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El fetiche oculto (HaeHyuk) por lunafang

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-¿Entonces es eso? ¿Dejaste de hablarle a mi padre por ser gay?

Las palabras habían salido solas, sin que siquiera se las tuviera que plantear antes de hablar. Era algo sobre lo que venía pensando desde hacía un tiempo. Solo existía una razón para que su tío Hyukjae asistiera a un lugar de concurrencia homosexual, de eso podía estar seguro. E inmediatamente lo relacionó con sus problemas familiares. No obstante, necesitaba que él se lo confirmara. Ahora parecía que las piezas faltantes del rompecabezas comenzaban a aparecer, aunque Donghae no podría encontrarse menos satisfecho al descubrirlo. Aquella le resultaba una excusa muy vaga para tantos años de distanciamiento y silencio dentro de su familia.

-Yo no dejé de hablarle a tu padre. Fue él quien decidió mantenerme alejado de ustedes. Dijo que yo era una mala imagen con la que no quería que nadie de su entorno lo asociara -contó Hyukjae despacio, con una tristeza innegable en su mirada.

-¿Y solo le hiciste caso? ¿no trataste de hablar con él? -bufó molesto.

-Claro que lo intenté, pero es difícil mantener una conversación cuando la otra persona te cuelga el teléfono o directamente no te atiende la llamada -le contestó molesto-. No sé por cuanto tiempo estuve llamando y escribiéndole mails a Sungmin hyung, todo en vano. Entonces decidí viajar a Taiwan para hablar cara a cara con él sobre este asunto. Lo único que conseguí fue que me demoraran unos días en una comisaría porque tu padre hizo una falsa denuncia sobre acoso.

-¿Qué? -murmuró atónito- Eso no puede ser cierto. ¿Por qué lo haría?

-Pero lo es. ¿No lo recuerdas? Fue alrededor de un año después de que falleciera mi madre. Sungmin estaba contigo en un parque cerca de tu casa. Me acerqué a la zona de juegos donde se encontraban y él rápido te alzó y se marcharon. No pude llegar a decirles nada. Luego de un par de horas aparecieron unos oficiales de policía en el hotel donde me estaba hospedando.

Donghae arrugó el entrecejo y se puso a pensar en lo acababa de escuchar. Se trataba de una completa locura. Él recordaría un suceso como aquel, ya que había insistido durante varios meses a sus padres de volver a encontrarse con su tío. "Shushu debe estar solo y triste" era lo que les decía en cuanto pensaba que su tío Hyukjae ya no contaba con la abuela tras su muerte. Pero siempre había alguna excusa para no hacerlo, hasta que llegó un momento en el que dejaron de hablar de él como si también hubiese fallecido. Con su pensamiento infantil supo que algo andaba mal en cuanto notó la desaparición de algunas fotografías familiares de los álbumes y decidió dejar de hacer preguntas.

De pronto un recuerdo borroso vino a su mente. Una escena vergonzosa en la que no había pensado mucho últimamente. Hubo un día de primavera en el que su padre lo había llevado a una plaza de juegos para pasar la tarde juntos, ya que el niño hacía unas semanas que se quejaba de verlo solo por las noches para cenar debido a su trabajo. Armándose de un inmenso valor para su edad, Donghae le confesó que tenía miedo de no crecer a la par de sus compañeros de clase. Se había convertido en el primer niño de la fila por ser el más bajito, hecho que le provocaba mucha vergüenza desde que la maestra notó que su compañera Nana lo había superado por dos centímetros y tuvieron que intercambiar sus lugares. No pudo terminar de decir todo lo que tenía guardado cuando, sin que se lo esperara, su padre lo había alzado, colocándole la cabeza contra su pecho, y empezó a canturrearle con burla que solo los bebés se quejaban, que si él fuera un niño grande de verdad no andaría con esas rabietas. De forma inevitable se largó a llorar, sintiendo nuevamente que en su familia nadie se preocupaba por su muy notorio problema de crecimiento.

¿Podrían haber ocurrido ambos hechos en el mismo momento? ¿Podría su tío Hyukjae haber tratado de acercarse a su familia una vez que Donghae logró contar sus preocupaciones? Él no lo había visto venir en ningún momento, aunque estaba casi seguro de que la mayor parte del tiempo tuvo la mirada clavada en la arena acumulada bajo la hamaca en la que estaba sentado, sin querer ver realmente la reacción de su padre. Que luego este lo hubiera tratado como a un bebé fue demasiado para sus infantiles sentimientos, por lo que evitó volver a hablarle por unos cuantos días.

-No recuerdo haberte visto -consiguió decir Donghae en cuanto notó que ambos se quedaron en un incómodo silencio por un instante-, ni sé si creerte lo de la denuncia, pero sí sé que algo pasó para que mis padres evitaran que volviéramos a reunirnos todos.

