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You don't know who i am por Remisagi

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Notas del capitulo:

Hola...!

Aquí estoy con otro capítulo que espero sea de su agrado <3


Muchas gracias por sus lecturas y sus reviews

 

 

Ahora...

 

A leer ~~

 Al día siguiente las clases terminaron antes, y afuera de la sala de Yoongi, estaba el peli negro esperándolo de brazos cruzados y cabeza gacha.

 

- ¿Se te perdió algo? – preguntó Yoongi tratando de parecer desinteresado

 

- ¿Ya lo olvidaste? Me pediste que te enseñara, y pues – dijo desafiándolo con la mirada – No hay tiempo que perder, empezaremos inmediato -

 

Jimin comenzó a caminar a paso veloz hasta la sala de música, seguido por un desconcertado Yoongi que trataba de igualar sus pasos.

 

- Toma – dijo entregándole una carpeta llena de hojas al llegar al club de música – Son las partituras de la canción que vamos a presentar – suspiró – Quiero que te las aprendas de memoria, hoy–

 

- ¡¿Qué?! – exclamó el mayor - ¿Estás loco? –

 

- Puedes rendirte si quieres – dijo sentándose sin dejar de mirarlo – Tu pediste que te enseñara, y harás lo que yo diga -

 

Yoongi tomó la carpeta y ojeo cada una de las hojas, este chico está loco, pensó, pero en ningún minuto se le pasó por la cabeza rendirse.

 

Su objetivo era mucho mayor que ganar ese primer lugar, su objetivo era que Park Jimin se arrepintiera de creerlo un engreído y luego, bueno lo que venga después se verá.

 

Se sentó lejos del menor y comenzó a leer las hojas, repitiendo uno a uno el nombre de cada acorde.

 

Jimin se ausentó unos minutos que Yoongi no notó, estaba concentrado en su tarea, al rato el menor llegó con su violín, no podía perder el tiempo mirando la nada, así que aprovecharía el tiempo practicando también.

 

El sonido del violín relajó el semblante de ambos. Yoongi se dio un descanso para mirar a un concentrado Jimin inmerso en su mundo y su corazón comenzó a latir de prisa. De entre las muchas cosas que le gustaban del menor, su pasión por la música era una de sus favoritas junto a sus ojos sonrientes.

 

Un gruñido lo sacó de sus pensamientos, y notó una leve desafinación en la melodía y luego el termino de esta. Jimin suspiraba enfadado y estiraba los dedos que comenzaban a acalambrarse.

 

- No te apresures demasiado – dijo y Jimin lo miró incrédulo, ¿Él le estaba dando consejos de cómo tocar violín?

 

- ¿Desde cuándo eres un experto? – preguntó evadiendo su mirada

 

- No lo soy, pero – se puso de pie – Entre estas dos notas – comentó indicando en las hojas - creo que debe ir un tiempo más largo –

 

- ¿Crees? –

 

-Te lo dije, no soy un experto, pero se escucharía mejor así –

 

El rostro de Yoongi estaba serio, pero de una forma que mostraba concentración en lo que estaba diciendo, oyó un fuerte suspiro por parte del menor y volvió rápidamente a su asiento como si hubiese escapado de un castigo.

 

Jimin acomodó el instrumento en su hombro y comenzó a tocar, al llegar al momento en que fallaba hizo caso al consejo de Yoongi y para su sorpresa salió bien, no perfecto, pero al menos sonó decente. Sonrió y por fin pudo continuar con el resto de la canción.

 

Luego de practicarla un par de veces más, guardó el violín en su estuche y salió a guardarlo a su casillero, al volver vio que Yoongi luchaba por no dormirse sentado.

 

- Gracias – dijo tendiéndole un vaso de café y sentándose cerca.

 

El mayor se exaltó y recibió el vaso con una mano, mientras con la otra rascaba su cabeza avergonzado, agradeciendo con una pequeña venia.

 

Era primera vez que Jimin le hablaba sin sonar como si lo odiara o soltara algunas palabras de odio hacia él.

 

Tomaron las bebidas en silencio.

 

-Te veo el lunes – se despidió Jimin poniéndose de pie.

 

Cuando el menor cruzó la puerta y sus pasos se sintieron cada vez más lejanos, Yoongi suspiró aliviado. Nunca se había sentido tan incómodo y nervioso, ni siquiera cuando las chicas que decían amarlo se le confesaban.

