Los días pasaron y los ensayos grupales comenzaron, a pesar de las prácticas con Jimin a Yoongi se le hacía aun difícil unirse al resto de los instrumentos, por lo que una vez a la semana, a lo menos, ambos se quedaban luego de clases a seguir practicando juntos.
- Yoongi – Lo llamó cuando dejaron de ensayar - ¿Puedo hacerte una pregunta? – El mayor asintió con la cabeza -¿Porqué te uniste al club? – preguntó.
El de pelo gris giró se sorprendió ante la pregunta, pero disimuló su asombro, suspiró y giró su cuerpo para quedar de frente al menor.
- Es un secreto – Respondió sin dejar de mirar a Jimin
Este ultimo desvió sus ojos al suelo al sentir la profunda mirada de Yoongi sobre él, de pronto sintió un ligero calor en sus mejillas y se giró por completo escondiendo lo que era obviamente un sonrojo.
- Ya veo – comenzó a tomar sus cosas para marcharse – Faltan cinco días para el concurso – cambió el tema sin hacer contacto visual - ¿Te sientes listo? –
- La verdad no – respondió y por fin Jimin volvió su rostro preocupado hacia él – Es broma – dijo sonriendo.
Jimin arrugó una hoja y se la lanzó dándole justo en la cara, haciéndolo reír. Yoongi trató de hacerse el molesto, pero la sonrisa de Jimin le gustaba tanto que no podía disimular su propia sonrisa cuando la del contrario aparecía.
Cuando Jimin dejó de reír, tomó su mochila y se acercó hasta donde estaba Yoongi sentado, levantó el papel y quedando frente al mayor ordenó un mechón de pelo que había despeinado con la hoja arrugada.
- Lo siento – dijo – Nos vemos –
Jimin salió de la sala dejando a Yoongi con el corazón en la garganta, el menor tenía ciertos gestos hacia él que no sabía cómo interpretar, a pesar de seguir diciendo que no le agradaba, Yoongi no podía evitar ver una pequeña esperanza de que Jimin sintiera algo por él.
El día del concurso llegó, todos los miembros del club se encontraban en un gran salón decorado elegantemente, alrededor varias personas con sus instrumentos musicales conversaban alegres y nerviosas.
El turno del club de Jin estaba por llegar y Yoongi estaba sentado moviendo sus pies y frotando sus manos por los nervios.
- Deja de moverte – lo regañó Jimin – Me pones nervioso a mi –
- Perdón – dijo relajándose
- Lo harás bien – lo animó sentándose a su lado – No cometiste ningún error la última vez que practicamos -
A lo lejos Jin los observaba atento, tratando de escuchar lo que el par estaba hablando, pero la conversación de sus compañeros alrededor le impedía oír bien. De un momento a otro los llamaron para presentarse al escenario, todos tomaron sus respectivos instrumentos y decían algunas palabras de aliento.
- Si no ganamos, tendré que retirarme, ¿verdad? – preguntó de pronto
Jimin se detuvo y lo miro fijo durante unos segundos, como si pensara algo que decir, aunque en realidad su mente estaba en blanco.
- Ese fue el trato, pero – habló – Realmente quiero que ganemos -
El menor salió rápidamente, Yoongi se obligó a no interpretar esas palabras a su manera, porque sabía que Jimin no tenían ninguna segunda intención. Luego se reunió con sus compañeros y subieron al escenario, no sin antes Jin desearles éxito a todos.
- Disfrutemos de este momento – Les dijo finalizando su pequeño discurso.
Una vez sobre el escenario los aplausos de recibimiento no se hicieron esperar, Yoongi respiraba pesado a causa de los nervios. Cuando los aplausos cesaron y las luces se volvieron tenues, la melodía inició.
Cada uno de los miembros tocaba de una manera única, pero juntos lograban una perfecta armonía. Jimin y Jin rasguñaban con delicadeza las cuerdas de sus respectivos instrumentos, mientras que Yoongi estaba inmerso en su mundo, concentrado, con sus ojos fijos en las teclas del piano.
Tenía miedo de equivocarse y arruinar todo el esfuerzo que los demás habían invertido, su cuerpo se sentía tenso, de pronto desvió su mirada hasta Jimin, verlo tocar siempre lograba darle la tranquilidad que necesitaba, aunque solo lo miró por unos segundos sus ojos chocaron con los pequeños ojos del menor, quien también lo observaba.
Jimin le regaló una tímida sonrisa, Yoongi sintió un escalofríos recorrerle todo el cuerpo, suspiró y continuó presionando las blancas teclas ya más relajado. Por fin pudo disfrutar de cada segundo, la tensión desapareció y sus dedos se movían de forma más ligera.
Pasados algunos minutos finalizaron y una nueva ronda de aplausos los inundó, le brindaron al público una pequeña reverencia y bajaron del escenario.
- ¿Qué tal la experiencia? – preguntó Jin dándole leves golpes en la espalda.
- Asombrosa – dijo cansado – No puedo creer que hagan esto siempre, creía que moriría en cualquier momento –
Todos rieron al oír tales palabras, incluso Jimin esbozó una pequeña sonrisa mientras secaba el sudor de su frente.
