Punto de vista de Carlos.
Hola soy Carlos de Vil tengo 14 años soy hijo de la temible Cruella de Vil que ahora esta encerrada en la isla de los perdidos con una barrera mágica para evitar que se escape junto con los otros villanos.
Yo junto con tres de mis amigos salimos de la isla gracias el decreto de un futuro Rey de Auradon, nuestra misión era robar la varita del Hada Madrina y liberar a nuestros padres.
Una misión que no fuimos capaces de cumplir no porque fuéramos incompetentes o no tuviéramos la sangre de villanos corriendo por nuestras venas, no claro que no, Mal ya tenía la varita en su mano solo era cuestión de correr hacia la limosina romper la barrera mágica y y seriamos recordados por eso, o también Mal solo tenia que darle la varita a su madre para que pudiéramos vencer, pero algo paso nosotros preferimos todo lo bueno de aquel lugar nos dejamos llevar por nuestro corazón y elegimos el bien
Según mi opinión escojimos eso porque era lo que queríamos porque nosotros no eramos como nuestros padres, pero detrás de mi yo escoji eso porque no quería volver a ver a Cruela, mi madre, mi vida en la isla nunca fue fácil mas allá de todo lo que me hacían mis compañeros, fue lo que mi madre me hizo creer, me hizo sentir miserable que nunca nadie me amaría jamas que el amor solo estaba en los cuentos de hadas para los que eran los buenos.
Por mucho tiempo creu cada palabra que me decía mi madre pero yo no era el único al que le faltaba el amor, ya que después los conocí a ellos a mis amigos, sus padres eran igual con ellos que como lo era mi madre conmigo, así nos hicimos una familia, fragmentos rotos de otras familias nos juntamos para formar la nuestra y fue tal vez ese cariño, ese pequeño sentimiento que me hacia sentir bien con lo demás que, como cualquier otro en mi situación, me aferre a aquel sentimiento y a aquella persona que me hacia sentirlo, Jay mi mejor amigo el me hacia sentir protegido y querido, fue con el con quien aprendí el significado de amar, aunque solo fuese una ilusión en la cual yo salí perdiendo.
Jay al momento en que acepto ser mi novio me hizo sentir la persona mas feliz del mundo, pero solo me hacia daño, no se cansaba de repetirme que yo era de su propiedad que nadie aparte de el podía tocarme, ni siquiera un cabello, yo al principio lo entendí pensé que me amaba mucho y no quería perderme pero no fue así, no fue así cuando aun estando en una relación conmigo se dedicaba a coquetear a diestra y siniestra, chicos y chicas por igual no le importaba, yo no quise verlo, me negaba a aceptar eso, era un ciego que no quería ver que yo era lo seguro, que si el no podía conquistar a alguien el me tenia a sus pies dispuesto a complacerlo.
Cuantas veces me entregue a el queriendo que solo pensara en mi, hice de todo por el hice todo lo que me pedía, haría lo fuera, no me negué la vez que el quiso quedarse una noche entera conmigo pero no precisamente para dormir, no me negué cuando el me pidió sexo en un callejón oscuro porque en sus palabras me tenia ganas ese rato, pero algún día la venda que cubria mis ojos tendría que caer debo admitir que fue algo que yo no quería, ese sentimiento me reconfortaba como cualquiera lo hubiera hecho, me aferre a ese amor un falso amor que Jay profesaba cuando el amor propio siempre fue lo único que el tenia.
Aquel día fue el peor de mi vida, discutimos, por mas de que el me negaba todo, me decía que nunca me haría algo como eso yo ya no podía creerle, hacia ya tiempo me daba asco cuando me besaba o me tocaba porque bien sabia que después de estar conmigo se iba con otro u otra, o al revés después de haberse acostado con media isla, volvía conmigo, ya no podía mas con eso.
Tal vez lo que me decía mi madre si era cierto y yo no merecía el amor de nadie y solo seria un juguete así me hizo sentir Jay, ese día dejamos nuestra relación por la paz y solo nos hicimos amigos, Jay me había hecho daño había roto mi corazón, aunque yo lo había perdonado ya no podía seguir con el, me prometí no volver a caer ante las insinuaciones de amor de otra persona, yo estába mejor solo y así era como quería estar.
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Después de la coronación de Ben y la fallida misión de llevar la varita y todo eso decidimos continuar nuestra vida en Auradon después de todo volver a la isla no era una opción.
- Carlos estas escuchandome - es Evie no es que no le este prestando atención solo que entre ser su modelo para hacer ropa y mis problemas personales prefiero concentrarme en mismo - ¡Carlos! -
- Evie cuando vas a terminar -le dije no me gusta ser su modelo es agotador, Carlos pruebate esto, Carlos quedate quieto, todo soy yo.
- Que mal agradecido que eres yo preocupandome por tu estilo y porque estés a la moda y a ti ni te importa -
- No es que no me importe, tengo otras cosas que hacer - okey ahora si que metí la pata.
- Carlos de Vil, ahora te quedaras quieto y te probaras esto ya - me paso unos shorts blanco y negro con lunares blancos y una chaqueta roja con detalles en negro con una polera negra con tonos grises- es lo ultimo, ya cambiante -
- Esta bien entro al baño, en un momento salgo - estaba apunto de ir al baño pero me jalo de nuevo a donde estaba.
- No, no tienes tiempo ¿recuerdas? - me miro ocultando una risa.
- Pe-pero yo... - me sonroje al pensar que lo que queria ella verme desnudo.
- No te pongas así Carlos, te conozco desde que eramos niños ya te vi sin polera antes e incluso desnudo, así que cambiate ya - me dijo chasqueando los dedos.
