Zelo veía al hombre durmiendo al lado de él. Yongguk era realmente muy hermoso, de una ruda manera. Su piel ardía cada vez que su pareja hablaba con ese fuerte acento.
Trazó las gruesas venas que recorrían los grandes bíceps de Yongguk, pensando en la comida en el patio que Jongin había anunciado para esta noche. El evento tendría lugar en la noche, para que tanto Jiyong como Lay pudieran disfrutarlo. El Alfa había dicho que el evento era para celebrar el fin del verano y quería que fuera una tradición en su grupo familiar.
Descubrieron que, Taeyang, el hijo de Jiyong y Seung Hyun, era inmune a los rayos de sol, lo que fue un alivio para ambos padres. No dijeron cómo lo descubrieron, y Zelo no preguntó.
Zelo aun no podía entender en su cabeza el hecho de que un hombre diera a luz. Dos hombres para ser exactos, y Byun estaba embarazado de nuevo. Se enteró de que Lay ahora también era capaz. Zelo sonrió ante la posibilidad de ser tío. Aunque J-Hyo tenía muchos niños, ninguna de las mujeres se quedó lo suficiente para que Lay o él conocieran a sus sobrinos y sobrinas. Si Lay daba a luz, el bebé se criaría bajo el mismo techo. Eso emocionaba a Zelo. Él amaba a los niños.
La única cosa que apestaba era el hecho de que Lay se había inyectado un anticonceptivo para los siguientes cinco años.
Quizás para entonces su hermano habría cambiado de opinión.
Zelo apartó su mano cuando Yongguk se movió, acercándose más al enorme pecho. Zelo se acurrucó. Le gustaba la fuerza y el confort de su pareja. Le gustaba que Yongguk fuera mucho más grande que él, a Zelo le gustaba sentirse protegido.
—Buenos días, cachorro. —Yongguk acarició con su nariz su cuello. Zelo se inclinó, sintiéndose más libre ahora que no dejaba que esa voz lo desgarrara. Su mano regresó a admirar los fuertes músculos del brazo de Yongguk, con las yemas de los dedos exploraba y apreciaba la belleza mientras su pareja acariciaba su espalda.
—¿Te sientes bien? —Yongguk besó su frente, sus párpados y su nariz, antes de besarlo en la boca. Qué manera de despertar. Zelo se dejó ir, permitiéndose disfrutarlo.
—Lo estoy ahora —exhaló cuando rompió el beso—. Te amo. —Le sonrió, finalmente encontró el valor para decirlo.
Yongguk gruñó y empujó a Zelo debajo de él. Sintió el duro eje presionando contra su abdomen, haciéndole saber lo que Yongguk planeaba hacer. Zelo se movió, sonriéndole a Yongguk y liberando sus piernas y envolviéndolas alrededor de la fuerte cintura de su pareja, apenas lo logró cruzó los tobillos.
—¿Qué quiere mi cachorro en esta brillante y hermosa mañana, hmm? —Yongguk besó su camino hacia abajo por el cuello de Zelo, haciendo que casi olvidara cuál era la pregunta.
—A ti.
—Puedo hacer eso. —Yongguk agregó lubricante en su pene y lo hundió dentro de Zelo, ya estaba estirado de la noche anterior.
Zelo limpió su garganta e hizo su mejor esfuerzo para hacer el mejor sonido de mono que pudo mostrar. Yongguk se detuvo y lo vio fijamente, confusión escrita en toda su cara. —¿Eso es algo de demonios?
«Oh joder, mi Dios, voy a matar a Lay». Zelo tomó una almohada y enterró su cara, humillado al punto de que quería enterrarse bajo una roca en algún lado. Sacudió la cabeza ante Yongguk, sintiendo que el ardor en sus mejillas se extendía a su cuello y el resto de su cara.
Yongguk jaló la almohada y Zelo finalmente la liberó, colocando sus brazos sobre sus ojos para que Yongguk no pudiera ver su cara.
—¿Zelo?
