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Mi chica favorita por LadyBondage

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Notas del capitulo:

Hola preciosidades, mil gracias por los comentarios, marcas de favoritos y lecturas, me hacen feliz mil.

Les traigo un poco más de este fic que la verdad se está convirtiendo en mi favorito hehehe.

 

A leer.

Disparatadas ideas

[1]

 

Izaya esboza una sonrisa burlona, Kakashi mantiene su postura erguida con los labios rectos y la mirada ensombrecida. Ella arruga la nariz –un tic muy de ella- y luego suelta senda carcajada que llena el silencio de un sonido suave como plumas de ganso.

 

— ¿Cuál es la gracia, Izaya?

 

Naruto arruga nerviosamente el bordillo de su suéter, un sudor ligero perla su nuca y frente. Imposible contener las sensaciones que arremolinan su corazón decide sentarse en una de las sillas del camerino pasando por alto el permiso de la idol.

 

La diva detiene la inminente carcajada para enseriar sus facciones femeninas, su mirada filosa se dirige a Kakashi, omitiendo la presencia non grata de Naruto.

 

—No me creo que estés haciendo esta ridiculez simplemente por unas cuantas cositas mías. —dice en tono socarrón. Hatake suspira profundamente antes de hablar.

—Pues no, estoy seguro de lo que quiero hacer y no me importa si estás de acuerdo. Lo haré, y Naruto lo hará también. Agradece que me interese salvar tu carrera.

 

La joven idol rumia unas cuantas palabras poco favorables para la situación en la que está metida. Kakashi siempre había actuado protector hacia ella, de algún modo era un compromiso laboral que los llevó a trabajar juntos por casi doce años, desde que ella tenía diez, cuando apenas era una niña tímida y miedosa en un mundo tan cruel como la farándula.

 

El showbiz engullía a cualquier chica con alma joven y sueños de princesa. Ella había crecido en una de las zonas más pobres de Tokio. Sus padres, un carnicero y una vendedora de seguros, nunca tuvieron aspiraciones más allá de las de cualquier matrimonio: tener hijos y formar un hogar prospero.

 

Lo cual no resultó de la mejor forma, su padre, un hombre enamorado del alcohol, decidió que era mejor iniciar una vida sin su familia, y su madre, cansada de la situación, al igual que su padre, abandonó lo que había construido en casa. Pero eso jamás saldría a la luz. Izaya guardaba celosamente aquella información, ni siquiera el propio Hatake tenía conocimiento de su pasado. Cuando se conocieron, ella se encargó de pintarle un mundo diferente: huérfana y sola en el mundo. Tiño su bonito cabello rubio de un lila nítido que brillaba a la luz del sol.

 

—Es mi última palabra, harán lo que yo les diga que hagan. ¿Entendido?

— ¡No! —Naruto salta de la silla como un resorte. Indignado de ser ignorado por Kakashi y harto de ser la burla de Izaya, se apresura a hablar antes de que esté sellado su destino. —No quiero hacerme pasar por Izaya ni por nadie. ¿Entendido?

 

Kakashi enarca la ceja izquierda, mira a Naruto con verdadera curiosidad. Quería al chiquillo por alguna extraña razón que no se podía explicar. Naruto le parecía muy trabajador, amable y escandaloso. Siempre tenía algo que decir en los momentos menos adecuados, cuando sonreía parecía un niño travieso que acababa de hacer una trastada. No tenía problemas con él de ningún tipo. El rubio hacia bien su trabajo, tenía dificultades con Izaya pero bueno… ¿Quién no las tenía? Además, era paciente, cosa que pocos en el medio poseían: paciencia.

 

En cuanto Tsunade y Orochimaru iniciaron su cacería de brujas, él pensó en Naruto como opción viable para hacerse pasar por Izaya. Tenía que aprovechar los rasgos similares entre ellos para mantener a la idol en el pedestal y así seguir cosechando ganancias.

