Y entonces Ritsu se había despertado temprano por voluntad propia, antes de que la alarma sonase.
Saco uno de sus pies fuera de la cama, rozando sus dedos con el frío suelo de madera, al no encontrar sus pantuflas, metió uno de sus pies debajo de la cama sacándolas y colocándoselas.
Era un nuevo día, un nuevo inicio.
Camino hasta el baño, estirándose y bostezando en el proceso, vio su rostro a través del espejo, denotaba una felicidad sutil.
“Con que esto es lo que hace el amor” pensó sonriendo al recordar la noche anterior sonrojándose por las cosas tan vergonzosas que había hecho y lo extraño que se había sentido.
Takano se había preocupado mucho por él y lo había respetado pese a que sabía que en la época actual casi nadie era considerado y solo pensaban con eso en vez de la cabeza.
Estaba ansioso de llegar al trabajo y hablar con Kisa, contarle todo lo que había sucedido, él era bueno en ese tipo de cosas a diferencia suya, le preguntaría sobre cómo ser un buen novio, no quería arruinar su primera relación.
Daría su mejor esfuerzo por hacer feliz a Takano-san.
Se alistó para ir al trabajo, tomo sus cosas y salió de casa.
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Takano llegaba junto con Ryu a la cafetería, luego de haber tenido que tardar cerca de una hora intentando levantar al pequeño de sueño pesado, lo hubiese dejado solo en casa, pero tenía que ir a la escuela.
Ryu le había cuestionado esa mañana cuando lo paso a recoger con Yokozawa sobre si le había hecho algo pervertido a Ritsu, el no respondió, pero sabía que el pequeño podía ver a través de él y eso le daba miedo.
Pero lo que más miedo le daba era no haber podido sacarse de su cabeza a Ritsu, sus pensamientos siempre varaban en la imagen de Ritsu haciéndole sexo oral, la mirada inocente a pesar de estar haciendo algo tan obsceno era erótica a niveles indescriptibles. También le causaba una sensación de incomodidad el saber que estaba en una relación formal con el castaño, por un lado, le alegraba saber que Ritsu era solo suyo ahora pero por el otro él le pertenecía a alguien ahora.
Ya no podría ir por ahí mirando el trasero de otras mujeres o donceles, si no que ahora solo podría observar a Ritsu.
“Eso no suena nada mal” recapacito luego de pensarlo bien. Ritsu no tenía nada que envidiarle a nadie.
Recordó en lo fácil que había sido convencer a Ritsu de hacerle sexo oral, diciéndole que era algo muy normal y común. Tal vez podría convencerlo de hacer más cosas de ese tipo. El menor creía que la penetración era lo único pervertido que había, pues estaba muy equivocado.
- Takano-san - le sonrió Ritsu al verlo entrar. El castaño miro hacia ambos lados tratando de asegurarse de que nadie estuviera viéndolos.
- Rits… - se paró de puntitas y deposito un pequeño y rápido beso en los labios del mayor.
Ryu tosió incomodo, Ritsu le miro sorprendido pues no había visto al pequeño. Al parecer estaba escondido detrás de Takano.
- Lo..lo...lo siento – hablo nervioso – olvida lo que viste por favor.
- ¿Ver qué cosa? – Ritsu suspiro aliviado, al parecer no había visto nada.
- Nada importante – sonrió amable mientras le acariciaba los cabellos plateados.
Takano recordó por qué odiaba tanto a ese pequeño, le robaba toda la atención de su Ritsu y parecía divertirse con ello.
Suerte que su hermano regresaría dentro de poco y se llevaría al mocoso, dejándolo con la pequeña, pero para él la gran lección de que nunca debía aceptar otra vez cuidar a un niño, aunque igual no había sido como si le hubieran dado a elegir. Pero ahora podía decir con total seguridad que odiaba a los niños y no deseaba tener uno de ser posible.
Cumplieron con el protocolo de siempre, Ritsu fue a la cocina a dejar el pedido, el pelinegro le miro el trasero recordando lo suave y firme que era, deseando poder ver a través de la tela.
- Auch… - se quejó al sentir que alguien le pellizcaba fuertemente el brazo – ¡¿Qué mierda haces?!
- Evitando que tenga una erección en un lugar público – le regaño cruzándose de brazos, molesto.
Takano hubiera contestado algo de no ser porque el niño tenía razón.
Mientras tanto en la cocina Kisa miraba junto con Ritsu hacia la mesa en donde estaban Ryu y Takano. Kisa ya estaba enterado de todo lo que había pasado, el mismo exigió a Ritsu que se lo contara todo con lujo de detalles.
Actualmente se encontraba en contradicción. Su lado pervertido quería ir a felicitar a Takano, pues solo a él se le podría ocurrir algo tan ingenioso como la “doble virginidad” con Ritsu. Y su lado de buen amigo quería ir a golpear a Takano por hacerle eso a su inocente amigo, si se había aprovechado de esa manera no dudaba en que o haría de nuevo, no podía dejar a Ritsu salir con alguien como él.
Miro a Ritsu quien sonreía feliz, su cara de colegiala enamorada al ver a su príncipe azul era demasiado linda. Lo había decidido.
Tenía que evitar que Ritsu saliera lastimado.
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Tenía un brazo alrededor de la cintura del castaño atrayéndolo hacia él y su mano se fundía en la cabellera castaña profundizando el hambriento beso que Ritsu correspondía tímidamente.
