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MENSAJE DE TEXTO por Aifoss

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Notas del capitulo:

Aquí esta el siguiente capítulo mis queridos lectores:) 

Quiero agradecerles a todos ustedes por seguir y leer el Fic <3 además de quienes me dejasn sus hermosos review, muchas graaaaacias enserio, yo soy nueva en esto y pues cada leída o comentario me emociona mucho jeje 

Bueno no la alargo... por cierto, quiero decirles que ahora si! subiré un capítulo todas las semanas en todos los Fics que escribo (que son tres xd) 

 

disfruten!!!!

- ¿Qué quieres de mí? –le hablé molesto. 

 

 

- Te quiero a ti –regresó y puso su mano bajo mi barbilla, apreté los labios firmemente. 

 

 

- Qué lástima que eso ya no lo decides tú –dijo Aomine detrás de él. Haizaki rodó los ojos y se apartó de mí. 

 

 

- ¿Tú quién eres para decirme qué es lo que hago o no con él? –preguntó escupiendo veneno en cada una de sus palabras. 

 

 

- Soy SU NOVIO y YO decido quién se le acerca o NO, ¡Lárgate de aquí imbécil! –dijo molesto. 

 

 

- Su novio… - Haizaki me miró y entrecerró los ojos- ¡Qué rápido eres, zorrita! –habló sonriendo. 

 

 

- ¡Cállate pendejo! –le gritó mi novio y le pegó un puñetazo con su fuerza inhumana, haciendo que cayera al suelo y quedara inconsciente. 

 

 

- Aomine-kun –me sorprendí pero a la vez me alegro lo que hizo.- Gracias.- sonreí.- Vámonos de aquí –dije y me guiñó un ojo. 

 

 

Caminamos hacia mi camarote, al entrar nos encontramos a mi hermano dentro con la rubia, estaban solos, me pregunto cómo entraron. 

 

- ¿Saori? –dijo Aomine desencajado. 

 

- Aomine –respondió ella con tono despectivo. 

 

 

-Espera, ¿Quién es Saori?-pregunté e instantáneamente la chica se puso pálida

 

 

-Ella.- dijo mirándola.- es la media hermana de Satsuki, se llama Saori

 

-Te confundes.- habló mi hermano.- se llama Penny y no tiene ninguna hermana.- la miró a ella.- ¿Verdad?

 

 

-Ehm…Yo…-la chica balbuceaba

 

 

-¡Oe Saori! Admite que le has estado mintiendo.- Aomine estaba un poco alterado.

 

 

-Dime que no es cierto Penny.- dijo Kouki con la desilusión en la voz

 

 

-Yo me tengo que ir…-la chica agarró su bolso y salió corriendo de la habitación.

 

 

-¡Espera!-gritó Kouki

 

 

-¡Vamos por ella Tetsu!- cuando estaba dispuesto a salir con Aomine mi hermano me detuvo.

 

 

- ¿Qué sucede? –pregunté mirando a mi hermano. 

 

 

- Quiero hablar contigo Tetsuya, y no puede esperar –dijo serio.- Aomine ve tras… ¿Penny? Porfavor.- pidió mi hermano. 

 

 

- Esta bien.- y con las mismas mi novio salió tras la chica.

 

 

 

Me senté en la mesita frente a él. Como cuando mi padre y él me interrogaron. 

 

- Yo… -comenzó mi hermano. 

 

- Espera, antes quiero decirte algo… -agaché la mirada- perdóname por haberte golpeado, no fue mi intención es solo que… me molestó la forma en como trataste a Riko. 

 

- Sí, no te preocupes, igual y creo que la merecía. 

 

- Bueno, ahora… ¿qué pasó, por qué hiciste eso? –dije refiriéndome al golpe de Midorima. Él resopló y luego me miró a los ojos, sus ojos cafés estaban dolidos. 

 

- Penny…. me contó algo que pasó entre ellos. Me dijo que… él la había tocado en partes donde no debía, hace un par de días… me mostró moretones donde luchó contra él… 

 

- ¿Qué? –dije totalmente sorprendido. 

