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Solo es amor. por KarlaG

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CAPITULO 1

 

Si las cosas malas se desvanecieran solamente como un mal sueño, si solamente se fueran rápido, seguramente no me sentiría tan mal por estar aquí, mirando a una persona que no debo. Mi nombre, a pesar de no ser común, ni siquiera suena relevante en la cabeza de quien yo solo puedo mirar.

¿Qué es esto? ¿Qué es este sentimiento asqueroso y doloroso? ¿Es lo que me dijeron era amor?

La pregunta suena a chiste hoy, cuando sé, tengo este tipo de sentimiento por esta persona a escasos metros de mí, mirándome a la distancia, preguntándome con la mirada, ‘¿Por qué?’. Sus ojos empañados me cuestionan aquella pregunta mientras sus manos sostienen con fuerza ese papel blanco con detalles dorados perfectamente diseñados.

Yo no tengo una respuesta que darle, no tengo un consuelo que recetarle. Yo no tengo nada para él, quien llora silenciosamente.

¿Mi nombre?, Takano Masamune

¿Su nombre?, Onodera Ritsu.

Nos conocimos cuando asistíamos a la misma escuela elemental a los 12 años, y poco tiempo después, descubrimos que nuestros gustos eran extrañamente similares. Comenzamos una amistad que fue muy fuerte al comienzo, solo éramos chicos buscando el ápice de la libertad. Jóvenes inexpertos que creían tenerlo todo en su momento. Cuando el tiempo pasó y las personas cambiaron, extrañamente nosotros dos permanecimos.

Nos conocemos hace once años, somos mejores amigos desde hace nueve inviernos, pero hoy, hoy lo he visto llorar por primera vez en estos largos once años de permanencia a su lado. Creí saberlo todo acerca de él, creí ser quien más le conoce, sin embargo hoy, al verlo llorar en la puerta del departamento que rentamos juntos desde hace un año, le desconozco.

Y me da miedo.

La hoja entre sus manos es una invitación a la próxima boda de una chica dentro de nuestro círculo de amigos. Ella ha sido, desde hace dos años, la persona especial en aquel corazón anhelado por mi y que hoy, sin saberlo, ha destrozado.

Mi garganta se siente seca de la nada, al verle de pie con aquella mirada interrogativa que me hace sentir pequeño a su lado, sin serlo físicamente. Le tiendo una mano, él solo no la acepta y entra por su pie, dejándose caer en el pequeño sillón del apartamento que con creces hemos podido mantener.

—Tal vez, dentro de un tiempo ella pueda ver su error—. Dije por decir. Ver esa cara me agobia, más en respuesta, solo obtengo una mirada desaprobatoria.

La ama, la ama mucho, y yo sabiendo de este sentimiento, he guardado el propio entre las sombras desde que comenzó siquiera a manifestarse. Verlo ahora, sentirlo ahora, me hace querer ayudarlo, quiero que ría, que me mire, que la olvide.

¿Pero quién soy yo para decir que puedo ayudarlo? ni siquiera puedo poner una sonrisa sobre sus labios, ¿cómo podría siquiera pensarlo?

—Quiero que sea feliz—. Dice, su voz raspa, el sentimiento de desesperación está impreso. — Quiero que nunca vaya a dejar de sonreír—. Finaliza, y yo me siento orgulloso de ello.

El sentimiento que Ritsu tiene por ella quien ha roto su corazón es demasiado como para desearle un mal a pesar de semejante situación. La ama y la quiere ver sonreír inclusive si en el trayecto, es él quien llora.

Oh Ritsu, ¿podrías mirarme a mí ahora?

Estando en este lugar, en estas paredes que compartimos y en la intimidad que te permite confesar tus sentimientos, ¿no puedes ver el reflejo?

Justo después de sus palabras secas, existe un silencio que me abruma y aprieta el pecho, porque sé, mi mente ahora no reacciona como debería de hacerlo. ¿Me arrepentiré?, sí, estoy seguro de ello.

— ¿Porque no intentas tú también sonreír?

—Intenta causarme una risa.

Bajo la mirada y camino los pasos que me separan de él. A su espalda, creo ser capaz de abrir la boca.

— ¿Por qué no intentas tú también ser feliz? Date una oportunidad y ten una relación—. Sugerí, sintiendo el dolor engancharse en mi pecho, como un pez que ha sido cruelmente sujetado por un anzuelo.

—No hay ninguna persona que aceptaría a alguien como yo, es decir, mírame, estoy llorando por una cosa así.

—La hay.

