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True Friends (HASHIMADA) por DarkParadiseNS

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Notas del capitulo:

Vamos a un capítulo muy tierno la verdad

Hashirama.


Su hija había nacido, era pelirroja y muy bella. Se sentía muy feliz, a tal punto que casi todo el día quería pasar con su hija.


Una carta le había llegado de Uzushiogakure en el cual le pedían que visitarán la Aldea para presentar a la princesa Tsunami. Colocada así en honor a que su tío para ese año fue reconocido como el mejor usuario del elemento agua.


Su familia empacaba las cosas, él iría mucho después de ellos porque tenía que arreglar unos asuntos. Su felicidad no podía estar mejor que nunca, por ahora.


Madara.


Estaba dándole pecho a su nene, Zetsu se había pasado a vivir con ellos, pero Nande aún no confiaba en aquella cosa negra. Pero no negaba que le parecía interesante, podía servir para uno de sus planes. Entre ellos, conseguir el sello de inmortalidad firmando con la Madre Hebi para poseer todos los conocimientos de las serpientes, que aparte que habían logrado la inmortalidad, eran expertas en Ninjutsus Médicos.


Su hijo lo ponía feliz, sabía que sus planes se lograrían gracias a aquel nene. Era algo interesado su amor, pero no negaba que tenía un poco de aquel instinto materno. Le costó matar a Tobirama y varios síntomas más. Y el idiota aquel hizo un buen trabajo junto a él.


Aún tenía sentimientos encontrados respecto al nene de ya unos 3 meses. Por una parte sentía vergüenza, ira. Primero, él era un hombre que había concebido a un hijo como si fuera una simple mujer, segundo, era su hijo con aquel traidor. Pero por otro lado se sentía feliz, él no sabía lo de las transmigraciones, pero según su Mangekyou Sharingan, el hijo que nazca de la unión de los líderes de ambos clanes sería poderoso y cumpliría una profecía de Paz. Y saber que este niño es la reencarnación del legendario Sabio de los 6 caminos lo hacía sentir como un padre orgulloso, también, el vacío de Izuna lo estaba llenando un poco, tenía alguien al cual proteger, y alguien que le recordó aquellos buenos tiempos en la Guerra de los Clanes.


Se levantó con el pequeño dormido en sus brazos, lo dejó en su cuna. Mientras él iba a practicar, tenía que fortalecerse rápido para destrozar a Hashirama.


Tenía un plan en mente, y el nuevo jutsu de Nande le daba una idea macabra.


— Espera que nos encontremos, sólo espera —Hizo las correspondientes posiciones de manos.


Katon: GoukyaMekakyou No Jutsu.


Una buena parte del Bosque se quemó, aún estaba tratando de perfeccionar aquel jutsu. Preparándose para una guerra.


Hashirama.


Iba caminando por aquel sendero, hace ya un tiempo que su esposa, hija y hermano estaban en aquella Aldea. Decidió acampar cerca de un lago de esa zona, cuando sintió una presencia muy familiar.


— No puede ser, te encontré —Corrió a ocultarse, vigilando aquella zona.


Cuando vio una cabellera en forma de cascada caer hasta su cintura, estaba haciendo una posición de manos, que iba dirigida hacia su zona. Se oyó un grito, Hashirama pudo reaccionar haciendo una fortaleza de Madara pero la parte en que estaba, se miraba muy destruida, decidió ocultarse rápidamente.


Madara empezó a danzar con su espada, un baile, calificado como Hashirama, como seductor.


Su movimiento de espada era perfecto, con movimientos suaves, como si quisiera conquistar a la persona que estaba a punto de asesinar, sus ojos brillaron grandemente, pero cierta culpa lo comía por dentro. Ya tenía esposa, e incluso una hija, pero los deseos de hacer a Madara suyo en aquel lugar eran altos. Y encontrar al azabache era aún chocante.


Decidió moverse rápidamente, hasta abrazarlo por la cintura, grave error.


El azabache lo empujó de una patada, balanceando su espada en posición de pelea, listo para atacar.


Hashirama aún tenía su maleta de ropa en el hombro, junto a su espada. Ambos aparentemente estaban en la ropa común de sus clanes, Madara con su camisa negra, con el cuello alto en forma elíptica, unos pantalones negros de algodón y unas sandalias ninjas. Hashirama estaba con una camisa negra pegada al cuerpo, y un pantalón del mismo color igualmente ajustado y sus sandalias ninjas.


Lanzó su maleta hacia el bosque, alzando su espada. Aquella pelea empezó, estando muy parejos. El choque metálico sonaba como eco, pero ni Zetsu ni Nande podían oírlo, estaban ambos en la guarida y discutiendo. Aquellos dos estaban solos en aquella oscuridad.


Apareció la luna iluminando perfectamente el lugar, Madara Había activado su Dojutsu, Hashirama lo quedó viendo algo anonado, volviendo a reaccionar al sentir su espada chocando contra la de su ex-amante.


Katon: Goukyaku no Jutsu.


Mokuton: Jukai Heki.


En la niebla, Hashirama lanzó la espada de Madara hacia el lago. Dándole un abrazo.


— Madara —La sangre del mencionado hervía, pero el agarre del mayor era demasiado fuerte— Madara, vuelve a la Aldea, por favor.


— ¿Tú crees que volveré por un idiota como tú? Me apuñalaste en frente.