—¡Lay! Lo dijo. Voy a matarlo. ¡Él me dijo que tenía que gritar como mono cuando tuviera sexo anal con un hombre! —Para aumentar su mortificación, Yongguk lanzó la cabeza hacia atrás y soltó una fuerte y sonora carcajada que retumbó en las paredes. Su mano izquierda sostenía su costado y la derecha se sostenía del colchón, se inclinaba y se reía tan duro que lloraba.
Zelo tomó la almohada y comenzó a golpear con ella a Yongguk. —L–Lo siento. —Yongguk trató de dejar de reír pero empezó a reírse incluso más duro. Zelo se empujó, liberando el pene de Yongguk de su culo y alejándose.
—Ven aquí, no te enojes. —Yongguk jaló a Zelo de regreso a la cama se limpió los ojos con su mano libre—. Eso fue…lindo. r13;Yongguk comenzó a reírse de nuevo.
Zelo golpeó la parte de atrás de la cabeza de su pareja. r13;No, no lo fue.
Yongguk tomó una profunda respiración, tratando de no reírse. —Hazlo de nuevo.
—No. —Zelo hizo un puchero y cruzó sus brazos sobre su pecho. No podía enojarse por mucho tiempo. No era culpa de Yongguk que Lay lo hubiera engañado y él hiciera el ridículo, pero Yongguk podría haberse divertido menos con eso. Zelo pensó en lo que había hecho y una sonrisa se formó en su cara—. Eso fue divertido. —Admitió cuando la inicial vergüenza desapareció.
—Sí, lo fue. —Yongguk entrecerró los ojos, la previa expresión de deseo regresó y los dedos de los pies de Zelo se curvaron.
—¿Puedo intentarlo de nuevo?
—¿Intentar qué? —Yongguk preguntó mientras jalaba a Zelo de regreso a la cama.
—Chuparte. —Su cara de nuevo se ruborizó. Zelo bajó la cabeza por lo que acababa de decir, esperando que Yongguk no se riera de nuevo. Su pareja tomó la sábana y limpió el lubricante de su pene antes de asentir.
Esta vez Zelo lo tomó lentamente. Estudió el grueso eje frente a él, tomó con la punta de los dedos la humedad que escurría de la cabeza del pene y la llevó a su lengua, era salado y agridulce. Se inclinó hacia adelante, y lo recorrió con la punta de la lengua saboreándolo directamente. Sonrió cuando el pene saltó, obviamente disfrutaba lo que Zelo le estaba haciendo.
Envolvió la cabeza del pene con sus labios, chupando la suave piel y dejando que la lengua explorara las gruesas venas y la abertura en la punta. Sosteniendo la base, empujó el pene de Yongguk más adentro de su boca, estirando sus labios más mientras hacía su mejor esfuerzo en conquistar a la bestia.
—Zelo. —Yongguk gimió, pasando sus manos por el cabello de Zelo, masajeando su cabeza. Zelo palmeó sus bolas, rolándolas en su mano mientras chupaba arriba y abajo el fuertemente venoso pene.
—Así es, bebé.
Tomando las palabras de Yongguk como una señal de que estaba haciendo un buen trabajo, Zelo comenzó a bombear el pene en su mano, quería saborear la semilla de su pareja. Eso era lo que ahora lo impulsaba, una meta que se moría por alcanzar.
—Estoy cerca, cachorro —Yongguk le advirtió, tratando de apartarlo, pero Zelo no lo permitió. Iba a probar que él podía hacerlo. Pegó los labios en una fuerte succión y tragó el pene más allá de su boca, tomar el eje era todo lo que esperaba.
—¡Zelo! —Yongguk gritó mientras caliente semen llenaba la boca de Zelo que tragaba cada gota. Sacando el pene de Yongguk de su boca, Zelo se limpió la cara y miró a Yongguk bajo sus grandes pestañas.
—Mi turno, hermoso. —Yongguk lo jaló al colchón, tragándolo hasta la raíz. Zelo se movía mientras Yongguk lo chupaba. Con la falta de experiencia, Zelo se tensó y gritó cuando se corrió, su cuerpo se estremeció con su liberación.
Yongguk lamió cualquier remanente y entonces besó su camino hacia arriba por el cuerpo de Zelo, deteniéndose en su boca y compartiendo el sabor. Zelo sonrió en la boca de Yongguk, sintiéndose más feliz que lo que había sido en mucho tiempo.
