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19. La Monta de Yongguk por dayanstyle

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Notas del capitulo:

WOW WOW WOW.. que cantidad de rw esoooooooo

me alegra que se lo esten tomando tan enserio.... todo sea para su agrado en los fics que vienen... hasta ahora ya tengo parejitas aseguradas para los proximos fics... 

otra cosa... traten de poner los nombres completos o los nikcnames de sus artista, ya que no estoy al tanto de todos los integrantes de algunas bandas no me sirven si me dan los nombres de la paraja.. para mi es mejor que me pongan el nombre completo y quien quiere que sea uke o seme...

de todas maneras gracias por su ayuda porque les recuerdo que seran sus parejas escogidas para los fics que vienen y sigan dejando sus favoritos...

OJO no respondo a tooodos sus rw porque comom son muhcos me parece mejor dar un msj general, peero les recuerdo que los leo todos y siempre estoy pendiente con mis lectoras fieles y con los nuevos lectores...

a todos BIENVENIDOS.. ESTO APENAS COMIENZA...

a leer...

Ahora que Zelo sabía por qué había actuado tan cambiante alrededor de Yongguk, quería estar con él. Se sentó a ver la actuación, realmente no estaba interesado en lo que ellos hacían. Su mente estaba en su pareja mientras levantaba el vaso con agua y le daba un trago.

 

Zelo jugó con la condensación a los lados del vaso, viendo a algunas de las parejas saltar alrededor, disfrutando, y a otras de las parejas viendo alrededor con curiosidad como él hacía.

 

El lugar tenía personas con apariencias extrañas, y decir que era un mundo extraño era poco. El lugar parecía la casa de todo tipo de criaturas místicas. Him Chan le había asegurado que los Elves de las Sombras no los molestarían, pero después de que Kiseop los regresó a la Casa, él mantenía un ojo en ellos.

 

Había Elves del Bosque con otros demonios y algunos shifters. Him Chan los señaló porque ellos se veían como los humanos. r13;¿Qué te parece?

 

Zelo le dio una tensa sonrisa a uno de los Guerreros Demonios, como Him Chan se refería a ellos, y dio otro trago. Si él recordaba correctamente, el nombre de ese era Joshua.

 

—No creo que la mujer consiga algo de mí.

 

Joshua resopló y sacudió la cabeza. —Esa no es mujer. Él es Moo Bin. Actúa aquí con regularidad.

 

Zelo miró hacia el escenario con el nuevo conocimiento. ¿Un hombre? Era lindo para ser hombre. Trató de ver el bulto al frente pero no vio nada. —¿Dónde esconde sus partes?

 

Joshua se carcajeó. —No sé, y no voy a preguntar. Moo Bin es una pequeña reina dramática y se enoja por la más pequeña mierda.

 

Zelo asintió y vio de nuevo a Moo Bin. Estaba actuando ante la multitud de hombres en el club que gritaban, silbaban y movían diNiel para captar algo de la atención.

 

—Te ves turbado —Joshua observó.

 

Zelo vio al enorme guerrero mientras le daba otro trago a su bebida. No conocía a ese tipo de Adán, así que ¿por qué iba a decir lo que le pasaba?

 

Quizás la fácil manera en la que le hablaba Joshua lo hacía sentirse cómodo, lo que era extraño como el infierno considerando que era un demonio. ¿No se supone que él había heredado lo demoníaco?

 

—Trabajo con las cosas de pareja. —Le dio al demonio una pequeña parte de sus problemas.

 

—¿Por qué? ¿Yongguk te trata mal? —Las cejas de Joshua se juntaron, su voz se hizo más ruda y amenazante.

 

Zelo quería reírse. No le preguntó acerca de que ellos eran hombres. Preguntó acerca de cómo lo trataba. Parecía que todos alrededor no pensaban mal de que dos hombres estuvieran juntos. Así que, ¿por qué él siempre estaba molesto por eso?

