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Mi chica favorita por LadyBondage

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Notas del capitulo:

A leer.

Jet set

[1]

 

Al finalizar la velada, Naruto y Sasuke fueron atrapados infraganti por algunos paparazzi que habían logrado colarse hasta la residencia donde se llevaba a cabo la fiesta. Y aunque ninguno de los invitados previno la astucia de dichos hombres que buscaban el morbo por doquier, las poses naturales de ambos en la terraza fue el incentivo perfecto para una portada. Algunas fotos fueron truqueadas, pero aun así Naruto con las mejillas sonrosadas no podía imaginar todos los posibles escenarios donde él y Sasuke hacían muchas más cosas que solo abrazarse.

Izaya no estaba nada contenta, pues había telefoneado a Kakashi y con la amenaza latente de volver, le reclamó aquellas osadas imágenes. El romance que no tenían ya daba la vuelta al mundo en apenas pocas horas de que finalizara la fiesta.

 

—Como me lo temía, Izaya no hace otra cosa que mandar mensajes por whatsApp cada dos por tres. Le importa mucho su imagen como para enrolarse con Sasuke.

 

Naruto que miraba una revista de espectáculos frunce el ceño tan rápido como cierra el cuadernillo.

 

— ¿Y no sería bueno para su imagen que saliese con alguien tan respetado como Sasuke? —responde a modo de pregunta.

 

Kakashi se pellizca el puente de la nariz, ligeramente encolerizado. Él era quien tenía que pensar por Naruto, y si, estaba en lo correcto. Tener una relación romántica con Sasuke aliviaría las cosas con Orochimaru, pues el Uchiha era el idol modelo masculino del momento. Cualquier actriz o modelo que se colgara de su fama obtendría más trabajo, lo que se traducía con más ingresos económicos. Pero él no iba a ceder al rubio. Seria cumplir la fantasía de Naruto y como que eso no era muy agradable si lo pensaba mejor.

 

—Podría ser —concede no muy convencido.

—Sasuke es una buena opción, con él al lado de Izaya las cosas funcionarían mejor.

 

La imagen de Sasuke besando sus labios nubla su cabeza. Naruto sonríe por inercia.

 

— ¿Estas sugiriendo lo que creo que estas sugiriendo? —Kakashi era jodidamente astuto, la sonrisa bobalicona del rubio se desvanece rápidamente.

—Bueno, tu eres el experto, así que mejor no me meto —tartamudea nervioso. No quería que Kakashi notara lo mucho que deseaba que le dijera que si era buena idea un escarceo con Sasuke Uchiha. El hombre de sus sueños y no solo de los húmedos.

 

El Hatake termina por dejar escapar un suspiro que carga angustia y aflicción. Podría Naruto salirse con la suya, no era tan descabellado pensarlo después de todo. Empero, no quería que Sasuke se ganara ese puesto así como así y tampoco deseaba ver a su rubio junto al Uchiha entre besos y mimos. De por si le asqueaba ver las fotos sepia en la revista, imaginarlos en vivo y directo le provocaba arcadas.

 

—Lo pensaré —. Sin embargo, decide darle esperanzas a Naruto, acción que genera una sonrisa zorruna en el rostro de su empleado.

— ¿En serio? — pregunta ilusionado, con el casi retintín chillón.

 

Kakashi asiente.

 

—Sí.

 

Una promesa vacía.

 

[2]

 

—No te ilusiones.

 

Itachi abandona su cómodo lugar en el sofá de dos plazas y acerca su rostro burlón al de su hermano menor. Sasuke se rehúsa a mirarle a la cara, prefiere seguir leyendo su horóscopo por la Tablet.

 

— ¿Sasuke, estás escuchándome? —Itachi se cruza de brazos. Sasuke interpone la Tablet entre ambos y la tensión crece.

—Al parecer hoy será un buen día para mí —declama alegre, poco usual en una persona como él. El mayor revira los ojos.

—Inmaduro, petit.

 

El Uchiha menor frunce los labios, el disgusto plasmado en su gesto.

 

—Deja de joderme.

—Dejaré de hacerlo hasta que dejes de ser tan idiota, ¿Cómo puedes pensar que Izaya siente algo por ti sólo por unas cuantas sonrisitas estúpidas? ¡Entiende, hermanito: ella es una maldita manipuladora! —Itachi quisiera meterse en el interior de la cabeza de Sasuke y desentrañar entre tanta mierda que abunda ahí. En lugar de cerebro, su hermano tenía un maldito cacahuate que no le permitía discernir de la fantasía a la realidad.

 

No quería ser pesimista, pero era Izaya Kozuki, la idol mas odiosa que había tenido la desgracia de conocer. Sasuke sabia como era ella en realidad, más la idol que vio en aquella fiesta se comportó de manera diferente a lo acostumbrado. Ese pensamiento causa duda en él, entrecierra los ojos y lleva su derecha a la barbilla, acariciándola pensativo.

