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7 DAYS. por David_tank

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Notas del capitulo:

Ahns, solo es lemon pero bueno, no hay trama este cap mas que lemon mal hecho <3

–Castiel…–Jadeó tomando fuerte sus caderas de un momento a otro. –Yo…–Relamió sus labios, resecos y miró a los intensos ojos azules frente a sí. No, ahora no era el tiempo de pensar, no podía manchar ese momento con las dudas del futuro, quería disfrutar a su pareja, hace de este momento el mas importante de su vida.

Empujó a Castiel contra la pared de la cocina, provocando que este se sobresaltara ante la reacción del menor, jadeando con los labios suaves apretaron contra su cuello en una corrida de lentos besos, comenzando a tironear la camiseta hasta quitarla de su cuerpo y dejarla caer a un lado, paseando sus manos por el pecho del mayor.

            –Serás mío. –Gruñó el rubio mirando con deseo el cuerpo ajeno al tiempo que era tomado por la nuca, sus labios chocaron en una guerra de besos posesivos, reclamando por completo al opuesto, paseando sus manos a gusto por su pecho, hombros, cuello, abdomen bajo, notando este contraerse ante los toques tibios de sus dígitos.

El beso duró demasiado poco según el menor cuando Castiel tiró la ropa superior hasta quitarla, quedando ambos vestidos de la cintura hacía abajo, bebió la vista sensual, lo suficiente grueso y marcado, pero sin dejar de ser hermoso; Perfecto.

            –Y tú mío, bebé. –Susurró empujando a Dean contra la mesa, estaba por besar sus labios cuando la boca de su amante salió de su alcance y le miró con molestia.

            –Para…–Le pidió notando de inmediato la mirada molesta y alcanzó el rostro entre sus pulgares. –Vamos a mi cuarto. –No se molesto en recoger la ropa de ambos, tiró la muñeca del azabache y casi corrió por el pasillo hasta su cuarto, no recordaba alguna vez que estuviera tan emocionado y nervioso por tener sexo, él no era para nada tímido en el sexo y aún se sentía torpe y fuera de lugar.

Cerró la puesta tras de ambos y guió al contrario a la cama, empujándole a esta mientras ambos se quitaban el calzado y las medias, el cinturón y Castiel estaba por quitarse el jeans cuando Dean se acercó, besó su cuello, pecho, ombligo, llegando hasta el jeans, tomando la cremallera entre sus dientes y bajando, arrodillándose entre las piernas del mayor.

Apenas se tironeó en Jeans hacía abajo, terminando de quitarlo, dejando a la luz su ropa interior y bajo esta se notaba claramente como una erección se estaba formando. El rubio sonrió satisfecho; Castiel estaba así por él.

            –¿Ansioso? –Preguntó sin esperar respuesta, se inclinó lamiendo la tela sobre aquella erección y una mano pesada recorrió su nuca, empujando hacía adelante, incitando a que lamiera de manera mas uniforme, empapando con la saliva toda la tela sobre su miembro.

            –Buen chico. –Susurró Castiel al ver los labios rojizos del menor lamer toda su erección con su saliva tibia, dando oleadas de placer por todo su cuerpo. Tendrían que hacer esto cada día, porque seguramente nunca se aburriría. Los dientes del rubio se hicieron presentes, tironeando el elástico del bóxer hasta que la erección del moreno salió casi rebotando en su abdomen por lo duro que se encontraba. No dudo mucho, lamió bajo el eje, llegando a la punta, dando un calido beso antes de succionar suave y soltar, dejando escuchar un pequeño “pop”. –Para…–Gruñó el mayor, tirando a Dean de una mano y tumbando en la cama, aprovechando el segundo en que el ojiverde se acomodaba para retirarse su ropa interior.

Acabaría demasiado rápido si los labios del menor jugaban así y no era su intención, no ahora. Tiró de golpe la ropa inferior, sacando el jeans y ropa interior de una vez y abordando su cuello mientras se metía entre sus piernas, frotando su erección húmeda contra la de Dean.

            –Mierda…–Un gemido demasiado bajo acompañado de aquella maldición hizo que una ronca risa saliera de la boca del azabache, mordiendo el cuello ajeno, lamiendo y succionando hasta dejar un moretón, empujando sus caderas con un poco mas de fuerza, notando sus líquidos preseminales mezclarse, haciendo la fricción mucho mas amena.

