Aquellas dulces sonrisas. La forma en la cual estas se plasmaban en el rostro de Kaname cuando se dirigía hacia ella. Aquel tierno tono que impregnaban sus palabras. Le molestaba. Todo ello le molestaba. Todo aquello le molestaba aunque quizás no debería hacerlo. ¿Por qué habría de sentirse de esa manera ante el hecho de que Kaname se mostrara así con Yuûki? Era absurdo, Kaname solo era el apenas hijo adolescente del amigo de su padre adoptivo, y Yuûki, ella era su amiga, y aún así, aquel sentir no dejaba de latir en él. ¿Por qué?
—Kaname-san, ¿vendrás esta noche a cenar con nosotros? —inquirió Yuûki con una sonrisa mientras asía la mano de Kaname al caminar, al igual que Zero lo hacía.
—Si Cross-san está de acuerdo, estaré allí —contestó sonriéndole cálidamente ante lo cual la expresión de Yuûki se iluminó aún más.
—¡Genial! Ayudaré a Cross-san a cocinar.
Zero frunció el ceño contemplando cómo el viento agitaba los árboles de aquel parque, asiendo con más firmeza la mano de Kaname musitando molesto entre dientes un «nos envenenará», ante lo cual Yuûki se quejó, mas Zero ignoró aquello por lo que Yuûki le miró acusatoriamente haciendo mohín.
—¿Y tú, Zero? ¿Tú también ayudarás a cocinar algo para mí? —inquirió Kaname logrando que Zero le viera con un dejo de confusión —. Estaré esperando algo cocinado por ti también —dijo afianzando su agarre en la mano de Zero a la vez que le dedicaba a este una sonrisa llena de cariño, tan similar a las que le dedicaba a Yuûki y a la vez Zero sentía que diferían en tanto sin comprender exactamente la razón. Aquella expresión ciertamente estaba llena de cariño, y también de algo más que Zero no lograba descifrar.
Ante esto Zero se encontró sumido en sus pensamientos, contemplando absorto aquel rostro, mas al percatarse de lo que hacía desvió la mirada sintiendo su rostro arder ligeramente.
—Si es lo que quieres... Entonces quizás también pueda cocinar algo —musitó aún sin ver directamente al adolescente.
—Gracias, Zero-kun. Algo tuyo me encantará. Cualquier cosa de tu parte siempre me encantará —afirmó suavemente dándole un ligero apretón a la mano de Zero.
Aquellas palabras hicieron que Zero finalmente fijara su atención en Kaname de nuevo, y al ver la sonrisa que aún adornaba los labios de Kaname, una expresión dedicada esta vez a él, sintió una cálida satisfacción en su interior al pensar en que de alguna forma Kaname le trataba diferente a cómo lo hacía con Yuûki, y aunque había ciertas cosas que sentía que aún no comprendiera, el saber que a pesar de todo y aunque Yuûki no se diera cuenta de esto, el saber que quizás Kaname le trataba con ciertas «preferencias», definitivamente le hacía feliz.
Debo subirlo doble para publicar. Puto AY. c:
Aquellas dulces sonrisas. La forma en la cual estas se plasmaban en el rostro de Kaname cuando se dirigía hacia ella. Aquel tierno tono que impregnaban sus palabras. Le molestaba. Todo ello le molestaba. Todo aquello le molestaba aunque quizás no debería hacerlo. ¿Por qué habría de sentirse de esa manera ante el hecho de que Kaname se mostrara así con Yuûki? Era absurdo, Kaname solo era el apenas hijo adolescente del amigo de su padre adoptivo, y Yuûki, ella era su amiga, y aun así, aquel sentir no dejaba de latir en él. ¿Por qué?
—Kaname-san, ¿vendrás esta noche a cenar con nosotros? —inquirió Yuûki con una sonrisa mientras asía la mano de Kaname al caminar, al igual que Zero lo hacía.
—Si Cross-san está de acuerdo, estaré allí —contestó sonriéndole cálidamente ante lo cual la expresión de Yuûki se iluminó aún más.
—¡Genial! Ayudaré a Cross-san a cocinar.
Zero frunció el ceño contemplando cómo el viento agitaba los árboles de aquel parque, asiendo con más firmeza la mano de Kaname musitando molesto entre dientes un «nos envenenará», ante lo cual Yuûki se quejó, mas Zero ignoró aquello por lo que Yuûki le miró acusatoriamente haciendo mohín.
—¿Y tú, Zero? ¿Tú también ayudarás a cocinar algo para mí? —inquirió Kaname logrando que Zero le viera con un dejo de confusión —. Estaré esperando algo cocinado por ti también —dijo afianzando su agarre en la mano de Zero a la vez que le dedicaba a este una sonrisa llena de cariño, tan similar a las que le dedicaba a Yuûki y a la vez Zero sentía que diferían en tanto sin comprender exactamente la razón. Aquella expresión ciertamente estaba llena de cariño, y también de algo más que Zero no lograba descifrar.
Ante esto Zero se encontró sumido en sus pensamientos, contemplando absorto aquel rostro, mas al percatarse de lo que hacía desvió la mirada sintiendo su rostro arder ligeramente.
—Si es lo que quieres... Entonces quizás también pueda cocinar algo —musitó aún sin ver directamente al adolescente.
—Gracias, Zero-kun. Algo tuyo me encantará. Cualquier cosa de tu parte siempre me encantará —afirmó suavemente dándole un ligero apretón a la mano de Zero.
Aquellas palabras hicieron que Zero finalmente fijara su atención en Kaname de nuevo, y al ver la sonrisa que aún adornaba los labios de Kaname, una expresión dedicada esta vez a él, sintió una cálida satisfacción en su interior al pensar en que de alguna forma Kaname le trataba diferente a cómo lo hacía con Yuûki, y aunque había ciertas cosas que sentía que aún no comprendiera, el saber que a pesar de todo y aunque Yuûki no se diera cuenta de esto, el saber que quizás Kaname le trataba con ciertas «preferencias», definitivamente le hacía feliz.
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