 

—Es mi vida Itachi, no tienes que meterte demasiado en ella. Además Izaya me ha gustado desde que éramos adolescentes.

—Sí, si —dice desinteresado. Ahora había algo en lo que tenía que enfocarse. ¿Por qué de repente la chica parecía ser más solicita?

—Ya te puedes retirar.

 

Y para sorpresa del menor, Itachi no alega al respecto, se vuelve sobre sus talones para abandonar el comedor donde momentos antes tomaban la primera comida del día. Sasuke entrecierra los ojos, desconfiado. Sin embargo, Itachi no regresa, por lo que un mal presentimiento empieza a desarrollarse en sus entrañas.

 

 

[3]

 

A toda prisa Naruto se calza las zapatillas e improvisa unas coletas infantiles en su peluca lila. Tropieza mientras se dirige al tocador para tomar unas ligas que ataran el rebelde cabello. Odiaba tener que pasar por eso. Fuu no estaba para auxiliarlo, la chica de ojos menta había ido a comprar unas donas y café para Kakashi. Lo dejó a su suerte y llamaban a la puerta con insistencia, no se podía dar el lujo de no abrir, se supone que estaba tratando de ser buena chica.

 

Al revisar las coletas en el espejo, una mueca aparece. No es lo que esperaba, una de las coletas es más alta que la otra, luce despeinada, el poco maquillaje que consiguió hacerse en el rostro no es el mas profesional. Se encoge de hombros, que conocieran su faceta al natural.

 

—Perdone que haya demorado tanto —abre la puerta de un golpazo. El aire frío se cuela en el camerino, un ligero suspiro a causa de la madera vieja resuena en el interior.

Naruto sonríe con los ojos cerrados.

 

—Hola, pequeña.

 

Esa voz. Un estremecimiento se apodera de su espina dorsal, le pone la piel de gallina, abre los ojos lentamente. Una mirada ambarina hace su aparición junto a una sonrisa ladina.

 

Orochimaru Sannin.

 

—O-Orchima-ma-ru-ru- sa-ma —, el tartamudeo la hace lucir idiota con un toque inocente. Orochimaru enternece su gélida mirada.

 

Era toda una sorpresa que Izaya no le haya cerrado la puerta en las narices, esta chica mostraba soltura y humildad por cada poro de su perfecta piel. No entendía que había hecho Kakashi con ella pero sin duda le agradaban los frutos de su esfuerzo.

 

Naruto tiene las mejillas coloradas, por debajo de las vaporosas ropas corren gotitas de sudor, los tacones están matándolo. Orochimaru le aparta algunos mechones rebeldes de la frente, y eso le permite ver los preciosos ojos azules.

 

—Quise hacerte una furtiva visita, ya sabes que me preocupo por mis chicos. ¿Puedo pasar? —Orochimaru suena curioso. Y Naruto tiene la impresión de que si recibe un no por respuesta insistirá de todas maneras.

 

Rendido a su infortunio se hace a un lado para que el larguirucho cuerpo del Sannin pueda abrirse paso.

 

Orochimaru se adentra al amplio camerino. Izaya no es una chica muy ordenada por lo que puede apreciar; hay un par de zapatillas tiradas, ropa Loli en unas sillas de madera en la esquina, el tocador es un desastre garrafal con las brochas y las pinturas fuera de su lugar. El Sannin echa un suspiro, no estaba ahí para juzgar los modos de la idol aunque le sugeriría un par de consejos para que eso no vuelva a ocurrir.

 

Con elegancia retira un vestido de coctel color oliva, toma uno de los tantos ganchos que pululan por el camerino, acomoda la prenda tiernamente para luego colgarla en el armario donde se supone debe estar ordenada toda la ropa de la fémina. Naruto se sonroja de pura vergüenza.

 

—No tenía por qué hacer eso, Orochimaru-sama —dice Naruto arrepentido con su voz chillona.

 

El mayor enarca una fina ceja, alisa la falda del vestido con las manos, es una prenda costosa de Vera Wang y por nada del mundo permitirá que se eche a perder como si fuese del mercado de pulgas. Eso sería un crimen a la alta costura.

 

—Podrías ser más ordenada, querida. Así no tendría por qué enganchar tus costosos vestidos, ¿no crees? —. Aunque no usa un tono represor, Naruto entiende el punto. En silencio musita un quedo: “si”. —En fin, ese no es el objetivo de mi visita.

—¿Ah no? —el rubio muerde el interior de su mejilla. Había sonado tan confianzudo que eso podría costarle el trabajo a Izaya.

 

Orochimaru era uno de los hombres más poderosos en la industria, uno al que tenía que mantener contento si no quería ser despedido. Sin embargo, el Sannin no se da por ofendido, una ronca risa prorrumpe el incómodo silencio.

