Se había despertado en su cama, aun desnudo y con la sensación de haber descansado como un bebe, las imágenes de lo que había pasado la noche anterior en ese mismo colchón le llegaron en cascada, no podía decir que se arrepentía, porque eso sería una completa mentira, pero si le asustaba lo que pudiera pasar de aquí en adelante, no quería ser el amante de Sirius, volteo al otro lado de la cama que estaba en esos momentos vacía y suspiro de forma sonora, no es que hubiese pensado que iba a amanecer entre los brazos de Black pero tampoco hubiese sido tan malo que se quedara a dormir con él después de habérselo fol… bueno era mejor no pensar en eso, dio de nuevo otra vuelta y vio la hora, cualquier cosa que pasaba por su cabeza en esos momentos quedo por completo olvidada al ver la hora en el reloj y es que daban más de las nueve de la mañana, había dormido mucho, y porque ese imbécil de Black no lo había despertado, se levantó ignorando el dolor en su parte baja, se alisto de manera rápida y salió directo a la habitación de Harry, para encontrarse que este ya no estaba ahí, bajo de forma rápida las escaleras hasta llegar al comedor en donde pudo ver a Sirius desayunando junto con un muy alegre Harry
-Vaya, vaya, miren a quien se le pegaron las cobijas- se mofo Sirius, aunque a pesar de eso se levantó de la mesa como en un acto de galantería, y aunque Snape no lo viera se estaba apretando las manos en una obvia señal de nerviosismo
-¿Por qué no me despertaste?- pregunto directo
-Lucias tan tranquilo durmiendo, no quería molestarte, yo me encargue de Harry y de mi madre- explico Black
-¿Cómo que de tu madre?- pregunto el fértil mientras tomaba asiento, puede ser que el acto de Sirius de apretarse las manos hubiese pasado inadvertido para él, pero sin duda notaba el toque de nervios en el contrario y la intención de seguir con la buena relación que llevaba hasta entonces
-Pues, el imbécil de Carrow le dio quejas a mi madre y muy temprano esta mañana me llego una carta suya pidiendo explicaciones- explico Sirius
-¿Carrow?- pregunto confuso Snape
-Mi contador- respondió Sirius
-ah, y ¿Qué explicaciones le diste a tu madre?- pregunto de nuevo mientras desayunaba
-La verdad, le dije que tuve muy poco de tiempo para el informe porque no me avisaron a tiempo, además de que anoche tuve sexo candente con un mestizo que tengo viviendo en mi casa- respondió como si nada, haciendo que Severus casi se atragantara con lo que estaba comiendo
-¿eso le dijiste?- le miro de forma espantada
-Si ¿algún problema?- pregunto como si estuvieran hablando del clima, por un lado Snape estaba horrorizado de aquello aunque por otro le daba cierto alivio que Sirius no quisiera esconder lo que paso entre ellos, pero eso no significaba que debía escribírselo a su madre
-Ninguno, solo que si fue muy candente- y volvió a concentrarse en la comida dejando con la boca abierta a Black, de hecho esa era la idea, quería demostrarle que no se sentía afectado por lo que había pasado y que podían seguir en la relación que llevaban hasta ahora- ¿No dirá nada tu madre?- pregunto al final
-Pues creo que vendrá a ver con sus propios ojos a la persona que está viviendo conmigo, de una vez te digo que ignores todo lo que te diga, esta algo loca- explico el animago haciendo reír a Snape
-Está bien, lo intentare, aunque creo que le dijiste eso solo para molestarla porque soy mestizo- tanteo Severus
-Si quisiera eso, lo habría hecho con un hijo de muggles- debatió Sirius casi con una sonrisa de victoria; ambos terminaron su desayuno en silencio y cada quien se fue a seguir con los pendientes que tenían para ese día. A la hora de la cena se reunieron nuevamente en el comedor como si nada hubiese pasado, igual que habían hecho a la hora del almuerzo, hablaron de temas de trabajo, en especial de la granja de hipogrifos que estaba financiando Sirius que para sorpresa de Snape su socio resulto ser Hagrid, lo supo en la fiesta y habían quedado en ir a visitarla en algún momento junto a Harry.
-¿Terminaste lo que tenías pendiente?- pregunto al fin Severus que estaba acomodando a Harry para llevarlo a bañar y que se fuera a dormir
-Sí, gracias, si no hubiese sido por ti jamás lo hubiese logrado- comento el animago con tranquilidad
-Es cierto merezco una recompensa- y mientras decía aquellos paso su dedo pulgar por la comisura del labio de Sirius que tenía un poco de crema y se la llevo a la boca chupándolo de manera sugestiva, tomo a Harry y se lo llevo del sitio sin decir una palabra más dejando a un estupefacto Black que se había quedado quieto al sentir el tirón de su entrepierna.
