Sam se removió incomodo mientras conducía, acelerando lejos de su casa, no confiaba para nada en ese hombre, no lo quería cerca de Dean, por otro lado, hace demasiado tiempo no había visto aquella mirada de su hermano mayor, no estaba precisamente contento, claramente, pero había ese brillo casi travieso que no veía casi desde su infancia cuando sus padres estaban vivos. Y Castiel…Lo miraba como Dean miraba a los pies antes de ser deborados.
Tenían una maldita buena quimica, incluso cuando se conocían hace días…Sam gruñó, tragando la frustración mientras apretaba el volante. La sensación de protección y un ligera sensación de celos le golpearon, entendía que la vida era así, podía encontrar a su pareja en cualqueir momento o incluso no encontrar pareja. Seguramente para él solo no había una…
Se sobresaltó entre sus pensamientos cuando escuchó el celular sonar y alzó una ceja, poniendo el manos libres y contestando ante el numero de Benny.
–Hey, Sam, tengo un pequeño…Gran problema. –Se escuchó tras la linea. –La polea de mi motocicleta se rompió y necesito cambiarla, tengo erramientas, pero no la polea y estoy un poco lejos de la ciudad ahora, como a tres horas o dos..
–Vale, puede que si tengas un problema…–Suspiró. –Enviame el modelo de la polea y la dirección donde estas.
–Te la envio de inmediato, estoy en un pequeño bar y dejé la motocicleta fuera, te será fácil encontrarme, nos vemos y…Gracias, lamento eso, pero cerca no hay nada para poder comprarla yo mismo.
–No te preocupes, nos vemos…–Dijo antes de colgar, de todos modos no quería llegar a casa en un tiempo, tenía que darle su espacio a su hermano, fuera la que fuera su desición.
Tras comprar la polea del modelo adecuado manejo hasta el bar, era un poco mas lejos de lo que pensaba y sin duda comenzaba a tener hambre y un poco de jaqueca por lo que había bebido. Estacionó el automovil, mirando la motocicleta descompuesta de Dean. Particularmente Benny no le gustaba demasiado, pero era amigo de su hermano desde la infancia.
–Hey, Sam. –Saludo el hombro, extendiendo su mano para un apretón.
–Benny…–Respondió el saludo con una ligera sonrisa. –¿Qué tal si vamos a comer y beber algo mientras me cuentas cómo te fue? Luego arreglaremos eso, es poco de todos modos. –Ambos se dirigieron dentro el pequeño bar, había muy poco movimiento, pero no era de extrañar siendo que con suere era horario de almuerzo.
Tomaron una de las mesas y ordenaron unas cervezas y una tabla de patatas fritas con carne picada, pues no habían muchas mas opciones.
–¿Dean regreso? –Preguntó de manera interesada luego de haber informado sobre el caso a tratar.
–Pues…Lo hizo. –Respondió con duda. –No puedo contarte nada, ni decir que sí o no tomará el cargo, no sé…Cosas cambiaron y sé que él te las dirá a su tiempo y sobre todo a su modo…
–Algo pasó lo sé. –Una sonrisa leve se posó en sus labios. –Conozco lo suficiente a ese idiota, no me ha llamado en mas de cuatro días o hablado, incluso solo para joder, él no es así, sabía que no tenía tiempo por lo de la semana libre, pero me extrañó un poco que incluso así no me hablara. –Se removió un poco. –No quiero dar tiros al aire pero… O no quiere el puesto o ¿Encontró pareja? Quiero decir, cuando uno encuentra su pareja todo vale mierda alrrededor, de metes demasiado en eso por lo menos el primer tiempo y siendo Dean, seguro esta en un caos terrible…Cuando comencé con Balthy, fui una mierda de amigo.
Sam rió un poco, el contrario conocía demasiado a Dean, pero no traicionaría la confianza de su hermano diciendo que cierto de aquello era verdad.
–Hablando de Balthazar…–Comentó el pelilargo, algo divertido. –Creo que sería bueno que fuera para la junta del Domingo, son pareja hace meses y no lo he visto en las juntas.
–Demasiado formal para él, además es un omega demasiado terco y si opina algo lo gritará, sin importar que el resto no piense lo mismo…–Se alzó de hombros, su pareja era un lio demasiado hermoso a su parecer. –Pero como se trata de asumir un cargo y por ende una “nueva” forma…Lo hará.
