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Crying in the rain por Remisagi

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Notas del fanfic:

Hola...! 

Aquí estoy de nuevo!

Y pues esta vez vuelvo con otro Yoonmin

Estoy trabajando en una historia más larga, pero me cuesta mucho, creo que prefiero los one shot xD

En fin... no las hago perder más el tiempo

 

A leer ~~ 

Notas del capitulo:

Dedicado a Yukiko-ni y AleCab06

El viento soplaba demasiado fuerte, haciendo que su cabello, antes perfectamente peinado, fuera un completo desastre. Sus manos temblaban y movía sus piernas rápidamente tratando de calmar el frío.

 

Eran aproximadamente las ocho de la noche, el sol se había ocultado hace algunos minutos y para un chico de 15 años estar fuera de su casa a esas horas podía suponer un problema con sus padres luego, pero a él eso no le importaba en lo más mínimo.

 

Suspiro y rogó al cielo que la persona que esperaba llegase antes de que terminara congelado en el lugar.

 

A los minutos un chico escasamente más alto se sentó a su lado con las manos en los bolsillos y ocultando su blanco rostro en una bufanda negra que cubría su cuello.

 

- ¿Qué es tan importante para vernos con este clima Jiminie? –

 

Preguntó el recién llegado, el nombrado pegó un salto cuando oyó la voz ronca del chico ahora a su lado, no notó el momento en que se sentó a su lado, tan cerca que podía sentir un poco del calor ajeno.

 

Jimin bajó la vista y en su cabeza comenzó a ordenar sus ideas, palabra por palabra, todo tenía que ser perfecto, no podía arruinarlo a causa de su torpeza.

 

- ¿Si no vas a decir nada yo… -

 

- Me gustas hyung – Lo interrumpió el menor – ¡Espera no! No era así como debía ser –

 

El chico comenzó a temblar de los nervios, mientras se disculpaba y soltaba palabras inentendibles.

 

- Lo siento Jimin – se disculpó – Yo, no puedo corresponder a tus sentimientos – suspiró

 

El menor se inmovilizó y presto atención a las palabras del mayor, a pesar que sabía que algo como eso pasaría y se estuvo preparando mentalmente para su rechazo, de alguna manera vivirlo era mucho más diferente.

 

- ¿Hay alguien que te guste hyung? – preguntó sin querer saber realmente la respuesta.

 

- Tal vez, no lo sé Jimin – respondió – Pero no se trata de eso – se detuvo un momento – Yo, simplemente no puedo

 

El menor desvío la mirada al cielo, sintiendo como tímidas gotas de lluvia comenzaban a caer y les agradeció que ocultaran sus propias gotas de lluvia que comenzaban a caer por sus mejillas.

 

- No llores – rogó el mayor

 

- No estoy llorando hyung – habló entre sollozos – Es la lluvia

 

Yoongi levantó la vista también al cielo, y sintió algunas gotas, pero nada comparado a las que caían en Jimin.

 

Se quitó los guantes de las manos y se giró para quedar frente al menor, con una de sus manos desnudas tomó el rostro de Jimin y lo obligó a mirarlo mientras limpiaba cada gota de “lluvia” que rodaba.

 

- No son lágrimas hyung – repetía mientras el mayor asentía.

 

- Lo sé – dijo - Cuídate Jimin – se despidió dejándole un beso en la frente para luego alejarse.

 

***

 

Tres años pasaron luego de ese último encuentro entre los dos. Tres años en los que Jimin lloró, lo amó, lo odió y guardó su recuerdo en el fondo de su corazón. Tres años en los que Jimin conoció a Hoseok y la alegría de este parecía borrar toda cicatriz que pudiese tener oculta.

 

Tres años donde odio la lluvia y los días fríos, tres años en los que se enamoró del verano, del sol brillante y del baile. Hoseok fue quien le insistió en acompañarlo a bailar en las calles, aunque al comienzo Jimin se negaba por vergüenza, el mayor terminó por convencerlo y Jimin no se arrepiente de ceder en todo lo que a Hoseok respecta.

 

Jimin es tierno, dulce y lo quiere, pero Hoseok no lo quiere, él lo ama y sabe que el menor no siente lo mismo por él, entonces se esfuerza el doble y hasta el triple por tratar de hacerlo olvidar un recuerdo que no sabe exactamente de qué trata o más bien de quien. Porque Jimin no sabe que Hoseok lo escucha algunas noches sollozar en sueños un nombre inentendible para él.

 

Pero a Hoseok cada vez le cuesta más ser el sol para Jimin, porque es humano y todo tiene un límite, pero no quiere dejar a Jimin solo, es egoísta y lo sabe, no quiere alejarse de sus caricias, de sus besos que sabe, muy en el fondo, no son dadas pensando en él.

 

Y de alguna forma ambos se destruyen.

 

Tres años pasaron, y Jimin decidió que no quería ser el responsable de que la luz de Hoseok se extinguiera, no quería ser el responsable de las lágrimas que se atrevían a caer cuando él no era capaz de responder a los “te amo” del mayor y antes de que el verano terminara ambos se alejaron, siguiendo sus caminos.

