No parecía un barrio seguro con todos esos vidrios rotos y la poca higiene de la calle, sin embargo Mello lo acompaño cargado con la confianza que aún le daba el alcohol en su cabeza.r39;
- Y bien Matt ¿Te recibirá una madre enfadada? - A pesar de sus intentos por comunicación el pelirrojo no le prestaba ninguna atención - Pregunto por si debo salir corriendo en cuanto te abran la puerta - Bromeó.
- Vivo solo...- se limitó a responder.
Mello rápidamente se dio cuenta que se metió donde no le llamaban. Continuo escaleras arriba sin decir nada e incluso ayudo a aquel extraño a abrir la puerta de su departamento, estaba perdido en alcohol lo que le dio un poco de lastima. Entro con él haciéndolo sentar en el único mueble que adornaba aquella estancia un enorme sillón, parecía un lugar abandonado pues salvo el sillón no había más que botellas de cerveza y cajas de pizza vacías regadas en el piso.r39;r39;
- Pero que mal vives – dijo sin pensar y viendo su mano gotear aún de sangre – Tienes que curar eso -
- Ya cicatrizará…- como siempre sus respuestas eran de dos palabras lo que le desesperaba un poco.
- ¿Bromeas? - Volteo en busca de algo que le ayudará pero de nuevo se dio cuenta que aquel lugar estaba vacío - Vale. Regreso en dos minutos no vayas a cerrar la puerta – Dijo observando al chico medio desmallado en el sillón y salió.
Cerca había una enorme farmacia de 24hrs, compro lo necesario para curar aquellas heridas de la mano del pelirrojo pensando que tal vez estaba haciendo más de lo que debería, pero había cierta miseria en aquel chico que lo obligaba a preocuparse y a intentar hacer algo por él. Al salir de la farmacia saco su móvil pensando en que era muy tarde y que Niar estaría preocupado por el así que le llamo.
Dieron varios tonos sin respuesta y decidió mandar un mensaje corto. "Llegare tarde no me esperes" pensó que tal vez un mensaje tan cortante inquietaría a su pareja pero obviamente no sería así y en el fondo lo sabia. Guardo el móvil y subió hacia el apartamento del desconocido.
- ¿Cómo puedes dormir con la puerta abierta mientras te desangras en ese sucio sillón? - le recriminó pero el chico apenas y parpadeo.
- Lo siento – tosió un par de veces – dijiste que no cerrara.
- Vaya puedes formular oraciones largas – Si algo caracterizaba a Mello era su descarada ironía – Ven aquí curare esa mano – Se acercó con una sonrisa en los labios y le jalo la mano, en respuesta el chico hizo una mueca de dolor – Lo siento.
- ¿Por qué? -r39;
- Por lastimarter39; - se dedicó a limpiar las cortadas y retirar los trozos de vidrio.r39;
- ¿Por qué haces esto? - insistió
- No puedo dejarte así. Me sentiría una basura si no hago lo mínimo por un desconocido - rió secamente.
Ninguno de los dos dijo más, Mello se encargaba del cuidado de los más pequeños cuando aún estaba en el orfanato por lo que era bastante bueno y delicado con las curaciones. Dejo la mano limpia y vendada como un profesional.
- Bien creo que estarás bien – se levantó dispuesto a irse – Por cierto traje algo de comida y está en las bolsas, por ahora no deberías comer pero mañana tendrás hambre y por lo visto no tienes provisiones – continuó sonriendo con tranquilidad algo que hacía mucho no le sucedía. r39;
Se puso su abrigo y se dispuso a salir sin embargo antes de irse y en vista de que no recibía respuesta volteo y se dio cuenta que Matt se quitaba la camisa dejando al descubierto su espalda que estaba cubierta de cicatrices de diferente intensidad, su piel era bastante blanca aunque no albina como la de Niar, y estaba estampada por varias manchas más oscuras que le provocaron un vuelco en el pecho. Matt se desplomo sobre el sillón sin prestarle atención y se quedó dormido.
CONTINUARÁ...