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Mi chica favorita por LadyBondage

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Notas del capitulo:

Perdonen la demora, pero tengo justificación hehehe, he tenido trabajo, salí de viaje y volveré a irme pero trataré de actualizar a menudo. Gracias por sus comentarios, sus marcas de favoritos y lecturas, todo lo leo y todo lo respondo. Un beso a todas y todos los que me siguen. 

 

A leer. 

Diva

[1]

 

Izaya Kozuki es maravillosa en todo lo que hace y dice, aparece en revistas, comerciales, muchas celebridades son sus amigas, es guapísima, alta y hermosa, no cabe duda que su belleza de ángel le abre las puertas a donde vaya. Pero, Izaya a pesar de su vida de ensueño no es realmente feliz, su malhumor alejó a su pareja sentimental, sus verdaderos amigos se hicieron a un lado cuando empezó a perder el suelo que pisaba, sabe que hablan mal a sus espaldas. Y que lo único que admiran de ella es como luce un bonito vestido de Chanel sin verse gorda o extremadamente delgada. Izaya lo tiene todo, y cualquier chica mataría por estar en su lugar, pero ella mataría por estar en el lugar de cualquier chica, porque ser ella no es color rosa.

 

— ¿Fuu?

—Me temo que le di el día.

 

Kakashi Hatake entra a su camerino sin pedir permiso, lo cual irrita a la idol.

 

— ¿Hatake que haces aquí? —cuestiona con su voz aterciopelada. Kakashi se posiciona detrás de la diva que se encuentra sentada frente al enorme espejo de luces halógenas a los costados.

 

Luce hermosa con su largo cabello rizado y sus preciosos ojos azul cielo, brillantes y tenues. Un color puro en una persona impura, dios sabía cómo compensar a los seres maquiavélicos dotándolos de una belleza insuperable y un rostro angelical.

 

—Tenemos que hablar. —las miradas se encuentran a través del espejo, Izaya sonríe de lado, como una niña traviesa.

 

Y Kakashi revira los ojos, no es momento para eso.

 

—Seré breve: Orochimaru tiene en su poder unas fotos tuyas en situaciones comprometedoras, si no cambias tu mala actitud te revocará el contrato y adiós todo.

 

Izaya sonríe abiertamente, casi con burla, incrédula y con una ceja alzada. Se incorpora grácilmente, como un bello cisne, tiene uno de esos vestidos de Lolita francesa con tul y corsé negro, los tacones de veinte centímetros la hacen ver gigantesca, a pesar de que sin ellos mide un metro setenta, muy alta para una idol pero no lo suficiente como para superar el metro ochenta y cinco de Kakashi.

 

Kakashi no parece impresionado por su actitud sardónica y espera que el pequeño cerebro de la diva reaccione a sus palabras.

 

—Esta es una de tus malditas y pésimas bromas, sabes que son de mal gusto y sigues haciéndolas. Eso déjalo para el torpe de Naruto. —dice Izaya, entre molesta y dubitativa.

—No, no lo es, ojala que así fuera pero lamentablemente es más cierto de lo que crees. —Kakashi suspira profundamente.

 

Izaya aprieta los puños y los labios le forman una fina línea recta, las aletas de su nariz se contraen y Kakashi puede jurar que el tono de sus ojos se obscureció como un océano furioso.

 

—No pueden hacerme esto a mí. —reclama ofendida. —Soy su mejor estrella, simplemente es inadmisible lo que dices.

 

El Hatake se masajea las sienes suavemente para conseguir relajarse, pero le es imposible con el griterío que profiere la sucia boca de la idol. Enervada, Izaya comienza a despotricar en contra de él, de Orochimaru, de Tsunade, de su ahijada, y ya no puede recordar más porque en ese mismo instante Fuu hace acto de presencia con un late para su jefa.