 

—No, él realmente es muy amable conmigo.

 

Los rasgos de Joshua se relajaron. Zelo sabía que ellos lo protegían, pero ¿podría Joshua defenderlo si su pareja lo tratara mal?

 

—Eso es bueno, entonces, ¿por qué te ves tan perdido?

 

—No estoy seguro, es toda esa cosa de amor entre hombres. Me criaron creyendo que eso estaba mal. A pesar de mi hermano Lay.

 

Joshua inclinó la botella de cerveza y le dio un gran trago antes de bajarla y limpiarse la boca. —¿Cuál es el problema? Chicas y chicas, chicos y chicos, eso realmente no importa. El género no es un factor en eso.

 

—Eso es lo que me digo. Pero, sigo oyendo la voz de mi mamá en mi cabeza gritándome que no deje que Yongguk me toque. —Zelo se ruborizó y le dio todos los pequeños detalles. Él básicamente le estaba diciendo a Joshua que Yongguk y él habían jodido.

 

—No, no dejes que ella te moleste. Esa es sólo su opinión, y la única que cuenta es la tuya. ¿No quieres estar emparejado con Yongguk? Si no lo quieres, puedo hacer que él desaparezca. —Joshua le dio un guiño antes de dar otro trago de su oscura botella.

 

—Ni siquiera pienses en eso. Puedo estarme cuestionando las cosas, pero quiero seguir con él. —Ahí estaba, lo había dicho en voz alta. Sentía como si un peso se hubiera levantado ante la declaración.

 

—Él es caliente.

—Mío. —La palabra salió sin que Zelo estuviera consciente. ¿De donde salió eso?

—Parece que tu demonio es muy territorial. —Joshua se carcajeó—. Deja de luchar. Luchas por emparejarte y luchas con tu demonio. Es mucho más fácil si sólo lo aceptas.

 

Zelo aun estaba tratando de aceptar la idea de que había algo en su interior. Tomó la servilleta que venía con su agua y secó la mesa. —¿Qué es exactamente mi demonio?

 

—Casi como los shifters. Es una real entidad en ti. Te protege de daños. Aunque el tuyo no está totalmente desarrollado, eres un jovencito, finalmente cambiarás cuando sea necesario. La mayoría de los medio demonios maduran alrededor de cien años humanos.

Bueno, eso aclaraba las cosas. —¿Qué edad tienes?

 

Joshua le sonrió. —Dejé de contar cuando llegué a los trescientos. Los demonios no envejecemos como las demás criaturas míticas. Nosotros envejecemos comos los buenos vinos.

 

—¿Soy inmortal? —Esa era otra cosa que rondaba su cabeza. Él había pensado que tomaba las cosas con calma cuando había tranquilizado a Lay que enloqueció al enterarse de que Suho era un werelobo. Hombre, si él hubiera sabido que sus palabras regresarían a morderle el culo, él podría haber ayudado a Lay a empacar.

 

—Eres medio demonio, así que eso depende de qué tan fuerte es tu demonio. Con los medio demonios todo depende del tipo de demonio que tengas. Y antes de que lo preguntes, Yongguk vivirá tanto como tú lo hagas. Eso es algo de parejas. —Joshua palmeó su hombro antes de levantarse, Zelo se fue hacia adelante por la gran mano.

 

Así que él podía ser inmortal, emparejado con una were-criatura, una were-criatura masculina, su mamá era un demonio que quería apartarlo de su pareja y su hermano era un vampiro. «Dr. Phil, aquí estoy».

 

—Deja de luchar —Joshua dijo antes de dejar la mesa. Zelo lo vio alejarse, preguntándose si él podría abrazar lo que era, ahora que él lo sabía.

 

—¿Te diviertes? —Luhan preguntó mientras se sentaba al lado de Zelo—. Ese de arriba es un chico. —La pareja señaló el escenario y se rio—. Seguro como la mierda que me engañó.

 

—A mi también.

