Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

7 DAYS. por David_tank

[Reviews - 27]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Lamento las faltas ortograficas, no suelo revisar porque me duele la vista así que lo que escrivo es directo. AHAHA.
Soy floja...


El proximo cap habrá Lemon, seguro y otra pareja tal vez se integre. <3

Ambos casi tropezaron hacía atrás al ver un hombre disparando al aire, apuntando a este ultimo.

            –Vamos a dejar claro esto señoritas, si ustedes se quieren matar sean libres de hacerlo fuera de mi maldito motel, no necesito mala fama dentro. –Gruñó el hombre. –Ahora, se largan o ocupan el cuarto me dará igual mientras no se maten dentro, así que…Si se quedan, mañana retiraran sus malditas armas porque espero me las entreguen.

Dean miró detenidamente a Cass, el cual parecía tenso pero bajó el arma, alzando ligeramente los hombros, tomando esta por el cañón y extendiendo al propietario del motel.

            –Vale, yo estoy tranquilo. –Admitió el mayor luego dando un paso atrás, no pasó un segundo cuando Dean ya le estaba apuntando y el hombre del motel a este ultimo. –Dean… Sé que no puedo explicarlo bien justo ahora. –Dijo con voz gruesa. –Pero cree que yo no lo haría…Podemos detenernos a hablar.

Un gruñido amenazante salió de los labios del rubio y entregó de igual modo su arma, si lo dañaba ahora iría a la cárcel y eso era justo lo que le faltaba para tener una  perfecta racha de mala suerte.

            –Bien. –Comentó el hombre. – A su cuarto y escuchó algo raro y no dudaré en llamar a la policía. –Amenazó antes de retirarse, dejando al par solo.

Dean no dudo para ir al automóvil y sacar su bolso, sin soltar en ningún momento la carpeta, mirando en cada segundo a Castiel por resguardo. No esperaba el segundo para irse, alejarse de ese hombre, sabía que unos segundos mas y le hubiese matado.

            –Dean, no, espera. –Pidió mientras se acercaba, mas aquello no duró mucho, el puño cerrado del rubio se estrelló con fuerza en la boca ajena, provocando un corte en esta que sangró de inmediato. El azabache escupió un poco de sangre, limpiando el resto con su puño. –No hubiese entregado el arma si no hubiese tenido explicación, sabes que podría haberlos matado a ambos y borrar todas mis huellas…–Por un momento el menor lo pensó.

            –Lo explicarás todo y me darás la información detallada, me llevarás al pueblo mas cercano y desaparecerás de mi vida una vez mas, no te confundas, si me quedo es porque sé que caminar ahora solo con un acecino profesional tras de mí solo sería un suicidio seguro. –Castiel asintió mientras ingresaba, aun limpiando la sangre que goteaba por su mentón, buscó dentro del mini-bar un poco de hielo y lo recubrió con una toalla, llevando esta su boca para disminuir la hinchazón.

Se sentó sobre la cama, mirando a Dean de forma detenida, dolía y punzaba su labio, pero en cierto modo se lo merecía.

            –Si dejé que me golpearás es para que te sientas seguro, sabes que lo pude haber detenido.

            –Eso no hará que te perdone, ahora, habla de una vez.

Castiel suspiró, odiaba que le ordenaran cualquier cosa, fuese lo que fuese, apretó los puños intentando calmarse y buscar las palabras adecuadas para el menor, aun cuando las pensaban estas costaba.

            –Cuando vi tu foto por primera vez supe que eras hermoso, pensé que no debía juzgar a un libro por su portada y le pagué a mi mejor  detective para que sacara toda información de ti, yo usualmente no investigo, por cosa de seguridad, solo leo los informes y luego hago lo que sea necesario. –Apoyó su espalda en el respaldo de  la cama. –Cuando te vi por primera vez en el bar claramente no podía por la cantidad de gente, así que salí un rato sin perder tu rastro, en la carretera era mi momento perfecto, pero me di cuenta de que llevabas también o al igual que yo un arma en tu chaqueta… Luego me di cuenta que eras mi pareja. –Admitió con voz pesada.

