  dispuesto a soltar el primer golpe mas el sonido de la puerta abrirse lo obligo a tranquilizase y  mas al ver a  Milo regresar luciendo mas tranquilo aun que con una sonrisa mas que fingida…

Por su bien no debo pelear.

Pensó  mientras relaja su cuerpo para que Milo no notara lo que pasara.

- bueno, vayámonos, ¿Kanon quieres venir con nosotros?

Pregunto Milo con inocencia a lo  que el nombrado solo le brindo una sonrisa quitando su atención   de Aioria por completo.

-  no puedo Milo, tengo que estar con saga para que no note que salimos anoche, no te preocupes ve con Aioria, yo te estaré esperando  hasta que regreses… te esperare lo que sea necesario.

Eso ultimo lo dijo abrazando al escorpión  mirando nuevamente al león como si  le retara con la mirada.

- gracias Kanon.

Fue lo único que contesto Milo, mas fue con una sonrisa y un poco de alegría.

- cuida bien de el Aioria… te lo encargo mucho… 

Sentencio Kanon  tocando el  hombro  del castaño para asi comenzar  a retirarse del templo.

-  es hora de irnos.

 Aioria fingió una sonrisa tras esas palabras  tragándose su enojo por completo…

 

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 El frio era infernal pero nada de lo que no estuviera acostumbrado, caminada por las calles de un pequeño pueblo, mirando  a su alrededor    en busca del pelirrojo, mas no lo encontraba.

Tampoco era que quisiera encontrarlo tan rápido, se sentó en una pequeña banca en medio del pueblo  recargándose por completo en esta mirando el cielo y la nieve caer, respirando el aire  frio.

Cerro sus ojos un momento  recordando que se veía ese pueblo  cuando el árbol …... esta en Asgard… mas no pudo recordarlo, el único recuerdo que se presento  en su mente fue el luchando con Milo, para asi recordar las ultimas palabras  que se dijeron antes de irse del santuario.

- no tiene que importarte… tu debes odiarme y yo olvidarte es lo mejor….

 

Murmuro  sin dejar de tener la imagen de Milo en la mente.

 

- perdón Camus  ¿ te he hecho esperar mucho?  Tenia que areglar algunas cosas antes de venir por ti… ya sabes cosas del entrenamiento y esas cosas.

Aquellas palabras le hicieron levantarse de su lugar  mirando a Surt frente suyo.

Milo hubiera dejado eso en segundo plano  para  venir primero por mi.

 

Pensó con ironía, mas elimino inmediatamente ese pensamiento de su cabeza, ya no podía seguir pensando en Milo.

 

- esta bien, solo vayámonos  ya.

 

Contesto de forma cortante al dios guerrero  quien solo le brindo una ligera sonrisa, tomándolo de la mano para así llevarlo a  el, robándole un beso al francés.

- vayámonos.

 Sentencio adelantando paso frente a Camus, quien le miraba con cierto desconcertó limpiando  disimuladamente  aquel beso  de sus labios. 


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