 

Luhan inclinó la cabeza y vio a Zelo. —Sabes, Rasa estaba en el closet cuando llegó a la ciudad, no salía ni para salvar su vida. A nadie le importa que seas gay. Infiernos, todos lo somos. Estoy más curioso acerca de lo que tu demonio y tú hagan en la cama con tu pareja.

 

—Eso nos hace a nosotros dos como ustedes. Joshua dijo que cuando me desarrolle podré ser inmortal.

 

—Ser humano apesta. Todos ellos tienen esos extraños y cool trucos bajo sus mangas, y yo todo lo que puedo hacer es eructar el alfabeto.

 

Zelo no creía que su demonio fuera cool. Quizás tenerlo no estaba tan mal después de todo. —Soy gay —declaró.

 

Luhan cayó de lado mientras se carcajeaba. —Lo sé. Estás bien.

 

La risa era contagiosa. Zelo sonrió y empezó a reírse. —Soy gay —repitió.

—Y orgulloso de serlo. —Luhan chocó los nudillos con los de Zelo—. Pene de por vida.

 

Esta vez Zelo soltó una carcajada. —Un pene de por vida.

—En cuanto sea bueno.

—Y grande.

—Y que sepa qué hacer con él.

—Y grande.

—Si tú lo dices.

 

Zelo se carcajeó. —Esa es la parte más importante. —El peso que le causaba agonía por estar con un hombre pareció levantarse de sus hombros. Tenía que admitir que se sentía tan bien como el infierno cuando Yongguk lo jodía. Más que bien, era jodidamente fantástico.

 

Algunas de las otras parejas se deslizaron en la banca de la mesa viendo a Luhan y a Zelo. —¿Qué es tan divertido? —Taemin preguntó.

 

Luhan señaló a Zelo. —Él es gay.

 

Taemin levantó una ceja. —¿Por qué eso es noticia?

 

—Él lo admitió.

 

Taemin le sonrió a Zelo. —Felicitaciones por salir.

 

—Gracias. —Estaba tan excitado ahora que quería regresar con su pareja y ser reclamado de nuevo. ¿Podría enloquecer después? Dios, esperaba que no. Con la sensación de ser aceptado por todos y la emoción de tener una caliente pareja, esperaba que la euforia no se convirtiera en histeria. Eso podría matar su humor…de nuevo.

 

—Oh, mierda. —Zelo vio a su mamá en el bar. Ella se veía tan extraña como el infierno parada ahí en un traje de una sola pieza de cuero. No se ajustaba a su idea de ella considerando que era un tipo de mujer de muñecas y pequeñas decoraciones de porcelana.

 

—Necesitamos irnos —Kibum murmuró ante la mesa.

 

—¿Lo crees? —Zelo revisó a la multitud buscando a sus guardaespaldas, tratando de captar su atención cuando vio a algunos de ellos. No había necesidad. Ellos ya estaban sobre su mamá. Con lo mucho que odiaba la manera en que ella lo había tratado, aun la amaba.

 

Ella era su madre.

 

—Vámonos —Him Chan dijo apareciendo al lado de Zelo—. Mis hombres se encargarán de ella. Ustedes chicos necesitan regresar a casa.-

 

Nadie discutió. Todos ellos se unieron al gran hombre y entonces se dirigieron a un lado del bar, atravesando lo que Zelo asumió que era una especie de portal. Suspiró aliviado cuando estuvieron de nuevo en la biblioteca.

 

—Hasta luego. —Him Chan regresó dándoles la señal de la paz mientras entraba entre las sombras.

 

—Eso fue…interesante —dijo Xiumin viendo la esquina en donde Him Chan había desaparecido y entonces a ellos—. Gracias a Dios que dejé las drogas. Eso fue suficiente para explotar mi cerebro.

 

—Yo me divertí. —Baekhyun y Ren sonrieron.

—Moo Bin era caliente. —Baekhyun se reía graciosamente.