 

***

 

Varios meses pasaron, Hoseok ya no era parte de las historias que Jimin escribía en su vida. Y en realidad, nadie nunca más lo fue. Jimin entró a la universidad a estudiar canto, conoció a Taehyung y se hicieron buenos amigos. Salían, viajaban, pero Jimin jamás permitió que alguien volviera a acercase a él de una forma romántica.

 

Porque en sus labios aún había rastros de los besos de Hoseok, en su cuerpo aun yacían las caricias necesitadas del mayor y Jimin así las quiso conservar. No sabía bien si como castigo o recordatorio de lo mucho que alguien lo amó alguna vez.

 

Otros tres años tuvieron que pasar para que Jimin volviera a sentir latir su corazón desenfrenadamente. El otoño estaba por terminar dando paso al invierno, aquella estación que tanto odiaba y amaba al mismo tiempo. Fue entonces cuando lo vio, su piel igual de blanca y sus cabellos grises que recordaban al frio día en donde se declaró.

 

Yoongi estaba frente a una tienda mirando algunas revistas cuando sintió que alguien lo observaba, giró su rostro y sus miradas se encontraron. El mayor sonrió tímido y las mejillas de Jimin no pudieron evitar tornarse un poco rojas. Y es que perdió la cuenta de las veces que intentó olvidar cada rasgo del rostro de Yoongi y en seis años, nunca lo logró.

 

- Hola hyung – saludó

 

Al rato ya se encontraban dentro de un local bebiendo café, en silencio, pero no uno incomodo, más bien un silencio lleno de dudas, incertidumbre y recuerdos mezclados con nostalgia. Ninguno decía nada, pero querían decir de todo un poco.

 

- ¿Cómo has estado? – preguntó por fin Yoongi

 

- Bien – respondió revolviendo su café - ¿y tú? –

 

- Normal – respondió

 

Jimin esbozó una leve sonrisa y el silencio los inundo nuevamente. Ambos se regalaban pequeñas miradas que no alcanzaban a cruzarse.

 

- Yoongi -  lo llamó el menor

 

- Acompáñame – le pidió poniéndose de pie y dejando unos billetes en la mesa.

 

Jimin se puso de pie y lo siguió sin preguntar. Caminaron sin decir nada durante varias calles, alejándose de la multitud que caminaba de prisa. Se detuvieron frente a un pequeño edificio y Yoongi le ordenó al menor que siguiera. Cuando llegaron al departamento de Yoongi, este hizo pasar al menor antes que él. Jimin entró y observó como todo estaba perfectamente ordenado y limpio, tal y como recordaba que le gustaban las cosas a Yoongi.

 

Yoongi invitó a Jimin a sentarse en un gran sofá color turquesa que estaba en medio de la sala de estar. El menor accedió sin dejar de observar todo lo que le rodeaba.

 

- ¿Fumas hyung? – preguntó en tono infantil cuando vio algunas colillas de cigarro tiradas en la mesita de centro.

 

 - A veces – respondió – Cuando quiero ordenar mis ideas – se sentó a su lado – Cuéntame de ti Jimin, ¿qué has hecho? -

 

 

Jimin comenzó a pensar en todo lo que había pasado desde aquel día en que se dejaron de ver y comenzó a relatarle al mayor sobre su vida, sus estudios, nuevos amigos, pero jamás mencionó a Hoseok, aunque no por querer ocultarlo, simplemente no lo creía necesario.

 

- ¿Y no hay ningún romance en tu vida Jimin? – preguntó cuándo terminó de relatar

 

- Hubo uno – confesó – Pero es complicado –

 

Ambos se miraron a la vez, Jimin estaba debatiendo internamente en si hablar o no, pero finalmente optó por hacerlo.

 

- Él, era como el sol del verano – dijo jugando con sus manos – Brillante, cálido y todos eran felices a su lado, y también yo lo fui – suspiró –  pero los meses pasaban y su luz cada vez se apagaba más por mi culpa, no pude seguir a su lado -

 

Yoongi escuchaba atentamente mientras encendía un cigarro.

 

- Lo dejaste para no dañarlo? -  preguntó exhalando el humo y el menor asintió – Jimin –

 

- ¿Porque te fuiste hyung? – lo interrumpió - ¿Por qué desapareciste así de mi vida? -

 

Yoongi botó un poco de cenizas y se acercó a Jimin, tomando su rostro con la mano vacía, lo observó con cuidado y acarició sus labios con el pulgar. Las lágrimas inevitablemente comenzaron a rodar por las mejillas de Jimin.

 

- Por cobarde – confesó – Cuando te confesaste un montón de emociones me llenaron, pero no era para ti Jimin – acaricio su mejilla - Eres joven, merecías algo mejor -

 

- ¿Y quién te dio el derecho de decidir eso? – preguntó – Hubiese enfrentado cualquier cosa si al final del día estabas a mi lado – confesó –

 

El corazón de Yoongi se apretó ante estas últimas palabras, dio una nueva bocanada a su cigarro que ya empezaba a consumirse, observó al menor de reojo y vio como comenzaba a llorar en silencio.