Severus no estaba seguro que carajos era lo que había hecho, simplemente se dejó llevar por el deseo de probar de nuevo esos carnosos y apetitosos labios, pero por todos los dioses se había comportado como toda una puta en celo, bueno eso era decir demasiado pero la verdad se sentía tan avergonzado, no sabía que era lo que iba a pasar; se dedicó el resto del tiempo a hacer lo que generalmente hacia a esas horas, baño y alisto a Harry para que se fuera a dormir, estuvo con él mientras este decidía por fin a acostarse y después salió directo a su habitación sin mirar para ningún lado, al llegar se llevó una gran decepción al no ver a Sirius ahí dentro esperándolo, no es que quisiera que algo pasara entre ellos de nuevo, por todos los cielos a quien quería engañar, había estado todo ese tiempo con Harry imaginándose al mayor esperándolo con una sonrisa predadora sobre la cama, se sintió miserable al ver que este no se había asomado si quiera por la puerta para verlo, se lanzó a la cama en medio de un suspiro, lo mejor que podía hacer en estos momentos era acostarse a dormir, o por lo menos intentarlo todo lo que su vergüenza se lo permitiera. Iba a levantarse de nuevo para empezar a desvestirse cuando su puerta sonó, su corazón dio un tremendo salto y empezó a latir con muchas más fuerza de lo que cualquier consideraría recomendable
-Siga- dijo casi en un hilo de voz pero fue suficiente para que la persona del otro lado de la puerta lo escuchara y entrara, ahí de pie en el marco de la puerta estaba nada más y nada menos que Sirius Black en todo su esplendor y a Severus jamás en la vida le había parecido que ese hombre fuese tan tremendamente atractivo. Sirius que en realidad había estado todo ese tiempo en la misma silla en donde el menor lo había dejado, se había dedico a dejar volar su imaginación de cómo sería ir a la habitación de Snape y cuando escucho al hombre caminar directo a su recamara tomo el poco valor que tenía en ese momento y fue tras él, aunque ahora ahí parado frente a frente su valor había flaqueado y no sabía que hacer o que decir, aunque pensándolo bien, él era un Griffyndor y por lo tanto el valor corría por sus venas, se enderezo lo más que su estatura lo dejo y de forma coqueta dijo
-¿No has empezado sin mí, verdad?- fue una completa tranquilidad para él, ver la sonrisa que se había formado en los labios del fértil, se mordió el labio al sentir de nuevo ese tirón en sus partes bajas y es que ese hombre frente a él le levantaba mucho más que malos pensamientos.
Snape se impulsó sobre la cama hasta estar totalmente sobre el colchón llamando con su dedo índice de forma sensual al hombre que aún permanecía en la puerta, aunque no por mucho tiempo, Black entro cerrando la puerta tras de sí y de forma gatuna se subió a la cama hasta llegar a los deliciosos labios del hombre que estaba sobre ella robándole más que el aliento, ese beso que desato más de un sentimiento en ambos pero sin duda el principal era el deseo que empezaba a convertirse en placer por el contacto con el otro cuerpo. Sirius se tomó su tiempo en desvestir a Severus recibiendo placenteramente las caricias que le eran devueltas mientras era despojado de igual forma de la ropa que tenía, aunque hubiese dado mucho por entrar en ese cuerpo de un solo golpe se dedicó a saborear cada parte del cuerpo del fértil y dejarte que este hiciese lo mismo en el suyo, jamás imagino que Snape fuese tan atrevido, esas caricias subidas de nivel que sabían dónde tocar para estimular y esos besos y lamidas que repartía en su cuerpo eran muestra de una experiencia que el animago creía el menor no tenia, de cualquier forma no era quien para cuestionar nada acerca del otro hombre menos ahora que lo estaba disfrutando tanto
-No juegues más- prácticamente rogo Severus en el oído de Sirius ocasionando que una descarga le recorriera todo el cuerpo
-Estamos ansiosos- respondió de forma juguetona igualmente en un susurro sobre la oreja de Snape, causando que se estremeciera
-Ambos lo estamos- rebatió frotando su cadera de forma descarada contra la del hombre sobre él, logrando que ambas erecciones se juntaran y rozaran de forma deliciosa-vamos hazlo- pidió de nuevo y esta vez Black no tenía ni las ganas y muchos menos la intención de negarse, así que acomodo el cuerpo del fértil en una posición más cómoda para ambos y lo penetro logrando un gemido maravilloso que logro (si es que se podía) excitarlo más, sin poder contenerse más arremetió de forma constante y fehaciente contra el cuerpo bajo suyo, la habitación se llenó con los deliciosos sonidos eróticos que daban muestra del acto que se estaba llevando dentro de esa habitación y de lo mucho que sus participantes lo estaban disfrutando, el glorioso momento del orgasmo les llego juntos, mientras Snape se vertía entre los dos cuerpos y apretaba de una forma maravillosa el miembro de Black que también culminaba con un ronco gemido dejándolos tendidos sobre el lecho tratando de recuperar el aliento, hasta que Sirius salió del cuerpo del menor provocando un gemido
-¿Te sientes bien recompensado?- pregunto Sirius más como por hacer algún tipo de charla que por cualquier otra cosa, no tenía idea si había atinado o no al tema que debería tratar pero no se le había ocurrido nada más, además el día anterior no habían hablado después de que terminaron de tener sexo, cuando menos se dio cuenta Snape ya estaba profundamente dormido
-¿Qué te hace pensar que esta es mi recompensa?- respondió de forma malévola el fértil- se necesita mucho más para compensar mi trabajo- pico dirigiendo su mirada al hombre a su lado; ambos hombres se sonrieron, la noche prometía ser larga y muy placentera.
