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Secreto Familiar por esther01

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Notas del capitulo:

 Kuroshitsuji no me pertenece, solo los oc.

Gracias por leer y comentar.

Haruka Eastwood: solo puedo responder que ambas sabemos “como” ocurrió 7///7.

 gen_sagitagemini: Yo también odio a Claude, pinche araña por eso los fans prefieren a Sebastian; yo adoro a Alois y generalmente me gusta que sea amigo de ciel en los fics xD   

Anónimo: tranquil@, seguiré con la historia, siempre y cuando haya gente que la lea.

cyan: me alegro que quieras saber que ocurrirá, prometo que será interesante y me gusta mucho leer fics donde estén los hijos de Claude y Alois junto con los de Sebastian y Ciel, lástima que haya tan pocos.

Agradezco a la gente que ha leído mi historia, a pesar de que no hayan comentado.

 

Se observo en el espejo de cuerpo entero por cuarta o quinta vez, si, posiblemente sonaba exagerado y un poco narcisista; pero no, solo lo hacía por lo perfeccionista que era.

La imagen devuelta daba la razón a aquellos que solían decirle “Muñequita de porcelana.”

Su cabello rubio caía más allá de su espalda como cascada: con dos mechones Hannah  le había hecho una trenza en forma de diadema decorándola con pequeños rubíes dejando solo por delante el flequillo que tapaba su frente, sus orbes doradas eran enmarcadas por largas pestañas negras, la tez blanca que poseía destacaba el color de sus labios que compartían la misma tonalidad roja de las cerezas. El vestido violeta se adaptaba a sus curvas aun en desarrollo, las mangas largas y ajustadas junto con los guantes lilas de seda hacían que sus manos parecieran más pequeñas de lo normal  y, para su suerte, el corset no apretaba tanto.

 —Mi lady, su hermano la espera abajo—La voz de Hannah, su nana y ama de llaves de la Mansión Trancy, la trajo de vuelta a la realidad. Suspirando salió de su habitación.

Recorrió el largo pasillo exageradamente iluminado; por alguna extraña razón su padre y su gemelo le tenían pavor a la oscuridad; a ella, por el contrario, le daba curiosidad e incluso a veces sentía que algo la llamaba, que algo le rogaba que saliera y se dejara envolver en ese mundo sin luz. Era una sensación extraña que jamás le había contado a nadie.

Con cierta pesadez llego a las largas escaleras, en la pared de atrás se encontraba colgado un gran cuadro; en el mismo aparecía su progenitor sonriente mientras Luka y ella se encontraban cada uno a su costado, sonriendo con la inocencia típica de unos niños de apenas cinco años, sonrió levemente, su padre tuvo que sobornarlos con chocolates y juguetes para que se quedaran quietos mientras pintaban el retrato.

Enderezándose comenzó a descender, mientras lo hacia se coloco aquella máscara que utilizaba para cada reunión social: aquella que mostraba que no tenía ninguna empatía o sentimiento.

Una vez que bajo, se encontró cara a cara con su hermano. El muchacho era su versión masculina, su cabello rubio levemente largo estaba atado en una coleta baja de lado y su flequillo cubría por completo su dorado ojo derecho, aunque  al contrario de ella, sus ojos brillaban con diversión y picardía.

Vestía una camisa blanca, una corbata negra, un chaleco violeta oscuro, un abrigo largo negro y unos zapatos grises con un poco de plataforma.

— ¡Hermanita, hermanita!—la abrazo con fuerza, como si no se hubieran visto en siglos—.Te vez preciosa, como siempre—dijo con una sonrisa radiante.

—Te vez bien Luka—murmuro sin demostrar emoción alguna—, ¿y Papá?

—Terminando de arreglarse, pero ¿Que es ese tonito de “no me importa nada”?—hizo unas comillas con sus dedos—, no me digas que harás una rabieta para no ir—sonrió como el gato Cheshire de Alicia en el país de las Maravillas, ella solo frunció el ceño.

—No sé de qué me hablas— se acomodo un mechón de su flequillo sin darle importancia a lo dicho por el chico.

—No te hagas la inocente que te conozco desde que estábamos en el útero, cada vez que pones cara de seria es porque sabes que papá con solo verte te concederá quedarte—puso sus manos en las mejillas contrarias acercando ambos rostros, la observo fijamente entrecerrando los ojos, cada vez que hacia eso, lograba poner nervioso a cualquiera; incluyéndola a ella. Luego de un instante se separo—Lamento decirte que esta vez no te funcionara, la invitación la envió tía Lizzy— Y con eso, la esperanza de quedarse en casa se fue          

 — ¿Sabes? A veces me pregunto porque te empeñas en tratar de romper mi paciencia y también como es que todavía no te he ahorcado— su hermano lanzo una carcajada.