 

Despeinó sus grises cabellos y salió también del lugar. Era tarde, ya no quedaba gente en la escuela y el sol se había escondido, por lo que apresuró el paso para volver a su casa.

 

 

 

El día lunes llegó más rápido de lo esperado, y así mismo las clases finalizaron. Esta vez Jimin no fue a buscar a Yoongi, por lo que este último llegó a la sala del club luego de comer algo.

 

Al llegar vio a Jimin perdido tras un libro que no alcanzó a leer su título, porque este lo cerró rápido apenas lo sintió acercase y se puso de pie. Se saludaron con un simple gesto con la cabeza.

 

- Siéntate – ordenó señalando el piano que había en la sala - Quiero que toques lo que aprendiste -

 

Yoongi iba a buscar las hojas con las partituras en su bolso, pero un fuerte agarre en su muñeca lo detuvo.

 

- Sin las hojas –

 

- Realmente estás loco niño – protestó, pero el otro lo ignoró.

 

- ¿Las memorizaste? – preguntó y el otro asintió – Entonces no las necesitas –

 

Yoongi se acomodó en el piano, y Jimin se sentó tras él tomando nuevamente su libro. El mayor comenzó a recordar las notas y a tocarlas con lentitud, una a una para luego formar un pequeño fragmento de la canción.

 

Cometía muchos errores, y estaba comenzando a impacientarse, pero no cedería ante la mirada severa del menor.

 

Jimin, quien lo observaba de reojo, cerró el libro y se puso de pie para buscar las partituras, se acercó y las acomodó con cuidado sobre el atril del piano.

 

- Estás haciendo que me duela la cabeza – comentó y volvió a perderse tras el libro

 

Yoongi lo siguió con la mirada y cuando giró su rostro a las hojas recién puestas, no pudo evitar sonreír por la acción del chico.

 

Con las notas a la vista, Yoongi se dejó llevar y la música comenzó a fluir con suavidad. Aun cometía errores, pero eran pocos comparados con hace un momento.

 

- No está mal – comentó cuando terminó de tocar – Ahora solo debes seguir practicando –

 

- ¿Es todo? – preguntó

 

Te sabes las notas y sabes tocar piano, no puedo enseñarte nada más –

 

Yoongi suspiró decepcionado, solo habían pasado dos días juntos y ya parecían haber terminado, tal vez debió fingir que no sabía tocar piano.

 

- Luego empezarán las practicas grupales – dijo – Debes ensayar bastante, no nos queda mucho tiempo –

 

El pelinegro se despidió y salió de la sala dejado a Yoongi solo, miró por la ventana y nuevamente el sol ya se había puesto.

 

 

 

Camino a casa pensaba que ya no tenía excusa para que Jimin le enseñara, por lo que debía encontrar alguna forma de seguir acercándose al muchacho, sin parecer desesperado, se repetía.

 

De pronto su celular sonó, bufó al leer el nombre en la pantalla y tardó un poco en contestar, solo para irritar al sujeto al otro lado.

 

- ¡Yah! ¿Por qué tardas tanto en contestar? – gritó el mayor, haciendo que Yoongi alejara el aparato de su oreja – ¿Sigues en la escuela? –

 

- No –

 

- Entonces te invito a comer – y cortó.

 

No necesitaba que le dijera donde estaba, ya que siempre que el mayor lo invitaba a comer era al mismo lugar.

 

- Hola hyung – saludó un chico, más alto que Yoongi, de piel clara y cabello oscuro.

 

- Hola Kookie – respondió el saludo cariñosamente

 

- Jin hyung está por allá – apuntó hacia una de las esquinas donde el mayor agitaba sus brazos con alegría.

 

Yoongi se acercó y se sentó frente a Jin, quien, para variar, estaba con la boca llena de comida y esperando por más.

 

- ¿Qué te sirvo hyung? – preguntó Jungkook al recién llegado

 

- Lo mismo que él – respondió mostrando uno de los platos que tenía Jin.

 

El chico hizo una pequeña reverencia y se retiró para buscar la orden de Yoongi.

 

- Es tan dulce – comentó Jin cuando su boca estuvo desocupada, mirando embobado al chico que se paseaba con platos y bandejas por el lugar.

 

- Eres un pedófilo Jin – bromeó recibiendo una bolita de servilleta de parte del mayor.

 

Al rato Kookie se acercó con los alimentos que Yoongi había ordenado, el mayor agradeció con una sonrisa, estaba hambriento y la comida de ese lugar era lejos, la mejor de todo Seúl. Agradeció y el muchachito volvió a alejarse apresurado.