Luego de un par de horas, en donde todos los demás grupos se presentaron los jueces pusieron los resultados en un mural que se encontraba en el hall principal. Varios estudiantes estaban delante del mural buscando el nombre de sus escuelas. Los tres primeros lugares serían representantes en el concurso nacional que se realizaría a fin de año.
Jin se acercó con miedo, y sonrió ampliamente al ver su nombre junto al de su escuela en el primer puesto. Se acercó corriendo feliz donde sus compañeros dándoles la gran noticia.
- ¡Hay que ir a celebrar! – dijo uno de los miembros.
- ¡Vamos a la casa de Jimin! – mencionó otro.
- ¡¿Qué?! ¡NO! – exclamó el recién nombrado.
Mientras todos discutían donde irían a celebrar, Yoongi cambió su chaqueta de tela por una negra de cuero que traía en su bolso.
- ¿Vienes? – preguntó Jin.
- Yo… no sé, estoy algo agotado - respondió.
- Si vas a ser parte de esto debes saber la regla fundamental – comentó Jimin quien se unió a la conversación – Nunca puedes faltar a una celebración luego de un concierto –
Dicho esto, le quitó el bolso, se lo acomodó en el hombro y salió tras los demás. Jin sonrió levantando una ceja y mirando a Yoongi como si esperara algún tipo de explicación por la forma de actuar del menor.
Yoongi entendió el gesto del mayor y su rostro se tornó rojo, negó con su cabeza tratando de desmentir cualquier pensamiento que recorriera la mente de Jin.
-Pues, bienvenido, oficialmente, al club de música – le dijo dándole un golpecito en la espalda a lo que Yoongi sonrió.
Luego de un rato salieron siguiendo al resto de los miembros.
- ¡Hyung! – un dulce grito retumbó con eco en la recepción del teatro – ¡Jin hyung! ¡Yoongi hyung! –
Jungkook corría moviendo los brazos haciéndose un espacio entre las personas que ocupaban el lugar. Cuando llegó frente a los mayores, tragó una gran bocanada de aire que luego expulsó rápidamente.
- ¡Kookie! – Exclamó Jin feliz de ver al pequeño – Me alegra mucho verte aquí –
- No iba a perderme el espectáculo hyung – respondió recuperando el aire – Estuvieron geniales – comentó con brillo en sus ojos.
- Gracias – agradeció el mayor con una dulce sonrisa, acariciando la cabeza del menor.
Jin invitó a Jungkook a acompañarlos a celebrar, y el menor aunque no muy convencido aceptó la invitación, solo conocía a los dos mayores y no le resultaba muy fácil hacer amigos debido a su tímida personalidad, pero quería estar más tiempo con Jin.
Cuando llegaron a la casa de Jimin, lugar que al final se decidió –Sin tomar en consideración la opinión del dueño – que sería el lugar indicado para su humilde celebración.
Por el camino compraron algo para comer y beber, aun todos eran menores de edad así que en ningún lugar les venderían alcohol, por lo que tuvieron que conformarse con bebidas y jugo. Se sentaron todos alrededor de una pequeña mesa y comenzaron a jugar cualquier cosa que se les ocurriera, el mayor de todos incluyó a Jungkook para que no le costara demasiado integrarse.
De pronto Yoongi se puso de pie para ir al baño, Jimin, quien fue el único en notar cuando el de pelo gris desapareció, comenzó a preocuparle el que tardara tanto en regresar. Disimuladamente fingió dirigirse a la cocina a buscar algo para comer, cuando vio a Yoongi en el patio sentado en el pasto.
Caminó lento hasta donde se encontraba el mayor, tratando de hacer el menor ruido posible para no interrumpir a Yoongi, quien estaba sumergido en sus pensamientos. Jimin recorrió su espalda con sus ojos y se detuvo en la blanca piel que resaltaba en su cuello. Cerró los ojos y rió para sí mismo por lo que estaba haciendo.
- ¿No tienes frio? – preguntó sentándose a su lado
Yoongi dio un salto sorprendido y negó con la cabeza en respuesta, comenzó a jugar tímidamente con sus dedos, no esperaba que Jimin llegara tan de repente, por lo que no tenía idea si debía poner algún tema de conversación.
- Yo – habló Jimin aclarando su garganta – Creo que te debo una disculpa –
El mayor giró su cabeza para ver a su acompañante, Jimin tenía su vista hacia el oscuro cielo estrellado. Se deleito con cada perfecto detalle del rostro del menor, cada curva, cada rasgo, la perfecta piel que tantas veces deseo acariciar.
- Me equivoqué contigo Yoongi – continuó – No eres el tipo arrogante que creí – dijo esta vez mirándolo a los ojos – Y lo siento por todo lo que dije y por como actué –
- Gracias – respondió – Realmente es muy importante para mí oírte decir esto –
- Lo sé – rió – No entiendo el porqué, pero lo sé –
Jimin se puso de pie y sacudió su ropa para quitar las hojas que se habían pegado en ella, y le tendió una mano a Yoongi.
- Entonces ¿amigos? –
Yoongi lo miró, y tomó la mano contraria con fuerza, con ayuda de Jimin logró ponerse de pie y ya frente a frente al menor, asintió con la cabeza.
- Amigos – respondió.