Sam y Castiel parecían bastante mal humorados luego de la explicación de sus parejas, aún así ambos estaban consientes de que no se podían quejar, Gabriel se removía inquieto al lado de Sam, intentando poner una cara adorable que nadie en el cuarto se la creía.
–Sé que están molestos, pero no es algo que se pueda cambiar y… Es mejor pensar que realmente nada pasó. –Comentó Dean mientras acariciaba la mano del mayor sentado a su lado, parecía escéptico, pero por dentro lo entendía.
–Cuando vi a Dean pensé por un minuto que era mi pareja. –Admitió de la nada Gabriel. –Ahora me doy cuenta que era porque aun cargaba el aroma de Sam. –Tras decir eso practicante ronroneó mimosamente contra el cuello del recién nombrado.
–Iuhg, porque son tan empalagosos…–Se quejó Dean mientras rodaba los ojos y se levantaba para escapar hacía su automóvil otra vez.
–Hey, Dean. –Habló su hermano. –Le dije a Gabe que se quedara esta noche, de todos modos mañana es la reunión y bueno, si lo presento ahora será mucho mas…Nos ahorramos hacerlo después. –Explicó en respuesta recibió un cabeceo de afirmación.
Ya fuera del hogar suspiró mirando el automóvil con nostalgia, se sentó frente a este, en el suelo, mirando el capó, preguntándose porque su familia le había dejado, porque sus padres, porque Bobby, ¿Por qué siempre había tener que ser un adulto para Sam?
–Hey…–Castiel se hincó frente a él y acarició su mejilla. –¿Qué tal si mejor vamos a descansar? Has dicho que mañana será un día agitado, es mejor dejar a tu novia así por ahora. –Besó su frente con cariño y se levantó, extendiendo ambas manos a su pareja, el cual las tomó sin dudar.
–No sé qué decirles aún…–Admitió mientras sostenía la mano del azabache, pasando al cuarto directamente sin ver mas nada.
Al llegar se tendió en la cama y rió en voz baja al ver a Castiel sobre su cuerpo.
–No. –Respondió tajante cuando los gruesos labios ajenos empezaron a succionar su cuello en suaves besos. –Castiel no quieres un labio roto para mañana ¿Verdad? –Le preguntó en amenaza, sacando un pequeño quejido de protesta.
–¿Por qué no? –Preguntó alzando un poco su cuerpo.
–Deja pensar, me duele de la cintura para abajo y mañana debo por lo menos estar presentable. –Le jaló una mejilla y se giró sobre él, rodando en la cama. –Gracias.
Castiel no habló, sabía a que se refería y que no explicaría ese gracias por orgullo, así que solo lo besó, de manera suave, gustando esos dulces y tibios labios, tragando para si mismo tantos sentimientos en un solo beso. Pasó un largo rato entre suaves besos, sus labios ya comenzaban a hincharse un poco y un pequeño jadeo escapó de los labios del ojiazul, estaban por nuevamente besarse cuando la puerta se abrió.
–Dean hay que arreglar los pape…–No terminó la frase cuando el color subió a sus mejillas. –Eh…Papeles.
–¡Acá si hay una maldita puerta Samantha! –Gruñó dejando caer su cabeza contra la de Castiel, sacando un pequeño quejido de ambos.
–Eh…Si, ya no molesto…–Comentó saliendo apresurado del cuarto sin tomar en cuenta que la puerta quedó abierta.
–Si Dios no me da paciencia seguro lo mataré. –Gruñó besando una ultima vez al contrario. –¿Porqué no ves la casa, das vuelas o algo con Gabriel? Tengo que hablar algunas cosas con Sam antes de que sea mañana. –Propuso arreglando su ropa.
Había pasado la tarde arreglando papeles junto a Sam, quemando los antiguos con respaldos en computadores, reordenando las finanzas, actualizando la lista de personas, viendo papeleo irregular entre otras, habían hecho carpetas y ordenado de forma minuciosa para cada uno de los presentes mañana y 10 más en caso de que alguien se sumara de forma inesperada.