—Las respuestas son simples; uno: porque soy tu hermano mayor y es mi deber molestarte—la rubia rodo los ojos, solo era menor por cinco minutos o eso les había contado Hannah y su padre—, y dos: porque me amas y tu vida sería demasiado aburrida sin mí—En eso debió concederle la razón, las tonterías de Luka siempre lograban divertirla.

—Niños, ¿De qué hablan? —La voz masculina los alejo de su pequeña charla, por las escaleras bajaba un hombre que no aparentaba más de veinticinco años, de hermosos ojos celestes como un cielo diurno sin nubes, vestido de traje y con el cabello rubio igual al de ellos; Alois Trancy, su padre.

—De nada papi—dijeron coordinados y con inocencia, su padre solo los miro interrogante antes de sacudir la cabeza, para luego con una sonrisa abrazarlos con protección y amor; como temiendo que fueran arrancados de su lado.

— Hare de cuenta que les creo, pero espero que no tramen nada ilegal— Observo a ambos y ellos solo pudieron resignarse; era verdad, cada vez que se unían parecían un huracán destruyendo y poniendo todo patas para arriba, incluso una de sus institutrices los había llamado “Gemelos demoniacos” cuando le habían colocado arañas en la cabeza mientras esta dormía, no hace falta decir que su padre la hecho en menos de dos segundos, sus hijos eran traviesos ¡pero nadie podía dirigirse a ellos de esa forma! A parte no debió haberse dormido en horas de trabajo— ¿están preparados?

—Si / ¿Tengo otra opción? —fueron las respuestas dichas a la vez por los gemelos.

— Me alegro, Luka ¿Por qué no te adelantas? Timber te acompañara— con un movimiento de mano, el trillizo del mechón en la frente llego hasta ellos.

— Como quieras papi, ¿vienes conmigo? — le pregunto al sirviente.

— Por supuesto, pequeño señor— Luka hizo un puchero al escuchar “pequeño”, sin embargo no dijo nada; en cuestión de segundos ambos salieron por las grandes puertas.

Al verse completamente solos, Alois se arrodillo a la altura de su princesita.

— Cariño, se que preferirías quedarte en casa pero debes entender…— su hija lo corto abruptamente.

— Que como hija del jefe de la familia Trancy, también conocido como La araña de la reina, tengo obligaciones y deberes—dijo en tono despectivo para luego arrepentirse al ver los ojos celestes ensombrecerse con tristeza.

— Me da gusto que sepas y entiendas eso, pero lo que quería decirte era que debes entender que es necesario que comiences a socializar con más personas, no solo con Tamiel y Shaila. Me preocupa que estés demasiado sola.

—Está bien papá, te prometo que iré y hare mi mejor esfuerzo para entablar amistad con alguien, pero al menos dime que Shaila estará allí— Al ver los ojitos dorados brillar de ilusión, Alois sonrió.

—Por supuesto que estará, su madre la mataría en caso contrario— la sonrisa en los labios de su hija lo tranquilizo—, ahora vamos, antes que tu hermano haga una de las suyas.

Ambos, padre e hija, se dirigieron al carruaje; Claudine subió ayudada por Timber y se sentó junto a su hermano mientras que Alois se coloco en el asiento que lo dejaba al frente de sus hijos.

Les esperaba un largo viaje hasta llegar a la Mansión Phantomhive.   

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Mansión Phantomhive:

— Mas hacia la derecha… ¡No!, a mi derecha y tú el de atrás, si tú, acomoda bien esos listones— La mujer rubia dirigía a diestra y siniestra al grupo de trabajadores, que parecían que en cualquier momento se iban a desmayar—   Bien…— observo con detenimiento el lugar antes de aplaudir— ¡Perfecto! Ya acabamos— los pobres decoradores podrían haber llorado de felicidad.

— Tía Lizzy da miedo— le susurro Vincent a su hermano, observando la escena.

— Pobre tío Soma— respondió Viktor al comentario— hablando de él, ¿Dónde está?

— Se fue con papá al despacho ni bien llego.