—¿Y quién es Moo Bin?

 

Todos ellos se sobresaltaron y se giraron, viendo entrar a los Centinelas que los veían fijamente.

 

—Uh, ¿un travesti? —Donghae contestó inseguro.

 

Zelo gimió interiormente. Incluso él sabía que Donghae había dado una respuesta incorrecta.

 

Yongguk se paseaba de un lado a otro en su recámara, inseguro de cómo manejar la situación. Su pareja había desaparecido por horas y ahora parecía un hombre diferente. ¿Ese era uno de sus cambiantes estados de ánimo de caliente y frío?

 

Él ahora estaba siendo caliente, y Yongguk no estaba seguro si debería de permitir el sexo hasta estar seguro de que su pareja no iba a enloquecer. Además, ahora estaba enojado como el infierno porque las parejas hubieran salido cuando el peligro los rodeaba por todos lados.

 

—¿Sabes lo mucho que me preocupaste? —gruñó, paseó de nuevo sin esperar a que Zelo le contestara—. Una nota hubiera sido lindo, algo rápido, con un ‘regresaré’, algo que me indicara que no te habían atrapado.

 

—Yo...

—No, no hay excusa. Es mi trabajo protegerte, y es difícil como el infierno cuando no hay un cuerpo que proteger.

—Yo…

—Yo recorrí toda la casa buscándote, me volvía loco pensando en las horribles cosas que podían sucederte.

—Yo…

—¿Tú qué? —Yongguk dejó de pasearse y vio a su pareja, esperando por una razón lógica para que él saliera. Él no podía encontrar ni una, así que quizás Zelo podría iluminarlo—. ¿Bien?

—Yo salí.

 

Yongguk frunció el ceño, preguntándose de qué demonios estaba hablando su pareja. —¿Saliste de dónde?

—Del closet.

 

Le tomó un segundo a su cerebro entender las palabras de su pareja. ¿Lo quería decir, o era algo momentáneo? Él quería creerle, lo quería con todo su ser, pero las depresiones de Zelo después del sexo lo hacían dudar. —Me alegra.

 

—Lamento la manera en que actué. Pero tienes que entender que yo estaba luchando contra todo esto. Eso no es fácil.

—Lo sé. —Yongguk jaló a Zelo a sus brazos, rezando porque su pareja quisiera decir esa declaración. Su vida sería mucho más fácil si era eso, haciendo a un lado el demonio que estaba tras él.

 

Yongguk decidió poner todos los huevos en la canasta y confiar en las palabras de su pareja. Si Zelo no se volvía loco, entonces él iba a joderlo en el colchón y en el suelo.

 

Yongguk había tomado consciencia mientras buscaba a Zelo. Su pareja estaba trabajando en quién era y lo que le había sucedido y Yongguk había actuado como un imbécil egoísta. Esto no era acerca de él. Esto era acerca de que Zelo se encontrara a sí mismo y aceptara o rechazara lo que descubriera.

 

Se sentía como un completo imbécil. No había nada que no pudiera hacer por Zelo, pero parecía que atravesar por los cambios había hecho a Yongguk cuestionarse sobre todo a su alrededor. Eso era algo a lo que no estaba acostumbrado, y lo tenía inestable. Cuando no encontró a Zelo, eso había llevado a Yongguk directo a la línea de fuego cuando la ansiedad se estableció en su interior, al pensar que le hubieran arrebatado al único hombre que el destino eligió para él.

 

Sus hermanos tenían razón cuando ellos lo habían confrontado, pero Yongguk nunca se los diría.

 

Había una cosa más que había ocurrido mientras lo buscaba y necesitaba que Zelo lo supiera. —Te amo.

 

Zelo lo miró en shock, sus ojos más abiertos y se mordía el labio inferior. —No tienes que decirlo. —Acarició con el pulgar la mejilla de Zelo—. Sólo quería que lo supieras.

