“Parecemos una familia” pensó Ritsu totalmente feliz mientras veía a Ryu comer sonriente su rebanada de pizza.
Pero luego su sonrisa desapareció en su lugar instalándose un pequeño rubor en sus mejillas, aun no olvidaba el “beso fallido” que había sucedido hace unos momentos, no se atrevía a mirar a la cara a Takano, apenas y podía hacer contacto visual con él por unos segundos antes de bajar la cabeza.
Sabía que él era totalmente inexperto en esos temas y Takano parecía ser alguien experimentado, eso le hacía preguntarse constantemente si el pelinegro terminaría aburriéndose de él.
Por otro lado, el mayor pensaba en alguna forma de deshacerse de su sobrino tan siquiera por un día, y tener a Ritsu para el solo. Aunque debía de admitir que, si podía agradecerle algo a su sobrino, gracias a él había conocido mucho mejor a Ritsu y ahora sabía qué clase de cosas le gustaba que hiciera, solo que a veces le era un tanto hartante tener que fingir ser el adulto responsable deseoso de formar una familia.
- Ryu-chan – hablo Ritsu queriendo iniciar una conversación, además de que era algo que había querido preguntar desde que conoció al niño - ¿Dónde están tus padres?
Ryu dejo de prestarle atención a la comida y miro a Ritsu. Takano fijo la vista en su sobrino, él tampoco había preguntado donde estaban su hermano y su cuñado, agradecía que la pregunta se la hubieran hecho al pequeño ya que él no sabría cómo responder.
- Ellos están de viaje, no sé muy bien a donde fueron, mi padre dijo que sería como su segunda luna de miel – contesto Ryu algo dudoso, la verdad era que su madre le había dicho a donde irían, pero no le tomo tanta importancia al nombre – no me llevaron con ellos porque tenía que ir a la escuela, además de que necesitan ir ellos dos solos para poder conseguirme un hermanito.
Ritsu casi se atraganta con la comida al escuchar eso ¿acaso ese pequeño sabia como…?
- ¿A qué te refieres con ir a buscar a tu hermanito? – pregunto Ritsu abochornado.
- Papá dice que para pedir un bebe a la señora cigüeña deben de ir solo los papás y no llevar niños – el castaño se enterneció ante la respuesta, le parecía normal que el niño no supiera de dónde venían los bebes, ya se enteraría algún día.
Takano contuvo las ganas de soltar una carcajada ante la respuesta, nadie podía ser tan idiota como para creer algo así realmente, sabía que Ryu le estaba mintiendo a Ritsu, pero aun así le parecía algo graciosa la respuesta.
Terminaron de comer, Takano y Ritsu lavaron los platos entre los dos, al parecer la incomodidad de hace unos momentos ya había pasado. El pelinegro pensaba en alguna forma efectiva de convencer a Ritsu de dormir con él, ya luego vería de qué forma lo convencía de tener relaciones.
- Tío, Ritsu-san, hay que ver una película.
“Pero el mocoso tenía que cagarla”
- Si ¿Cuál quieres ver? – pregunto Ritsu terminado de lavar el ultimo plato.
- Ya la elegí solo estaba esperando a que terminaran para verla.
El mayor se preguntó qué clase de película había elegido el mocoso, de seguro era una estúpida película infantil, con eso de que quería parecer un niño normal e inocente frente a Ritsu.
El peliplateado puso la película, Takano se sentó en el sillón y antes de que Ritsu se sentara lo jalo a su lado abrazándolo por la cintura, su sobrino frunció el ceño, al parecer había estado planeando sentarse a un lado de Ritsu. Pero luego sonrió de forma maliciosa.
Aquello le dio un mal presentimiento.
Miro la pantalla, en el video se mostraba a dos chicos estudiando en una biblioteca, el más pequeño parecía estar nervioso por la cercanía del contrario, luego ambos se pusieron a hablar y una cosa llevo a la otra, no supo en que momento los chicos se comenzaron a besar, al parecer a Ryu se le había ocurrido ver una fastidiosa película de romance, o eso pensó hasta que vio que los chicos de la película se comenzaron a quitar la ropa.
Ritsu de inmediato coloco sus manos en la cara de Ryu cubriéndole los ojos.
- Takano-san podrías quitar eso por favor – pidió Ritsu con el rostro completamente rojo, pero sin poder despegar los ojos de la película.
El mayor de los jóvenes de la película introdujo su palpitante miembro dentro del más pequeños haciendo que este gimiera de dolor.
“Y resulto ser una película porno” pensó Takano apagando el televisor y quitado la película, aunque debía de admitir que él quiso ve como terminaba, el chico pasivo era realmente lindo, algo parecido a Ritsu.
- ¿Por qué la quitaron? – pregunto Ryu haciendo un puchero al mismo tiempo que Ritsu le descubría los ojos.
- Eso es porque mostraba cosas que no son aptas para niños – contestó Ritsu aun con las mejillas rosas – Ryu ¿De dónde sacaste esa película?
- La tome de las cosas de tío, había muchas películas ahí.
“Maldito mocoso” pensó Takano pues Ritsu lo miraba con el ceño fruncido, su mirada era una mezcla entre enojo y decepción.
- Eso no es cierto – trato de excusarse, pero Ritsu no parecía creerle – no recuerdo haber comprado algo así nunca – y no mentía, pero al parecer para el castaño no era suficiente con su palabra.
- Creo que ya es hora de que te vayas a dormir – hablo Ritsu llevando al niño a su habitación.
Mientras tanto Takano seguía maldiciendo a su sobrino, ahora Ritsu debería de estar pensando que es un degenerando pervertido.
“¿y acaso no lo eres?” se preguntó a el mismo irónicamente.
Bueno, si debía de admitir que era un pervertido, pues no cualquiera va al mismo restaurante todos los días solo para mirarle el trasero al lindo y sexy mesero. Además de tener fantasías sexuales con él. Pero si de algo estaba seguro era que esa película no era suya, él nunca había tenido la necesidad de ver porno, si quería tener sexo simplemente lo tenía con alguien.
Ahora que lo pensaba hace más de tres meses que no se acostaba con nadie, había estado tan distraído con Ritsu que no se dio cuenta, aquello era demasiado extraño.
Era demasiado tiempo como para estar esperando a una persona, tal vez solo debía de dejarlo de una buena vez y buscarse a alguien más.
Con la situación actual parecía la opción más viable.
Ritsu se acercó a él, aun se notaba molesto, no le tomo mucha importancia.
- Gracias por la comida y por todo lo demás – Ritsu parecía estar despidiéndose, ya se lo imaginaba, no creía que el menor se quedara con el después de lo ocurrido.
- De acuerdo ¿te llevo a tu casa?
- No, no es necesario – el castaño tomo sus cosas para posteriormente salir de la casa.
Takano pensó por un momento en ir tras él, pero se detuvo.
Si él quería irse no lo iba a detener.
Mientras tanto Ryu miraba la escena con pena, esta vez sí se había pasado.
Continuara…