 

— ¡Lárgate de aquí! —le dice fieramente a la joven, asustada, Fuu se echa para atrás abriendo la puerta ciegamente y saliendo de la misma a paso apresurado, en el pasillo se encuentra con un sonriente Naruto.

—Hola Fuu, ¿sabes si Kakashi está por aquí? —pregunta con una sonrisa zorruna plasmada en sus labios cereza. La chica asiente, aun nerviosa por encontrarse con su endemoniada jefa más gritona que nunca.

—Pero está en el camerino de Izaya, y parece que está teniendo una rabieta, te recomiendo que no vayas. —dice insegura, Naruto frunce el entrecejo, confundido.

—Me encantaría no presentarme y es más, amaría renunciar a este empleo pero Kakashi mandó a por mí, seguro que debe ser algo relacionado con Izaya, iré, no importa si esa chica me grita o algo así, estoy acostumbrado a sus malos tratos.

 

Fuu se enternece por la actitud tan radiante de Naruto y a la vez tan estúpida. Nadie en sus cinco sentidos se presentaría libremente ante una furiosa Izaya, es suicidio. La última persona que lo hizo terminó con un horrible trauma.

 

Izaya era la persona más chocante del planeta entero, y nada fácil de sobrellevar. Fuu tenía el empleo de asistente porque realmente quería llegar a ser una directora prestigiada pero todos empezaban desde abajo, cuando le propusieron trabajar para Izaya pensó que sería sencillo y que incluso podría llevarse bien con la idol más famosa de todo Japón.

 

La realidad llegó de golpe poco después cuando vio en Izaya a una terrible tirana que se vanagloriaba de la tragedia de los demás y muy a su pesar tenía un contrato de tres años irrevocable.

 

 

[2]

 

La seguridad de Naruto se reduce a escombros bajo sus pies cuando se posa frente a la puerta del camerino de Izaya, con la mano temblorosa duda en tocar. Después de todo, dentro se encontraba Izaya y su bestial carácter, Kakashi no era problema, se llevaban muy bien pero la idol era otro cantar, sin embargo, pese a lo temeroso que se encontraba, Naruto toma el pomo de la puerta y haciendo acopio de toda su fuerza de voluntad; abre rápidamente.

 

Lo primero que sus ojos captan es a Izaya que efectivamente está gritando en voz brava cosas inentendibles para sus oídos.

 

Izaya detiene toda su verborrea cuando Naruto entra, entonces un silencio asolador llena el camerino, y Kakashi sonríe abiertamente para su invitado bajándose la bufanda que siempre lleva consigo alrededor del cuello.

 

—Naruto, qué alegría verte. —dice Hatake animado, Izaya bufa como un toro embravecido y Naruto trata de esbozar una sonrisa aunque la situación le parece tan alejada a la realidad que apenas puede expresar como se siente.

 

Jamás vio a Izaya tan furiosa con las mejillas sonrosadas y el fleco cubriéndole un ojo, parecía que un tifón acaba de arrasar con ella. Y Naruto no sabía exactamente si ese tifón tenia nombre y apellido.

 

— ¿Qué hace él aquí?

 

Buena pregunta, Naruto piensa lo mismo. Kakashi pone ambas manos sobre sus firmes caderas, Naruto no puede evitar que su mirada recaiga en los muslos contoneados de Hatake, sin querer se sonroja visiblemente.

 

—Mande a por Naruto porque él nos ayudará a ambos a salvar tu carrera o lo que queda de ella…

Izaya mira desdeñosamente a Naruto, a punto de sonreír burlonamente como es su costumbre. Pero Kakashi posa una mano sobre el hombro derecho del chico, y le sonríe cariñosamente, como un padre a un hijo.

 

Naruto le regresa el gesto, aun dubitativo por lo que está ocurriendo con esos dos.

 

— ¿Y que se supone que haré? —cuestiona el rubio, Izaya no abre la boca para expresar la misma duda que Naruto pero de igual modo quiero saberlo.