 

Su pareja sacudió la cabeza. —No es que no quiera decirlo. Es sólo que…es difícil.

 

Yongguk se recordó la lucha interna que su pareja estaba atravesando. Aunque oír las palabras podría ser lindo.

 

—Lo hago, ¿lo sabes?

 

Podía aceptar eso, si era todo lo que Zelo podría darle ahora. El sexo era una cosa, pero exponerse emocionalmente era un mucho mayor paso, uno que su pareja no estaba listo para dar.

 

Yongguk se acercó a Zelo, y besó esos tentadores y llenos labios. Deslizó su mano por la espalda de Zelo recorriéndola de arriba abajo.

 

Zelo inclinó la cabeza hacia atrás y se abrió para las exploraciones de Yongguk. Yongguk acarició la cara de Zelo y acunó la mandíbula mientras lo besaba lentamente. Él quería que su pareja supiera exactamente cómo se sentía. Fue Zelo quien quebró el beso, levantado la camisa de Yongguk. Él levantó los brazos, permitiendo que Zelo se la quitara.

 

—Tienes un lindo cuerpo —dijo Zelo ruborizándose.

 

Yongguk pensó que el color en las mejillas sólo le agregaba atractivo al más sexy hombre que hubiera visto. Besó cada mejilla y el color se profundizó. —Gracias.

 

Una idea se le ocurrió a Yongguk. Dio un paso hacia atrás y vio a Zelo a los ojos. —Vas a tener sexo con un hombre, voy a joder ese apretado culo tuyo y espero que chupes mi pene. ¿Te das cuenta de eso, verdad? —Rezó porque al decirlo en voz alta pudiera evitar que su pareja enloqueciera después.

 

Zelo recorría los siete tonos de rojo mientras asentía. —Lo sé.

 

Yongguk le quitó la camisa a Zelo, y lamió uno de sus pezones. Zelo gimió mientras la cabeza caía hacia atrás, tomó el cabello de Yongguk y lo jaló más cerca de su pecho. Él lo mordió y besó, finalmente sopló sobre la húmeda piel, viendo maRavillado el pezón endurecerse. Yongguk cruzó el esternón de Zelo besándolo y lamió el otro pezón.

 

Zelo jalaba duro su cabello, gemidos salían de su boca mientras Yongguk chupaba la piel dentro de su boca. Desabrochó los jeans de Zelo mientras jugaba con los círculos café, los bajaba y liberaba el pene de Zelo.

 

Zelo movió las caderas y Yongguk vio hacia abajo la erección de Zelo, estaba tan dura, que se acostaba contra su bajo abdomen. Gotas de presemen brillando y escurriendo. Era una de las más eróticas vistas y se le hacía agua la boca por saborear a su pareja.

 

Yongguk le quitó los zapatos, calcetines y después los jeans a Zelo. Circuló la corona con su lengua, golosamente bebió la humedad que se escapaba. Zelo movía las caderas empujándose más profundamente dentro de la boca de Yongguk. Se abrió y tomó lo que su pareja le daba, disfrutando el salado sabor contra su lengua.

 

—Espera —dijo Zelo—. No quiero correrme de esta manera.

 

Yongguk sabía de lo que su pareja estaba hablando y no dudó en dirigirse entre las piernas. Después de lubricarlo y estirarlo, Yongguk se hundió profundamente. Él veía con fascinación cómo el agujero de Zelo se estiraba para él. Era una gloriosa vista. Era como si su pareja hubiera sido hecho solamente para él.

 

Tomó las caderas de Zelo, jalando al pequeño hombre mientras se empujaba hacia adelante y atrás. —Te amo —repitió con un gruñido. Sus bolas subieron rápidamente y él sabía que no podría aguantar mucho más. Tomó el pene de Zelo e igualó las caricias con su ritmo mientras la espalda de su pareja se arqueaba. Zelo también estaba cerca.

