Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

19. La Monta de Yongguk por dayanstyle

[Reviews - 89]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

ya se que estan locas por saber que es la mami de LAy y aun que no me han dado muchos rw... la cantidad de leidas en tan poco tiempo es aceptable... asi que estare actualizando en el transcurso del dia porque el proximo fic es el de Rick hehehe

a leer

Yongguk abrió la puerta del closet, cruzando el cuarto y tomando a su pareja por el pecho y alejándolo justo cuando la mamá de Zelo estiró el brazo. Su cara no era humana. «¿Qué jodidos?»

 

—¡Te dije que Lay te convirtió en gay! —ella gritó.

Nana colocó la mano en el brazo de Yongguk, Donghae tomó la otra mano de su hermana y ellos desaparecieron hacia la recámara de Nana.

Jongin estaba sentado en la cama de ella. —Bueno, dije que lo regresaras no que trajeras más de regreso.

 

—¿Qué infiernos fue eso? —Zelo gritó, moviendo los brazos alrededor—. Ella no es humana.

 

Jongin se puso de pie y vio a los cuatro. —¿Quién no es humana? —Frunció el ceño y esperó la respuesta.

 

—Mi mamá, su cara… —Zelo movió los dedos frente a su cara de una alterada manera.

—Él no puede regresar ahí. Su mamá es…infiernos si sé. Ella olfateó su cama, y entonces cuando ellos tres aparecieron, su cara hizo una extraña jodida cosa. No puedo explicarte. —Yongguk nunca olvidaría esa extraña cara.

 

—Inténtalo —dijo Jongin, viéndose confundido.

 

—Sus ojos cambiaron a negro, y su expresión casi se volvió escamosa. Te digo que no puedo explicarlo correctamente. r13;Yongguk veía la sorpresa en los ojos de Jongin. El Alfa sabía de lo que Yongguk estaba hablando.

 

—Dame tu mano, Nana. Nosotros no tenemos tiempo. r13;Jongin se giró hacia Yongguk—. Lleva a tu pareja abajo. Nana y yo tenemos que desaparecer un momento o perderemos el rastro. Dame tu camisa, Zelo. Necesito tu olor para que nos sigan.

 

Yongguk estaba confundido como el infierno mientras veía a su pareja quitarse la camisa. Yongguk inmediatamente se quitó la chaqueta de cuero y cubrió el torso de Zelo. Mejor. Él tomó a Zelo y lo guió hacia la puerta de la recámara.

 

—Si, eso es bueno. Ahora él estará cubierto con tu olor, vayan. —Jongin se movió rápidamente mientras Yongguk cerraba la puerta de la recámara.

 

—¿Qué sucede? —Zelo preguntó mientras bajaban las escaleras y entraban a la oficina de Jongin.

 

—No estoy seguro, cachorro, y nosotros nos quedamos aquí hasta descubrirlo. —Yongguk cerró la puerta de la oficina, paseándose de un lado a otro. Sacó su teléfono celular y llamó a sus hermanos—. Te necesito y a Suho en la oficina de Jongin y traigan a sus parejas.

 

Cinco minutos después sus hermanos con sus parejas entraron. —¿Qué sucede? —Kris preguntó, viendo a Zelo, que estaba sentado en el sofá de cuero.

 

—Una muy mala pesadilla. —Yongguk sacudió la cabeza y entonces relató lo que había sucedido hasta que los llamó.

—No, mierda. —Lay jadeo—. ¿Mamá?

—¿Qué infiernos? —Zelo se levantó, acercándose a su hermano y abriendo su boca—. Esos son dientes de vampiro.

 

—Te lo explicaré después. —Lay palmeó la mano de su hermano menor apartándola.

 

Zelo se dejó caer en el sofá, impactado como el infierno de que Lay fuera un vampiro. ¿Cómo? Miró de nuevo a su hermano pero no dijo nada. Su vida se había convertido en una mierda, y sentía que ya no tenía control en nada. «No Lay».

 

—Yo sabía que era una locura unirse a la manada. Pero no, ustedes dos querían estar en la manada de Kim. Sigan por ahí. r13;Kris entrecerró los ojos hacia Yongguk y luego hacia Suho.

 

—Como si hubiéramos sabido que toda esta mierda iba a suceder —Suho se defendió, jalando a Lay a sus brazos—. Al menos encontré aquí a mi pareja, y tú también. Así que deja de quejarte.

