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MENSAJE DE TEXTO por Aifoss

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Notas del capitulo:

Como les prometi mis estimadoa lectores, hoy es viernes y aquí el nuevo capítulo c: 

Quiero agradecer de todo corazón sus reviews <3 me motivan a seguir con la historia y saber que no los aburro jeje 

 

bueno...aquí el cap 

)(Narra Kagami) 

Estos primeros días habían sido geniales, conocí a Riko es de mi edad, tiene una sonrisa que me hipnotiza y un gran corazón. Es un poco tímida pero me encanta que cuando abre la boca me sorprende lo que dice. Puede ser de un carácter fuerte a veces. 

Terminamos de jugar y ella tenía cara de sueño. Le pregunté que si quería ir a tomar algo pero me dijo que prefería ir a dormir. 

Salimos a la cubierta y la puesta de sol era bella, me hubiera encantado estar con Riko ahora. Midorima y Takao estaban a mi lado, romantiqueando, bueno, eso hacia Takao a su novio tsundere. Murasakibara y Himuro también estaban besándose junto a nosotros. Ellos formaban una pareja curiosa pero agradable. 

Aomine estaba tecleando algo en su celular, al parecer hablar con “el” le hacía bien. Desde que hablaba con “el” reía más y además era menos idiota. Tetsuya era un buen chico y Daiki le agradaba, aunque no tuvieron un principio muy bueno


- Iré a dar una vuelta por allí –anuncié y todos me sonrieron y volvieron a sus asuntos, al darle vuelta por la proa, divisé a Tetsu, quien también estaba con su celular. Decidí acercarme.
- Hola Tetsuya –dije a su lado.

 
- Hola Kagami-kun –dijo sin mirarme y tecleando un mensaje


- ¿Por qué últimamente los mensajes son tan importantes? –pregunté. El peliceleste me miró extrañado y luego volvió a su celular de nuevo


- No lo sé… pero comienzan a agradarme –sonreía de una forma extraña, ni siquiera Aomine le sacaba una sonrisa tan sincera como la que tenía Tetsu ahora.

 
- ¿Puedo… saber con quién? –luego me giré apenado, eso no se preguntaba.

 
- Hablo con un amigo, hacía tiempo que no hablaba con alguien así. Ya lo extrañaba –dijo mirándome, tenía una mirada dulce y llena de luminosidad.

 
- Vaya, pues, espero que tu amigo te hable así más seguido, ahora por lo menos sonríes más –dije, él sonrió y miró hacia el mar.

 
- Yo también quiero seguir hablando con él –respondió. 

- ¿Cómo se llama tu… amigo? –pregunté y se tensó. 

- Haizaki –dijo y luego sonrió- ¿Es una magnífica puesta de sol no Kagami-kun? –me preguntó, era obvio que quería cambiar de tema. 

- Sí –dije y luego me recargué en el barandal. Kuroko miró su celular y luego se sonrojó <<Adorable>>, me preguntaba de qué estaría hablando con su amigo. Yo no quería que ilusionara a Aomine y luego lo dejara tirado sin ninguna esperanza. 

- Ya te llevas mejor con Daiki, ¿cierto? –dije y me miró confundido. 

- Admito que es… agradable –dijo y me miró- Kagami-kun… ¿te gusta mi hermana? –me preguntó. Al instante abrí los ojos y solté una risita nerviosa. 

- Hem… eh… yo… -él se acercó y se me quedó viendo fijamente a los ojos. Sus orbes celestes me hacían sentir más nervioso de lo que estaba. Mis mejillas se sonrojaron y me encogí de hombros.

- Te gusta Kagami-kun, lo sabía –dijo y se recargó de nuevo en el barandal. 

- Es linda, lo admito. Pero llevo tan solo dos días de verla y no creo, que sea lo mejor. 

- Tampoco creo que sea lo mejor –dijo anotando algo en su celular-, además… cuando bajemos de este crucero no creo que los volvamos a ver, ustedes son un equipo famoso. 

-Oi eso no es ningún problema, nosotros no somos por eso superiores. Somos gente común. 
- ¿Entonces, no son como todos los típicos basquetbolistas que hay? –preguntó. 

- Claro que no –dije y le sonreí. Él se mantuvo inexpresivo  y dio un leve bostezo. 

- Iré a dormir, ehm…Kagami-kun.- agacho la mirada y se sonrojo.- le dices a Aomine-kun que pase por mí mañana a las… once de la mañana por favor.- lo miré confundido.-. Para desayunar juntos –dijo  excusándose rápidamente- Tú pasa por mi hermana a las nueve, ella despierta temprano –caminó hacia la puerta y no me dejó decirle nada. 