 

Y Kakashi Hatake carraspea para comenzar a hilar lo que podría ser un calvario para Naruto Uzumaki.

 

 

[3]

 

Sasuke Uchiha bebe su café mientras lee el periódico de la semana. No le interesa la sección de espectáculos, él se va directamente a finanzas y notas mundiales. Itachi, su hermano mayor, a su lado tiene una tostada a la que le una mermelada y mantequilla.

 

El menor hace una mueca de asco al ver lo que hace su hermano, no entiende como hay personas que gustan de cosas excesivamente dulces.

 

—Deberías dejar de hacer eso. —le dice Sasuke, Itachi se sonríe y lame la cuchara con la que anteriormente untó mermelada.

 

Sasuke revira los ojos, esconde su rostro en el periódico ignorando al sucio de Itachi.

 

— ¿Qué lees, frére? —Itachi alza la cabeza, Sasuke cierra el periódico y le da una de sus molestas miradas, lo cual divierte al mayor.

— ¿Podrías dejar de hablar así?

— ¿Así como? —cuestiona haciéndose el inocente.

—Como un condenado francés.

—Oh, petit, es imposible. La mitad de mi vida la viví en Francia alejado de la familia, soy un franco japonés ¿o al revés? —menciona risueño, Sasuke resopla.

—Viviste en Francia porque así lo quisiste, nadie te echó.

 

Itachi se lleva una mano al pecho en actitud dramática.

 

—Oh frére, me haces sentir como un mentiroso, ustedes me echaron.

 

Y el Uchiha menor no puede con el montaje falso de su hermano, se pone de pie llevándose su plato y su taza al fregadero de la cocina.

 

— ¿Supiste sobre el escándalo de tu chica favorita? —pregunta ominoso. Sasuke abre la llave de paso dejando que el chorro de agua golpee los trastes.

 

Le interesa lo que Itachi tiene que decirle sobre Izaya, porque toda información referente a ella es importante.

 

—No.

—Izaya-chienne ha sido vista en un bar con muchos hombres de dudosa procedencia. Y dicen por ahí que la echaran si sigue comportándose como una inmunda meretriz.

 

Es bien sabido por Sasuke que Itachi odia a Izaya, y no sabe exactamente por qué, Izaya es una chica dulce y bondadosa, aunque Itachi diga lo contrario y se exprese mal de ella.

 

—No entiendo porque la llamas así y porque la tratas de ese modo pero ella no es una cualquiera y…

—Sasuke, abre los ojos. Izaya Kozuki es el demonio mismo, sólo estás cegado por su belleza.

 

 

[4]

 

— ¿Su… su doble? —Naruto tartamudea con los ojos abiertos como platos.

 

Kakashi asiente, no muy seguro de su propuesta. Era su última y única carta a su favor. Naruto e Izaya no se daban cuenta del tremendo parecido entre ellos, pero tenía que usarlo como arma para Orochimaru y Tsunade.

 

—Izaya tendrá un descanso de un mes en el caribe o en cualquier otro lugar y tú serás algo así como su…

— ¡Impostor! —chilla la fémina de cabellos lilas.

 

Naruto se lleva las manos a sus doradas hebras halando de ellas.

 

—No puedo Kakashi, no podría hacerme pasar por una chica y menos por Izaya, la farsa seria evidente a kilómetros de distancia.

—Por primera vez, estoy de acuerdo con este monigote. —señala torva, y Kakashi la aniquila con su mirada de acero, Izaya pasa saliva instantáneamente.

—No me interesa, soy su jefe y me harán caso, seguirán mis órdenes. Naruto, no tienes opción, en cambio, si lo haces ganarás el doble e Izaya tendrá que rectificar sobre su maldito comportamiento. Por todos los dioses, ¡harán lo que les diga, con un demonio!

 

Y ninguno de los dos jóvenes se atreve a disputar a Hatake Kakashi. 

 

 


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