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DEADLY por Osaki

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Notas del fanfic:

Iba a ser un one-shot, bueno eso pretendía, pero... al final creo que serán dos partes, espero que os guste y si escribieran lo agradecería por mil, de cualquier manera, es la primera vez que escribo algo así, pero estaba latente en mi cabeza, espero haber conseguido lograr al menos despertar algo de lo que sentía cuando se me ocurrió.

Subió a prisa las escaleras procurando el menor ruido posible mientras llegaba al último piso, cuyas habitaciones, confiaba bien, estaban abandonadas; escogió una puerta al azar y entró sigiloso, echando el pestillo de la misma con cuidado.


Sudor, manos temblorosas, dificultad para respirar, agitación, su corazón pegaba con fuerza contra su pecho, sentía miedo. Un trueno se oyó a lo lejos despabilando al pelinegro que no conseguía apartar sus ojos de la puerta, sus manos estaban listas para tomar el pomo de nuevo, como si en cualquier momento algo la fuese a abrir, la perilla girase y de pronto… ¡Otro trueno! Tragó saliva y casi sintió ganas de llorar al escuchar unos pasos, alguien corría quizás en el piso de abajo, se mordió el labio inferior, apretó los dientes, la puerta estaba asegurada, nadie podía entrar y él tampoco salir sin la llave, estúpido, ¿por qué no había corrido a otro lugar?


El ruido de los pasos cesó de a poco, y una lágrima resbaló por su mejilla. Sentía un pequeño alivio. La luz de luna lo reflejaba contra la puerta, observó su sombra tratando de poner en orden sus pensamientos, ni siquiera la brisa fría de la ventana le había preocupado ahora cuando horas antes, se quejaba del mismo con socarronería.


La habitación estaba atestada de varias cosas viejas, algunas cubiertas por sábanas y otras apiladas unas encima de otras, sólo había una ventana, y a un costado de ella una cama vieja cuya sábana que la recubría parecía no haber sido tocada por el tiempo, blanca, pura; al otro extremo, casi perdido entre las cortinas que danzaban con el viento había un hombre de pie que había observado todo en los últimos minutos en los que alguien más se había encerrado en esa habitación… Precisamente él.


Cuando hubo percibido la mirada clavada en su nuca, giró a buscar en la oscuridad.


Los latidos volvieron a su frenesí en el momento que lo descubrió…


—Sa… Sakura…


—Hyde.


 


 


 


 


 


 


 


 


 


 


 


 


 


 


 


Una noche mientras bebían, noche en la que habían sido citados a una reunión amistosa en casa del solista, Gackt el fascinante hombre rubio de ojos celestes, presentó a ante sus colegas una nueva pieza que habría de añadir a su colección, al parecer.


—La piedra en el centro es un rubí, y está a juego con un collar de plata que adquirí en la misma subasta.


—¿Cuánto gastas en esas cosas? —preguntó Ken riendo burlón mientras tomaba otro trago de su cerveza.


—¿Doushite? —inquirió a manera de respuesta el solista.


—Déjale, al igual que tú te gastas el dinero en cervezas y cigarrillos, él tiene derecho a gastarlo en lo que guste —irrumpió el violinista con buen humor.


—Gracias You —sonrió.


—Está bien, sólo era una pregunta, igual si hay que quejarnos por quién gasta más, Tetsu está a la cabeza en la lista —bromeó Ken.


—Jaja, chistosito, ¿eh? Pulmones negros, negros como tu alma libidinosa.


—¡Hola Chicos! ¡Traje a… ¡Ta-da!… Saku-chan! Entró el vocalista de L´Arc~en~Ciel tirando el brazo de su querido amigo.


—Ah… era obvio que no vendrías sólo ¿no? —murmuró Tetsuya para su vocal. Aunque, claro, debían ir todos, pero ¿acaso no podían separarse un instante? Vivir juntos no le parecía suficiente excusa.


—¡Sakura! —lo atrajo Ken abrazándolo por los hombros. Sakura saludaba a todos con una venia, mientras, Gackt se levantó a saludar a ambos llegados a la par de dejarles unos lugares a su lado.


—Me alegra que llegasen justo a tiempo, Hyde…


—¿Mh? —el vocal lo observó riendo y tomando una cerveza de las que les ofrecía Ken.


—Mira esto —le alcanzó el anillo sonriendo con devoción a la pieza de bisutería antigua.


—¿Qué es? ¿No la limpiaste? Espera, nunca vi una así…


—Hyde, es un rubí, es rojo —rió Sakura ayudándole a probarse el anillo que Hyde sostenía con emoción. Cerca de ellos, alguien apretó los dientes y otro bebió de un trago la mitad de cerveza que le quedaba en la botella.