Zelo ayudó a colocar las mesas en el patio, incapaz de quitar la sonrisa en su cara cada vez que veía a Yongguk. Su pareja le daba un guiño mientras hablaba con algunos de los guerreros.
Por primera vez en la vida de Zelo, estaba enamorado. Eso lo entendió esta mañana cuando vio a los ojos a su pareja. No podía imaginar su vida sin él.
—Conozco esa expresión —dijo Donghae mientras ayudaba a colocar las mesas—. Estás enamorado.
Zelo se ruborizó con siete tonos de rojos ante las palabras de Donghae. Eso era cierto. Cada vez que él veía a su pareja su corazón saltaba feliz. —¿Es tan obvio?
—Sí. —Donghae se rio.
Kevin y Niel salieron y ayudaron a sacar la comida. Zelo colocó tres paquetes de platos desechables en cada mesa. Luhan y Heechul sacaron los refrescos y los vaciaron en grandes barriles junto con el hielo, dejando botellas de jugo a un lado.
Zelo inclinó la cabeza y olfateó, el olor de la carne asada le hizo agua la boca. —Hey, Zelo. —Kibum empujó el hombro de Zelo con el suyo—. ¿Necesitas ayuda?
Zelo señaló una caja de bolsas de basura. —Podrías colocar las bolsas de basura en esos tambos de doscientos litros.
—Claro. —Kibum tomó la caja y se dirigió a los contenedores.
¿Cómo terminó a cargo de que todas las cosas se hicieran? El sol finalmente se puso al oeste, el crepúsculo iluminaba lo último de los rayos del sol. Una lenta melodía comenzó a oírse en el patio. Zelo vio a Niel que se había colocado como el DJ. Esa iba a ser una genial fiesta.
—Salgan del camino —Rasa gritó mientras él y E.Den junto a unos cuantos guerreros sacaban bandejas de comidas. Zelo se apartó y vio cómo colocaban la comida en las mesas.
Grandes brazos lo rodearon y Yongguk besó su sien. —¿Cómo estás, cachorro?
—Bien. Aunque no estoy seguro cómo logré organizar todo.
—Naciste para ser líder.
Zelo sacudió la cabeza. —¿Crees eso? Mi segundo nombre es gallina.
—Te vendes barato, bebé. —Yongguk levantó a Zelo a su hombro y Zelo se agarró a la parte de atrás de la camisa de su pareja por su vida.
—¡Yongguk! Bájame —Zelo gritó.
—Toma un descanso y ayúdame a azar la carne. —Yongguk lo bajó y lo dejó de pie, inclinándose para besarlo. Zelo vio alrededor y le dio un rápido beso a Yongguk.
—Bueno, suficiente. —Yongguk se rio, sinceramente divertido. Tomó unas tenazas extras y se las dio a Zelo—. Yo asaré las otras.
—¿Qué descanso? Aun sigo trabajando. —Estableció lo obvio mientras volteaba algunas costillas. A Zelo le gustaba este trabajo más porque tenía al lado a Yongguk. No parecía ser mucho trabajo con un privilegio como ese.
Zelo dejó caer las tenazas cuando sus ojos comenzaron a arder, los sentía como si fueran fuego. —Mierda. —Los frotó con las palmas de sus manos cuando empezó a llorar intensamente.
—¿Estás bien? El humo puede irritar tus ojos si no tienes cuidado. —Podía sentir las manos de Yongguk en su cara—. Mueve tus manos y déjame ver, cachorro.
Zelo bajó las manos y parpadeó varias veces haciendo su mejor esfuerzo por abrirlos.
—Tus ojos…cambiaron. —Yongguk jadeó—. Se ven como los de Him Chan.
—¿Cómo? Dijo que soy medio demonio.
—Eso es cierto, pero también dijo que lo descubrirías tú mismo cuando tu demonio interior se desarrollara.
Zelo quería sus ojos verdes de nuevo. Le gustaba el hecho de que eran como los de Yongguk. Trató de frotarlos de nuevo, rezando porque pudieran con algo de frotación regresar a ser verdes.