— ¡Agni! ¡Paula! — el grito femenino hizo que ambos callaran, saliendo de la cocina dos personas se acercaron al salón. La primera era un hombre de cabello blanco corto, con ojos azules grisáceos, tez morena con alguna que otra arruga y en la cabeza llevaba un turbante; la segunda era una mujer mayor de hermoso cabello castaño atado en una coleta y con unos ojos tan marrones y cálidos como el chocolate caliente en navidad— Agni ¿están listos los aperitivos?

—Si mi princesa, están servidos y acomodados en cada bandeja de plata.

—Bien, ¿Paula los postres están preparados?

— Si, mi señora. Con la ayuda de Bard-san logramos terminar a tiempo.

— Genial, entonces está todo listo. Agni por favor ve a decirle a Soma y a Ciel que se vallan preparando para la celebración—el peliblanco se arrodillo para luego dirigirse a realizar la orden dada—.Paula busca a Shaila y vallan ambas a la habitación que me asigno Ciel-kun, espérenme allí— La Maid hizo una pequeña reverencia y se dio la vuelta para dirigirse al jardín de rosas, allí estaría la pequeña señorita—, y ustedes dos— se dio la vuelta mirando fijamente a sus sobrinos, quienes estaban parados con caritas totalmente inocentes— , vallan a prepararse, que en tres horas llegan los invitados— Los gemelos suspiraron, pero cuando ya estaban por irse Elizabeth los detuvo—. Y Vincent nada de distraerte jugando con tu gatita Nieve ¿entendido? — el ojiazul hizo un puchero, pero al ver el fulgor verde en los ojos de su tía supo que no podía replicar, así que asintió—.Bien, vallan; que no quiero que se les haga tarde.

Ambos muchachos salieron y Elizabeth comenzó a subir las escaleras yéndose a preparar para la reunión.    

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El viaje realmente era largo, Claudine poso sus ojos en el paisaje que se dejaba ver por la ventana; ya estaba oscureciendo y los faroles iluminaban las calles, dando un ambiente tétrico y agradable a la vez, al menos para ella.

Se dio la vuelta para ver a su hermano, este se entretenía tejiendo con hilo blanco; si, esa no era una actividad para muchachos, pero realmente a nadie le importaba, si él era feliz estaba bien.

Recordaba cómo fue que su gemelo había comenzado con esa actividad, era una anécdota divertida. Tendrían unos ocho o nueve años y eran completamente iguales: la misma longitud de pelo, el mismo flequillo, el mismo cuerpo, la misma altura; parecían dos gotas de agua. Esa tarde de primavera les tocaban lecciones: a Luka de Matemáticas y a ella de Costura, ambos odiaban esas materias respectivamente por lo que cambiaron de ropa y fueron a la clase del contrario. Estuvieron todo un mes sin ser descubiertos por sus profesores, sin embargo, cuando lo hicieron ya era tarde: Luka tejía a la perfección y ella amaba los números. Su padre les consintió y dejo que hicieran lo que quisieran, siempre era así con ellos, no importa lo que hacían el jamás los castigaba.

Actualmente seguían intercambiando identidades cuando tenían que hacer algo que no les gustaba.

Dejo que su hermano siguiera haciendo lo que hacía y enfoco su atención en su progenitor.

Este movía la pierna, jugaba con sus dedos, se detenía un segundo y los miraba, luego volvía  a repetir todo de vuelta; su mirada celeste se notaba ausente, como si estuviera pensando en algo demasiado importante.

Claudine se preguntaba qué era lo que lo mantenía tan nervioso y preocupado, aunque estaba segura de que tendría que ser algo que involucraba a su hermano y a ella.

Un pensamiento fugaz cruzo su mente: ¿quizás algo de su madre?

Su madre. Claudine se preguntaba a diario quien era, cuál era su nombre, como era su aspecto, ¿los extrañaba? ¿Seguía con vida o ya estaba muerta? Le parecía realmente extraño que en la Mansión Trancy no hubiera ningún cuadro o imagen de su progenitora, era como si jamás hubiera existido. Y hablar del tema era algo tabú: Los sirvientes se ponían nerviosos mientras que su padre se tensaba, su rostro se volvía completamente serio y luego salía de la casa. Volvía unas horas después  con una sonrisa y un montón de regalos para ellos, como queriendo compensar la falta de información.

Eso los mantenía callados un tiempo, pero luego volvían a preguntar y seguían sin recibir respuestas.