 

Y si, también porque no quería un escándalo de magnitudes bíblicas cuando las dichosas fotos salieran a la luz pública. Era obvio que las agencias de modelaje y cientos de marcas romperían sus contractos con su productora. Izaya no sería la causa de su desgracia. Naruto de algún modo podía salvarlo.

 

—Sé que es difícil para ti Naruto pero…

— ¡Difícil! ¿Difícil? —el rubio aprieta los puños con fuerza, su mirada azul recae en Izaya y en Kakashi. A los dos los mira con odio mal contenido. — ¡No es difícil para ti tener que vestirte de mujer como lo será para mí! ¡Además me niego a hacerlo! Eso no forma parte de mi contrato. —Naruto sale del camerino como si tuviera prisa dejando boquiabiertos y anonadados a la idol y al manager.

 

Kakashi no duda en seguirlo después de recuperar la compostura.

 

—Naruto.

 

El rubio se dirige hacia los elevadores, Kakashi trota detrás del Uzumaki antes de que lo pierda por completo. Naruto oprime el botón de la flecha que va hacia abajo, afortunadamente las puertas no demoran en abrirse para él. Entra rápidamente y pisándole los talones: Kakashi.

 

—Déjame solo.

—No puedo hacerlo Naruto, de verdad necesito tu ayuda, está es la oportunidad de tu vida. —Naruto se recarga contra una de las cuatro paredes de metal. Kakashi lo mira fijamente, parece un cachorro bajo la lluvia con esos ojos tristones.

 

No iba a ceder por nada del mundo. Estaba su dignidad en juego.

 

—Ya les dije lo que pienso Kakashi, no me harás cambiar de opinión. —refuta seguro cruzándose de brazos, hace un ligero mohín con los labios que al manager le parece muy enternecedor.

 

Naruto era tan atractivo, podía fácilmente sobresalir en el medio del espectáculo sin necesidad de travestirse.

 

— ¿Por qué no? Yo creo que con lo que te pagaré podrás costear el tratamiento de tu madre.

 

Si, estaba siendo un cabrón al sacar a colación ese tema tan delicado de tocar para Naruto. Inmediatamente eso tiene un efecto colateral en el rubio. Su mirada se ensombrece, un océano de aguas turbias.

 

—Eso es muy bajo Kakashi.

—Lo sé Naruto y no quiero usarlo en tu contra pero tú eres un chico listo.

 

Hatake oprime el botón de emergencia deteniendo abruptamente el ascensor. Naruto abre los ojos con toda la sorpresa inundando sus irises azules.

 

— ¿Qu-qué haces?

—Tratando de convencerte.

—Esa no es una manera de hacerlo. —replica el rubio asustado.

—Escúchame Naruto. —para sorpresa de los dos, Kakashi acuna el bello rostro del asistente entre sus manos. Naruto se sonroja al sentir esos hirsutos dedos tocar su piel sedosa.

 

La proximidad entre el manager y él es absurda, unos centímetros que le permiten saborear el aroma acanelado del mayor. Kakashi sonríe de oreja a oreja, le gusta saberse poderoso sobre alguien más, sobre todo si este era un chico tan guapo como Naruto.

 

—Ayúdame con este problema y prometo que no te volveré a pedir otro favor de tal magnitud, cuando te gradúes hablaré con Jiraiya el dueño de Rasengan Studios.

 

El rubio contiene la respiración, su corazón deja de bombear sangre, su boca enmudece.

 

Kakashi estaba ofreciéndole su más anhelado sueño en la palma de sus manos, abriéndole las puertas al mundo al que quería pertenecer. Trabajar para su gran ídolo: el escritor y mangaka, Jiraiya Asami, el genio de los genios. Líder absoluto de todas las ventas de manga, creador de su historia favorita: Naruto, la historia de un ninja. Gracias a él fue bautizado como su héroe preferido.

 

— ¿En-en serio?

—Sí. —promete Kakashi.

—Está bien…

 

No le tomo demasiado tiempo formular la respuesta. Kakashi obnubilado por la buena noticia, estrecha entre sus brazos al bonito rubio.