Hicieron planes en caso de emergencias para mañana, una reestructuración de contratos, el informe de los años que había coordinado Bobby y por ultimo la plantilla de asistencia para mañana.
Eran casi las una de la mañana cuando terminaron de arreglar todo lo que era papeleo, pasaron a la sala de presentaciones, la ordenaron, dejando los papeles sobre la mesa y se miraron por un largo minuto.
–No estoy preparado para esto, pero nunca lo estaré, así que habrá que dar la cara con lo que se tiene. –Comentó el mayor, mirando de reojo hacía fuera.
– ¿De verdad dejarás que Castiel tome el cargo?
–¿Crees que bromeo? –Preguntó de regreso mientras caminaba fuera del estudio.
–No confío en Castiel. –Murmuró esperando un regaño o algo por el estilo.
–Y lo sé, yo también. –Alzó los hombros mientras se giraba y le guiñaba el ojo.
Sam suspiró, no sabía que planeaba su hermano, pero era claro que algo pasaba por su mente y esa sonrisa que le dio antes de perderse en su cuarto le hizo sentir inseguro, algo ocultaba, pero no podría descifrarlo si no hasta dentro de unas horas.
Pasó en silencio a su cuarto y vio un bulto en su cama, pareciendo un pequeño ovillo.
–¿Gabe, estas dormido? –Preguntó sin recibir respuesta, así que solo pasó hasta quedar a su lado, notando a su pequeña pareja completamente dormida y logrando poco después de recostarse dormir.
Dean caminaba en el estudio, de una esquina a otra, mirando ya todos los papales estipulados sobre la gran mesa, tragando, mirando el computador, los antecedentes, realmente sentía un cosquilleo incomodo en la nuca, miraba a Sam, notando como estaba estaba igual o mas nervioso que sí mismo, faltaba menos de quince minutos para que todos comenzaran a llegar. Extraño, estaba fuera de lugar en muchos modos, vestido perfecto de terno negro, al igual que Sam, Gabe y Castiel, todos serios, apenas dando cortas miradas tensas de vez en cuando.
Sam salió junto a Gabriel para ir en busca de los primero invitados al sonar el timbre y Castiel se medio sentó sobre uno de los muebles al lado de la cabeza de mesa, donde estaba Dean, apoyando ambas manos en la mesa. No habían hablado casi nada en lo del día, no habían besos, mimos, ni nada, ni peleas, solo era espacio entre ellos, pero el mayor lo entendía, no debía presionar.
–Hey, amigo. –Dijo Benny mientras pasaba de su mano con su pareja, Baltazhar, soltando a este para estrechar al rubio entre sus brazos y palmear su espalda. –Lo harás bien, Dean. –Lo animó, parecía incluso muy confiado, como un hermano mayor, dio un saludo también corto hacía Castiel, al igual que quien le acompañaba.
Los siguientes en llegar fueron Rufus, el mejor amigo de Bobby, Kevin, Jo, Elen, Hanna, Ezekiel, Ash, Pamela, Charlie, Garth, Bela, apenas saludaron de manera breve y se sentaron, Sam llegó luego de un rato junto a Gabriel, ambos se reposaron en cada marco de la puerta abierta mirando hacia fuera.
–Muy bien…–Habló Dean, aclarando su garganta, todos formales, todos intrigados y él extrañamente preso de la situación, suspiró, mirando a todos, eran mas que un grupo, eran amigos, eran su familia, incluso cuando algunos ya se habían ido de este mundo y otros no habían podido llegar por fuerza mayor. –Empecemos con esto de una vez, los que no están hoy presentes tendrán que acatar a la mayoría en todos los que yo presentaré para ustedes…Comenzaremos con los informes normales, todo ha salido en las pautas que les envié por correo, las imprimí de todas formas, pueden sacar una copia de sobre la mesa. Ahora a los puestos, bueno, realmente no daré los puestos ahora, no aún, pues si alguien desea irse tras lo que diré las cosas cambiarán. –Todos intercambiaron miradas algo perdidas hasta que alguien se atrevió a hablar.