 

—Quiero saber si Kakashi te ha tratado bien últimamente.

 

Naruto frunce el entrecejo.

— ¿Si? —hesita. Orochimaru le mira fijamente, su largo cabello negro hecho una trenza cae por el costado izquierdo y sus labios rojos esbozan una mueca.

— ¿Lo dudas? —Naruto respinga.

— ¡No, no! Para nada, él me ha tratado muy bien. —Intenta sonar eufórico aunque le sale muy exagerado dado el tono de su voz.

 

Orochimaru camina alrededor del camerino, eso pone más nervioso al rubio. El Sannin detiene su caminata detrás de la idol. Naruto no sabe exactamente que planea Orochimaru pero cuando siente su cálida respiración rozar la piel de su nuca, inmediatamente quiere salir corriendo.

 

—Qué bueno porque no aceptaría que mi preciosa estrellita se sienta incomoda —. Y para constatar sus palabras, la lengua afilada del mayor delinea el lóbulo derecho de Naruto.

 

Una mano acaricia la nalga izquierda; primero la moldea y después la oprime con furia, Naruto gime de dolor y de un extraño pero dosificador placer.

 

—Sí, Orochimaru-sama.

—Dime Orochimaru, cariño. No seas respetuosa conmigo en la intimidad.

 

Antes de retirarse, Orochimaru le azota un par de nalgadas que hacen chillar al rubio de goce. Cuando la puerta se cierra, Naruto tiene un problema entre sus piernas.

 

— ¡Maldición!

 

 

[4]

 

Itachi se sentía rebelde, porque si lo pensaba más concienzudamente, lo que estaba por hacer no era correcto. De hecho, si lo calificaba un abogado; estaría cometiendo delito. Pero él podía justificarse con una llana respuesta.

 

Lo hago por Sasuke.

 

Él conocía a Izaya mejor de lo que Sasuke podría conocerla algún día. Y esa aparente dulce mirada y sonrisa natural eran una artimaña para hacerlo caer. ¿Desde cuándo había tenido interés en mostrarse tan amable con Sasuke?, ella siempre fue indiferente con su hermano menor, incluso le había hecho varios desaires porque era una jodida diva que prefería ser follada por un desconocido que ser amada de verdad.

 

Itachi comprendió por qué Izaya se comportaba como una imbécil. Su inseguridad y falta de cariño la habían orillado a convertirse en una maldita sin corazón. Nunca hizo nada por ayudarla, Izaya no permitió que se acercaran a ella. Aun así apoyó a Sasuke cuando éste quiso acercarse a la idol románticamente.

 

Izaya lo bateó muchas veces, solo que Sasuke no lo diría nunca. Y esta Izaya de hoy en día lo mantenía con la duda flotando en su cabeza.

Muchas dudas, pocas respuestas. Kakashi obviamente no le diría nada que quisiera saber, así que sólo le quedaba con hacerse de las respuestas por su propia cuenta.

 

El Uchiha agudiza la mirada cuando ve a Izaya salir de su lujosa camioneta en dirección a su apartamento. Itachi vuelve a notar el torpe caminar de la fémina. Tal parecía que no era tan buena con los tacones como pregonaba.

Aparca cerca del edificio donde vive ella y se limita a esperar a que Kakashi abandone la instalación. Tiene que ser silencioso, casi como una sombra de la idol, y en un mes obtendrá la tan ansiada verdad.

 

—Por fin sales de ahí, Kakashi.

 

Hatake sube a la camioneta, su aire distraído no le permite percatarse de un Mercedes negro estacionado tres autos atrás del pórtico del edificio. En cuanto el vehículo se encuentra a una considerable distancia de su destino, Itachi sale de su auto rápidamente, se coloca la capucha de la cazadora ocultando su rostro. 

 

 

Notas finales:

¿Algun review? Hehehehe, si, quiza muchas me diran que porque Naruto reacciono asi con Orochimaru y porque Orochimaru le trato de ese modo, la respuesta es simple:

 

Naruto no es de piedra, es un poco torpe y virginal, asi que cualquier gesto erotico que le hagan lo hara reaccionar, es un ser humano (?), no se chicas, siendo realistas, no es tan facil controlar a tu cuerpo menos cuando alguien te esta seduciendo de manera acosadora, la reaccion fue natural y no quiere decir que Naruto sea una puta o se comporte como tal. Simplemente fue por instinto, recuerden que hay algo primitivo en todos nosotros, asi que para mi fue el gesto mas docto. Ahora Orochimaru actuo de ese modo porque esta poniendo a prueba a 'Izaya', quiere ver si realmente Kakashi esta cumpliendo con su trato de hacerla mejor persona, y poniendola al limite es parte de su plan, no sera villano en esta historia ni mucho menos, solo un pervertido mas hahaha, en fin, es todo. 

 

Besitos. <3


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