Ambos estaban a las afueras del edificio del castaño, el mayor lo había pasado a buscar a la escuela junto con Ryu que se encontraba dentro del auto durmiendo, o eso parecía pues este prefería hacerse el dormido a estar presenciado aquella escena de intercambio de saliva entre su tío y el novio de este.
- Takan..no-san..espera – decía el castaño intentando separar al pelinegro, ya comenzaba a sentir que la situación se salía de control.
- De acuerdo – contesto el mayor gruñendo por lo bajo – pero tendrás que compensarme.
- Es..esta bien – respondió inseguro al no estar seguro de a que se refería Takano.
Se despidieron con un pequeño beso y Ritsu entro de forma de forma apresurada al edificio, con el rostro completamente rojo, gesto que enterneció a Takano.
Al girar a ver a su sobrino se topó con un rostro molesto. Tal vez se debía a que había perdido y al fina Ritsu se había quedado con él, hubiera sonreído de forma burlona de no ser por lo estúpido que fue en un principio considerar como rival a un niño.
- Eres una de las personas más perversas y pervertidas que he conocido – soltó el niño reprochando.
- Y eso que no me conoces suficiente – rio Takano, pues había tenido mucho tiempo para pensar y nuevas ideas se habían instalado en su cabeza.
- Tampoco es como si quisiera – hizo un puchero – solo espero y salgas muy lastimado – susurro lo último.
- ¿Dijiste algo?
- Nada.
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Al llegar a la entrada de su edificio Takano se sorprendió al encontrar a un chico, que según el era compañero de Ritsu, lo haba visto hablar con su castaño en varias ocasiones y estaba seguro de que hablaban sobre él.
- Tengo que hablar contigo – dijo con cara decidida y severa.
Se preguntó si estar en una relación seria valía la pena si tenía que soportar que todo el mundo lo tratara como un peligro.
- Pasa – abrió la puerta dejando que entrase – si quieres puedes sentarte en el sillón, tengo que revisar que este niño se vaya a dormir.
El pequeño e miro ofendido, como si le hubiese dicho inútil.
- Está bien, yo espero.
Tomo a Ryu de a mano y lo guio a la habitación.
- Ni se te ocurra salir de aquí hasta que ese hombre se vaya, parece ser muy cercano a Ritsu así que no quiero que me hagas quedar mal – advirtió, Ryu rodo los ojos.
- Igual de todas formas tengo demasiado sueño como para molestarte, tu puedes cagarla sin necesidad de que te ayude.
- Solo cepíllate y vete a dormir.
Takano frunció el entrecejo dejo la habitación de Ryu viendo al extraño sentado en el sillón como le había indicado.
- ¿Quieres algo de beber? – pregunto por cortesía, aunque deseaba que se fuera lo más pronto posible.
- No así estoy bien – sonrió nervioso, había ido a la casa de ese hombre sin un plan en mente, sumándole el hecho de que tenía un fetiche con los rostros atractivos.
Los dos se quedaron en un silencio incómodo.
Y entonces a Kisa se le ocurrió el plan más estúpido que solo alguien con tan solo una neurona en la cabeza pudiera pensar.
Sin previo aviso atrajo de forma busca el rostro de Takano hacia a él depositando un beso en los labios de este, quien abrió los ojos con sorpresa…
Al parecer todo el mundo se estaba volviendo loco.
Continuara….
Ok no
Yo y mi vago intento de intentar ser graciosa :,v
…….
Luego de que el raro amigo de Ritsu se fuera de su casa, después de haberle besado para comprobar si amaba a Ritsu, se encerró en su habitación, estaba demasiado cansado, había pasado todo el día peleando con Ryu y lo único que deseaba era acostarse a dormir, pero no sin antes cobrarle a Ritsu por haberle dejado con las ganas.
Prendió su computador a la espera de que Ritsu estuviese conectado y lo estaba.
Le mando un mensaje invitándolo a hablar por videochat.
….
En otro lado dela ciudad un castaño que se encontraba en pijama y a punto de irse a dormir, al leer el mensaje de Takano de inmediato intento arreglarse un poco, aunque algunos cabellos se negaban a cooperar, eso le pasaba por no haberse cepillado el cabello después de secárselo.
Respondió de forma positiva el mensaje que su novio le había enviado, rezando porque su sonrojo, que surgió al verlo, no se notase.
- Hola – saludo nervioso.
- Hola, ¿estabas a punto de irte a dormir?
- No – respondió de inmediato, no quería hacer pensar a Takano que lo estaba interrumpiendo, no quería dejar de verlo – aun no tengo sueño.
- Yo tampoco y es por tu culpa – le reprocho divertido de ver la expresión de Ritsu, seguramente estaba pensando en que hizo mal.
- ¿Mi culpa?
- Si, tu culpa ¿ya olvidaste que me dejaste con las ganas?
Ritsu se sonrojo, no lo había olvidado, pero se había asustado al sentir que el miembro de Takano comenzaba a ponerse duro. El aún no se sentía cómodo con ese tipo de cosas.
- Y aun no has pagado tu deuda – recordó, el castaño tuvo miedo de preguntar cómo debía de pagar, pero lo hizo.
- ¿Cómo se supone que lo hare? – pregunto, sus nervios se dispararon al ver como Takano sonreía.
- Quiero que te quites todo eso.