—Detente. —Yongguk tomó sus manos—. Puedes empeorarlos.
—¿Por frotarlos? —Zelo estaba siendo sarcástico, pero no podía evitarlo.
—¿Sabes algo acerca de esto? Porque seguro como el infierno que yo no. Quizás sea temporal, sólo espera y vemos.
r13;Yongguk acunó su mano y vertió agua en ella y salpicó los ojos de Zelo—. Vale la pena intentarlo. —Se encogió de hombros cuando Zelo jaló la bastilla de su camiseta y se secó los ojos.
—¿Ves? —Yongguk le sonrió—. Son de nuevo verdes.
—¿En serio? —Zelo llevó su puño a los ojos y entonces pensó en lo que estaba haciendo. «Duh, como si pudiera decirlo por como se sienten».
—Bueno, sólo los revisaremos y vemos lo que sucede. r13;Yongguk besó a Zelo y regresaron a los asadores.
A Zelo no le gustaba la idea de que su cuerpo cambiara y él no tuviera control sobre eso. ¿Podría su vida regresar a ser una sin problemas? Parecía que últimamente experimentaba un problema tras otro, y su mente pasaba duros momentos para seguir el rastro a todo eso.
Zelo se sobresaltó cuando sintió una mano bajar por su espalda y acunar su trasero. Estaba tan sumergido en sus reflexiones que no vio a Yongguk aproximarse. Se inclinó hacia el fuerte y musculoso pecho, disfrutando la cercanía.
«Él te está haciendo gay».
Zelo ya tenía suficiente de la intrusiva voz. Eso realmente comenzaba a enojarlo. Ahora, realmente estaba enojado de la intrusiva voz de su mamá. Eso empezaba a enojarlo realmente. Ahora finalmente era feliz, y ella lo estaba arruinando, si solamente hubiera alguna maldita manera de ¡apagar eso!
—¿Cachorro?
Zelo hervía mientras se giraba hacia Yongguk. —¿Qué? —dijo gruñendo. Su pareja señaló el asador. Zelo jadeó cuando vio que se elevaba unos centímetros del suelo. ¡Santa mierda! ¿Él había hecho eso?
—Creo que tu ira lo está haciendo. —Yongguk se acercó y abrazó a Zelo mientras le hablaba suavemente al oído—. Tranquilo. Lo que sea que te enoje no vale la pena.
—Ella no se calla —dijo Zelo.
—¿Quién?
—Mi mamá. Todo lo que oigo son palabras de crítica de ella. Ella no se detiene. —Golpeó su sien, haciendo que el asador se elevara aun más.
—Ella no esta aquí. —El Alfa se acercó, hablando en un bajo tono—. Tú estás con Yongguk, el hombre que te ama. Su opinión no importa, Zelo. —Parpadeó varias veces y entonces asintió hacia el Alfa. Zelo no podía entender por qué él se había permitido enojarse tan malditamente tanto.
Tan pronto como se calmó, el asador regresó al suelo con un fuerte golpe. Eso atrajo la atención de todos alrededor de Zelo. Vio el asador fijamente durante un momento, viendo el fuego y el humo bajo los filetes.
Zelo tomó las tenazas y volteó la carne antes de ver el suelo. Él había hecho eso, había hecho que el asador se levantara del suelo. Zelo dio una rápida mirada a la multitud alrededor de él y entonces volvió a ver el suelo. No le importaba que toda la atención estuviera ahora en él.
—¿Quieres entrar? —preguntó Yongguk.
Zelo asintió, evitando hacer contacto visual con alguien más. Caminó atontado al lado de su pareja, deseando que todo el mundo dejara con una jodida de verlo. Estaba suficientemente avergonzado sin toda la atención extra.
Yongguk lo guió tomándolo del codo, lo llevó a través de la puerta de la cocina y sacó una silla de la mesa ayudándolo a sentarse. —Hice eso. —Zelo miró a Yongguk, su boca se abría y cerraba como un pez.
—Está bien, Zelo. No hiciste nada malo.