 

- Sí, me dijo que había abusado de ella y yo… molesto… le pegué –desvió la mirada. 

 

Me costaba creer lo que me decía, Midorima no era así. Estuve pensando cada palabra y luego abría la boca pero no podía decirle nada. Esto no era verdad, no creía al peliverde capaz. 

 

- Kouki… verificaste si lo que ella decía… ¿era cierto? –pregunté. 

 

- ¿Qué pruebas querías que te enseñara, los moretones en sus muslos? –dijo incrédulo. 

 

- No lo sé… el día exacto, la hora exacta, para coincidir con la ausencia de Midorima-kun o algo así… 

 

- No… nunca he visto a Midorima cerca de ella… 

 

- Lo vez… antes de acusar o en tu caso… golpear a alguien, tienes que comprobar que lo que dijo es verdad… 

 

- Es que estaba tan molesto… que… me dejé llevar –dijo torciendo la boca. 

 

- No te preocupes, hablaré con él y trataré de investigar eso… pero por favor, tienes que ir a disculparte… 

 

- Pero Tetsuya… -dijo molesto.

 

- Kouki… TODOS absolutamente TODOS son inocentes hasta que se demuestre lo contrario.- hice una pausa recordando lo ocurrido hace un momento.- Además que no te hace pensar que te haya mentido si prácticamente te mintió con su verdadero nombre y que tenía una hermana, no quiero sonar cruel pero…ella te ha estado viendo la cara de tonto todo este tiempo

 

 

- Tienes razón… –dijo después de un marcado suspiro. 

 

 

- No te preocupes –dije y lo abracé.- pero esto no seguirá así, descubriremos quien es ella en realidad 

 

 

- Solo te preguntaré algo… ¿por qué confías tanto en ellos? –preguntó refiriéndose a los chicos. 

 

 

- No lo sé, pero sé que son personas realmente agradables, de lo que si estoy seguro es que lo que dice “Penny” no es real… ¿te habla mucho de Midorima-kun? 

 

 

- Me dijo que fue su amor fallido –se encogió de hombros- suele decirme que… ella lo rechazó y que él nunca la olvidó. 

 

 

- ¿Desde cuándo afirma eso? –pregunté. 

 

 

- No lo sé hace unos años…

 

 

- Sabes que Midorima-kun tiene 18 y… que tiene ya tiempo con Takao-kun, además es evidente que se quieren demasiado, no he conocido persona más fiel, créeme… Kouki por favor, piénsalo bien, es demasiado incoherente… -dije instándolo a pensar. 

 

 

- Los conocemos hace poco Tetsuya –dijo tratando de defender a la chica. 

 

 

- Sí, tanto como tú conoces a “Penny”, así que… 

 

 

- Vamos con Midorima, me quiero disculpar de una vez por todas. 

 

 

- No quiero que lo hagas porque te lo pedí, quiero que lo hagas porque en verdad lo sientes –hablé tocándole el hombro. 

 

 

- Lo haré –dijo honestamente. 

 

Fuimos al piso de abajo y después de caminar por un largo corredor llegamos al camarote donde se alojaban el peliverde y Takao. Toqué la puerta y el azabache fue quien nos abrió. 

 

- Hola –dijo con media sonrisa. 

 

 

- Hola –respondió Kouki primero. 

 

 

- ¿Podríamos hablar con Midorima-kun? –pedí. Él suspiró y nos dejó pasar. 

 

 

- Pasen –nosotros obedecimos. 

 

 

- Lamento todo lo que pasó –habló mi hermano una vez adentro. 

 

 

- Tranquilo –Takao le sonrió- pero, ¿te gustaría explicar por qué lo hiciste? 

 

De la habitación salió Midorima, nos miró serio como siempre pero con tranquilidad. 

 

 

- Antes… ¿te importaría que habláramos Midorima-kun y yo a solas? –pedí nuevamente. 

 

 

- De todas formas lo sabré –informó Takao. 

 

 

- No digo que no, es solo que él te lo dirá de una forma menos cruda y con más cautela. 

 

 

- ¡Dilo! –gritó Takao un poco más desesperado. 