—Me gusta, la veo brillar.


—Pero no ves su color, menso, cómo dices que es bonita si no puedes apreciar el rubí —agregó Sakura riendo, provocando un puchero que más que rabieta, le daba un aire tierno al vocal.


—Pero…


—La casa en la que compré estas joyas también fue subastada, y la compré, pensaba invitarles a pasar una semana en ella, tengo entendido que han terminado sus actividades al igual que yo, ¿aceptan? —interrumpió Gackt sonriendo, tomando la mano de Hyde con el pretexto de acariciar el anillo, aunque en realidad su finalidad era apartarlo de las manos del batero.  


—Tet-chan sí, será divertido, ¿dónde es? —habló animoso el vocal.


—Oh, eso es lo mejor, es una casa de estilo antiguo, bien conservada con detalles barroco y… Hyde, te encantará, el jardín es inmenso, está bien cuidado, hay espacio de sobra, está casi a las orillas de un lago, en realidad no muy lejos y hay un bosquecillo encantador, incluso podemos hacer una fogata, nadar… —Hyde sonrió emocionado y Tetsu no se pudo negar, el resto no le veía inconveniente y con un par de risas, quedaron de verse el fin de semana para salir. Hyde devolvía el anillo a Gackt minutos después  de acabar con su primera botella, en el momento en que el resto conversaba a gusto de cosas sin sentido o experiencias graciosas entre ellos, pero no pudo, Gackt cerró la mano de Hyde con el anillo en ella acercándose para susurrar a su oído. —Es tuyo, quédatelo…


—Demo… —Hyde sonrió abriendo la palma, acción que el solista aprovechó para tomar el anillo y colocarlo como en un principio pretendía, pero había sido interrumpido por el batero; tomó la mano del vocalista ensanchando en sus labios su satisfacción con el presente, y se paseó en su piel acariciándole el dorso, y luego sus dedos antes de insertar el anillo en uno de ellos. Del otro lado de la mesa un castaño de ojos claros veía la escena con irritación.


 


 


 


 


 


 


Llegó el fin de semana, dos autos se estacionaron frente a lo que, parecía una vieja casona que fungiese como castillo modesto para alguna familia burguesa en épocas pasadas, el grupo de amigos bajó sonriendo al ver maravillados la enorme pieza arquitectónica frente a ellos, Hyde era el más a gusto, tanto que corrió a ver los alrededores tomando la mano de Tetsu para animarlo puesto que habían peleado un poco cuando Gackt invitó a Hyde a ir en su auto por delante para guiar el segundo coche, ahora trataba de desvanecer las diferencias de horas atrás con un paseo. El resto protestaron bajando sus maletas, pero no fueron a irrumpir el paseo de esos dos. Poco antes de la hora de la cena, Hyde y Tetsuya reaparecieron entre risas a satisfacción de ambos.


—Ah, no escogimos habitaciones Tet-chan, lo olvidé…


—No se preocupen, preparé todo antes de venir, y las habitaciones están en el tercer piso, en el segundo están la cocinera y mayordomo, además de un invitado especial que quiero que conozcan, pero vamos… La cena estará en una servida en una hora, el comedor está por ese pasillo, y el que le sigue da a las escaleras, verán sus nombres en unas etiquetas colgadas en las perillas —Habló Gackt, apareciendo de la nada para sorprender a ambos, sonrió a Hyde y se retiró tal y como vino, con elegancia, desapareciendo entre uno de los tantos pasillos de la casa.


Hyde se encogió de hombros riendo y caminó junto a Tetsuya para conocer la casa, aún no veían a Sakura ni a Ken, y suponían que sus maletas estarían dejadas en sus habitaciones. Los pasillos alfombrados, vitrales, la madera pulida entre otros mostraban un prolijo y exquisito gusto por la decoración, era obvio porqué Gackt compró la casa. —Tet-chan, ¿te gustaría vivir en una casa así?


—¿Contigo? —lanzó sin querer el bajiista y de inmediato se arrepintió colorando sus mejillas en un sutil rosado.


—También —rió Hyde—, podríamos vivir juntos, hay suficiente espacio como para vivir muchos, incluso podríamos venir con los chicos, pero Ken no, haría fiestas y traería muchas chicas, y convertiría todo en burdel —reía divertido.


Tetsu no pudo evitar reír ante eso, pero tampoco pudo resistir preguntar. —¿Y Sakura? Eh… no, quiero decir, bueno, podemos vivir todos los que quieran, aunque ya no sería igual de pacífico como lo es ahora, aunque claro, tampoco traeríamos a medio mundo acá, pero tres… no podemos excluir a Ken, quiero decir, parecería que…


—Nee, Tetchan —rió Hyde subiendo las escaleras— tranquilo, era broma, sólo quería saber si te gustaba la casa, a mí me gusta mucho, es hermosa y parece un castillo, de esos que describen en las historias de terror de vampiros y fantasmas, ¿crees que hayan fantasmas aquí?


