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7 DAYS. por David_tank

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–¿Tú a mi, bebé? –Una risa ahogada en un gemido se liberó y las manos el azabache fueron a apretar con fuerza ambas nalgas del rubio, gustando el tacto con el firme trasero y empujando hacia delante, gimiendo cuando ambos penes se tocaron entre los jeans desgastados. –Cuando acabe la noche rogarás por mi polla dentro de ti…–Dean se estremeció ante esas palabras y le empujó suavemente, pero la boca de Castiel le buscó otra vez, el tipo era un muy buen maldito besador, no había vuelta atrás, sus ojos se cerraron intentando apartarlo mientras su cuerpo se calentaba, estaba atrapado entre el deseo y el orgullo de seguir y no tenía idea de cuál ganaría.

El sonido lejano de su móvil le hizo volver a la realidad, empujó esta vez con fuerza a Castiel el cual retrocedió un par de pasos.

            –Puede esperar. –Gruñó caminando hacía él, mientras Dean sacaba el celular y miraba la pantalla, no dudo un segundo y apuntó al contrario.

            –No puede. –Aseguró contestando al celular, sin dejar de mirar de manera intensa y molesta al azabache. –Sammy ¿Qué ocurre? –Dean comenzó a caminar, dando la espalda a un muy enojado Castiel. –No…No regresaré pronto…Sammy, esta bien, estoy bien ¿Vale? Solo necesito…Estar solo, no necesito mas problemas…No, no… Volveré, tranquilo, joder, Samantha, ¿Quieres callarte de una puta vez? Te estoy diciendo que volveré en una semana, una puta semana ¿Entiendes?  No contestaré mas llamados, si me llamas una vez mas por una bobería no prenderé mas el teléfono, si llamas que sea por algo importante, nos vemos. –Un suspiro cansado salió de los labios aun hinchados y golpeó con fuerza la pared, notando como este ligeramente se rompía.

Una corta mirada entre ambos se hizo presente, la cual se rompió cuando el rubio sacó las llaves de su cuarto e ingresó, sin dar marcha atrás, cerrando con fuerza la puerta.

Castiel suspiró, aquello había sido una mierda total, desastrosa en todos los sentidos, la primera vez que hablaba con su pareja y había terminado de ese modo. Apoyó la espalda en la pared, al lado del golpe que había dado el rubio y miró callado, en silencio hacía la nada, no sacaría nada tocando la puerta, el contrario estaba suficientemente encabronado como para golpearle.

No entendía que estaba pasando con él, pero debía ser algo muy malo como para que pasará todo aquello, fue hasta su cuarto y se tendió en la cama, irritado por el  calor de su cuerpo, no sabía nada de él, pero lo necesitaba justo ahora, luego de besar esos labios…Sabía que su vida cambiaría para siempre si no tenía a ese hombre.

A la mañana siguiente…

Dean se despertó mucho mas calmado y en cuanto salió del cuarto vio a Castiel sentado sobre el capo de su automóvil con una bolsa de papel  gris la cual fue extendida para él.

            –Ten, es café con un pedazo de tarta de manzana. –Admitió con voz suave, irse por las malas con él ahora no era recomendable.

            –No deberías haberte molestado…–Dijo cerrando la puerta tras de sí y mirando escéptico al hombre en frente de sí.

            –Después de lo de anoche, claro que me molestaría…

            –Mira, te lo dejaré claro, si quieres follar conmigo, no soy tu hombre, no quiero, paso, eres guapo y todo…–La mente del rubio estaba gritando, claro que era guapo, era un Dios hecho persona de pies a cabeza. –Pero no.

            –Tranquilo, rubito, por ahora solo quiero darte ese desayuno y si me dejas tal vez llevarte al pueblo siguiente, dudo que te quieras quedar en mitad de la nada. –Dean apretó los labios, tenía razón en cierta forma.

            –Intentas algo mas que solo llevarme y te aniquilaré…

            –No dudo que sepas como hacerlo, así que arriba, rubito, antes de que se ponga a llover una vez mas.

Ambos hombres subieron al automóvil y Dean sin dudar abrió el paquete, su estomago rugía por algo de comida y el aroma a la tarta le había llamado desde que vio la bolsa gris.
Cogió el pedazo y lo llevó contra sus labios, mordiendo un poco con placer, suspirando de alegría.

            –Parece que te gustó…Dean… ¿A dónde viajas? –Preguntó intentando mantener la vista en el camino  y no en el hermoso rubio que devoraba comida como si su vida dependiese de eso a su costado.

            –A donde sea, necesito despejarme y siempre viajar me ha sentado bien, pero dejé a mi bebé en casa, es un hermoso Impala negro… Supieras, es flipa.      

            –Oh, un Chevrolet, buena marca, pero por sobre todo buen modelo. –Argumentó el azabache mas relajado. –Ahora siento que manejo una basura al lado de ti…–Bromeó un poco.

            –Oye ¿Por qué me esperaste? Di la verdad…–Castiel frenó casi en seco, haciendo que Dean alcanzara justo a sostener el café pero un poco de tarta cayó sobre su rostro.

            –Eres un hombre ya ¿Qué edad tienes? ¿Unos 28 o 32 años? Dean no eres tonto y lo sé bien y apenas he hablado contigo mas de treinta minutos, pero eres mi pareja…–Un gruñido de parte del nombrado se hizo presente y Castiel giró para verle de frente. –Me quieras o no, el destino lo quiso de este modo, quiero conocerte y sí, Dios, quiero follarte aun cuando ambos somos Alfas y parece que nadie quiere ceder a eso… Pero por algo pasó esto, dame una oportunidad, aunque no la quieres, dijiste que no vas a ningún lado y por la charla de anoche tienes una semana antes de volver, yo tengo esa semana para ti, no te forjaré a nada, soy de palabra así que ¿Qué dices? Tú…Yo…La carretera y siete días por delante…

El rubio suspiró mirando los hermosos ojos azules frente a sí ¿Qué tenía que perder justo ahora? Un escalofrío recorrió su espalda.

            –Intentas algo mas y no me importará apuñalar a mi pareja y no, no te estoy diciendo que seré tu pareja o tu mía, solo viajaremos juntos.

            –¿Eso es un sí? –Preguntó Castiel de manera casi automática, extendiendo su mano a la nuca ajena, acariciando esta con cuidado, sin intentar nada mas que darle una pequeña caricia.

Por su lado, Dean se tensó un poco, mirando los intensos ojos azules, mientras se preguntaba otra vez ¿Qué tenía que perder? Por otro lado ¿Qué tenía ganar? Además de…¿Si se quedaba con Castiel y en verdad formalizaban algo…? ¿Los demás Alfas le respetarían sabiendo que salía con un Alfa? O incluso si él estaba abajo ¿Alguien seguiría tomando su palabra como una ley? 


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