Los labios del ojiazul bajaron gradualmente, besó las comisuras labiales de su amante, todo el contorno de la mandíbula hasta el cuello y las clavículas, lamiendo con delicadeza de estas.

            –Solo mío. –Susurró sobre uno de los pezones, rodeando la aureola con sus labios y succionando de una sola vez, lamiendo y escuchando atento los pequeños quejidos y suspiro de los labios opuestos. Realizó lo mismo con el pezón opuesto, sin dejar de frotar la erección con su muslo y bajó hasta esta, tomando en sus labios.

            –¡Castiel! –Un gemido agudo resonó en el cuarto y Dean bajó las manos, apretando el corto cabello negro entre sus dedos, notando que su pareja no andaba con rodeos en esto…La lengua sabía exactamente donde tocar, delineaba cada vena de su miembro, apretaba de forma justa los labios sin ocupar sus dientes, provocando una sensación demasiado placentera.
Gimió y se removió en la cama, comenzando a mover las caderas, estaba siendo egoísta en su placer otra vez y estaba consciente de eso, pero al mismo tiempo quería mas, quería la lengua en cada rincón de su húmedo miembro.

Gruñó notó una extraña humedad presionar entre sus nalgas, un poco fría, frotando suavemente su entrada e intentó separarse un poco, mas las succiones en su miembro se hicieron mas fuertes y constantes. Uno de los dedos húmedos de Castiel empujó por la estrecha entrada, distrayendo a Dean con la felación, intentando a cada minuto hacerlo mejor, sin dejar de mover su dedo dentro del cuerpo, expandiendo el pequeño túnel hasta empujar un segundo dedo.

            –¡Para! –Ordenó con la voz ahogada el rubio, tironeando el cabello cuando los falanges ajenos tocaron algo dentro de sí que le hizo estremecer y el liquido caliente fluyó apenas un poco de su miembro. No quería. –¡Cass..! –Siseó removiendo su cuerpo cuando los dedos comenzaron un ritmo fuerte, los dedos del azabache chocaban con fuerza, escuchando el golpeteo húmedo por el lubricante y los nudillos chocando en su piel caliente.

Castiel bebió un poco y sonrió ladino, sacando los dedos del menor, mirando el cuerpo sudado, los labios rojos y uno que otro chupetón por su cuerpo.

El rubio aprovecho la mirada ajena y se giró en la cama, casi escapando y sosteniéndose del respaldo de la cama.

            –Ni lo pienses. –Susurró con voz aguda el ojiazul y tomó fuerte las caderas ajenas, apegando su pecho a la espalda, besando el hombro y mordiendo la oreja, sacando nuevos jadeos de su pareja. –No escaparás de mí…Bebé…–Un pequeño vuelco recorrió el estomago del rubio ante esas palabras y notó como el miembro del mayor presionaba entre sus nalgas, perfilándose contra la entrada. –Mío…–Susurró lamiendo nuevamente de la oreja, empujando por fin en una fuerte embestida.

            –¡Hijo de..:! –No terminó la frase, apretando con fuerza el respaldo de la cama, jadeando ante el ardor, dolor y placer mezclado en uno solo, gimió cuando una mano apretó su miembro, bombeando sobre este y sin darle gran tiempo para acostumbrarse las embestidas comenzaron, lentas y  fuertes, revotando en las redondas nalgas. –Ahm…–Dolía, realmente dolía, pero había algo mucho mas que solo dolor.

            –Dean…–Castiel mordió nuevamente el hombro, sosteniendo con su mano libre la cadera ajena, con movimientos mas fuertes, esperaba hacerlo de frente, pero no dejaría que el menor se enfriara y terminara escapando del momento. Frotó el miembro con su mano opuesta, apretando suave la base y paseando su pulgar sobre el glande, intentando dar el mayor placer posible.

Tras unos minutos tomó a Dean con cuidado y sin salir de él le removió en la cama, quedando frente a frente, separando las piernas del rubio y dando una aún mas fuerte embestida, apegando sus pechos y reclamando otra vez sus labios con un beso intenso.