 

 

- Hablemos en la habitación –dijo el peliverde y yo caminé, el azabache resopló pero no le quitó la vista de encima a mi hermano. 

Ya dentro me senté en la cama junto a él. Él me miraba cauteloso y no sonreía. 

 

 

- ¿Qué pasa?-se cruzó de brazos. 

 

- Bueno, mi hermano me contó algo bastante perturbador de ti. 

 

 

- ¿Qué?- arrugó las cejas 

 

 

- Me dijo que… abusaste sexualmente de una chica Midorima-kun –dije claro y sin ataduras. Él abrió los ojos como plato. 

 

 

- ¡¿Qué?! –Dijo totalmente sorprendido- ¡Claro que no! 

 

 

- Bueno, fácilmente me puedes engañar y negar todo –dije serio. 

 

 

- No soy capaz de hacer algo como eso; Kuroko, a penas y habló con mujeres, en mi vida no he tocado a una sola, solamente a Takao, y eso que él es hombre. Solo he estado con él y nadie más.-hacía movimientos con sus manos en el aire. 

 

 

- Midorima-kun… eres un basquetbolista a nivel nacional –dije negando con la cabeza.

 

 

- ¿Y eso qué? Solo hay una persona que amo en mi vida, soy un hombre serio y racional… no dejaría que algo como eso le sucediera a nadie y mucho menos se lo haría a alguien –dijo exaltado. 

 

 

- ¿Qué hiciste el lunes por la tarde? –pregunté. 

 

 

- Hubo práctica con los chicos –respondió rápidamente- No me separé de Takao en todo el día. 

 

 

- Me encantaría creerte –hablé decepcionado. La verdad no lo estaba, sabía que él era inocente. 

 

 

- ¿Quién es la chica? –preguntó. 

 

 

- Penny…bueno, hoy me enteré por Aomine-kun que en verdad se llama Saori, no sé su apellido

 

 

- ¡Momoi Saori! – gritó molesto poniéndose de pie tensando todos sus músculos- ¡Cómo odio a esa chica! ¡¿Cómo se atreve a difamarme?! 

 

 

- ¿La conoces? 

 

 

- Es media hermana de Satsuki.- habló con asco.- ya una vez me armó un problema con Takao. Ella está enamorada de mí y desde siempre ha tratado de buscarme problemas, no sé cómo mierda pudo llegar tan lejos.

 

 

- Mi hermano está “enamorado” de ella. 

 

 

- Sabía que salían, también sabía que mintió sobre su nombre pero no el motivo, una noche salí a la cubierta y hablé con ella, no dijimos casi nada. Yo solo pensaba y ella me dijo que salía con tu hermano. Luego se fue. 

 

Estuvimos discutiendo el tema hasta que por una extraña razón, Takao asomó su cabeza en la puerta, estaba serio, parecía estar molesto. 

 

 

- ¿Ya? –dijo desesperado. 

 

 

- Sí, lo siento –habló Midorima y le dio un beso en la frente. 

 

 

- ¿Quieres decirme qué pasa? –le preguntó con ojos cristalinos. 

 

- Es que… 

 

Midorima le comenzó a explicar todo tranquilamente pero Takao parecía en vez de calmarse enfurecerse más. Kouki se disculpó. 

 

- Lo siento de verdad –pidió mi hermano. 

 

 

- No importa, ya olvídalo –dijo Shintaro estrechando la mano de mi hermano- No la conocías bien. 

 

 

- No puedo creer que haya formado semejantes mentiras –dijo resoplando. 

 

 

- Nunca se termina de conocer a la gente –dijo el peliverde- No te digo que la dejes, solo te digo que tengas cuidado. 

 

 

- No… para esas chicas no tengo ganas, es mejor cortar por lo sano. 

 

 

- ¿Estás bien? –le pregunté a Takao. 

 

 

- Sí – aún con la mandíbula apretada. 

 

 

- Bien… será mejor que nos vayamos –anuncié y salimos de allí. 

 

 

- Tet-chan –me llamó mi amigo- ¿me acompañas por un café? –él me miraba con ojos suplicantes, esa mirada no era normal en él. 