—No lo sé —rió apenas, justo antes de que fuese a decir algo más, unas voces provenientes del pasillo al final de las escaleras  les llamó la atención a ambos.


—¡Chicos! —exclamó Ken divertido, seguramente venían carcajeando con Sakura, y todavía sentían un cosquilleo por la risa. —¿A dónde se habían ido, eh? Creímos que los habían secuestrado en el bosque, o que se los había comido un oso, como aperitivo, claro, jajaja.


—Basta Ken —Habló Sakura sonriente—, vamos, chicos las habitaciones están en el pasillo, Ken y yo estamos en habitaciones contiguas, nos sigue Tetsu y Hyde… tu habitación está al fondo, junto a la de Gackt… Nosotros nos adelantaremos, los veremos abajo.


Sakura concluyó, se dispuso a bajar las escaleras seguido de Ken, y el vocal, sin siquiera entenderlo él mismo, Hyde, instantáneo, tomó su mano mirándolo a los ojos con extrañeza, los segundos más eternos hasta que el vocal sonrió. —Nos veremos para comer, y beber algo, Gackt siempre tiene vino… —Sakura le devolvió la sonrisa, una sonrisa cómplice, que no era nada y al mismo tiempo parecía todo.


 


 


La visita a las habitaciones fue de todo, menos agradable, por una parte, Tetsuya parecía molesto o indignado, Hyde creyó que era por la habitación, le propuso cambiar o darle sus almohadas, pero tan sólo aliviano un poco la actitud mañosa de su líder, tomaron un baño y bajaron cambiados a la mesa, el resto del grupo apenas se integraba; Gackt conversaba muy animoso con Ken, Sakura y un sujeto desconocido. Al sentarse a la mesa Gackt se encargó de presentarlo a los recién llegados a la par que les servía un poco de vino adelantándose a la cena.


—Buenas noches, chicos, él es el profesor Murakawa Endo, especialista en arqueología, e historiador, además de otros títulos que lo hacen un erudito en su campo —habló Gackt sirviéndole en una copa y el profesor sonrió inclinando la cabeza con modestia y agradecimiento.


—Favor que me haces Okabe —señaló a manera de juego—, lo agradezco, y por cierto… me siento admirado, es que acaso, ¿Okabe-san siempre tiene amigos tan cultos? Pero claro, viniendo de un hombre como usted no esperaba menos, Sakurazawa-san, me encantó mucho la plática con usted, ¿también ejerce como historiador?


—¿Eh? —Alzó la vista para ver al hombre. —Oh, Murakawa-san…


—Endo, por favor —intervino el profesor con una sonrisa.


—Bueno, entonces, puede sólo decirme Sakura, Endo-san. Yo no soy un experto, mucho menos, en realidad gusto de leer algunas cosillas por ahí, hay revistas interesantes, y bueno, los libros también ayudan mucho he leído obras interesantes, sobre leyendas urbanas de Japón, entre eso y lo demás… —se encogió de hombros sonriendo de vuelta.


—Le dije que le encantaría venir, ¿verdad? —sonrió Gackt al profesor.


—En efecto, no sólo para ver la casa, las piezas que me mostró, ¿son la colección completa? —inquirió el profesor. La cena mientras tanto fue servida y el resto del grupo comía atento a la charla. En cierto momento Hyde sacó un pequeño objeto por debajo de la mesa y Tetsu lo regañó con la mirada tomando su mano; era un Tamagochi, Hyde le enseñó a Tetsu que tan sólo quería alimentarlo y el bajista se mordió las mejillas para no reír por lo niño que podía llegar a ser Hyde, en algún momento oyó que le hablaban a Sakura, pero el Tamagochi lo entretuvo antes de que pudiese volver su atención a la charla.


—En realidad, faltaban dos piezas, una de ellas la tengo aquí —abrió su camisa hasta algo cerca del abdomen para extraer el collar de plata—, es hermoso, ¿no cree? —enseñó la cadena de doble eslabón que sostenía al final una figura en forma de alas que envolvían una pieza de cristal al centro, las alas daban la impresión de cerrarse en torno a la parte central y en la parte inferior de la figura colgaba una piedra, un rubí precioso, similar al que tenía Hyde en el anillo.