            –Cas..Castiel. –Gimió el rubio, abrazando al mayor por sobre los hombros, el ángulo nuevo era prácticamente delirante, Castiel sabía justo donde tocar, el ritmo precioso, los labios húmedos por su boca y cuello. Rasguñó con fuerza la espalda, marcando de algún modo el cuerpo ajeno como suyo, intentando respirar cuando aquella tarea tan fácil ahora parecía imposible.

El calor rodeaba el cuarto, el sonido de las pieles húmedas chocando con fuerza y el inigualable aroma a sexo, todo acompañado de algunos gemidos.

            –Ahm…Cas…–Murmuró Dean tomando las mejillas ajenas y mirando a los ojos cargados de placer frente a sí, su miembro se apretaba entre ambos vientre bajos, todo en ese segundo era sensaciones, la cama fría bajo sí, su cuerpo ardiendo, el placer recorriendo desde su espalda hasta su entrepierna y resto del cuerpo y sobretodo el golpeteo del glande ajeno en su punto dulce. Jadeó, pidiendo más, sin saber que realmente pedía, besando sus labios.

            –Te quiero…–Gruñó Castiel de manera posesiva y luego mas suave. –Te quiero…–Repitió notando el orgasmo acercarse con demasiada fuerza e intensidad, las paredes internas calientes apretaban su mimbro casi de forma agónica.

            –S-Sí…Ahí. –Gimoteó Dean, curvando su espalda ante las oleadas de placer y calor que le recorrían. –Mas…Lento…–Pidió cuando Castiel puso una de sus pierna sobre su hombro, abriendo por completo sus piernas, separándose con rudeza y empalándose con fuerza en la entrada de su amante.

            –Shh…–Susurró mordiendo su cuello, lamiendo, sin prestar caso a las palabras del rubio, disfrutando el ver como rebotaba en la cama soltando agudos sonidos.

            –¡Castiel! –Gritó ante una sensación indescriptible, notó su semen brotar de su miembro, su entrada apretarse, su piel arder y luces brillar frente a sus ojos, rasguñando aún mas los hombros ajenos y una caliente sensación humeda se presentó entre sus piernas y dentro de su cuerpo. Intentó recuperar la respiración, sin gran triunfo y una cadena de dulces besos fueron regado por su cuello.

Pasó un largo rato antes de que el azabache abandonara su cuerpo, soltando pequeños gemidos ante el semen manchando sus nalgas, se acodó, besando sus labios una y otra vez.

            –También…Te quiero. –Murmuró Dean abrazando con mas fuerza azabache. –Castiel…Sé mi pareja. –Pidió con voz un tanto adormecida y recibió una caricia en la mejilla.

            –Claro, bebé. –Castiel admiró el rostro sonrojado comenzar a dormirse, hasta caer en un profundo sueño, le arrulló un poco mas a su cuerpo y le cubrió, besando su frente. –Dulces sueños…

Dean se removió un poco al despertar, notando un par de fuertes brazos acunarlo hacía la cama. Con cuidado salió de entre ellos y le besó la frente, mirando de reojo hacía la hora, habían dormido desde la tarde seguramente hasta la media noche.

Cogió su ropa interior, notando el dolor en su cadera bastante incomodo mas solo caminó por la casa ante el frío de esta, miró hacia fuera y frunció el ceño ¿Y su bebé? Recordó que Sam había salido pero por la hora debería haber regresado. Fue hasta el cuarto de su hermano, sin encontrarle y rodó los ojos cuando marcó el numero y escuchó de inmediato el buzón.

            –¿Sam? Estoy preocupado, debería haber regresado, llámame o te iré a buscar mañana temprano…Bueno, eso. –Colgó rápido y tiró el teléfono a un lado, arrastrando los pies hasta su cuarto y metiéndose en la cama, sintiendo un cálido abrazo envolverle, su cuerpo estaba frío, pero la cama tibia y el cuerpo caliente de su pareja eran perfectos.

            –¿Todo bien Dean? –Preguntó con voz adormilada Castiel, abrazando con un poco mas de fuerza al contrario.

            –Todo bien ahora…Sunshine.

Notas finales:

¡El prox cap tendremos pj nuevos seguramente! Y mas Sam. <3


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