Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Day by Day por Aurora Execution

[Reviews - 12]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Muchas Gracias a quienes leen. Sin más espero y disfruten de la lectura.

IV

No

 

A Tony se le había puesto el mundo de cabeza. Y eso era demasiado decir, teniendo en cuenta su estrafalario día a día. Que dinero y bienes materiales le sobraba, era cierto, ¿popularidad? ¡Por favor! Todo el mundo conocía a Tony Stark – o al menos eso pensaba su narciso ego – podía tronar sus dedos y obtener al instante lo que quisiese. Pero no lo hacía, ¿por qué? Porque le gustaban los desafíos. Cuando eres una persona fuera del promedio, todo a tu alrededor parece ir más lento, tornándose aburrido y Tony siempre parecía ir un paso delante del tiempo mismo.

 

Le gustaban las emociones extremas, había amado desmedidamente, de la misma manera había odiado. Sin embargo no lo había demostrado jamás, pues ambos lados eran una debilidad que él no se permitiría destapar. O al menos eso había pensado hasta que sus pasos se toparon con los de él. Tony no conocía absolutamente nada de ese hombre; su nombre, dónde vivía, a qué se dedicaba. Nada. Era un extraño que rápidamente se alojó en su consciencia, enraizando su imagen para que la mente del castaño comenzara a ser un lío constante. Sus ojos azules, sus labios de un delicioso rojo, sus rasgos, e incluso ese cuerpo de escándalo que portaba, todo él figuraba en su mente, dejando a Tony en una nebulosa de pensamientos perversos y dulces que siempre lo tenían como protagonista.

Despertaba a mitad de la noche con problemas húmedos que debía mitigar con una ducha fría a pesar de la época, mas esas duchas aumentaban el desorden en su bajo vientre, pues esa sensación le recordaba a él. Tal vez porque lo conoció en invierno.

 

Se arrojó en su mullida y enorme cama, con el pensamiento vago de contratar un detective para descubrir la identidad de su esquivo adonis. Tomó una de sus almohadas cubriendo su rostro para ahogar un grito  mitad frustración y mitad vergüenza. ¿Por qué debía de contratar un maldito detective? Si quería saber al menos su nombre, bien podía acercársele y que su encanto hiciera el resto.

 

¡Oh, claro que eso haría!

 

Sólo había un pequeño – pequeñísimo – problema; no sabía dónde hallarlo. Aquel día, en medio de la multitud pudo dar con él un par de veces, pero cada vez que creía haber llegado a su lado, desaparecía, como un juego del gato y el ratón que no le agradaba para nada. Ahora, regresar ya no valía la pena, pues los festivales habían concluido y las actividades en las avenidas retomaban su curso natural. Sí, todo había sido su culpa por haber quedado prendado de esa mirada, o quizá había sido culpa del desgraciado por observarle de aquella manera, de sonreírle para desaparecer como si de un ánima se tratase, porque no, no se había equivocado. Esos ojos centellantes se le clavaron en lo más profundo y con rabia debía admitir que no quedaría en paz hasta poder hablar con él.

 

Al día siguiente, a pesar de todo, regresó a las calles de la gran ciudad, donde se llevó a cabo los festivales, cuyas ahora sólo albergaba transeúntes en trajes y portafolios ajenos y grises a su interés. Debía de estar volviéndose loco por dejar responsabilidades en stand by sólo por un mero capricho, como le habían llamado sus amigos «otra excentricidad de Tony Stark» ¡al diablo todos ellos! Algo muy dentro suyo le gritaba que debía hacerlo, una verdad que pulsaba con luz propia.

 

Lo sabía.

 

Porque la felicidad no cupo en su cuerpo al ver al dueño de su absoluta obsesión sentado en una cafetería perdida entre los rascacielos. Con los nervios y ansiedad al cien por ciento (algo impropio en él) se acercó dejando que sus ojos castaños recayeran en esos azules que atormentaban sus sueños. Estuvo seguro de que debió hacer uso de todo su autocontrol para que sus piernas siguieran sosteniendo su cuerpo, esa sonrisa debería estar prohibida.

 

—Yo… me preguntaba si podría invitarte un café.—Ya estaba ahí, no se iba a andar con rodeos.

 

—No.

 

¡No!

 

Con los ojos eyectados, Tony observó con una mueca casi indescifrable al otro  hombre, quien seguía impasible y sonriente. No había contemplado la posibilidad de ser rechazado, bueno, siempre había una primera vez, pero ¡joder! Eso había dolido demasiado. Casi se atragantó con su propia saliva, pero no dijo más nada, dispuesto a desaparecer lo más rápido posible. Estaba seguro que se había sonrojado.

 

—Creo que lo correcto es que yo te invite un café a ti, por cierto, me llamo James.

 

 Sonrió, aceptando el apretón de mano—Tony—dijo, presentándose.

Notas finales:

Y, ¿qué les pareció?

Espero sinceramente que haya sido de su agrado. Esto bien puede tomarse como un AU, bueno, creo que lo es xD

Será hasta el próximo capítulo. Gracias por leer.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).