Ni siquiera voltea su cuerpo, solo permanece tal y como estaba, mirando un punto en la nada, perdiendo esos ojos grandes y verdes en algún lugar del mundo, seguramente pensando en ella y en lo feliz que se debe sentir, Ritsu, tan Ritsu, lo suficientemente Ritsu para no decir nunca jamás una palabra sobre esto.

Para no decir jamás cuan lastimado se siente al respecto.

—Tal vez no en este mundo. 

—Abre los ojos Ritsu, date la vuelta.

Veo su cuerpo tensarse, ¿has captado el mensaje?, si duele está bien porque eres tú, pero no lo está porque soy yo. Ríe, grita, di algo.

Por favor haz algo.

Ritsu se quedó en el sillón mirando ese punto muerto inalcanzable a mis ojos café, mis piernas flaquearon ante su silencio.

Mi oportunidad de oro fue esta, y ya ha muerto.

—Perdona, yo no

— ¿Saldrías con alguien que no te ama ni lo hará?—. Ritsu se ha puesto de pie, con ese porte débil que se carga, dándome la espalda.

—No eres solo una persona, eres mi amigo

Abrí los ojos con sorpresa al escuchar su repentina respuesta tras mi fallida disculpa que significaba el salvaguardar mi dignidad. Ahora lo veo, y él me mira, un poco, pero lo hace.

—Soy hombre.

Me rio ante su afirmación, es obvio que ambos lo somos.

—Lo sé, no te estoy diciendo que tengamos una relación completamente, es decir—. Me quedé sin palabras por un segundo, buscando las adecuadas, las que me dieran esa llave a él—. Quiero decir, en una forma sexual—. Finalicé.

— ¿Quieres decir que, para evitar verme llorar como un idiota, estás dispuesto a acostarte con un hombre?—. Ritsu me mira, alzando una de sus cejas, antes de dejarla caer y enmarcar mi muerte entre su entrecejo.

Apenas se ha dado la vuelta, sus ojos están hinchados, rojos.

Asiento débilmente, como no queriendo hacerlo, como deseando esconderme de la tristeza que las esmeraldas se cargan.

Y él me sonríe.

Incluso cuando existen lágrimas cayendo de sus grandes ojos, él me sonríe a mí.

—Está bien. Acepto Masamune—. Veo su mano extenderse hasta mí, esperando que la apriete como si esto fuese un mero trato de negocios para él, pero que está perfecto para mí.

Por tantos años solo mirando, por tantos años teniendo ese sueño doloroso, aun no puedo creer lo que está frente a mis ojos, ¿es real? ¿No estoy soñando dolorosamente una vez más?

Dudo, pero lo hago. Extiendo mi mano a la altura de la suya y la entrelazo contra sus dedos. Ritsu me sonríe débilmente ahora, como si la situación le dirá un poco de lastima, como si yo fuera quien le da lástima.

Más sé que eso no es cierto. Él es una persona incapaz de permitir que ese sentimiento le invada, Ritsu es algo parecido a la persona perfecta, que ama, que se desvive por ti si se lo pides, pero que nunca lo dice.

—Esto no tiene por qué cambiar tu relación conmigo, ¿cierto?, somos amigos, siempre hemos estado juntos—. Dice.

—Somos amigos que siempre van a estar juntos—. Le respondo.

Entonces avanza un paso, aun con nuestras manos unidas en ese pequeño momento de intimidad que yo mismo me creo en mi mente. Y finalmente sus pequeñas y frías manos me abrazan.

Está llorando, llorando por la persona que ama, llorando por ella cuando se abraza a mí.

Él no me ama, y no lo hará nunca en la vida. Sus sentimientos están enfocados completa y totalmente en ella, ella quien le hace sonreír como nadie nunca pudo. Ella quien hace que Ritsu se siente feliz y realizado con una palabra, ella quien se casa en exactamente tres semanas.

Mi mano libre le acaricia la espalda.

Su peso, posiblemente es mucho menor al mío. ¿Siempre fuiste así de liviano Ritsu?

—Me la dio con una sonrisa tan hermosa que no pude rechazarla—. Sus espasmos causados por el llanto me dicen cuanto lo sufre, cuanto lamenta no ser la persona a quien ella ama.

—Está bien, ella va estar feliz, ¿eso es lo que importa no?— Onodera asiente en el hueco de mi cuello, siento sus lágrimas y el olor de su cabello.

En el amor la cosa más importante es la oportunidad, Ritsu la perdió justo en el momento en que ella regresó de un viaje familiar con alguien tomando su mano hace año y medio. Yo la perdí cuando la conocimos hace tres.

