-Ya estamos aquí… Shu-chan, Maiko-chan, en cuanto entremos a la casa se van a duchar, se cambian de ropa y van a cenar con nosotros, o si quieren vayan a dormir- Reiko estaba muy alterada, después de todo, solo hacia unas horas que el funeral había acabado y se habían traído a los dos niños, buen, la verdad es que Shuichi tenia 16 años y Maiko tenia 7.
-Hai… Reiko-san… Maiko debe comer, pero yo no tengo ganas… ¿Puedo subir a dormir solamente?- Shuichi hablaba como si nada
-De acuerdo, dormirás en la pieza de Eiri mientras tu habitación esta lista- La señora lo miraba muy preocupada, no era posible que ese niño tan efusivo no derramara ni una sola lagrima después de todo lo que habían pasado, pero, al verlo abrazando a su hermana supo que quería hacerse el fuerte por ella
-Hai… arigatou- Se bajo del auto, tomo la mano de su hermanita que no había dejado de llorar y entro, ya que la puerta había sido abierta con anterioridad por Kunikazu, su padrino y ahora mentor. Dejo a su hermana a cargo de su tía y subió al cuarto donde había estado solamente una vez, hace con 5 o 6 años, ya no lo recordaba, y es que, aunque siempre veía a sus padrinos jamás se había relacionado con su “primos”.
La habitación era grande, en el escritorio había un sin fin de papeles todos desordenados, ropa tirada en el suelo, un espejo de cuerpo completo donde se pudo observar, en verdad estaba decaído, se le notaba en la cara y en sus ojos que no brillaban como hace algunos días, en una de las paredes se encontraba una cama, a su lado había un futón que supo era para él
-Mis hijos salieron, supongo que volverán como a las 7, ¿Vas a dormir a esta hora?- La verdad es que eran solo las 5 de la tarde, pero el pelirrosa no había dormido nada desde hace 2 días, estaba tan cansado que apenas se mantenía en pie
-Hai, disculpa las molestias- Shuichi se inclino en forma de agradecimiento, porque entendía que ellos dos iban a ser un estorbo
-No hay de que preocuparse, ahora son parte de esta familia, te queremos mucho Shuichi, al igual que a tu hermana- Reiko abrazo al pequeño- Ahora duerme, mañana ordenaremos tu pieza y la de tu hermana
Ni siquiera tenia ganas de cambiarse de ropa, así que abrió las tapas del futon, se acostó y durmió, como hace dos días no lo hacia, durmió, pero no soñó, cosa que agradeció.
El sol se había asomado por la habitación, impidiendo que el pelirrosa pudiera seguir durmiendo, cuando se levanto, se dio cuenta que alguien mas había dormido en la cama, “Obvio”, pensó, fue al baño que estaba saliendo la habitación, busco en sus maletas algo de ropa (Un jeans oscuro y una polera algo ajustada del mismo color) y bajo a desayunar… Ya eran las 12 del día…
-Me alegra que ya te hayas levantado- Kunikazu estaba en el living de la casa, la cual era enorme, constaba de 5 habitaciones, un living, un comedor, 3 baños y un patio con una piscina enorme- Los demás ya se levantaron, tu hermana esta jugando con Mika y Tatsuha en le patio, desayuna para que la vayas a ver
-Hai… Kuni-chan… ¿Tendré que cambiar de colegio verdad?- Kunikazu miro a su ahijado con tristeza, Shuichi ni siquiera podía afrontar su mirada
-Hai… pero esperaremos a que te sientas mejor para ir, si quieres puedes tomarte unas vacaciones aquí, supongo que en 3 o 4 semanas podrás reincorporarte a tu nuevo colegio, serás compañero de mi hijo-
-Arigato, por todo- Shuichi lo miro con una sonrisa agradecida, con una sonrisa que, desde hace 3 días que no era falsa. Tomo su desayuno lo mas rápido que pudo y salio al patio para ver a su hermanita jugando con una niña de unos 8 años y un niño de no mas de 6
-Oni-chaaaaan-Maiko fue a abrazar a su hermano, el cual la cargo en brazos y comenzó a correr haciendo que ella “Volara”- Jajajajajajaja- La pequeña reía muchísimo mientras su hermano la había acostado en el pasto y comenzaba a hacerle cosquillas
-Aaaaaaahhh el pirata agarro a mi hermanaaaaa- Mika comenzó a golpear a Shuichi en forma de juego, después de todo, eran unas princesas que estaban luchando contra un pirata (N/A: Léase Tatsuha y ahora Shuichi)
-¿A si?... pues ahora veras- Y Shuichi agarro a Mika y comenzó a hacerle cosquillas al igual que lo había hecho hace solo unos minutos con su hermanita-Jajajajajaja… no pueden contra mi, el gran pirata Shuichi!!!! XD- Como adoraba ver reír a su hermana
Tatsuha, quien miraba la escena, se acercaba sigilosamente el pelirrosa para luego tirarse por la espalda
-Te atrape!!!!... pirata malo- Y Tatsuha fue agarrado para luego volar como lo había hecho su “prima” anteriormente
Ya eran aproximadamente las dos de la tarde, Shuichi se había entretenido jugando con los tres niños, habían hecho gorros de papel y espadas de madera, ahora los 4 eran piratas y Maiko caminaba por la borda
-Debe caminar por la borda, ya que no se atrevió a confesar que eres una pirata- Shuichi estaba riéndose, hace mucho que no lo hacia, y al ver a su hermana reírse de esa forma quiso quitarse la pena untando con ellos, como lo hacia hace solo unas semanas atrás- Camina en 3… 2… 1…
-Shuichi!!!!- Reiko llamaba a su sobrino, necesitaba hablar con el
-YA voy tíaaaaa… a ver piratas, esto no ha acabado, el capitán me llama, pero volveré, os lo aseguro- Y, sacándose el sombrero y tirando la espada, fue a ver lo que quería su tía
-Hijo, necesito que me ayudes a poner los cubiertos, tu tío y primo llegaran en unos minutos, por favor
-Haaaaai-
Ya habían terminado de colocar todo para almorzar, así que salio para ver a los pequeños mientras la puerta se habría dejando pasar a las personas que recién llegaban
-Heeeeeey… piratas!!!... vayan a lavarse as manos para comer con la capitana!- Y Shuichi fue atacado por 3 piratas ya aburridos de tanta espera
-Te tardaste mucho oni-chan- Maiko lo regañaba mientras se dirigían al comedor después de lavarse, los 4 las manos
-Gomen… estaba ocupado- Entonces cargo a su hermana, con Mika que se unió y Tatsuha quien se encontraba agarrado a una pierna de pelirrosa y se dirigió al comedor con 3 niños a lapas
-¿Qué se supone que están haciendo?-
Unos ojos dorados que no dejaban de mirar al pelirrosa aparecieron, el corazón de Shuichi comenzó a latir a mil por hora
-Eiri-
Tic tac, tic tac… El sonido del reloj volvió a escucharse consumiendo los segundos ya muertos…