PROLOGO
-¡lo odio!- grito el rubio arrancando las hojas llena de rayones de su libreta y haciéndolas mil cachitos, los cuales cayeron lentamente sobre su escritorio. –¿cómo se atreve a hablarle así a Kaname-sama?!- casi arrancaba sus hermosos cabellos rubios de la raíz de su cabeza y es que el sólo hecho de pensar en el encuentro que había tenido su príncipe con el peli plata esta mañana lo enojaba demasiado.
Flashback
-Aléjate de ella- Zero quien hasta hace un momento había rozado la delicada mejilla de la chica castaña y ojos marrones fulminó con la mirada a su príncipe, un chico alto y galante, de hermosos ojos borgoñas, de hermosa cabellera marrón ondulada hasta los hombros… Dios Kaname era lo más hermoso que había visto en la vida pero ahí estaba otra vez el chico peli plata que se atrevía a tocarlo con salvajismo, quien se atrevía a mirarlo como si Kaname no fuera nadie más que un simple alumno, cuando kaname era todo y más, era guapo, inteligente, valiente, tenía dinero y poder. Pero ese chico no era nadie Zero no era más que el chico adoptado por el director de la escuela; de la escuela que se mantenía gracias a las aportaciones económicas que hacia la familia Kuran.
-no me toques con tus sucias manos- la voz de Zero era poderosa, ruda y grosera.
-‘¿cómo se atreve?’- refunfuño el rubio escondido detrás de una de las paredes, y no, no es que estuviera siguiendo a kaname porque fuera un acosador, sólo vigilaba que no le pasara nada a su príncipe. –maldito Kiryuu, te arrepentirás por eso-
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-estate preparado Kiryuu porque nadie toca de esa manera a mi príncipe sin recibir su castigo- refunfuño de nuevo y se aventó a la cama abrazando un oso de peluche que tenía desde pequeño muy especial para él.
Rodó por la cama entre las sabanas azul cielo que cubrían el suave y esponjoso colchón, mientras miraba el techo de su habitación, blanco era el único color que veía, y el brillo amarillo que desprendía la lámpara. -Kaname-sama- susurro para sí mismo. –Kaname-sama, ¿porque te olvidaste de mí?- dijo mirando la perla de color verde acuosa que colgaba de su collar. – ¿Por qué olvidaste tus promesas?-
Unas cuantas lágrimas escaparon de sus hermosas pupilas azules que bajaban como pequeños arroyos por sus mejillas las cuales tenían un sonrojo natural siempre, hasta llegar a la comisura de sus labios color rosa pálido, sabían saladas, saladas como el agua del mar, un sabor nada agradable para él que era fan de lo dulce.
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-Estúpido Kuran siempre metiéndose en donde no lo llaman- pateó la silla frente suyo por el simple hecho de recordar al maldito Kaname de esta mañana, siempre interponiéndose entre él y Yuuki, Yuuki… su hermosa Yuuki, tenía que hacer todo lo posible para alegarlo de ese engreído, todo lo que estuviera en sus manos. –Yuuki será para mí, como que me llamo Kiryuu Zero-
-podrías dejarme dormir, eres muy molesto- se quejó su copia menor tapándose hasta la cabeza con las sabanas amarillas de su cama.
-no molestes ahora Ichiru- Zero también se tiro a la cama pensando en que podría hacer para alejar a ese idiota de su Yuuki. –voy a destruirte Kaname- dijo por última vez antes de entrar a un profundo sueño ya vencido por la noche.