-No gano nada mintiéndote, Donghae. Ya estaba resignado a no contar con ninguna familia mucho antes de que aparecieras a principios de este año. Si mañana decidieras regresar a tu hogar lo lamentaría mucho y te extrañaría. Eso no puedo negarlo, porque me acostumbré a tu compañía. Sin embargo, extrañaría al Donghae joven, el estudiante universitario y jugador de futbol americano, quien quiere aprender sobre historia coreana y batalla para ganarse su lugar con sus compañeros. Extrañaría a esta versión de Donghae, y no a la versión infantil. Ya casi no recuerdo mis sentimientos hacia el Donghae niño; son muy diferentes a mis sentimientos actuales. No puedo ver en tí a mi pequeño sobrino de hace una década atrás, porque él forma parte de una familia que para mí ya no existe.

Dos gruesas lágrimas cayeron de los ojos de Hyukjae, recorrieron sus mejillas y se perdieron en su cuello al toparse con el cuello de su camisa blanca. Con el puño de una manga intentó limpiarse el rostro, solo para descubrir con espanto que las lágrimas parecían no tener fin. El dolor que había decidido encerrar en alguna zona oscura de su mente volvió a surgir en cuanto los recuerdos empolvados se hicieron presentes de nuevo. Se había sentido tan solo aquellos años, sin ninguna persona con la cual poder confiar. Ni siquiera había permitido que nuevas personas se acercaran demasiado, temiendo que luego lo ridiculizaran y se marcharan, como ya había sucedido antes.

En algún momento Donghae se sentó a su lado y lo abrazó, compartiendo también algunas lágrimas frustradas de sentimientos confusos.

 

*********

 

Con el paso de los días hubo más charlas entre Hyukjae y Donghae que les permitieron a ambos comprender mejor lo que había atravesado el otro durante aquellos años que estuvieron incomunicados. Así fue como Hyukjae confesó que se había marchado de Mokpo unos meses después del primer aniversario de muerte de su madre porque se habían filtrado por internet unas fotos suyas con su por entonces novio Heechul. A simple vista podrían confundirse con fotos comunes entre amigos, pero los mensajes desagradables en contra de la homosexualidad que las acompañaban, no dejaron dudas sobre su real relación. Pronto comenzaron a circular cualquier tipo de rumores de ellos, la gente los miraba con burla y sorna por la calle, y Hyukjae llegó a perder su trabajo como profesor reemplazante en varios colegios para los que trabajaba debido a las protestas de los padres de sus estudiantes. Siendo recién graduado del profesorado, aquello era un pésimo augurio para su futuro, por lo que se vio obligado a replantearse el hecho de si realmente deseaba permanecer en su ciudad natal cuando gran cantidad de personas llegaron a desearle la muerte por su sexualidad.

Le pidió a Heechul que lo acompañara en su búsqueda de un nuevo hogar, pero su novio decidió quedarse allí bajo el argumento de que los demás tendrían que acostumbrarse a que la vida privada de alguien no puede depender de las creencias de otros, lo que le pareció un acto valiente y suicida por partes iguales. Desde ese momento no volvieron a verse, aunque cada tanto suelen mantener algunas charlas telefónicas para recordar sus años de amistad y contar sobre sus vidas actuales. Lo último que Hyukjae supo sobre él es que había iniciado una relación con un compañero de trabajo de origen chino.

-¿Nunca supiste quien filtró las fotos? -le preguntó Donghae cabizbajo, todavía afectado por la historia revelada. Por suerte la cafetería donde se encontraban contaba con pocos clientes a esa hora de la tarde.

-Traté de descubrirlo, pero fue casi imposible. Quien haya subido las fotos en primer lugar, las borró en cuanto se volvieron virales. De todos modos eso ya no importa. Ahora no tiene mucho sentido pensar en eso -reconoció el mayor antes de beber un sorbo de su bubble tea.

-¿Pero por qué alguien querría hacerte esto? ¿o se lo quisieron hacer a Heechul? -insistió.

-No sé. Tampoco estoy seguro de a quién de los dos quisieron lastimar. Solo sé que no tuvo el impacto de una broma. Fue un constante y repulsivo maltrato para ambos. Admiro que Heechul pudiera continuar con su vida, pero él al menos contaba con una familia que lo acompañara. Yo me sentía... desprotegido en ese sentido -dijo al revolver las perlas del bubble tea con su sorbete.

Donghae no podía culparlo por sentirse de ese modo. Previo a aquel episodio ya había sufrido el rechazo de su hermano mayor, por lo que fue como recibir un doble golpe hacia su persona por su elección sexual. Se vio rodeado de personas conocidas en las que no podía volver a confiar. El muchacho podía comprenderlo porque él todavía no tuvo el valor suficiente para confesarle a sus padres su homosexualidad, a sabiendas de que ambos no toleraban la diversidad. Él también prefirió marcharse de su hogar, aunque con la diferencia de que al llegar a Corea no pensó en reprimirse, sino disfrutar de la libertad que no tenía en Taiwan. A Hyukjae todavía le costaba comprender que no podía seguir escondido si deseaba ser feliz.