 

 

 

[2]

 

Sasuke abofetea la pálida mejilla de la fémina cuidando de no usar demasiada fuerza.

 

—Me habías engañado todo este tiempo.

— ¡Sí! Y lo haría de nuevo, no sabes cuánto asco me das. —rebate la chica con su voz interrumpida por un llanto seco.

 

El Uchiha toma la gabardina del reposa brazos, dispuesto a abandonar la estancia, dirige una mirada cargada de odio por encima del hombro a la mujer de cabellos negros.

 

—Estaba enamorado de ti, Sayuri, creí que eras feliz conmigo.

—Una mujer como yo jamás podría ser feliz con un hombre como tú, Kai.

 

— ¡Corte! —alarga la última vocal.

 

Hinata se permite lanzar un suspiro al aire. Sasuke se aproxima a la joven acariciando la mejilla lastimada con infinita ternura. Quería muchísimo a Hinata, prometida de uno de sus mejores amigos. Lamentaba que la escena donde ella encarnaba a una caza fortunas haya sido tan violenta para la actriz.

 

La Hyuga le esboza una sonrisa tenue, imprimiéndole todo su cariño en ese gesto.

 

—Lo siento Hinata, ¿te hice mucho daño?

—Tranquilo, Sasuke-kun, son gajes del oficio.

—Así es. —interrumpe Kiba, director del dorama.

—Lo sé pero no quise hacer está escena, Kiba. Pensé que no ibas a agregar la bofetada en el guion. —replica Sasuke.

—Oh, era necesario. La carga emocional en ustedes es demasiado familiar, tenía que quitarle amor y darle acción a esto. Ya saben, son mis protagonistas estrellas.

 

Sasuke resopla. Kiba como director era visionario y exigente para su público. Muy joven además pero ya tenía en su haber cientos de premios por sus grandiosas películas vistas en todo el mundo y doramas que lanzaron al éxito a varios actores, entre ellos a Sasuke.

 

El dorama se llama “Eternamente tuya”, por vez primera, Hinata dejó los papeles de dulce niña virginal para encarnar a una mujer avispada, sensual y muy insolente. Su papel de Sayuri Hyogikari le había dado miles de críticas positivas en todo el continente asiático. Él interpretaba al joven galán Kai Okairi, un millonario petrolero que había caído en las redes de la cruel Sayuri. Papel que iba a ser para Izaya, Sasuke había anhelado que su chica aceptara el papel pero por problemas de agenda lo dejó a la deriva. Sin embargo, con Hinata se llevaba tan bien que incluso las escenas más románticas –háblese de besos- le parecían divertidas al lado de la Hyuga.

 

— ¡Nos daremos un descanso de cinco minutos! —Kiba habla por el altoparlante. Toda la producción siente un gran alivio.

 

El dorama estaba en conversaciones con otras productoras para venderse al mercado hispanohablante y anglosajón, así de éxito estaban obteniendo.

 

Itachi acude a Sasuke en cuanto la producción se detiene por breves momentos para darle una noticia que quizá agrade a su hermano.

 

— ¿Qué haces aquí?

 

Sasuke destapa la botella de agua mientras le echa una mirada de reproche a su hermano mayor que cierra sonoramente la puerta de su camerino.

 

—Uy, qué carácter petit. He venido con una buena noticia. —alega Itachi. Sasuke bebe un trago de su botella impetuosamente.

— ¿Qué es?

 

Deja la botella sobre el tocador, toma asiento en la silla más cercana. Estar casi siete horas de pie le estaba haciendo mella.

 

Itachi sonríe alegremente.

 

—Kakashi Hatake me acaba de llamar diciéndome que Izaya Kozuki aceptó el papel de buena en este dorama.

 

Sasuke abre los ojos tal como platos, su labio inferior tiembla ligeramente, la emoción atrapa a todo su cuerpo completamente.

 

— ¿De verdad?

—Sip.

 

 

 

 


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