Yongguk se arrodilló frente a Zelo, preguntándose por qué no se sentía tan impactado como debería de estar. Podría ser el hecho de todo lo que había estado sucediendo últimamente, él ya se estaba acostumbrando a esa extraña mierda.
Yongguk retiró el cabello de la frente de Zelo y rozó su oreja con el pulgar y el índice. —Está bien, cachorro.
Zelo suspiró tranquilamente y vio al exterior. —Lo sé. Es sólo que apenas y me acostumbro a la idea de algo y otra cosa aparece, y tampoco es algo pequeño.
Eso era muy cierto. Su pareja había estado tratando con mucha mierda durante las últimas dos semanas, más que en toda su vida. —Eres fuerte. Puedes manejarlo. Sé que puedes.
—¿Puedo tomar algo de ese optimismo? —Zelo sonrió y se inclinó para darle un beso en los labios a Yongguk.
—Cuando lo necesites. —Yongguk se enderezó y le ofreció la mano, Zelo la tomó y regresaron al patio.
—No creo que sea seguro para mí ser el hombre del asador r13;dijo Zelo cuando ellos se dirigían a los asadores. Yongguk no iba a permitir a su pareja huir de quien era.
—Lo haces bien. Confía en ti. —Levantó las tenazas y se las dio a Zelo—. Muéstrale a todo el mundo que estás bajo control. r13;Yongguk le dio un guiño a su pareja.
—Me siento mejor sabiendo que estas detrás de mi en esto. r13;Zelo aceptó las tenazas.
—¿Estás bien? —Jongin preguntó mientras se acercaba a Zelo con Nana y Luhan a sus lados.
—No planeo hacer que el asador deje el suelo de nuevo.
Yongguk tomó las tenazas de Zelo y volteó la carne de nuevo, oyó el siseo de la grasa cayendo al carbón. La brisa que se levantaba se sentía bien en su piel mientras regresaba su atención a la gente que se acercaba a su pareja.
—Sabía que eras cool. —Nana le sonrió a Zelo.
—Se lo dije antes, eso hace que ser un humano sea aburrido. —Luhan se rio—. Tu supernaturaleza nos superará a todos.
—Aun sigo siendo humano —dijo Zelo.
—Si, yo también lo soy. —Nana se rio graciosamente.
Yongguk se rio mientras tomaba algunos jugos y le dio uno a Zelo. Lo destapó y le dio un gran trago antes de girarse a Jongin.
—Oí que tenías un anuncio que dar esta noche.
—Después de la cena. —Jongin tomó la mano de Luhan y se alejó.
—¿No odias eso? —Nana sacudió la cabeza—. Él es siempre tan críptico. —Ella se fue corriendo cuando vio a su hermano Donghae.
—Esa es una de las más extrañas familias que he conocido. r13;Zelo vio hacia la concurrencia en el patio.
—Pero cualquiera de esa gente se levantaría para pelear por ti.
—Yongguk se rio cuando uno de los gemelos de Chan Hee y Byun corrió hacia ellos—. Bueno, casi todo el mundo.
Zelo se inclinó y levantó al pequeño en brazos. —Apuesto a que él lo intentaría. —Le hizo cosquillas en el estómago a Jimin y el pequeño gritaba divertido.
Yongguk se rio mientras tomaba otro trago de jugo, preguntándose cómo él había tenido tan malditamente buena suerte con Zelo.
Llenó el platón de carne y lo llevó a la mesa. Yongguk regresó al asador y lo cerró antes de declarar a todo el mundo que la comida estaba lista.
Ellos tenían seis largas mesas de picnic, seis o siete personas por mesa y todo el mundo hizo línea ante la mesa del buffet. Yongguk no estaba seguro qué quería comer. Todo se veía bueno.
Él llevaba su plato y el de Zelo mientras su pareja llevaba las bebidas y los cubiertos.
—Maldición esto está bueno —dijo Yongguk mientras lamía la salsa de barbacoa de los dedos—. Quien hizo la ensalada de papa necesita un premio.
—Ese soy yo —dijo Byun desde la mesa de al lado—. Gracias.
Yongguk levantó la cuchara llena de papa hacia Byun y entonces abrió la boca para disfrutar el sabor que explotó en su lengua.