 

******

 

Hyukjae se sorprendió un poco en cuanto su sobrino le hizo una inesperada confesión sobre el motivo del cambio en su cuerpo. Donghae le contó que al graduarse del colegio primario y seguir notando que su baja estatura estaba convirtiéndose cada vez más en un problema crítico, decidió asistir a un gimnasio para entrenar. De forma inocente creyó que fortalecer sus músculos ayudaría a acelerar su crecimiento. Fue allí donde conoció a un joven estudiante de medicina llamado Zhoumi con quien era agradable charlar mientras entrenaban a la par. Donghae pudo encontrar en Zhoumi a un confidente adulto que no menospreciara o se riera de sus inquietudes, convirtiéndose en su mayor aliado al trabajar en su crecimiento. Apenas le comentó que no se sentía cómodo con su estatura, el joven estudiante lo acompañó a visitar a un médico y lo llevó a hacerse estudios clínicos. En menos de un mes supo que sus sospechas eran ciertas: su cuerpo no estaba destinado a crecer de forma normal y tendría que hacer un tratamiento de hormonas si deseaba pasar del 1,50 m.

-No puedo creer que tuvieras que recurrir a un extraño para hacerte ver con un médico -exclamó Hyukjae espasmado.

-A veces también me cuesta creerlo. Les pedí muchas veces a mis padres que me llevaran a hacer estudios y nunca me escucharon. Decían que ya crecería solo, cuando hacía años que había dejado de crecer. Tenía 12 años y contaba con la contextura física de un niño de 9 años. Le debo mucho a Zhoumi -había hablado con molestia, pero su entrecejo se suavizó al mencionar a su amigo.

-¿Cómo hiciste el tratamiento entonces?

-Intenté volver a hablar con mis padres y no hubo caso. Nunca me animé a mencionarles que ya me había hecho ver, así que Zhoumi se hizo pasar por mi tutor para recibir el tratamiento. Así fue como en unos años pude llegar al 1,70 m., que es un poco más de lo que se atrevió a imaginar mi médico. Dijo que tuve suerte, ya que es difícil obtener buenos resultados una vez que se entra en la adolescencia.

-Me alegro de que pudieras lograrlo -le sonrió-. ¿Sigues hablándote con Zhoumi?

-Si, a veces. Ahora es un poco más difícil por la distancia, pero antes nos veíamos seguido. Es como un hyung -comentó alegre-. Está planeando casarse dentro de unos meses.

 

 

*******

 

 

Lo verdaderamente difícil para Hyukjae fue llenarse de valor para hacerle una última confesión a su sobrino. Había abierto su mente, su corazón y su alma los últimos días con él, por lo que no le parecía justo seguir ocultado una parte importante de su vida. Se trataba de su secreto mejor guardado, uno que solo conocían otras personas que se encuentran en su misma situación.

-¿Hyukjae estás en casa? -llamó Donghae al entrar en el departamento del mayor en cuanto notó que la puerta estaba abierta.

-Estoy en mi habitación. Ahora salgo -exclamó elevando un poco la voz.

Volvió a comprobar su imagen en el espejo por enésima vez, sabiendo que no podía hacer nada para amortiguar el impacto. Podría solo decírselo, pero prefería mostrarle su realidad sin anestesia. De esta forma estaría seguro de que no se arrepentiría de dejar que Donghae estuviera cada vez más cerca suyo. Respiró profundo y caminó hacia la sala de estar, encontrándose con el muchacho sentado en el sofá con su celular en mano. Inmediatamente sus ojos se abrieron y su mandíbula cayó.

Esta vez el mayor había elegido usar un vestido blanco al estilo de Marilyn Monroe, acompañado por varias alhajas plateadas y unos zapatos de charol blancos bajos. Llevaba puesta una peluca de cabello lacio moreno que le llegaba un poco más abajo de los hombros, con un corto flequillo acariciando su frente. Por último decidió usar un maquillaje suave que solo contaba con base, ojos delineados de negro y un brillo carmín en los labios. Era un estilo elegante y sobrio que pocas veces había usado, ya que en Perfection lo mejor siempre era lucir lo más llamativo posible para conseguir un ligue de una noche. Este look era más bien para una cita privada con alguien de confianza.

-¿Hyukjae? -murmuró despacio Donghae, sin poder regresar a la normalidad sus ojos.

-En realidad soy Eunhyuk -dijo rápido para luego sentarse al lado del muchacho.

-¿Qué?

-La vez que te vi en Perfection estaba vestido así. Bueno, no así, sino como mujer. Tal vez por eso no me reconociste.

-Creo que no te entiendo. ¿Por qué estás vestido así?

Hyukjae no pudo evitar reírse un poco de que Donghae continuara murmurando. Al menos tomaba como una señal de que iba bien el hecho de que todavía no se fuera del departamento.

-Hace varios años inventé un personaje llamado Eunhyuk para poder vestirme así. No soy travesti, ni transexual. No me interesa ser mujer, pero disfruto de vestirme como una de vez en cuando. Es algo que me excita, como un fetiche. Así que voy a Perfection porque allí puedo vestirme como Eunhyuk sin malas miradas, ya que son muchos los que disfrutan también hacerlo, como habrás visto la otra vez -explicó con voz clara y de forma concisa.

-¿Y qué es lo que te gusta de vestirte como mujer? -preguntó con curiosidad.

-No creo que lo comprendas aunque seas gay -bufó con una sonrisa.

-Te escucho.


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