 

—Córrete para mi, cachorro. —La mano de Yongguk se cubrió con el calor en segundos mientras Zelo gritaba su nombre. Yongguk dio unos cuantos empujes más antes de sentir que su semilla dejaba su cuerpo y se derramaba dentro del apretado agarre de Zelo.

 

—Joder. —El sudoroso cuerpo de Yongguk colapsó jalando a Zelo con él. Se colocó en cucharita con su pareja, acariciando con su nariz su cuello mientras disfrutaba los estremecimientos del sexo. Esta vez Zelo no tuvo un ataque. Su pareja se acurrucó en los brazos de Yongguk, suspiró fuerte y entonces bostezó audiblemente.

 

—¿Sueño?

 

—Uh-hum. —Zelo se giró en sus brazos y se enterró en el pecho de Yongguk. Acarició el cabello y la espalda de su pareja, preguntándose cómo Zelo había logrado llegar a buenos términos con quien era. No le parecía correcto que alguien le hubiera ayudado a su pareja con esto, pero agradecía que Zelo finalmente lo hubiera aceptado. Una vez que Zelo se quedó dormido, Yongguk suavemente se liberó y jaló los cobertores alrededor de su pareja.

 

Se puso los jeans y la camiseta. —Him Chan —llamó suavemente en la esquina sombreada de la recámara.

 

Dos ojos ardiendo como el fuego lo veían, pero Yongguk comenzaba a acostumbrarse a esa loca vista. —¿Ahora qué? —el demonio preguntó mientras salía del otro reino a través de las sombras. Eso es lo que Yongguk asumió cuando el hombre apareció.

 

—No sé si darte las gracias o golpearte por lo que sucedió esta noche.

 

El gran hombre se encogió de hombros, y dio unos pasos hacia la suave silla, tomó el asiento que no se le había ofrecido. r13;Ellos me lo pidieron, no fue al revés. ¿Preferirías que dijera que no y permitir que ellos llevaran a Zelo a un club de humanos?

 

—¿A dónde exactamente fueron?— Eso estaba volviendo loco a Yongguk, pero él lo hizo a un lado cuando la lujuria lo abrumó. Ahora quería respuestas.

 

—A un club del reino, él estaba seguro. Todos los Guerreros Demonios estaban presentes, incluyendo yo mismo.

 

—¿Exactamente qué eres tú y qué son los Guerreros Demonios?

 

Him Chan lo estudió por un momento antes de contestar la pregunta de Yongguk. —Nosotros somos un grupo elite de guerreros, enviados a encontrar a esos demonios que actúan mal. También ayudamos a los medio razas que tienen a sus demonios bloqueados y los protegemos mientras luchan con su nuevo demonio.

 

—¿Demonios que actúan mal? —Eso era una paradoja, si incluso había oído una—. ¿No son malos por naturaleza?

 

—Un gran error. —Him Chan movió su mano frente a él—. Nosotros vivimos como todas las razas, queremos familias, pareja y un lugar seguro donde vivir.

 

Yongguk absorbió eso, no estaba seguro cuánto creer. Después de todo, él era un demonio. Hasta donde sabía, los hijos de perra podrían explotar su trasero. Yongguk se quedó más cerca de la cama, de un modo totalmente protector de su pareja que dormía.

 

—¿Qué con Zelo?

 

—Uno de mis guerreros, Joshua, habló con él. Zelo puede ser inmortal. Puede que no lo sea. Todo depende de las fuerzas y debilidades de su mitad demonio, la entidad que ahora reside dentro de él. —Him Chan se puso de pie, viendo fijamente a Yongguk y entonces a las sombras en el cuarto—. Su madre ahora está en prisión. Él está a salvo y de algún modo está aceptando quién es. Mis servicios y el de mis hombres ya no son requeridos. Encantado de conocerte, Wu Yongguk. Cuida de él. —Con eso, Him Chan inclinó la cabeza y caminó hacia la oscura esquina.

 

continuara...

Notas finales:

dejen rw nenesssss


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