Las conversaciones eran animadas y se oían carcajadas alrededor.
Zelo llenó dos platos de comida. ¿En donde ponía su pareja todo eso? Estaba tan delgado como el infierno pero comía como si tuviera dos estómagos. Yongguk sonrió cuando Zelo colocó cuatro costillas en su plato. —Pensé que necesitabas más.
—Ah, me conoces muy bien.
—Voy por más antes de que él se coma todo. —Suho se levantó de la mesa.
—Tráeme algo —Kris gritó.
Yongguk vio a la pareja Niel que colocó una servilleta en el asiento y se sentó. Su pareja, Minsoo, colocó una servilleta en la mesa antes de dejar el plato frente a Niel. La pequeña pareja se puso un par de guantes azules y entonces le sonrió a Minsoo antes de comer.
Se rio ante la pareja de los guantes azules mientras agradecía su suerte a las estrellas que él no tenía ningún problema emocional.
Una vez que todos los estómagos estaban llenos y estaban hablando con los otros, Jongin se puso de pie y se aclaró la garganta.
—Tengo un anuncio que hacer así que pensé que el picnic podría ser un buen lugar, considerando que todos están aquí. —El profundo tono de voz del Alfa se extendía por el patio.
—Vas a cederme las riendas —Kris gritó.
—En tus sueños —Jongin bufó—. Como estaba diciendo. r13;Vio a Kris antes de continuar—. He decidido que algunas expansiones son necesarias.
—¿Luhan y tú van a tener un bebé? —Seung Hyun gritó.
—No en esta vida —Luhan gritó y tomó la mano de Nanar13;. No, hablo acerca de ti tesoro. —Le sonrió.
—¿Puedo terminar antes de que empiecen a molestar de nuevo? r13;Jongin acaricio su labio inferior viendo a las mesas—.
Gracias. Han pasado años desde que la primera pareja entró en nuestras vidas. Mucho ha sucedido desde entonces. Nuestra familia ha crecido a un gran tamaño. La Casa puede acomodarnos a todos nosotros, pero soy consciente de que algunos de ustedes desean sus propios hogares.-
Yongguk sabía que el Alfa se refería a las parejas con niños. No era un hecho escondido de que Byun quería una casa pequeña para que sus gemelos y el niño que venía en camino crecieran.
—He pensado mucho en eso. Lo que propongo es que se construyan algunos cottages en las tierras de la manada Kim, detrás de la casa, así que las parejas que decidan que quieren un lugar propio, aun así estarán cerca. También quiero que el pueblo se expanda, construir más comercios y ayudar a la comunidad con sus problemas financieros.
Todos comenzaron a aplaudir animados con las noticias. Jongin levantó la mano hasta que la concurrencia guardó silencio. —Ya tenemos una larga lista de personas calificadas en el pueblo que pueden realizar el trabajo. Algunos están interesados en ser propietarios de algún comercio. Si alguno quiere tener un comercio propio con todo lo que significa, avísenme.
Yongguk sabía que Byun era propietario de una peluquería, Sungmin era el propietario de la librería, Eli el propietario de un taller mecánico y Baekho era medio propietario del restaurante. Sería bueno que más gente de la manada tuviera su negocio. Se quedó pensando acerca de comenzar su propio negocio.
¿Qué podría hacer?
—Si hay alguna pregunta, saben que estaré en mi oficina. r13;Jongin tomó asiento y comenzó a hablar con Luhan.
—¿Podemos ser propietarios de un negocio? —Zelo se giró a preguntarle a Yongguk.
—No veo por qué no podríamos tener un negocio juntos. ¿Pero de qué sería?
—Venta de motocicletas. —Zelo se rio—. ¿Qué más?
—Wu Motocicletas. Me gusta eso. —Kris sonrió.
—¿Quieres que todos nosotros estemos juntos en el negocio? —Yongguk vio a sus hermanos.
Suho se encogió de hombros. —¿Por qué no?
—Me gusta la idea. —Zelo tomó su plato y el de Yongguk y los llevó al bote de basura.
Si, ¿por qué no?
continuara...