 

 

- Claro, vamos – tomé su mano. 

 

 

- Ahora vengo Shin-chan –dijo y le sonrió. Midorima entrecerró los ojos, tal vez él ya sabía las intenciones de su novio, pero se limitó a besar su frente. 

Kouki se fue en un elevador diferente y nosotros subimos al de al lado. Takao estaba muy serio y parecía querer llorar. 

 

 

-  Takao-kun ¿Estás bien? –pregunté y lo abracé. Él comenzó a llorar desesperadamente. Salimos del elevador y llegamos a una pequeña cafetería que estaba en el primer piso. Nos sentamos y él seguía limpiando sus lágrimas. 

 

 

- Me siento horrible –dijo. 

 

 

- ¿Por lo de Midorima-kun? –pregunté. 

 

 

- Sí,  esa perra ya me tiene ¡harto! Siempre está metiéndolo en problemas y me hace sentir mal con él. Sé que lo que dice es mentira porque él… dice amarme pero, a veces de tanto que dice y hace me…  me lleva sospechar un poco. 

 

 

- Es cierto, a veces la gente es tan mala que dice y hace muchas cosas, pero… hasta yo confío en Midorima-kun y sé que no sería capaz de hacer algo como eso. Es una buena persona. 

 

 

- Sí –dijo calmándose un poco. 

 

 

- Saldrán de esto, tranquilo –tomé su mano. 

 

 

- Te digo una cosa –habló Takao con una pequeña sonrisa. 

 

 

- Dime –lo insté. 

 

 

- Me da mucho gusto que salgas con Ao-chan, él se merecía un buen chico y se nota que se quieren mucho. Por fin dejó a esa otra perra y por alguien tan bueno como tú. Me alegra mucho –me sonrojé. 

 

 

- Gracias, admito que para mí fue una sorpresa descubrir que lo quiero… -yo mordía mis labios. 

 

 

- Nosotros ya lo veíamos venir, la forma en que se veían, en cómo te hacía reír, la forma en que lo regañabas y que él se enojara contigo, y si lo hacía se contentaba con que tú lo miraras. 

 

Estuvimos hablando un rato y luego decidimos dar una vuelta por la cubierta para que a Takao se le pasara el coraje.

 

 

 

(Narra Kouki) 

 

Estaba totalmente decepcionado de “Penny”, no podía creer lo que esa chica era capaz de inventar, aún me sigo preguntando el porqué de sus moretones en sus muslos, será que otro chico o ella misma se los habrá hecho. 

Definitivamente tenía que terminar con esta relación dañina antes que me inventara que a Kagami se lo llevaron los aliens y por eso está tan loco. Esta chica ya ni me agradaba. 

 

Llegué a su piso y luego caminé lentamente para llegar a su habitación. Antes de llegar me encontré una imagen peculiar. 

 

 

- Gracias por ayudarme con eso de los moretones, aunque te pasaste aún me duelen –dijo Penny a un chico que estaba allí. 

 

 

- De nada, cuando quieras te vuelvo a ayudar –respondió el chico, su voz parecía de niña. 

 

 

- Eres tan obediente, te lo tengo que compensar –dijo ella y se le acercó para besarlo. 

 

 

- ¡Qué linda! –exclamé a lo cual ella se separó y me vio bastante asustada. 

 

 

- K… Kouki yo… -ella tartamudeaba y se acercó a mí, yo di un paso hacia atrás- Déjame explicarte… - dijo ella asustada aún. 

 

 

- No tienes nada que explicar, ya sé la clase de mujer que eres… también sé que inventaste lo de Midorima solo para que yo lo golpeara, ¿necesitas algo más de mí? 

 

 

- Kouki… es que… -ella no sabía qué decirme. 

 

 

- Silencio Penny, oh perdón, Saori …no necesito saber nada más de ti –le hice media sonrisa, me acerqué a ella, le di un beso en la frente y la abracé. 

 

 

- Kouki, lo siento –dijo la pequeña. 

 

 

- Igual y quiero que consigas a otro tonto que te haga caso, porque yo ya estoy harto de ti, cuídate – hablé y me di media vuelta. Caminé y aunque ella aún seguía llamándome no me permití caer en sus engaños. 