            –¿Quién te mando a matarme?

            –No lo sé, nunca nos vemos las caras con las personas, además siempre tenemos un intermediario diferente, es mas seguro para ambas partes. Solo sé que fue en venganza…Yo leí el informe y no pude ver nada malo en ello, todo lo que has hecho en tu vida a sido por algo, no has matado por que sí, no eres un mal hombre, Dean… Yo no podría matarte, si hubiese querido ¿No crees que habría puesto algo en tu soda o en tu desayuno o comida? –Castiel le miró con una agónica mueca en su rostro y se levantó para caminar hacía Dean. Le mostró ambas manos para que notara que su intención no era dañarte.

El rubio tiró la carpeta sobre la cama y su bolso lo dejo caer, tenía aún mas líos en su mente, no conocía a Castiel ¿Debería confiar en él? Por otro lado, Castiel solo esperaba alguna reacción de Dean, lo que fuese, un golpe, un portazo, un grito, un te odio…Ninguna de esas llegaron.

Castiel gimió casi ahogado ante la sorpresa cuando Dean le abrazó posesivamente por la cadera, atrayéndole por la espalda baja y besando sus labios de forma castigadora, mordiendo la herida con fuerza, recogiendo unas gotas de sangre, empujando su lengua a la cavidad bucal ajena y besando profundo, duro, bajando sus manos al trasero ajeno y apretando, levantando un poco mientras Castiel correspondía, intentando llevar su ritmo a pesar del dolor punzante, abrazando el cuerpo de manera instintiva.

Si Dean necesitaba sentirse seguro sea como fuese- incluso manejando la situación.-él le dejaría por el momento, necesitaba demostrar parte de la verdad por muy escasa y poco creíble que se escuchara.

Ambos soltaron un gruñido al escuchar el tono molesto del celular interrumpir su beso.

            –Puede esperar. –Dijo el rubio sobre los labios ajenos, relamiendo un poco y mirando de reojo la pantalla. “Sam”

            –No creo que pueda. –Comentó recordando el primer beso, en cierto modo ahora estaba salvado por la campana.

            –Mierda, no te muevas. –Amenazó el menor respondiendo de teléfono de mala gana. –Hey, Sam, lamento lo de hace un rato, ocurrió una situación. –Comenzó a hablar mientras caminaba, sin despegar la mirada de Castiel. –Bueno, algo así como que contrataron alguien para sacarme del camino…No, Sam, no…Estoy bien. –Rodó los ojos mientras hablaba. –¡Deja de decir que regrese! Estoy jodidamente bien, sé cuidarme solo…Esta todo controlado, aun que debo ponerte al día con algunas cosas cuando regrese. Sí...Sí… Como decía esta todo controlado, cualquier cosa te hablaré y vuelvo dentro de cinco días. –Colgó de inmediato luego de hablar, mirando de reojo a Castiel.

            –Ve a pedir otro cuarto. Ni en joda dormiré contigo, fuera de aquí. –El contrario rodó los ojos y asintió sin decir nada, los aires estaban demasiado tensos por ahora. –Mañana viajaré contigo, pero intentas algo y no dudaré en matarte.

            –Lo mismo digo, campeón. –Dijo dando un guiño antes de desaparecer del cuarto en busca de otro, se acomodó sobre la cama y suspiró pesado, de cualquier modo Dean se hubiese enterado, incluso planeaba decirle algo sobre aquello, mas ahora estaba todo hecho, empezar de cero podía costar, pero comenzar con un numero negativo, sin duda era aun peor.

Dean se sentó en una de las camas, mirando hacia la puerta, todos los músculos  de su cuerpo estaba tensos, casi dolorosamente tensos, rebuscó entre sus cosas el celular otra vez.

            –Sam…–Habló en cuanto el tono cambio, mientras con su mano libre acariciaba de su frente, necesitaba relajarse.