—Y también hay un anillo… Uh… ¿Hyde? —observó al vocalista, quien un poco distraído no entendió la convergencia de hace unos minutos, hasta que vio a Sakura señalarle algo— Hyde, ¿podrías enseñarle tu anillo al profesor? —repitió Gackt, Hyde se apresuró a quitárselo pero el profesor lo detuvo con una seña.


—Disfrutemos la cena, Okabe-san, vamos, que no podemos pasarnos hablando de estas cosas durante la cena, luego podemos continuar la charla con un pequeño recorrido, si me permite, también puedo exponer algunas de las cosas que he descubierto sobre esta casa.


—Perfecto Endo-san, tiene mucha razón, oh… disculpen, ¿qué tal la comida? —Preguntó Gackt haciendo énfasis en Ken y Tetsuya quienes parecían algo abstraídos y confundidos con la charla— tienen que probar el vino —señaló a sus copas.


—Está deliciosa, pero a decir verdad me he sentido un poco tonto, ustedes saben mucho —soltó una risa corta—, eh, Sakura, no sabía que supieras cosas así —Ken más desinhibido, expresó con gracia la situación, de cualquier manera, un simple “está delicioso” no sería suficiente para combatir el silencio de sus compañeros.


—Basta, tampoco sé tanto, pero me gusta aprender algunas cosas, no es nada del otro mundo —respondió Sakura.


—Pero, ¿qué? ¿No ves la cara de Hyde? Está que no llega a la altura… de la conversación con el profesor, claro —contuvo su risa y de pronto todos echaron a reír, excepto Hyde que le dio un puntapié a su amigo.


—Aquí el único gorila desubicado eres tú —lo apuntó el vocal con su tenedor. Todos, sin excepción reían divertidos, la cena amenizaba más.


—¿Ves lo que te ganas Ken? —habló Tetsu ganándose una sonrisa de agradecimiento de Hyde.


—Ya no lo molestes —lo defendió Sakura también, y de no ser por la presencia del profesor y de Gackt, Hyde y Ken se lanzaban los guisantes por sobre la mesa.


—La comida está muy rica Gacchan, me gustó mucho.


—Me alegro Hyde —sonrió encantado.


 


 


La cena concluyó con avidez, y todos acordaron dar un mini tour por la mansión. El profesor Endo iba por delante, señalando algunos detalles de la construcción de la casa, muy propios para su época, cuadros hermosos, pincelados  por manos extranjeras, puesto que para la tradición japonesa, el estilo resultaba demasiado occidental, al su lado caminaba Gackt, contento con el valor y la calidad de su adquisición, del otro lado del profesor, Tetsuya, que comenzaba a tomar el hilo del tema y preguntaba más cosas, satisfaciendo su curiosidad  al igual que Gackt, Ken admiraba los detalles en silencio, fumando un cigarrillo con la aprobación de Gackt detrás de todos, y medio, Sakura y Hyde. Las manos del vocal se paseaban por las paredes admirando el tallado, el revestimiento, acercándose a las pinturas para apreciar mejor y sentir el aroma que desprendían los cuadros viejos, de vez en cuando volteaba a sonreírle a Sakura, y en cierto momento Ken los había comparado con un niño y su mamá, cuando el niño volteaba siempre para ver si su mamá seguía allí, buscando además su aprobación por los nuevos descubrimientos del infante, Hyde iba a responder, pero la mirada de Tetsu los había apaciguado.


—Uhm… Me retracto, la mamá es Tetsu y tú, eres el papá —se burló el guitarrista.


—Y tú eres el tío gordo que se burla de todos —respondió Hyde riendo.


—Más respeto enano, ¿eh?


—Chicos… —reprobó Tetsu a ambos y Sakura le frotó los hombros a Hyde para calmarlo. Aquello había enfadado un poco al líder y antes de que Gackt también se diese cuenta de todo, Ken tomó en brazos a Hyde secuestrándolo para distraer a todos del lío que se hacía latente.


—¡¡KEEEEN!! —pataleó Hyde al ser cargado como princesa mientras corrían. Al guitarrista no le importó la presencia del profesor y el ridículo que podían hacer, tan sólo quería evitar problemas entre sus compañeros, y se lo dio a entender a Hyde con un guiño.


—Por Tetsu —murmuró y Hyde se mordió los labios, pero poco después cayeron tropezando con un diván. —Joder, ¿quién…?


—¡Perfecto, aquí está! —exclamó el profesor cuando de repente todos entraron a la pieza, los habían seguido preocupados hasta allí para de pronto escuchar el asombro del profesor— aquí… Aquí… Amelié…


 


 


 

Notas finales:

Reviews por favor

Me falta actualizar otras cosas, pero mi mente esta perdida, de momento tengo esto en la cabeza, y será corto...


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