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Mi chica favorita por LadyBondage

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Notas del capitulo:

A leer.

 

 

Ángel

[1]

 

Sasuke estaba maravillado con el hecho de que Izaya se incorporara al dorama, y Hinata percibió que la idol parecía tan encantada con el Uchiha que se sorprendió de su actitud sumisa. No era para nada la diva que se encargaba de despachar a los demás con un gesto grosero o un comentario sarcástico y no sabía cuánto debía fiarse de la nueva Izaya, pero Kakashi se vanagloriaba de ella.

 

—Bien, Izaya querida espero que hayas ensayado tu escena. —Kiba no es para nada paciente, como director está acostumbrado a tratar con las divas como Izaya, le han advertido que la idol es bastante volátil y suele ser un grano en el culo cuando nadie hace lo que quiere.

 

Para su fortuna – y la de todos – Naruto está suplantando a Izaya, intentando ser la mejor versión de la idol aunque para ello tenga que soportar unos tacones de veinte centímetros y una horrible peluca que le da comezón.

 

—Uhm, claro.

 

Carraspea suavemente, su voz es un asunto que no puede remediar. Izaya tiene un tono chillón de muñeca inflable que le lastima los tímpanos a cualquiera. Kakashi sonríe bajo la intimidad de su bufanda, le agrada ver los esfuerzos loables de Naruto por seguir las órdenes al pie de la letra.

 

Y muy en el fondo, su fetiche de ver al chico bonito en falda lo satisface más de lo que imaginaba, Naruto es un chico hermoso, y como chica lo hace muy bien.

 

Sasuke entra a escena junto a Izaya, su corazón palpita frenéticamente, puede notar el nerviosismo en la joven, se le acerca discretamente al oído para susurrarle:

 

—Tranquila, inhala y exhala.

 

El acercamiento fue apenas un aleteo de mariposa, nada que pueda ser considerado una falta de respeto o acoso, pero para Naruto, los latidos de su corazón van en aumento y el sonrojo en sus mejillas es la viva prueba de lo que Sasuke causa en él. Está tan cerca de su amor platónico que ni siquiera puede contener la emoción, muerde el interior de su mejilla y se obliga a sí mismo a no ser tan obvio porque están frente a cuarenta personas y no quiere que esto de algo de qué hablar tras bambalinas. Su intención no es crearle mala reputación a Izaya.

 

—Gracias, —susurra por lo bajo. Sasuke le mira por el rabillo del ojo, le sonríe unos segundos.

 

Ese regalo es maravilloso para Naruto, tanto que lo atesora, porque no volverá a sucederle. Después de que las cosas con Izaya se resuelvan, él volverá a ser el mismo chico que trae café y donas.

 

El pensar en ello lo entristece.

 

—Muy bien, ¿listos? ¡Izaya es tu escena! Recuerda, estás muy triste y desconsolada, piensa en algo que te haya hecho mucho daño y llora, pero hazlo de verdad querida.

 

Kiba se posiciona detrás de los camarógrafos, el personal del staff está listo para dar inicio a la escena tan esperada, el encuentro entre Kai y Nina, la joven hermana de Sayuri.

 

La claqueta se cierra, los actores están en sus posiciones, la luz de los reflectores ilumina un salón lujoso y una jovencita de cabellos lilas está sentada en un sofá con las manos entrelazadas, a su lado, el apuesto pelinegro la mira como si estuviese admirando una verdadera obra de arte.

 

—Lamento tanto lo que mi hermana le hizo, yo no…, oh dios, me siento tan mal con usted, con su familia.

 

Kakashi abre los ojos sorprendidos, desde donde esta –al lado del director- puede apreciar las dotes artísticas de Naruto, no sólo era un actor infraganti, también lo era frente a las cámaras. Dominaba muy bien su lenguaje corporal y no titubeaba al hablar, recordaba a la perfección sus diálogos y mostraba sus sentimientos como la Nina de la historia, una chica dulce y cándida que se enamora perdidamente de Kai, pese a que éste no le hace caso por estar encandilado por su hermana mayor.

 

La escena termina con Nina llorando a los brazos de Kai, y una furiosa Sayuri entrando por la puerta. Todos aplauden cuando el tan ansiado ‘corte’ se hace presente. Naruto se seca las lágrimas con el dorso de la mano, no fue nada fácil pero está contento de que lo haya conseguido.