Estaba tranquilamente caminando por la cubierta, cuando me encontré con el chico que estaba con Saori hacía unos momentos. Se me acercó molesto. 

 

- ¿Qué quieres? –dije harto de estar entre tanto lío.

 

 

- Que dejes a Penny en paz, ella merece a un verdadero hombre – reí pues tenía voz de chica. 

 

 

- Corrección, se llama Saori…Y quédatela –dije y caminé a su lado- Adelante, yo no me quedaré con una mocosa que ha estado con cantidad de hombres ya. 

 

 

- ¡Estúpido! –escuché la voz tras de mí de Saori. 

 

 

- Vamos SAORI… -dije un poco molesto remarcando su nombre- no quieres mentirle a tu nueva víctima. 

 

 

- ¡Cállate! Yo solo he estado contigo y con Midorima. 

 

 

- ¡Quisieras haber estado con Midorima fíjate! –gritó la pareja del peliverde, Takao, que  venía con mi hermano. Por suerte no había gente extraña en zona de la cubierta en ese momento. 

 

 

- ¡Cállate Takao Kazunari, no te metas! –le gritó Saori al azabache. 

 

 

 

-¡Deja de mentir y deja de meter a Shintaro entre tus mentiras, sabes que él no es ningún tonto como para salir con una zorra como tú! –dijo bastante molesto. 

 

 

- ¿A quién le dijiste zorra? –dijo ella acercándosele a Takao furiosa. 

 

 

- A parte de zorra, sorda -- se le acercó amenazadoramente. Tetsuya solo caminó hacia atrás dejando que ellos limaran sus propias asperezas. Yo me hice a un lado y me acerqué a mi hermano. El chico estaba más que nervioso. 

 

 

- No vuelvas a faltarme al respeto –dijo Saori. 

 

 

- ¿Si no qué? –instó Takao en un tono lleno de veneno.
De repente Saori le soltó una cachetada a Takao, la cual hizo que Tetsuya se acercara pero el azabache enderezó la cara y sonrió. Esto estaba en desventaja, aunque quisiera Takao no podía pegarle a Saori por el hecho de que ella es una chica y él un hombre.  

 

 

-¡A ver si te atreves a pegar a una mujer, cabrón!

 

 

- Él no.- de la nada apareció Riko hecha furia, al parecer estaba viendo todo desde hace rato y la cólera le entro.- Pero yo sí  –gruñó y le dio un jalón de cabello haciendo que agachara la cabeza y le dio un rodillazo en la boca, provocando el desmayo de la pequeña. 

 

- ¡Riko! – se alarmó Tetsuya

 

 

- ¡Qué bien me siento ahora! –dijo Takao y se dio media vuelta para abrazar a Riko por el gran favor que le hizo. Tetsuya miró a la pequeña y luego se encogió de hombros. Yo me acerqué para ver a Saori y el chico me empujó. 

 

 

- ¡Aléjate yo me encargo! –me gruñó. 

 

 

- Bueno –dije y la gente se comenzó a acercar y formar un círculo alrededor. Me salí de ese embrollo y preferí ir a descansar un poco al camarote, dentro estaba mi papá y hablé un rato con él.

 

 

(Narra Tetsuya) 

 

Luego de que Takao enfrentara a Saori y esta fuera golpeada por mi hermana, fuimos a los elevadores, el azabache se bajó en un piso diferente mientras mi hermana y yo nos dirigíamos al camarote. Cuando estábamos cerca divisamos a Kagami que estaba a punto de tocar la puerta, se percató de nuestra presencia y corrió donde Riko a besarla.

 

- Hola Kagami-kun –lo saludé. 

 

 

- ¿Qué tal Tetsuya? 

 

 

- Nada nuevo –dije- ¿No has visto a Aomine-kun? 

 

 

- Cuando venía hacia acá me dijo que ya vendría –me informó. 

 

 

- Le dicen que pase a la habitación, quiero descansar un poco. 

 

 

- De acuerdo –dijo Riko. 