Sam se quedó en silencio por un largo rato, no tenía idea de cómo pasarían las cosas de ahora en adelante, no imaginaba la junta del día Domingo y aquello le hizo dar un vuelco en su estomago. Inhaló un olor suave, dulce, una mezcla entre caramelo fundido y algo mas. Giró la vista al ver entrar a un rubio bajo, de contextura construida, no delgado, con las curbas perfectas.
Un silbido de asombro le hizo volver a la realidad.
–No te lo comas con la mirada, hombre. –Bromeó el ojiceleste.
Sam rodó los ojos, no había disimulado en su mirada pero el pequeño hombre tampoco se había dado cuenta de su exsitencia, parecía estar demasiado ocupado ignorando a un tipo que le seguia.
–Anda, para…Hablemos, te puedo invitar un copa o algo. –Dijo el hombre, intentando sostener al rubio de su muñeca.
–Mira, no sé que no entiendes, pero no quiero nada contigo…NADA. –Exclamó mirando con furia a sus ojos. –Si me acosté contigo hace meses fue solo eso, ni si quiera sé como te llamas. –Dijo de manera cruel intentando liberarse. Gimió cuando vio un puño acercarse demasiado rapido y cerró fuerte los ojos, pero el golpe no llegó. Abrió los ojos con temor, viendo una espalda fuerte frente a si.
–No te atrevas a golpearlo…–Gruñó Sam interponiendose.
–¿Quién mierda te crees tú? Eres una perra bastarda, seguro solo te gusta follar con cual…–No terminó la palabra cuando un golpe en la mandibula le hizo retroceder unos pasos.
–Lo que él sea es cosa de él…Supera el despecho. –Dijo Benny desde un costado, con las manos en los bolsillos, no se metería en la pelea del castaño, pero si este llegaba con un rasguño estando con él Dean le daría un sermón bastante grande.
El hombre parecía querer seguir luchando, mas apretó los labios y apunto al hombre bajo tras de sí. –Me las pagarás, idiota, te juro que me las pagarás. –Comentó limpiandose la sangre que corría de sus labios y saliendo del local, dando un fuerte portazo.
–¡Gabriel! –Gruñó molesta una mujer morena tras la barra. –¿Por dónde comienzo? –Preguntó cruzando sus brazos contra su pecho. Todos se giraron a ella, parecía muy molesta. –Primero llegas tarde ¡Dos horas tarde! Los demás se fueron y trabajar de día sola es una mierda, solo uno se quedo y esta en la cocina, segundo ¿Quién coño era ese tipo? No me interesa que te ligues a quien sea, chica, chico, me importa un carajo pero que no molesten en mi bar. –La voz de la mujer parecía cada vez mas enfurecida y Gabriel se escondió tras su defensor, mientras la mujer parecía tirar chispas de fuego por los ojos. –¡Molestas a los clientes! –En ese momento se dio cuenta que le estaba gritando a todos y tragó grueso, intentando calmarse. –Perdón por las molestias, gracias por defender al idiota, no sabría que habría hecho sin nadie acá…–Suspiró mas calmada. –Les ofrezco lo que quieran como agradecimiento.
–Kali, de verdad lo siento. –Susurró el Rubio saliendo de tras la espalda del mas alto. –¡Sabes que hace casi un mes que no salgo con nadie! De…Esa forma. –Susurró mordiendo su labio inferior. –Te juro que le aseguré que fue cosa de una noche y llegó a donde me quedo,fue una mierda, no sé como consiguió mi dirección ¡Yo no lo lleve! Y…Por eso me tardé, no pensé que me estaba siguiendo pero pasó. –Intentó disculparse y miró de reojo al hombre a su lado. –Gracias, no quería molestar…A nadie. –Se apresuró a decir mirando a la mujer tras la barra.
–Anda a tu puesto y prepara dos tragos para los chicos, se lo merecen despues de tu expectaculo. –Gruñó cortante y suavizó la mirada. –Ustedes, tomen asiento, de verdad gracias…Gabe los atenderá bien o serán ustedes los ultimos clientes que atiende. –Comentó mientras salía de la barra hacía la puerta de la cocina, cerrando fuerte de ésta.
–Ah…Sí, dos tragos. –Dijo con una leve sonrisa nerviosa y corrió a ponerse la bata negra de barman. –¿Algo en especial?
–Pues ¿Por qué no nos sorprendes? –Se apresuró a decir Benny mientras tomaba asiento en la misma mesa en la que antes estaban.
–A la orden. –Dijo canturreando en voz baja, comenzando con su trabajo.