 

Sasuke se acerca a él con una sonrisa en los labios. El Uzumaki sonríe de igual modo, una sonrisa de ángel que adormece al corazón de Sasuke.

 

—Lo hiciste muy bien —felicita el Uchiha. Naruto abre la boca a punto de decirle cuan agradecido se siente por las palabras pero Itachi los interrumpe con su demasiado conocida desfachatez.

— ¡Oh, petit, Izaya-chienne! —Naruto ladea la cabeza, no entiende nada de francés pero por la mala mirada que Sasuke le dirige a su hermano, se imagina que no debe ser nada bueno.

—Itachi, por favor. —Sasuke frunce los labios. Itachi se encoge de hombros.

 

Izaya le tiene intrigado desde esta mañana cuando escuchó por parte de todo el staff que había estado maravillosamente educada. No causó ningún problema y eso ya era mucho mencionar porque era Izaya de quien estaban hablando, de la chiquilla petulante que solía ejercer su mando por encima de los demás.

 

— ¿Qué haces aquí?

—Ah, nada hermanito, yo sólo vine a verte, estuve mirando detrás de escena y realmente estás haciéndolo bien. ¿Tú qué opinas, Izaya?

 

Naruto se ahoga con su saliva, Itachi sonríe peligrosamente hacia el rubio, siente que con esos ojos obscuros puede verlo a través de todo el maquillaje y la peluca que lo salvaguarda de ser expuesto y develar su mentira.

 

—Lo hizo muy bien —esboza una amplia sonrisa que derrite a Sasuke. Itachi revira los ojos porque su hermano menor demuestra sus sentimientos que para Izaya pasan inadvertidos.

 

Sin embargo, le causa curiosidad el comportamiento de la idol.

 

—Izaya tú también lo hiciste bien —Itachi gira su rostro, este Sasuke le provoca pena ajena.

 

Pero la de cabellos lila se sonroja tontamente, muerde su labio inferior suavemente, no sabe lo que causa en el Uchiha menor.

 

—Gracias.

— ¡Aquí estás! —inoportunamente, Kakashi se cuela en la conversación de ese peculiar trio, Naruto le mira por el rabillo del ojo ligeramente molesto.

Finalmente estaba manteniendo una conversación con su amor platónico y el Hatake lo arruinaba. Suspira derrotado, tenía que volver a ser él mismo y dejar de jugar a ser la señorita perfecta.

 

—Estuvieron muy bien chicos, y para celebrar organicé una cena en mi casa, están invitados, por supuesto. —Kakashi se dirige a los hermanos Uchiha, tiene que ganarse su aprecio, eso ayudaría a Izaya, la popularidad de Sasuke es el sustento con el que podrían amar a la joven idol.

 

Todos los medios quieren una pareja bonita y carismática frente a los reflectores, con sonrisas de marfil y rostros espectaculares. Kakashi sólo quiere que Izaya siga siendo popular y llamativa. Aunque tenga que medio emparejarla con Sasuke.

 

—Pues nosotros…

—Sí, sí iremos —Sasuke toma la decisión por los dos, si Izaya iba a estar ahí, él tenía que estar. Itachi frunce el ceño un poco molesto por no haber sido tomado en cuenta por el menor.

—Bien, muy bien, entonces los veré esta noche.

 

Sin media más palabra, Kakashi toma a Naruto del antebrazo arrastrándolo consigo. El rubio alza la mano para despedirse de ambos hermanos y una sonrisa tímida.

 

—Pensé que sólo iba a estar vestido como Izaya hasta que terminara sus deberes.

—Sus deberes apenas empiezan, cariño —susurra Kakashi entre dientes.

 

 

 

[2]

 

—No entiendo porque tenemos que ir Sasuke-petit. Es obvio que Kakashi nos tiende una trampa.

 

Itachi está arreglándose la corbata muy mal y ni siquiera sabe porque termino convenciéndose de que tenía que seguir a Sasuke.

 

—Deja de armarte embrollos en tu cabeza, Kakashi nos hizo una invitación que no podíamos rechazar.

—Lo hizo porque es su deber, además tú vas por la zorrita de cabellos lilas, no porque realmente te interese convivir con los demás.