— Madara, yo te sigo amando, yo no sabía de las intenciones de mi hermano. Por favor perdóname.


— Sí claro, y yo no estoy más bueno que un dango —Madara río sarcásticamente mientras Hashirama estaba algo rojo.


— Maddy por favor.


— ¿M-Maddy? —Le dio un tic en el ojo al menor, mientras se le ocurrió una idea macabra en su mente— ¿Quieres bailar conmigo? —Su sonrisa daba cierta desconfianza al mayor.


— Bueno —Tomó de la mano a Madara.


Madara lo tiró al río, y se fue bailando vals hasta llegar ahí para recogerlo, y tirarlo por los aires hasta patearlo de forma grácil hacia el río. Hashirama decidió también seguirle el juego, cuando lo volvió a tomar, lanzando su cuerpo hacia arriba, se posicionó rápido detrás del pelinegro, tomándolo detrás de la cintura, colocándose cara a cara mientras lo besaba, de una forma juguetona.


Madara lo volvió a lanzar al piso, ya sabía de las intenciones sexuales del castaño oscuro, así que, ¿por qué no jugar un rato?


Se colocó rápidamente encima del pelinegro, mordiendo su hombro hasta sacarle sangre, siendo lanzado boca abajo, para recibir lamidas en el cuello. Lo golpeó justo en su miembro de una patada lanzándole al río, mientras se incorporaba limpiándose de aquel pervertido. Volteó con su sharingan activado, prediciendo esta vez el movimiento del Hokage, apartándose pero siendo tomado de la camisa por este. Esta vez estaban masajeando sus pecho, pero vaya que sorpresa hizo que el ex-líder lo golpeara tirando lejos a Hashirama ocultando su pectoral. Le había salido leche de ellos. No podía jugar más, no podía dejar verlo así, corrió rápidamente al río, para ir hacia la guarida. Sintió una presión en su tobillo, maldiciendo sus suerte fue arrastrado por una raíz hasta aquel azabache que lo tenía colgado de los pies.


— Me tienes que explicar esto —Señaló su mano mojada—. Salió de tu pecho, y esto no sabe a agua.


— ¿Por qué tendría que explicarle a un marica como vos?


— Porque te tengo atrapado —Sonrió levemente a lo cual Madara sonrió incluso más macabro.


— Adiós Hashirama. Ranton: Reizā Sākasu —Una ráfaga de rayos cortó la raíz alejando al más alto, dándole oportunidad al doncel de escapar y ocultarse en la guarida. El mayor se limitó a reír algo siniestro.


— Así que esto es leche de pecho —Este sabor lo conocía por su esposa, pero no por tocarlo directamente, sino que tenía una mala maña de que las gotas de leche de las mejillas de su hijas las quitaba con su dedo y probaba aquello— Me tienes que explicar porque eres un hombre y te sale leche.


Madara.


Fue divertido "bailar" con Hashirama, pero se dio un golpe mental a sí mismo, casi descubren su vergonzoso secreto. Para rematar, su bebé volvía a llorar.


— Ya voy, tranquilo Hiroki, ya voy a cambiarte los pañales —Su Sharingan era una bendición, por el dios Ninja que sí.


Tomó a su bebé para cambiarlo, posteriormente cargarlo por la guarida. En su caminata de encontró algo perturbador, Zetsu y Nande se estaban besuqueando, ¿no que se odiaban? Así que riendo fuertemente con el bebé se río fuerte en su cara.


— ¿No qué se odiaban? —Ambos se apartaron bruscamente, Nande tenía la cara roja al igual que su cabello, Zetsu se mantenía neutral. Madara los quedaba viendo con una cara pervertida.


— Maestro le puedo explicar esto —Nande respiró hondo pero Zetsu la interrumpió.


— Estuvimos peleando y de un momento a otro la besé —La pelirroja estaba a punto de desmayarse de la vergüenza.


— Vaya, vaya chiquillos rufianes. Y no le contaron nada a Madara —Hiroki reía en los brazos de su madre—. Hasta el niño sabe que son nos bandidos.


— Ajá ¿Y?, acepto que esta mujer de aquí está bien buena y dio ganas de besarla, ve a cuidarte a tu hijo.


— Zetsu cállate —La más alta le pegó duro en la cabeza.


— Tranquila niñata, de todas formas lo gozaste —La tomó por la cintura.


— En frente de Madara y el pequeño no idiota.


— Bueno me retiro, vamos mi pequeño Uchiha, dejemos que estos dos hagan sus necesidades.


— ¡M-Madara-sama! —No podía estar más roja Nande, Zetsu sólo la abrazó.


— Ah sí ¿En qué estábamos? —La calló a la pelirroja volviéndose a besar. Mientras la acorralada contra su mesa. Debía aceptarlo, en sus 500 años de vida no había encontrado una niñata tan hermosa como esta. Era nacido de la voluntad de su madre pero eso no significaba que no podía disfrutar de la vida.


Hashirama.


Al siguiente día se levantó temprano para dirigirse hacia Uzushiogakure, estaba más sonriente que nunca.


Al llegar su hermano lo encontró demasiado feliz que le causo extrañeza.


— ¿Por qué tan feliz Hashirama? -Levantó una ceja en señal de confusión.


— Nada, un buen viaje nada más.


Se fue sin decir nada, Tobirama claramente no le creía y ya se encargaría de sacarle la verdad.

Notas finales:

Y algo sexoso también 7u7


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