Ambos hombres miraron del mas bajo, tenía una jodida sonrisa coqueta, un trasero perfecto y parecía despeinado, pero aquello incluso se veía “lindo”. Benny sonrió suave mirando de reojo al pelilargo.
–Lindo ¿No? –Preguntó casual.
–Lo es, no deberías mirar a otros si tienes pareja.
–La tengo, no estoy muerto, tampoco le seré infiel ni nada de eso, pero sé cuando algo es…Atractivo a la vista y Balthy no se enojaría por esas cosas, siendo él mas provocativo que nadie.
Luego de unos minutos en silencio el barman llegó con los dos tragos, sonriendo leve.
–Perdón, no escuché sus nombres. –Comentó casual mientras daba una mirada inquisidora a ambos.
–Es porque no te los hemos dicho, bonito, pero yo soy Benny y mi amigo acá es Sam. –Dijo sus nombres de pila.
–Oh, bueno, para Benny un Aperol Spritz y para Sam un Orgasmo. –Dijo guiñando su ojo y dejando ambos tragos sobre la mesa, ganando una mirada sorprendida de ambos hombres antes de marcharse, casi corriendo a la cocina.
–Vale, él es muy…Muy él…Disfruta tu orgasmo–Se limitó a decir el mayor en una pequeña broma.
Sam bebió un poco del trago, no gustaba de las cosas dulces, pero incluso así, el licor estaba completamente equilibrado para no llegar a ser empalagoso, siempre había creido que los tragos preparados eran un poco de chicas, mas era un regalo así que solo decidió beberlo.
–¿Le pedirás su numero? –Sam toció ante aquella pregunta y miró a los ojos ajenos.
–¿Qué? No, yo creo que es así con todos…Ya sabes, por lo de antes, no quiero algo de un rato como casi todos, solo no soy así. –Un silencio envolvió el lugar hasta que Gabriel nuevamente salió de la cocina a sentarse tras la barra, mirando detenidamente a ambos hombres. –Bueno, ¿Vamos? –Preguntó mientras se levantaban, dejando el dinero sobre la mesa. Ambos terminaron su trago y se dispucieron a salir.
–Hey…¡Sam! –Gritó Gabriel, apoyando ambas manos en la barra. –¿Puedo hablar contigo unos minutos? –Preguntó con una mirada que parecía rogar por aquello. El mayor de ambos solo salió.
–Arreglaré la polea por ahora. –Comentó cerrando la puerta tras de sí.
Ambos se dieron una corta mirada, que fue rota por el rubio. Este parecia bastante incomodo y luego de un suspiro habló.
–Sabes, muchas gracias, de verdad…–Comenzó a hablar en voz baja. –Nadie nunca antes me había defendido, mucho menos sin conocerme, tú no dudaste en hacerlo, tal vez si me merecía eso. –Alzó sus hombros. –Quería agradecerte...
–Entiendo. –Comentó Sam y por impuso acarició la mejilla del Barman, sintiendo la textura de su piel y nuevamente ese dulce aroma llenó el lugar. –Eres hermoso, no culparía a ese idiota por quererte para él. –Comenó y se inclinó sobre la barra para verle mejor. Él mismo se sorprendió, nunca había dicho eso a nadie, no era bueno coqueteando y ahora parecía tan natural.
–¿Lo dices porque me quieres para ti? –Preguntó relamiendo sus labios cuando ambas bocas quedaron a sentimetros. Inhaló el aroma del mas alto y suspiró ante la fragancia agradable.
–¿Y quién no? –Preguntó dando una caricia al mentón y se separó como si nada hubiese pasado, caminando hacía la puerta.
–¿Qué? –Gimió descolocado el rubio, saliendo tras de la barra y caminando cerca de él. –¿Dejarás esto así? –Preguntó pareciendo indignado de la situación.
–¿Dejar qué? –Preguntó mirando sobre su su hombro.
–Esto…–Susurró. Gabriel quería gustarle a ese hombro, nunca en su vida había querido gustarle tanto a alguien como a él, nunca se había esforzado para coquetear y ahora a pesar de haberlo hecho poco, se había esforzado con todo su ser. Quería gustarle, quería a Sam para él.Dio un paso mas casi quedando de frente, eran tan alto. –¿Lo dejarás pasar…?–Preguntó con cierto miedo.
–Joder. –Gruñó Sam y se volvió a verle por completo, Benny tendría que esperar unos minutos pero ahora lo unico que deseaba era besar a ese hombre como si el tiempo no importara.