 

Entré a la habitación y me recosté en mi cama, me hice bolita y abracé una almohada, la verdad era que estaba bastante cansado. Cerré los ojos y dejé que la noche y el sueño se apoderaran de mí. 

***
Esa voz…tan maravillosa, tarareando una de mis canciones de piano favoritas interpretadas por Claude Debussy, me hizo despertar y aunque desperté desde su primer susurro en mi oído mantuve mis ojos cerrados, pues no quería arruinar la maravillosa melodía que mi adorable novio me dedicaba.
Luego que terminó sentí cómo rodeaba mi cintura y él acomodaba su brazo bajo mi cabeza, pasó su brazo por mi cintura justo debajo del mío y yo entrelacé mis manos con las de él. 

 

- Te quiero –susurró en mi oído. 

 

 

- Yo también, más de lo que te imaginas –dije y me giré para estar frente a él. Lo abracé y puse mi cara bajo su barbilla, como aquella primera vez, suspiré. Luego sentí cómo sus labios buscaban los míos y nos fundimos en un beso tierno y lleno de amor verdadero. 

Me quedé dormido en sus brazos, al parecer Kagami y Riko se fueron a la habitación de mi moreno. 



Al despertar yo estaba boca abajo y Aomine desparramado en toda la cama. Al parecer estábamos demasiado cansados como para permanecer en la misma posición por tanto tiempo.

Me levanté y caminé hacia el otro lado de la cama, le di un beso en la frente y acaricié un poco su mejilla sonrojada. Cómo quisiera seguir a su lado todo el tiempo. Cómo quisiera estar observando mientras sueña, me preguntaba cómo es que no me había dado cuenta de semejante belleza antes. Como quisiera que fuera él quien me diera un anillo como el que me dio Haizaki. Aomine se acurrucó y suspiró fuertemente. Sonrió y yo acaricié su brazo izquierdo. Estaba allí inmóvil frente a mí, aunque él no me escuchara y no supiera que lo estaba viendo.

 

 

- Gracias por haber tirado mi cámara, así te pude conocer, gracias por ser tan persistente. Gracias por quererme y tratar de protegerme, te amo –dije y lo besé en los labios dulcemente, él no respondía pues seguía dormido. Sonreí y me retiré hacia el baño. 

 

Estuve tratando de hacer el menor ruido posible pues no lo quería despertar. Luego de relajarme y terminar de ducharme, salí envuelto en una toalla a la cintura y él estaba sentado en la cama rascándose un ojo. 

 

 

- Buenos días –dije y él sonrió. Se me acercó y me dio un beso en la frente. Se pasó al baño y escuché que la regadera se volvía a abrir. 

 

Me preguntaba por qué amanecí de tan buen humor esta mañana; me hallaba tan feliz que incluso pensé en arreglarme un poco más de lo habitual, tampoco es que pudiera hacer mucho pues…soy hombre. Busqué en mi maleta la ropa nueva que mi padre me compró por motivo del viaje; me puse un short blanco con varias rayas negras, era un poco corto pues daba un poco más arriba de la rodilla; junto a una playera sin mangas color rojo vino que lucía bastante mi piel para nada bronceada, y mis converse blancas. Arregle mi cabello lo más que pude, me perfumé y usé una gargantilla que decía “Tetsuya” en plata. 

 

- ¡Wow! –dijo Aomine en la puerta del baño. Traía una toalla envuelta en la cintura, su pecho descubierto y con mi vista de águila vi aún las gotas que recorrían su pecho. 

 

 

- Debo decir lo mismo –dije acercándome a él. 

 

 

- No, tú mi hermoso novio. Estás demasiado bello –dijo alejándose para verme mejor. Admito que me ruboricé y junté las manos al frente de mí. 

 

 

- Significa que tengo que estar más sexy –dijo buscando su ropa- Aunque… hoy estamos en tu cuarto y no creo encontrar algo para mí aquí –habló apenado rascándose la nuca. Yo sonreí. 

 

 

- Yo puedo ir a tu camarote en tu lugar –me ofrecí- te traeré algo. 

 

 

- Bueno –dijo y sonrió. 
Me acerqué a él y me abrazó. 