            –¿Dean? ¿Se ha complicado algo? –Se preguntó tras la línea.

            –Sam…Necesito…–Comentó guardando silencio un rato, nunca en su vida había pedido un consejo, tal vez una opinión sobre trabajos, pero consejos no, ahora estaba realmente nervioso. –Necesito un consejo. –Soltó de golpe mientras un extenso silencio se hizo, casi por un minuto ninguno dijo algo. –Joder ¿Estas ahí o no?

            –Yo…Yo..Sí, mierda, lo estoy pero, ¿Tan grave es? Es que me he sorprendido, así que…No lo sé, digo, claro que yo puedo…

            –Conocí a un Alfa, que mierda…Es tan jodidamente mierda sexy, es…Realmente nunca me había gustado alguien así, no un alfa, lo sabes, es muy guapo y tal vez nos hemos besado y esas cosas.

            –Bueno, hay Alfas que prueban ir abajo, no es como si no supiera casos, ya sabes, gustos y gustos. –Sam le intentó animar, mas bien apoyar de alguna forma.

            –El otro problema es que…Él no es de los que va abajo y yo tampoco y…Es mi pareja y…Además ¿Recuerdas qué te conté que alguien no me quería vivo? Bueno, mi pareja fue contratado para matarme. –Explicó mirando el techo. –Claro que lo acepto pero dijo que no lo haría porque me había conocido y esas mierdas…–Samuel se quedo en silencio, por un largo rato para luego hablar calmado.

            –No me grites por esto, pero tú lo estas pensando, quiero decir, si quieres un consejo mío es porque tienes duda de dejarlo, por eso me has llamado, si tienes duda, es por algo Dean, no te puedo dar un consejo en general, pero… Sí crees que es correcto arriesgar tu vida por una pareja…Entonces ya sabes la respuesta.

A la mañana siguiente Castiel quedo impresionado al salir de su cuarto, Dean seguía ahí, de hecho estaba sentado en el capó del automóvil esperando por él, tal vez solo quería un aventón hasta algún lado o tal vez si pasaría esos cinco días mas con él.

            –¿Duele? –Preguntó saliendo del capó y caminando hasta Castiel, tocando el labio inferior roto.

            –Mierda, duele. –Se quejó apartando la mano con un ligero golpe, su labio estaba hinchado y tendría una fea herida por lo menos unos días, junto con el color morado rodeando la zona. –Entonces ¿Vamos? –Preguntó abriendo la puerta trasera para que Dean tirara sus cosas dentro y un leve asentimiento hizo que ambos cruzaran la mirada antes de ir a la recepción por sus armas y a ofrecer una disculpa.

El  viaje fue lento, extrañamente silencioso, no habían miradas, ni comentarios, solo la música de la radio en una frecuencia de Rock y las cientos de millas por delante, Castiel había tomado los caminos mas largos hasta una ciudad por lo cual habían llegado entrado a la noche, se habían detenido lo justo y necesario para cargar gasolina, comer y demás. Aparcó el automóvil frente a una estación de buses y miró al rubio.

            –Llegamos, supongo, ya sabes…Eres libre de mandarme a la misma mierda. –Admitió apretando el volante entre sus dedos. –Fue un gusto conocerte, Dean. –Dijo lo ultimo corriendo la mirada hacia otro lado, no quería ver como se marchaba su pareja.

            –Cass…–Le llamó de manera suave por primera vez y le tomó el mentón, besando sus labios con fuerza y rudeza, sin importar la herida o el dolor ajeno, mordisqueando un poco, recordando las palabras de Sam casi en un recuerdo flash en su mente, se separó un poco y abrió la puerta del automóvil, apretando esta con fuerza, dando una corta mirada los ojos que tanto le habían encantado esos tres días. 

Notas finales:

No sé cuando suba, no prometo nada, besos dulzuras. <3

Dejen mensaje, pedidos o lo que se les ocurra. 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).