¿Tendría una especie de cita con Riko? Ahora adoraba a Tetsuya, porque me ayudaba a conquistar a su hermana. Caminé hacia el camerino y Aomine ya se encontraba dentro. Estaba quedándose dormido. 

- Oye… -dije moviéndole un brazo. 
- ¿Qué quieres Bakagami? –dijo adormilado. 
- Tienes una cita mañana con Tetsuya, pasas por el a las once de la mañana –dije y me recosté. 
- ¡¿Qué?! –dijo confundido y alterado. 

- No lo sé, solo me dijo: “le dices a Aomine-kun que pase por mí mañana a las… once de la mañana por favor para desayunar juntos”. Él se quedó pensativo y luego comenzó a teclear un mensaje. Supongo que hablaba con aquel chico. 

(Narra Tetsu) 

Estaba quedándome dormido cuando sentí que mi celular vibraba. Sentí cómo mi corazón se aceleraba. Mis mejillas se ruborizaron al instante. 

“Recuerdas el consejo de “hacerme el interesante”, creo que ha funcionado. Él me invitó a salir… aunque no sé, siento que sería extraño proviniendo de él
”. –vaya al fin mis consejos le habían servido de algo a alguien. Me encantaba que él fuera feliz, por extraño que parezca cambiaba mi humor si él estaba bien o mal. 

“Pues dale la oportunidad, tal vez y ahora sí te quiere conocer. Yo también he intentado lo que me dijiste, pero… no sé si funcione, hoy me ignoró” –envié. Cerré los ojos tenía demasiado sueño. Pero volvió a vibrar. 

“¿Alguien ignorándote a ti? ¡Dios, que alguien mate a ese tipo! No sabe de lo que se pierde, pero, tranquilo tal vez solo quiso hacerlo para ver si te importaba, ¿se lo demostraste?” 

No… es que no suelo demostrar mucho mis sentimientos. Como te he dicho, me tocan los peores hombres” 

Oye, relájate ya te llegará uno que en verdad te merezca. No te desesperes, hombres habemos muchos y buenos pocos. Como yo”. –reí ante eso. No puedo creer la autoestima que tiene. 

“Bueno pues espero encontrarme uno como tú. Que sea tan atento y no tenga miedo a hablarme con la verdad” –estar conversando con él sobre esto me hacía sentir demasiado bien. No me quería enamorar de un chico que nunca había visto. 

Nunca te he mentido. Aunque, eso que me dijiste me agradó… alguien como yo no creo que encuentres, pero… puede que algún día –sentí cómo me sonrojaba-  yo te pueda conocer” –cuando leí eso, una sonrisa se formaba en mí. Ahora tenía la tentación de decirle que lo quería conocer. Pero no lo haría. 

Tal vez algún día. Suerte con tu cita, tengo que dormir ya. Gracias por hablar conmigo, de verdad que me hace bien” –le envié. Me acurruqué en mi cama y puse mi almohada frente a mí. La quería abrazar. 

Descansa, a mí también me hace bien hablar contigo. Eres un lindo chico y de verdad me gustaría conocerte alguna vez. Que tengas dulces sueños”. 

Luego de leerlo y suspirar unos minutos, observé hacia la ventana, contemple a un grupo  de delfines que surcaban las olas guiados por la luz de la luna, una pequeña lágrima de nostalgia rodó por mi rostro y finalmente me quedé dormido.

 

Día 3

Cuando desperté noté que alguien estaba sentado en mi cama, abrí ligeramente un ojo y lo vi…era Kagami, sentado al borde observándome. 

- ¿Qué haces dentro de mi cuarto Kagami-kun? –pregunté adormilado. 

- Espero a tu hermana –dijo inocente, yo rasqué mis ojos- no le dijiste nada de que desayunaríamos juntos, ¿verdad? 

- Perdón, lo olvidé –dije enderezándome- ¿le comentaste a Aomine-kun del desayuno?

- Sí, me dijo que venía a las once, como pediste –dijo recostándose a mi lado. Este chico no tenía vergüenza alguna. 

- ¿Estás cómodo? –Pregunté y él asintió- ¿Mi hermana? 

- Cambiándose, me dijo que te despertara –yo bostecé de nuevo y luego observé el reloj. Eran las diez de la mañana, entré al baño y mi hermana ya estaba cambiada y maquillada al parecer estaba emocionada. Totalmente sonrojada me abrazó. 