Hannah y los trillizos inventaban excusas para escaparse, su tío Luka ponía cara de enfado, su padre no era opción y su abuelo Lucien solo les decía que cuando llegara el momento lo sabrían; por supuesto eso solo generaba más curiosidad: ¡¿Por qué tanto secretismo con respecto a su madre?! ¿Era una prostituta y ellos eran bastardos? ¿A caso era alguien de baja cuna que los abandono al segundo de nacer? ¿Tal vez murió en el parto y su recuerdo causaba gran dolor a los habitantes de la casa?, ¿cuál de todas esas cuestiones era la verdadera acerca de la mujer que les dio la vida?, parecía que esas dudas jamás serian resueltas.

Lo único que creía saber de ella eran dos cosas: la primera que debía tener ojos dorados o eso suponía considerando que nadie de la familia de su padre poseía iris de ese peculiar color y lo segundo era que debía bailar Tap.

Creía en esto último por cierta situación que se dio cuando tendría unos seis o siete años, la recordaba a la perfección. Su progenitor les había pedido que eligieran dos estilos de baile para aprender, aparte del vals. Su hermano eligió el flamenco y ella, luego de ver un acto en una feria, escogió el Tap; cuando lo comento su padre no dijo una palabra sin embargo acepto la solicitud.

Tres meses pasaron e, impulsada por su gemelo, decidió junto con el dar un espectáculo a los que consideraba su familia (Hannah, Timber, Thompson, Cantebury, su abuelo, su tío, su primo y, obviamente, el cabeza de la familia Trancy).

Primero bailaron juntos mezclando los estilos, luego Luka lo hizo solo y finalmente le toco a ella. Cuando termino su danzar todos los adultos de la sala la observaron de forma extraña, como si estuvieran mirando a otra persona y no a ella; salieron del trance al oír los aplausos de los más jóvenes, por supuesto se unieron enseguida. En su mente inocente se formo la idea de que tal vez al verla moviéndose les llego la memoria de su progenitora, su pecho se calentó ante aquel pensamiento.

Deseaba con toda su fuerza que el “momento”, como decía su querido abuelito, llegara pronto.

— ¡¡Auch!!— Grito al sentir un tirón de pelo—. ¡Luka! ¿Por qué hiciste eso?— chillo tocando la zona adolorida, su copia le dio una sonrisa traviesa.

— No me dejaste opción, te llamaba y te llamaba y tú ni caso me hacías—contesto—, Te quería decir que llegamos a nuestro destino.

— ¡Pero no era necesario que me tiraras del cabello! — Miro a su padre— ¡Papi, dile algo!

— Luka no le hagas esas cosas a tu hermana— Regaño suavemente el rubio mayor a su hijo, quien solo se encogió de hombros— .Por favor bajemos antes de que Elizabeth nos mate por no llegar a tiempo.

A los niños les recorrió un escalofrió, su tía daba miedo enfadada.

Los tres se bajaron a toda velocidad del carruaje.

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La fiesta ya había comenzado, la música sonaba, el ambiente era agradable y hasta algo cómodo; lo que no le gustaba era un grupito de jóvenes que hablaban sin parar sobre los “extraños” ojos de los gemelos Trancy. Para ella se había vuelto costumbre que cada vez que conocían a alguien, este se les quedara viendo como si tuvieran dos cabezas, ¡Por dios! no podían ser las únicas personas provenientes de Inglaterra que tuvieran ojos dorados. La verdad ya estaba harta de los comentarios ¡Incluso el sacerdote de la iglesia los miraba raro! Y con ver el ligero tic en el ojo de su hermano supo que el también estaba molesto.

Se miraron un segundo para corroborar que ambos pensaban lo mismo, asintieron compartiendo una mirada cómplice; ya estaban por ir a encarar a esos tontos cuando un tornado violeta los abrazo a ambos casi asfixiándolos.

— ¡Vinieron, vinieron, vinieron! — Gritaba sin parar Shaila Asman Kadar Midford, la hija mayor del príncipe Soma Asman Kadar y la Marquesa Elizabeth Essel Cordilia Midford de Asman Kadar. Una niña de  doce años, de cabello purpura corto hasta los hombros atado con un listón, ojos verdes como esmeraldas y tez levemente morena.

—Shai…Shai…No…res…piro— murmuro casi sin aliento, la pequeña al ver a sus amigos algo azulados se separo con un sonrojo en sus mejillas.

—Lo siento—hablo apenada—, ¡Pero nunca vienen a las fiestas! Y yo me aburro aquí solita.