 

- ¿Qué tal las clases particulares con Jimin? – preguntó con tono burlesco sin dejar de mirar a Kookie

 

- Se acabaron – respondió desganado

 

- ¡¿Qué?! ¿Ya te rendiste? – exclamó volviendo su mirada a su amigo

 

- Claro que no idiota – se sintió ofendido – Según él no tiene nada más que enseñarme –

 

Jin lo observó y analizó el rostro desilusionado de Yoongi y si sus sospechas eran ciertas, tenía que ayudar a su amigo a acercarse a su objetivo, pero antes lo haría sufrir por llamarlo idiota y pedófilo.

 

- Pues no debiste mostrarte como el genio musical que eres – bromeo, recibiendo un jajá, de parte del otro – En fin, deberás ensayar solo entonces –

 

- Mencionó algo de un ensayo grupal – recordó - ¿Cuándo es? –

 

- Siempre es una semana antes de la presentación – respondió pensando – Pero Jimin no participa en esas prácticas – inventó solo para ver la reacción de su amigo

 

Y pudo ver como una nueva expresión de desilusión se formó en su rostro. Confirmado, pensó.

 

- ¿Te gusta Jimin? – preguntó logrando que Yoongi botará toda la comida de su boca

 

- ¡¿Qu… qué?! – respondió nervioso

 

- Pues si me lo preguntas, eres demasiado obvio – continuó apoyando su cabeza sobre una de sus manos mirando fijamente, al contrario.

 

Yoongi quiso negarlo, pensó miles de excusas, pero ninguna salió de su boca, ¿de verdad es obvio?, fue lo único que le preocupó.

 

- Descuida, Jimin es bastante despistado para notarlo – insistió – Además no está muy interesado en… romances –

 

Por fin Yoongi se rindió y no lo negó, se rascó la cabeza, derrotado y trago una gran bocanada de aire para luego soltarlo con fuerza.

 

Esperaba que su amigo se burlara de él, pero las burlas no llegaban y eso lo empezaba a incomodar un poco.

 

- No voy a molestarte Suga – aclaró como si leyera sus pensamientos – Me molesta que no confiaras en mí, pero lo entiendo… tienes una imagen que cuidar – bromeó

 

- Te estás burlando – reclamó recibiendo una amplia sonrisa traviesa.

 

- La tienes difícil con Jimin – comentó luego de un rato – Sabes que rechaza a todo aquel que se le confiesa –

 

- No pienso confesarme – se apresuró a decir – Solo quiero que deje de pensar que soy un egocéntrico patán –

 

- Pues sigue siendo igual de difícil – remarcó

 

Continuaron comiendo en silencio, Jin volvió a dedicarle dulces miradas al chico que ahora descansaba en la barra conversando con una señora bajita.

 

- Oye – rompió el silencio Yoongi – ¿Es… es cierto que Jimin no participa en las practicas grupales? – preguntó nervioso.

 

Jin soltó una carcajada que terminó tragándose luego de la mirada de odio del menor de ellos.

 

- Claro que no es cierto, Jimin es nuestro único violinista – dijo aun riendo

 

Pero en vez de enojarse, Yoongi se sintió aliviado.

 

- Eres adorable – lo molestó

 

- ¿Quién es adorable? – preguntó Jungkook que se sentaba junto a ellos

 

- Por supuesto que tu Kookie – respondió Jin pellizcando la mejilla contraria

 

- Eres un mentiroso hyung – dijo riendo avergonzado.

 

Los tres chicos conversaron hasta que el lugar cerró y Jungkook los despidió a ambos en la puerta. El restaurant era de la madre del menor y el la ayudaba a atender las mesas para que así no gastara contratando a alguien.

 

Yoongi y Jungkook se conocían desde pequeños, sus madres eran buenas amigas y así también lo eran los chicos. Jin lo conoció un día en que Yoongi lo invitó a comer al lugar y el primero cayó inmediatamente ante los encantos del menor.

Notas finales:

¿Les gustó?

Apareció Kookie *-* ternurita :3 me encanta.

 

 

Y nuestro Jiminie no le pondrá las cosas fáciles a Yoongi jejeje, pero Yoongi no se rendirá > <! 

 

Gracias por llegar hasta aquí

Hasta el viernes ~~

 

Byeeeee...!

 

 

 

 

 


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