- ¿Y eso? –pregunté aun con sueño. 

- Gracias por invitarlo por mí Tetsu –dijo feliz. Asentí y entré a la regadera. Mi celular comenzó a timbrar y recordé que estaba en la cama. 

- Dile a Kagami-kun que te pase el celular, está en la cama –le avisé a Riko. Ella salió del baño y le gritó a Kagami.

- ¿Me pasas el celular?, es el de Tetsu, está en la cama –pidió. 

- ¿Quién es? –pregunté. 

- ¡Haizaki! –gritó Harry. 

- ¿Haizaki? –dijo mi hermana consternada con el celular en la mano. 

- ¿Haizaki? –repetí yo también. Se me hacía extraño que me mandara un mensaje. Salí de la regadera y con las manos empapadas lo tomé. 

Buenos días, espero hayas dormido bien. Estoy nervioso por lo de la cita. ¿Crees que me vaya bien?” –reí. Fue allí cuando recordé que había agendado al chico lindo como “Haizaki” para que nadie sospechara. El chico desconocido era encantador, nunca nadie había confesado estar nervioso y menos con un chico. Me parecía bastante tierno. 

“Buenos días, oye me encanta mensajear contigo pero ¿te importa si primero me ducho y luego hablamos? No me gustaría que mi celular sufriera algún daño o que yo me electrocutara” –dije poniéndolo en la barrita del escusado. 

Luego que terminé de ducharme, salí envuelto en una toalla a la cintura y me sorprendió totalmente lo que vi. Riko, mi amada hermana. Estaba parada frente a Kagami besándolo. Me quedé paralizado viendo cómo se besaban, en vez de asco sentí ternura. Mi celular vibró. 

(Narra Kagami) 


Estaba esperando a que amaneciera, no pude pegar un ojo en toda la noche, tan solo de pensar que por la mañana desayunaría con Riko. Era extraño sentir lo que sentía por ella. Ayer había experimentado salir con ella en el día, era graciosa, educada y traviesa a su forma. La verdad era que me hacía reír como un loco y aguantaba mis bromas sin chiste.

Cuando vi que en el reloj eran las ocho de la mañana, me metí a bañar y sequé mi cabello, lo acomodé y arregle como pude mis anormales cejas. Usé una camisa blanca, unos jeans negros y mis tennis negros. También usé un poco de perfume, sé que a las chicas les gusta. 

Al salir del baño noté que Aomine seguía tirado en su cama ¿Acaso no la piensa tender? Bueno, por eso es idiota. Tomó algo de ropa y entró al baño después de mí. Suspiré un par de veces porque me encontraba muy nervioso. 

- Iré a… desayunar con Riko –le comenté. 

- Está bien, un saludo de mi parte. En un rato llegaré por Tetsu –me dijo. 

- Ya me voy –le dije y salí del cuarto. 

Caminé lentamente hasta la puerta de su camarote y luego de estar dudando mucho tiempo toqué. No recibí respuesta alguna, miré mi reloj y eran las nueve en punto. Volví a tocar y en eso escuché cómo la abrían. 

Allí frente a mí estaba Riko con su cabellera enmarañada y con un short pequeño y una blusa de tirantes floreada, o sea su pijama. Al verme se le hizo una sonrisa automática, yo también la imité. Luego ella recordó que estaba en pijama y cerró la puerta en mi cara. 
Entrecerré los ojos, confundido y caminé unos pasos hacia atrás. Luego noté que abrían la puerta y regresé. 
- Kagami… lo siento es que… -dijo sonrojada. 

- Tetsuya no te dijo nada de nuestro desayuno, ¿verdad? –dije desviando la mirada. 

- No –dijo apenada. 

- Bueno, lo pasamos para otro día, no importa –dije un poco decepcionado. 

- No –dijo rápidamente-, pasa. Solo tomo una ducha rápida y vamos a desayunar –dijo completamente convencida. 

- De acuerdo –dije con una sonrisa. Ella también me sonrió. Pasé al camarote y luego corrió hacia la habitación. Me senté en la salita y me ofreció un jugo mientras se duchaba. Gustoso lo acepté pues tenía hambre. 

- Oye… creo que tardaré un poco –dijo apenada. 

- No importa, yo te espero –le dije. Ella corrió fuera del camarote y volvió con una maleta en las manos. Al parecer fue a la habitación contigua por algo más de ropa. Estuve allí viendo un poco de televisión, ella salió con una toalla enredada en su cuerpo y luego me habló. 
- Oye –dijo sonrojada. Yo la miré y me sonrojé- ¿puedes despertar a Tetsu en lo que me arreglo? 