—Lo sentimos Shai-chan—Hablo Luka—, pero alejar a Clau de sus amigas las arañas se vuelve cada días más difícil—El comentario le gano un golpe por parte de Claudine, quien lo miraba fulminantemente. Una vez la había encontrado hablando con una pequeña arañita y desde ese día no paraba de molestarla con el asunto—, ¡Hey! ¿Esto gano por compartir nueve meses contigo?, que injusticia— se dirigió de vuelta a la pelivioleta—. Sheila ¿me acompañas a bailar? —la pequeña asintió feliz y ambos se fueron.

La rubia se quedo sola, su padre había desaparecido quien sabe a dónde y su tía estaba bailando con su tío; suspiro, odiaba no saber qué hacer.

—Miren que hermosa joya—La voz masculina le hizo girarse. Frente ella había un joven quizás de su misma edad, de hermosos ojos azules como zafiros, cabellos negros-azulados y con una sonrisa zorruna —. Mucho gusto hermosa, soy Vincent Phantomhive — tomo su mano y la beso suavemente.

—Claudine Trancy— Respondió fríamente, el chico no le agradaba.

—Claudine, que hermoso nombre, igual que tus ojos— Vincent le dio un guiño coqueto, Claudine se pregunto si estaría mal darle un puñetazo en el rostro— ¿Me acompañas a bailar?

—No.

— ¿Por favor?, nos divertiremos.

—Mi respuesta sigue siendo no.                                 

Así estuvieron unos minutos; el peliazul insistiendo y la rubia negándose, hasta que finalmente la muchacha se canso.

— ¿Sabes? —Sonrió coqueta—, tengo un poco de sed ¿podrías traerme algo de beber?               

—Por supuesto, mi Lady— sonriendo se fue hacia el otro lado de la pista, dirigiéndose  a un chico de cabellos bordo. En cuanto se distrajo, la joven Trancy comenzó a caminar con rapidez hacia el lugar contrario.

Ya estaba a una distancia considerable cuando choco con alguien.

—Perdóneme— Murmuro una voz extrañamente parecida a la del idiota de ojos azules.

Alzo su vista para ver al joven. Era un muchacho de la misma altura que Vincent, con el mismo corte de pelo, la misma musculatura, el mismo esmoquin; lo único distinto era el color de ojos, los suyos eran tan rojos como el carmín “si ya dicen cosas de mí por mis ojos dorados, no me puedo imaginar lo que dirán de este chico”

—No importa, era yo quien venía distraída— se “disculpo” a su manera, sacando al joven de su ensoñación; parecía observarla de pies a cabeza—.Por casualidad ¿no serás hermano de Vincent Phantomhive, verdad? —mentalmente le rogaba a dios que la respuesta fuera no.

—Lamentablemente si, ¿Por qué? —maldijo su suerte, a veces creía que a dios le divertía molestarla.

—Vengo huyendo de él, no ha parado de insistir en que bailemos y a pesar de mi negativa sigue y sigue, espero que no seas como él.

—No te preocupes, solo hay dos cosas que nos diferencia: el color de ojos y el carácter—bueno, tal vez a dios si le agradaba.

—Me alegro, por cierto ¿sabes si hay algún lugar a donde huir? Ya estoy harta de estar aquí

—Pues somos dos—tomo su mano—Conozco un lugar atrás de los jardines, nadie va a molestarnos—ella sonrió, tal vez no debería aceptar, pero el chico le inspiraba cierta confianza y si intentaba algo siempre podría golpearlo.

—Estupendo, por cierto mi nombre es Claudine Trancy—esta vez se presento amablemente.

—El mío es Viktor—por alguna razón, Vik le cayó mucho mejor que su hermano.

—Un gusto, Vik-kun—saco la lengua un segundo, divertida, antes de que ambos comenzaran a correr directo hacia el jardín repleto de rosas.

Los cuatro muchachos y sus respectivos padres ignoraban que en lo profundo de la oscuridad, un cuervo y una araña observaban todo atentamente.

Notas finales:

Y llegamos al fin, realmente lo siento si fue muy largo.

Mis capítulos pueden variar, una vez puedo hacer un cap muy largo o uno muy corto, depende la idea de mi cabeza.

Por cierto he creado una regla: Para que el prox cap se publique debe haber mínimo tres Reviews, hasta que no se llegue a ese número no hay nuevo cap.

Gracias por leer y espero los Reviews.

  


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