De nuevo se había levantado solo, era la segunda vez que pasaba y aunque se decía a si mismo que no tenía importancia, una vocecita dentro suyo le decía que no se mintiera a sí mismo, que debía reconocer cuanto deseaba despertar y tener a Black a su lado, aunque para su salud mental lo mejor era ignorar esa desgraciada voz que lo estaba atormentando en lugar de ayudar, se dio cuenta que de nuevo era muy tarde, aunque esta vez no le dio mayor importancia a ese hecho, muy a pesar de que fuera mucho más tarde de lo que había despertado el día anterior; se desperezo sobre el colchón sintiendo ese malestar propio de su espalda baja característico de los acontecimientos de la noche anterior (y de la anterior a esa) pero no le dio importancia, un buen baño lo arreglaría, además de que llevaba mucho sin estar con nadie, y de hecho su experiencia era muy reducida, pero debía reconocer que el mejor amante que había tenido en la vida se llamaba Sirius Black, ese hombre podía despertar en él cosas que jamás supo de sí mismo, no estaba muy seguro si lo que estaba haciendo era lo correcto pero definitivamente era muy placentero, aunque él nunca fuese alguien que se dejara llevar por esos detalles.
Tan inmerso estaba en sus pensamientos que no se dio cuenta que la puerta de su habitación había sido abierta y por ella entraba Black con nada menos que una bandeja con lo que probablemente era su desayuno, solo volvió a la tierra cuando el hombre lo llamo de forma suave y le acerco la bandeja con la comida que miro con una ceja arqueada
-¿y esto?- pregunto confuso
-No te levantabas y creí que tal vez me sobre pase anoche- explico Black con un leve rubor sobre sus mejillas que le pareció sumamente adorable al fértil pero de igual forma no menciono nada, de lo que si no podía quedarse callado era de otra cosa
-¿Sobre pasarte?- dijo casi con burla- lo que paso anoche fue porque yo lo quise y me encanto, se necesita de mucho más para tirarme en cama- termino de decir con un poco de altanería, aunque si se ponía a analizar no eran sus mejores palabras
-Pues me pareció sencillo “tirarte a la cama” o “en la cama”- era muy obvio el doble sentido de la frase y logro que un pequeño rubor cubriera el rostro del fértil- y a mí también me encanto- solo esa frase término de encender toda la cara del menor que parecía semáforo en señal de alto
-No fue tan fácil- replico en voz baja el fértil haciendo alusión a lo primero dicho por el hombre, y aunque este quiso refutar algo más no pudo por la simple interrupción del terremoto que era Harry a esa hora de la mañana, había entrado corriendo y gritando para saltar a la cama en donde permanecía Snape (gracias al cielo con algo de ropa) y empezar a decir un montón de cosas que quien sabe quién podría entender y después empezar a comer junto con Severus en la cama; Sirius suspiro y se dirigió a la puerta, solo que antes de salir escucho su nombre ser dicho, regreso la mirada y el cuadro de Snape con un inquieto Harry en su regazo le pareció divino pero lo que más le gusto fue lo que este le dijo, una sonrisa afloro en sus labios y salió de la habitación para ir a trabajar, tendría que hacerlo rápido y terminar pronto si quería cumplir con la frase que le había dado Snape, se aseguraría de que fuera así.