 

- Hyung… yo… -

 

Pero no pudo seguir hablando, a sus 21 años Jimin había probado el cigarro, pero lo encontró asqueroso, extrañamente esa idea quedó desechada cuando probó el humo directamente de los labios de Yoongi.

 

Yoongi dejó salir el humo de su boca segundo antes de juntar sus labios con los del menor. Probó los labios de Jimin, volviéndose adicto conforme pasaban los segundos. Jimin le siguió el movimiento hasta que se quedó sin aire, entonces se separaron. Yoongi volvió a inhalar el humo de su cigarro para luego finalmente apagarlo.

 

- Ven – le dijo poniéndose de pie y estirando su mano

 

Yoongi lo arrastró hasta su habitación, cerrando la puerta tras ellos. Acorraló al menor y volvió a devorar sus labios, esta vez logrando que Jimin abriera un poco su boca para intensificar más el beso. Jimin se dejó llevar por cada sentimiento que recorría su cuerpo.

 

- ¿Qu… que significa esto Yoongi? – preguntó regularizando su respiración

 

- Jimin – susurró aun cerca de sus labios – Déjame borrar cualquier rastro de otras caricias de tu cuerpo –

 

Las mejillas de Jimin se encendieron y su corazón comenzó a golpear en su pecho con furia. Con sus manos temblorosas tomó el rostro de Yoongi y lo besó, a modo de afirmación.

 

A pasos torpes avanzaron hasta la cama, dejando olvidadas las prendas que los cubrían.  Yoongi comenzó a repartir besos por todos los rincones del cuerpo del menor, atacó su cuello dejando varias marcas que no tardarían en ponerse moradas, bajó por su clavícula hasta llegar al cinturón de su pantalón, comenzó a desabrocharlo mientras sus corazones latían sincronizados. Cuando los dos quedaron completamente desnudos, volvieron a unir sus labios.

 

- Jimin – jadeó Yoongi – Pídeme que me detenga – rogó con la respiración pesada.

 

- No hyung – le susurró al oído – No te detengas –

 

Yoongi suspiró y volvió a repartir besos por todo el cuerpo de Jimin, asegurándose de no dejar un solo sitio sin el roce de sus labios. Separó con cuidado las piernas del menor bajo suyo y comenzó a entrar lentamente en él. Jimin soltó pequeños gemidos mientras apretaba con fuerza sus puños. Respiraron agitados antes de que de Yoongi comenzara con un leve movimiento de caderas.

 

El mayor se inclinó a besar a Jimin y este lo atrajo más a él enredado sus dedos en las grises hebras de cabello que comenzaban a humedecerse con la transpiración. Cada embestida iba acompañada de gemidos, jadeos y más besos.

 

Con cada segundo que pasaba los movimientos iban haciéndose cada vez más rápidos y Jimin no podía evitar dejar algunas marcas de uñas en la espalda ajena mientras por todo su cuerpo comenzaban a rodar gotas de sudor. Sus respiraciones estaban descontroladas, Yoongi cada vez embestía con más agresividad hasta que ambos llegaron al clímax a la vez.

 

Agotados cayeron sobre la cama, Yoongi se acostó al lado de Jimin mientras los dos respiraban con dificultad. Atrajo el cuerpo del menor hasta él y lo rodeó con sus brazos, dejándole un beso en la frente.

 

Luego de un rato Jimin se sentó en la cama mirando a Yoongi que estaba con sus ojos cerrados. Acomodó un mechón gis que caía sobre el rostro del mayor haciendo que este abriera los ojos lentamente.

 

- ¿Qué pasa Jimin? – preguntó

 

- La primera vez que te vi, hace ya varios años – comenzó a hablar – pensé que tu personalidad era la peor del mundo – rio – y luego de conocerte, lo confirmé… Pensé que jamás volvería a verte y quise borrar todos mis sentimientos por ti – guardo silencio un momento -  pero siempre estuviste presente, nunca te olvidé -

 

- ¿Puedes perdonarme?  –

 

Yoongi también se levantó, quedando frente a frente a Jimin, acarició su cabello y juntó sus frentes.

 

- Ya lo hice hyung –

 

El mayor sonrió y rodeo el cuerpo de Jimin con sus brazos, apretándolo fuerte contra él. Soltó un gran suspiró en el cuello contrario haciéndolo estremecerse por la calidez del aliento.

 

- Te amo Jiminie –

 

Más de tres años tuvieron que pasar para que Jimin volviera a amar el invierno y los días de lluvia, más de tres años para sacar todos los sentimientos guardados desde su corazón y dárselos al auténtico dueño de estos. Más de tres años para volver a sentirse un adolescente enamorado por primera vez.

Notas finales:

Gracias por llegar hasta aqui <3

Espero les haya gustado y si gustan dejar algún mensajito adelante :)

 

Hasta una próxima oportunidad ~~


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