 

Sasuke gruñe amenazante, Itachi sonríe de lado, provocativo. Le gusta picar el orgulloso de su hermano insultando a la idol, es su pasatiempo favorito.

 

—Como sea, iremos y nos divertiremos o haremos el intento.

—Pfff, sí, claro, el intento.

 

Los hermanos Uchiha terminan de arreglarse lo mejor que pueden sin ayuda de sus maquillistas. Están bastante formales como siempre, con los trajes sastre de Tom Ford y calzando los últimos zapatos de Louboutin.

 

Al salir del imponente edificio de la Avenida Doce, que cruza una enorme calzada en una de las zonas más exclusivas de todo Japón, los espera su camioneta, el chofer abre la puerta trasera para los hermanos.

 

Itachi entra primero, no le apetecía conducir y tampoco pretendía ser el conductor designado, para sobrevivir a las fiestas de Hatake prefería alcoholizarse a morir.

 

—En serio hermanito no sé qué le has visto a Izaya pero me parece el ser más aburrido del mundo —nuevamente y con un toque dramático, Itachi comienza a dar una perorata de su opinión acerca de Izaya y lo mucho que la detesta.

 

Sasuke no quiere escucharle, empero, el viaje será largo y la música de fondo no mengua el hastío que le provoca su hermano cuando se refiere a la idol como una ‘Cruela nipona’.

 

—Sólo le falta el estúpido vestido y el horrible maquillaje —agrega el mayor.

— ¡Basta! No quiero escucharte hablando mal sobre Izaya, ella no te ha hecho nada malo.

—Pero lo hará, pretendes algo con esa mujercita y sabes lo que pienso de ella, no es una buena chica para ti.

— ¿Ah sí? ¿Y cómo sería una buena chica para mí, de cualquier modo? Estoy harto de escucharte decirme eso, parece que no tienes otra manera de persuadirme. ¿Crees que no sé qué Izaya es cruel y egoísta?

 

Por primera vez, Itachi mira a su hermano sin el brillo burlón que lo caracteriza. Sasuke se hunde en los asientos de terciopelo con el ceño fruncido.

 

—Sé que Izaya es grosera, megalómana, sádica, burlona y cualquier horrible adjetivo que quieras ponerle. Pero me gusta y no lo comprendo, ella me parece una chica muy linda.

 

Itachi enarca una ceja.

 

—Hermanito, estás perdido y completamente loco. No me creo que sepas todo eso de ella y aun así sigas encandilado por esa mujer.

— ¡No tienes que entenderlo Itachi! Sólo es así y ya, no puedo cambiarlo.

—Podrías si quisieras, hay más peces en el mar, ¿qué me dices de Ino? Ella es bonita, alegre y tiene carisma, harían la pareja perfecta.

—No es mi tipo.

—Uhm. ¿Hinata? ¿Shion? ¿Sakura? Seguro que la protegida de Tsunade es muy buena opción. ¿No?

—Itachi —Sasuke dice amenazante, Itachi es consciente de que el tono es de por sí peligroso, decide guardar silencio porque ya tiene suficiente con ir a la fiesta de Kakashi, no quiere pelear con Sasuke por algo tan estúpido, menos tratándose de Izaya.

 

 

 

[3]

 

Los tacones lo están matando, quiere deshacerse de esos malditos zapatos del demonio. Le importa una mierda que sean de Manolo Blahnik y que sean más costosos que la renta de su departamento, realmente quiere zafarse de esas cosas y aliviar el dolor en las plantas de sus pies.

 

Pero Kakashi le insiste en su sonrisa y le susurra al oído como es que debe de actuar. Naruto se está cansando de la situación, si por él fuera, habría salido corriendo de ese lugar. Tiene que aguantar un poco más, se dice mentalmente.

 

Y cuando cree que todo va a ir peor, la puerta se abre y por ella entra el hombre de sus sueños, su chico favorito.

 

— ¡Aquí están! Los hermanitos Uchiha.

—Bienvenidos sean.

 

Después de tortuosas horas de ensayo en los sets, mil cambios de vestidos y zapatos para diferentes entrevistas, Naruto siente que todo ha valido la pena, y sonríe hermosamente para Sasuke Uchiha.

 

 


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