- Claro –dije acercándome a la habitación. Se fue directo al baño y yo me senté en la cama. 
Tetsuya se veía tan adorable allí. Tan calmado y al parecer tenía una sonrisa en los labios. Despertarlo arruinaría el rastro de felicidad que ahora cruzaba por sus bellas facciones. Me le quedé mirando un rato más y luego sentí que se movía. Abrió los ojos lentamente y me vio allí sentado a su lado. 
- ¿Qué haces dentro de mi habitación Kagami-kun? –preguntó adormilado. Como dije arruinó la felicidad que cruzaba por su rostro. 

- Espero a tu hermana –le dije-. No le dijiste nada de que desayunaríamos juntos, ¿verdad? 
-Perdon, Lo olvidé –dijo enderezándose- ¿le comentaste a Aomine-kun del desayuno? 

- Sí, me dijo que a las once como pediste –me recosté a su lado. Tetsu entrecerró los ojos. 
- ¿Estás cómodo? –preguntó yo asentí- ¿mi hermana? 

- Cambiándose, me dijo que te despertara –le informé. Observó el reloj y luego se fue directo al baño. 
Estaba aún recostado cuando escuché un celular timbrar. Lo tomé y decía: “Mensaje nuevo de Haizaki”. Vaya… era el chico con quien Tetsuya era feliz. Me pregunto qué le dirá ahorita. Me intrigaba abrirlo pero sabía que estaría mal leerlo. 

- ¿Me pasas el celular?, es de Tetsu, está en la cama –pidió Riko. 

- ¿Quién es? –escuché decir desde dentro del baño. 

- ¡Haizaki! –grité y se escucharon unos cuantos cuchicheos en el baño. Luego de medio segundo. Del baño salió Riko con una blusa morada y con estampado en negro. Su cabello estaba laceo como siempre y suelto. Traía un short de mezclilla negro y unos Converse morados. Se veía realmente bien. 
- Te ves…bonita –le dije apenado y sonreí. Ella se sonrojó y se acercó a mí. 

- Gracias, Kagami. Tú también vienes muy guapo y tu perfume huele delicioso –exclamó. Escucharla decir eso me hizo sentir ansioso, sentí la necesidad de abrazarla. Me puse de pie y me acerqué a ella. Riko sonrió y también se acercó a mí. 

- No nos saludamos cuando llegué –le dije. 

- No –dijo ella-. Un buen saludo nunca debe de faltar. 

- Cierto –dije aún más cerca de ella- Riko tengo… algo que decirte. 

- ¿Puede esperar? –preguntó. 

- Yo… -ella estaba lo suficientemente cerca de mí. La abracé y nuestros rostros estaban frente a frente. Suspiré pues ella también olía delicioso. La miré y sus ojos anhelantes estaban observando mis labios. Mi corazón latía rápidamente. 

- No puede esperar –le dije. Ella sonrió-. Te conocí hace dos días en un elevador. Desde entonces no puedo quitar mi mirada de tus hermosos ojos –ella se sonrojó-. No me considero una persona romántica, es más, soy un idiota en esto pero puedo ser tuyo si tan solo tú me lo pidieras. No me sé muchos poemas … pero prometo sacar una sonrisa de tus labios cada que sea posible –ella sonrió-. No soy un hombre perfecto… pero puedo pretender serlo. Ni siquiera te conozco bien… con trabajo recuerdo que tu apellido es Kuroko. Lo que quiero decir es que… me enamoré rápido de ti, de tu figura, de tus ojos, de tus sonrisas, de tus chistes, de tu voz, de tu cabello, de tu piel, de tus labios. Tal vez soy un tonto por enamorarme de una persona que realmente no conozco. Es cierto, no soy muy enamoradizo, pero tú me atrajiste a ti. Quisiera que me dieras la oportunidad de conocerte bien, de salir por lo menos este mes contigo. 

- Si te dijera todo lo que me gusta de ti, tendría que escribir un libro –dijo ella. Yo sonreí- Kagami, esperaba tanto que me dijeras que me querías conocer como algo más que una amiga y me alegra demasiado saber que tú también sientes esto por mí.


- Me alegra mucho escuchar eso –le dije y la besé. Sentí su delicioso sabor a cereza. Su piel era tan suave y tersa. 

Notas finales:

subiré un cap más así que esperen con calma:3


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