 

 

- Hueles delicioso –dijo y me dio un beso en los labios. 

 

 

- Ahora vengo Aomine-kun–dije y me separé de él. Aunque en realidad no quería hacerlo. 

 

Salí del camarote y llegué al de Kagami, toqué antes de entrar. Después de unos minutos de seguir persistiendo él abrió. 

 

 

- Buenos días  Kagami-kun – estaba con mi cara de póker pero aun así sonreí. Él me correspondió la sonrisa. 

 

 

- Hola –hizo el ademán para que pasara- ¡Qué lindo y que niño te ves! –dijo con tono de diseñador, se paró como una diva. 

 

 

- ¿Gracias? Creo –dije en un susurro. 

 

 

- ¿Qué necesitas? –preguntó. 

 

 

- Vengo por algo de ropa para Aomine-kun, se quedó duchándose –informé. 

 

 

- Oh, espera –dijo y fue al cuarto. Luego regresó- Ya puedes pasar, en la esquina de la izquierda están sus cosas, escógele algo decente –habló con una sonrisota. Yo reí. 

 

 

- ¿Riko? –pregunté. 

 

 

- En la ducha –dijo Kagami. 

 

 

- Claro –respondí y comencé a buscar entre la ropa de Daiki. Saqué una camisa azul marino en cuello V, unos jeans azules más claros y unos boxers negros ajustados que llamaron mi atención, junto con unos calcetines. Llevé también su perfume y desodorante. Lo eché todo en una mochilita y caminé a la salita. 

 

 

- Iremos a desayunar todos y luego tendremos práctica –me informó el pelirrojo. 

 

 

- Nosotros no tenemos plan así que seguramente iremos con ustedes, ¿les importa si también van mi papá y mi hermano? 

 

 

- No –dijo Kagami con una sonrisilla tímida, no noté que sus ojos desaparecía cada que lo hacía- Tetsuya, hoy te vez muy bien –dijo con seriedad y una hermosa sonrisa. 
Escucharlo decir eso me hizo sentir quién sabe qué en el estómago. Será que no lo veía venir. Mis mejillas se ruborizaron y no pude evitar sonreír. 

 

 

- Gracias Kagami-kun – me acerqué para chocar nuestros puños. Luego me retiré de allí. 

Le entregué la ropa a Aomine y me senté en la cama a jugar un poco con el balón en la mano, mientras se cambiaba. 

 

 

- Mi padre… está saliendo con alguien –dije solo así. Él se estaba poniendo los boxers. 

 

 

- ¿Cómo te sientes con eso? –preguntó tomando el tema en serio. 

 

 

- No lo sé –dije honestamente- me duele un poco por mamá pero… 

 

 

- Crees que él merece ser feliz… -habló metiendo las piernas al pantalón. 

 

- Sí, ¿debería dejarlo? –pregunté. Él se puso el desodorante y luego vino y se sentó frente a mí. Tomó mis manos y sonrió. 

 

 

- Tetsu, te diré algo que tal vez te moleste un poco, pero no te lo tomes tan apecho, ¿sí?

 

 

- Claro –dije viéndolo directamente a sus ojos, aunque su pecho me distraía un poco. 

 

 

- El que tu papá salga con alguien más… no es decisión tuya. Él está lo suficientemente mayor para decidir. Sí, sé lo que pasó con tu mamá, pero si él ya está listo para volver a querer… es muy su asunto y lo que tú tienes que hacer es… apoyarlo, no importa qué es lo que pase. 

 

 

Sus palabras estaban llenas de razón. Aunque Aomine parecía estar siempre distraído y nada centrado, siempre sonriente y juguetón. Me encantaba la facilidad con la que hablaba con él. Podría tratar un tema serio sin problemas. Le sonreí y me dio un beso en la frente. 

 

- Gracias Daiki, encontraste las palabras que quería escuchar. 

 

- De nada, amor. Siempre estaré aquí para escucharte y hacerte sentir mejor –dijo con una gran sonrisa.

 

Notas finales:

Nos leemos la prox semana!! :DDDDDDDDDD


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