–¿Hacer qué? –Preguntó Garth, atrayendo miradas.
–Am, bueno, incluso ya esta hecho así que no importará mucho, pero tanto Sam como yo hemos encontrado a nuestras parejas. –Se escucharon murmullos de asombro, algunos sonrientes, otros mas callados.
–Pero eso es bueno. –Dijo animada Charlie, riendo un poco.
–Él es Gabriel Shurley, mi pareja. –Habló primero Sam, dejando a Gabriel saludar con su mano de manera bastante despreocupada.
–Es un gusto a todos, espero no tener inconvenientes con nadie. –Dijo respetuosamente.
–Yo soy Castiel Novak, la pareja de Dean. –Habló luego el moreno, mientras saludaba desde el mueble donde aún estaba apoyado.
–Un…¿Alfa? –Preguntó Rufus, alzando una ceja con cierta duda.
–Sí, es un alfa. –La sala nuevamente se llenó de pequeños murmullos.
–Eso…No se ve mucho, pero ambos son muy guapos, sin duda. –Dijo Bela, recibiendo un pequeño codazo de Ezekiel.
Dean rodó los ojos, prácticamente todos los hombres de la manada eran Alfas, sin contar solamente a Kevin, el cual era omega, el pequeño consentido de todos y Garth, beta, quien ya estaba en pareja, con un bebé y su mujer.
–Eso ahm, no se ve mucho. –Comentó mientras se removía un poco Ezekiel, algo incomodo, como el resto.
–No se ve casi nunca. –Murmuró Hanna.
–No debería ser. –Sentenció Rufus de mala manera, alcanzando a recibir mas de alguna mala mirada.
–Muchas cosas no deberían ser. –Comentó cruzando sus brazos. –No le daré el cargo a Sam como jefe…Lider, como lo que sea, lo tomaré yo y haré dos cambios, ahora…–Dijo con seguridad. –Primero, informaré que Castiel era ejecutor, asesino a sueldo y ahora esta retirado, no adornaré con palabras lindas, menos si es mi pareja y todos saben eso…Primer cambio, nada nos retiene a quedarnos o aceptar fríamente las cosas, acá será democracia, por mayoría todos aceptaran siempre que el líder este de acuerdo ¿Entendido? La segunda cosa es, yo no seré el líder de forma completa…Será Castiel la cara visible de todos nosotros.
–¿Perdón? –Tosió un poco Bela. –Creo que tal vez no entendí, hasta hace un mes ni sabíamos que tenías pareja, independiente de que sea lo que sea. –Gruñó mirando minuciosamente a Castiel. –Y ahora resulta que será como ¿Quién nos mande? Ni lo conocemos…¿Hace cuanto están juntos incluso?
–Hace una semana estamos juntos. –Respondió el rubio algo tenso por las miradas.
–Te has vuelto loco. –Dijo Benny, incluso pareciendo molesto. –Eres mi mejor amigo Dean, pero no l o conocemos, no… No es tan fácil.
–Yo tomo el cargo y creo que lo mejor será que él me ayude y sea además la cara visible, yo no dejaré de tomar decisiones, además todos saben que yo como cara visible seré un fiasco porque soy un hijo de puta impulsivo.
Algunos murmullos se hicieron presentes, miradas tensas y posteriormente todo fue silencio por un largo rato.
–Ya ni se sabrá que tienes entre las piernas. –Murmuró Hanna y Charlie que estaba frente a ella se paró molesta, chocando ambas manos en la mesa.
–¿Cómo te atreves? –Gruñó defendiendo a sus amigos.