- Evie no me cambiare frente a ti, si me viste como dijiste fue cuando eramos niños pero ya no lo somos me voy al baño - me fui a cambiar cuando salí Evie pego un grito que casi me deja sordo.
- Me encanta, te quedo perfecto - me dijo dando vueltas a mi alrededor observándome - pero era algo ovio yo lo diseñe, por lo que es perfecto - se paro frente a mi - ya puedes irte eso era todo, gracias por ayudarme - me abrazo y luego se dirigió a su mesa - este era el ultimo ya acabe con todo, esta semana fue agitada gracias por ayudarme -
- ¿Ayudarte? Tu me obligaste a hacer esto - se que no es cierto pero es mejor no quiero que piense que la ayudare cuando quiera.
- Yo no te obligue a nada, tu tienes la moda corriendo por tus venas, tu eres el hijo de Cruela -
- Si ya lo se, no me lo recuerdes - verdaderamente no quería que me recordara que era hijo de ella que me había convertido en alguien desconfiado cuando alguien me mostraba sus sentimientos
- Esto no me pudo haber pasado - Mal había entrado en la habitación con un semblante de tristeza.
- Mal porque través esa cara - Evie se acerco a la chica y ella comenzó a llorar abrazadola - oh tranquila, ¿que paso? ¿porque estas así? -
- Be-Ben - no podia creer que la chica que estaba frente a mi era Mal ella estaba llorando y no podía tranquilizarse - Ben...me término -
- Que se ha creído ese principito para hacerte eso - le dijo Evie indignada, tal parece que hasta ahora Mal no noto mi presencia - creo que tendré que invitarle una rica y roja manzana - no creo que este mencionando la manzana envenenada de su madre ¿o si?
- No Evie, no hagas nada, sabía que esto pasaría, algún día - dijo secándose las lágrimas y queriendo tranquilizarse y volteo a verme - y tu piensas quedarte ahí parado o me vas a dar un abrazo - después dijo algo que no alcance a escuchar, fui a abrazarla claro porque no es mi amiga - Gracias -
- Nos vemos mañana se supone que yo ya tenía que irme adiós - les digo antes de salir de la habitación.
Fin del punto de vista de Carlos.
Punto de vista de Evie.
Que bueno que se fue Carlos, parece que no escucho lo que dijo Mal, ¿Como es eso de que es su culpa? Nose, me muero de ganas para preguntarle y que me cuente.
- ¿Mal? - la llame apenas salio Carlos ella se acostó es su cama dándome la espalda
- Evie mañana responderé todas tus preguntas, por ahora quiero dormir - me responde son voltear para verme.
- Pero Mal - es inútil cuando se coloca así no hay nada que la haga cambiar de opinión, ni modo no quería llegar a esto - Espejito Espejito en mi mano dime una cosa...
- Espera - me interrumpe quitandome el espejo eso siempre funciona siempre cae en eso - que quieres saber - me dice de mala gana
- ¿Porque es culpa de Carlos? - le preguntó directamente
- ¿Que? - me responde utilizando ese falso tono de confucion.
- A mi no me engañas o me respondes o sino mañana Ben morderá una manzana y no despertara jamas - le digo en tono serio para que me crea.
Fin del punto de vista de Evie.
Punto de vista de Mal.
Otra vez con el tema de la condenada manzana se que ella jamas se atrevería solo me dice eso porque piensa que es una especie de amenaza, siempre hace lo mismo usa su espejo y si eso no funciona usa lo de la manzana envenenada que cliché.
- Parece que no piensas decirme - se cruzo de brazos - no me dejas otra opcion -
- Ya quiero ver que haces - le respondo mirándola atentamente va a su armario y saca una caja de chocolates.
- pues miralo - de esa caja saca un chocolate - como sabrás por precaución tengo prohibido regalar fruta a cualquier persona, piensan que puedo emvenarlo y matar a quien yo quiera, pero nadie nunca jamas sospecharía de un chocolate - se saco su collar con forma de corazón y lo separo de la corona, resulta que había sido un frasco ¿quien lo diría? yo me dirijo a ver la caja de chocolates
- Relleno de manzana ¿enserio? - le pregunto mientras ella buscaba un gotero.
- en la presentación esta el gusto, se que no puedo usar una manzana pero que de alguna forma tengo que ponerla - con precisión saca unas gotas del frasco y las rocía sobre el chocolate después vuelve a acomodarlo en la caja y lo envuelve como un regalo.
- ¿Enserio harás esto Evie? -
- No me dejas otra opción, le llevare esto a Ben en la mañana -
- ¿Y que ganaras con esto? Solo velveras a la isla -
- Y haré sufrir a aquel que le hizo daño a mi mejor amiga -
- no sabia que tu collar tenia veneno - si no lo sabia siempre pensé que era solo un adorno, después de que Jay me dijo que cuando lo robo era solo una baratija.
- Es del mismo que preparó mi madre, es algo ovio no crees hizo todo un caldero para una manzana, claro que no, ella me lo dio -
- Evie por favor no hagas esto, solo porque no te lo quiero contar ahora, te dije que te lo contaría mañana -
- Creo que se me paso un poco la mano ¿no crees? - me dijo sonriendo - a veces soy un poco impaciente y me dejo llevar -
- Creo que Auradon nos afectó un poco, yo llorando y tu siendo malvada -
- Tienes razón, pero me lo contaras ¿verdad Mal? -
- Claro pero sera mañana, enserio que lo menos que quiero ahora es tener que pensar en eso -
- Esta bien mañana pero... -
- Pero si no lo hago le darás los chocolates a Ben - le digo volviendo a mi cama - no te preocupes lo haré -