Desde mi pobre Angulo de vista puedo visualizar su rostro, ese rostro perfecto bañado en lágrimas, con las cejas fruncidas y las pestañas empapadas.

Él y yo hemos estado juntos por mucho tiempo, pero ahora me siento como si me hubiera encontrado con él por primera vez, ¿sus cejas siempre fueron así? ¿Y sus ojos? ¿Y su nariz? ¿Y...sus labios?

Acaricié con más cuidado la espalda delicada que él ha cargado desde que le conozco, esa espalda delicada por la que muchas veces quise deslizar mi mano.

Ritsu no volvió a decir palabra alguna después de que le asegurase que ella será feliz con su nueva vida, en su lugar lo único que escuché salir de su boca fueron los silenciosos susurros y los incesantes hipidos productos de su propio llanto.

Nunca tuve la vida perfecta, nunca conocí el significado del cariño y del amor hasta que él llegó a mi vida con esos ojos grandes y expectantes del mundo que nos rodeaba a los nueve años, cuando su familia se mudó y el entró a la escuela a mitad del curso escolar.

Tenemos veinte años ahora.

 

 

 

 

Abracé el cuerpo que tenía enfrente de mí, tratando de mentalizarme a mí mismo sobre lo que estaba ocurriendo en ese preciso momento, hemos permanecido juntos durante años, apoyándonos y cuidándonos, pero nunca había sentido mi corazón acelerarse de la forma en que palpita sin control dentro de mi pecho queriendo salir.

Reclamar lo que por derecho de antigüedad inútilmente creo que me pertenece siempre ha rondado mi cabeza, pero el pensamiento murió en el segundo en que él me dijo con firmeza y algo de timidez, que se había enamorado sin querer.

Onodera ha pasado tres noches durmiendo en mi cama, inconsciente de mis sentimientos reales, planteando delante de mí una sonrisa que se desvanece en el instante en que nuestras miradas se pierden.

Y no lo culpo, cuando tienes delante de ti a la persona que amas te sientes dichoso, él hasta hace unos pocos días aun mantenía la esperanza de verse amado por ella, y yo, el día de hoy ya no lo espero.

Ritsu ha tenido que faltar al trabajo los últimos tres días, consecuencia de su baja resistencia al alcohol que ha estado tomando sin mi supervisión mientras yo salgo a realizar mis labores diarias. Los días corren iguales, con filtros de negro y blanco para él.

E incluso lo hacen para mí, quien sin quererlo ha tenido que soportar los contrastes que la vida me plantea.

En la oficina encuentro caras sonrientes llenas de la brillantez que a mi actual pareja le falta, encuentro tarjetas con ideas y preparativos de los que no quiero ser parte, pero en los que inútilmente me veo envuelto. En más de una ocasión he tenido que fingir sonrisas delante de su bello rostro cuando habla ilusionada sobre la ceremonia de boda, en que ella quiere verme a mí como uno de los padrinos de honor de su novio.

Y no me queda más que asentir, porque, ¿Qué respuesta le puedo dar a la persona que ha roto el corazón de mi mejor amigo?, podría rechazarle, reclamarle incluso las noches de llanto desesperado que he tenido que soportar, pero también debería agradecerle por darme la oportunidad de acunar el cuerpo débil de Ritsu cuando el sueño lo vence, o se cuellos roses involuntarios que hacen a mi corazón comenzar a correr sin cuidado.

—Luces demasiado distraído, ¿sucedió algo con Onodera?—. Alzando la cabeza los ojos grises del jefe en el área de ventas de la empresa me capturan.

Takafumi Yokozawa es la única persona en el mundo, existente, que conoce acerca de los sentimientos infundados que crecen y se marchitan en mi corazón.

—Nada que no se pueda manejar.

— ¿Algo así como volver a faltar al trabajo?, estoy hablando en serio, si no vuelve y se pone al corriente con el trabajo no voy a abogar por el ante los jefes.

—Yo haré su trabajo.

Una de sus cejas se alzó con interrogantica, mas no respondí.

Notas finales:

Hola:)! muchas gracias por entrar y leer esta nueva historia. 

Soy ''veterana'' en el mundo de los fanfics, pero los dejé hace un año y medio por motivos ajenos a mi, y al fin he vuelto con una nueva cuenta y nuevas ganas de compartir historias.

Los comentarios siempre son bien recibidos. ¿Les ha gustado? ¿No lo ha hecho? me gustaria saberlo debido a que, ha pasado un tiempo desde la ultima vez que he hecho algo.

 

 

Muchas gracias por leer<3


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