–Seguramente hasta será la chica de la relación. –Le apoyó Rufus y Balthazar rodó los ojos, Benny estaba rogando para no escuchar la voz de su novio, pero Rufus alcanzó a insultar otra vez. –Seguramente tienes vagina entre las piernas. –Rió un poco, de mala gana, sacando barios gruñidos, sobre todo de Dean que había comenzando a caminar hacía él, cuando la voz de Balthazar resonó en la sala.
–¡Cobarde! –Le gritó a moreno mientras se levantaba de su asiento. –Querías el puesto de Bobby desde siempre, todos sabemos eso y ahora insultas algo que no tiene al caso, yo no soy mas o menos hombre por que Benny me lo haga y será lo mismo para ellos, sin importar quien se lo mete a quien. –Benny suspiró, sintiendo sus mejillas rojas, le encantaba la forma directa de su pareja, pero algunas veces era demasiado directo.
–Lo dices porque eres un simple Beta. –Susurró con desprecio y un silencio incomodo se tornó en la sala.
–Nadie insulta a mi pareja. –Graznó Benny mientras se levantaba, Rufus retrocedió unos pasos y todos comenzaron a gritar en la sala, algunos a favor, otros en contra hasta que Sam alzó la voz, sobresaltando a todos.
–Pues que se jodan, los que no quieren las puertas están bien abiertas, siempre hemos estado para todos y así seguirá siendo, Gabriel es omega e incluso si él me pidiera ir abajo yo lo haría por que lo quiero. –Gruñó apretando la mano del nombrado.
–Lo que hacemos en nuestra cama es nuestro, si tu no estas en la cama no sé ni que mierda hablas, tú nunca sabrías si quien te salvó como Ezekiel cuando te quitó la bala del hombro ha tenido sexo quien sabe con quien y aún así hizo estupendo su jodido trabajo, pero ahora que lo pienso no debería haberlo hecho tan bien. –Gruñó Balthazar.
–¿Me estas amenanzando? –Preguntó el moreno dando una vuelta hacía quien le había encarado.
–¡Basta! –Gritó Dean. –El que se quiera ir, esto es para todos, sea quien sea la puerta es grande y no tiene que dar razón para irse, si quiere que lo haga ahora, porque me da igual, somos los que somos y yo protegeré a mi gente ¿Y sabes qué? Acá no te necesito, Rufus, retírate, ya no eres parte de The Hunters –Habló serio.
–¿Qué? ¡No puedes hacer eso! Yo trabaje junto a Bobby para levantar esto, yo hice que esto funcionara.
–Te la haré por las buenas, nuestra gente tiene cosas que hablar así que o te retiras o..
–No puedes hacerlo, tú no eres nadie…–Benny dio una corta mirada a Dean, el cual asintió con la cabeza y en menos de un segundo, su amigo había golpeado la quijada del hombre mayor, tirando a este de su silla.
–Vete a hablar mierdas a otro lado, acá nadie te necesita y uno de nuestros lideres ya lo dijo. –Murmuró y vio como el hombre de mala gana se retiraba, saliendo del lugar. Benny regresó hacía su novio y le abrazó por la cintura. –¿Viste eso, hermoso? –Comentó con una sonrisa ladina, bastante alegre de haber hecho eso.
–Claro que lo vi, galan, te ves tan tan tan sexy haciendo eso, pero no vamos por ahí golpeando a la gente. –Susurró dando un dulce beso a sus labios.
–Pues la gente no debería andar por ahí insultando a quienes quiero, eso va por ti y por Dean. –Musitó y todo vieron la dulce escena hasta que los sonidos de asco por todo el romance se hicieron presentes. –Aburridos.
–Muy bien ¿Alguien mas se va a retirar? –Preguntó Dean y sintió nuevamente toda aquella incomodidad volcarse en sí, no quería que quienes consideraba su familia le abandonaran, todos bajaron la mirada, en silencio y un único pensamiento pasó en la mente del rubio. “Bobby, no sé si podré hacerte esto sin ti… No sé si podré seguir así…”