—¿Jongin llevó a Nana a una juerga de apariciones? r13;Tao, la pareja de Kris preguntó sorprendido—. Ella es demasiado joven para eso.

—Demasiado tarde, ellos ya se fueron —dijo Zelo.

Yongguk jaló a Zelo hacia él. —¿Cómo estás? —Yongguk le preguntó a Zelo.

 

—Creo que ahora estoy un poco atontado. Te avisaré cuando mi cerebro vuelva a funcionar. Yo estaré gritando, si es que necesitas una pista de cuando eso suceda. —Yongguk jaló a Zelo a sus brazos, dándole un abrazo de apoyo. Zelo odiaba tener un ligero temblor por el miedo. Se suponía que era fuerte, un hombre, no un pequeño y débil cobarde.

 

Los tres guerreros se giraron, jalando a sus parejas detrás de ellos cuando la puerta se abrió. Jongin y Nana entraron. r13;Creo que la perdimos.

 

—¿Qué exactamente es ella? —Yongguk preguntó, sentándose junto con Zelo en el sofá de piel.

—Un demonio.

—¿Puedes repetir eso? Creo que dijiste un demonio. —Zelo metió un dedo en su oreja y entonces miró al Alfa.

 

Jongin tomó su pelota azul del escritorio viéndolos mientras hablaba. —Mi padre trató con uno una vez. Yo era un cachorro cuando sucedió. La cosa pretendía ser mi tía.

—Espera, ¿entonces dónde esta mi verdadera mamá? r13;Zelo interrumpió.

—Algún tipo de estado hipnótico. Es muy probable que sintiera una compulsión para visitar a un pariente o algo así. Mi verdadera tía estaba de vacaciones en las Bahamas. —Jongin lanzó la pelota al aire—. Nadie dice que el mundo de lo paranormal tiene sentido. 

Yongguk frotó la espalda de Zelo. Su pareja estaba sentado ahí con la boca abierta. Él no podía ni imaginar lo que sentiría si le dijeran que su madre era un demonio, no que sólo actuara como una, sino una versión real, viva. —Entonces además de los rasgos faciales, ¿cómo saber si la persona es quien se supone que es o es un demonio?

 

Jongin atrapó la pelota en el aire. —Los ojos. Lay y Zelo, asumo, que nunca vieron a su madre porque ella estaba muy ocupada atacándolos verbalmente. Si ellos lo hubieran hecho, hubieran visto que su iris no era del color correcto. Hay otra cosa más, el olor a naftalina. Mi padre me dijo que cuando fue a la casa de mi tía, había un fuerte olor en el aire. —El Alfa dejó la pelota de nuevo en el escritorio viendo a cada uno de ellos—. Vayan a dormir pero mantengan un ojo abierto. Le informaré a todo el mundo lo mismo.

 

—¿Entonces básicamente si ella aparece aquí como alguien más, nosotros no lo sabremos hasta que veamos sus ojos? —Zelo preguntó—. ¿Y entonces tendré conocer el color de todos? —A Yongguk no le gustaba el hecho de que la voz de su pareja estuviera llena de tensión. Él necesitaba calmar sus preocupaciones y Yongguk estaba listo para pelear contra cualquier enemigo con tal de mantener a su pareja a salvo.

 

—No solo eso, también por su actitud. Lay mismo lo decía. Ella estaba siendo peor. Por alguna razón los demonios no pueden mantener siendo por mucho tiempo la persona que imitan. Tarde o temprano su verdadera personalidad se muestra.

—Entonces Kris ha sido un demonio toda su vida —Yongguk declaró, su hermano se giró hacia él.

Yongguk lo ignoró y se puso de pie y ayudó a su pareja a ponerse de pie. —Vamos, logremos dormir algo.

Llevó a su pareja a su recámara, mostrándole a Zelo el cuarto adjunto. —Voy a dejar la puerta abierta. Grita si ves algo.

—¿No puedo traer un colchón aquí? No quiero dormir ahí sabiendo que hay un demonio detrás de mí.

 

Yongguk tomó el colchón de la recámara adjunta y lo llevó a su recámara y lo dejó junto a su cama. —Voy a dejar una pequeña luz encendida, así que vamos a ver si logras dormir algo. Yo vigilaré.

 

—Yongguk se sentía más tranquilo con Zelo en el mismo cuarto, sabiendo que sería capaz de ver a su pareja durmiendo al lado de él.

—¿Puedes también bajar el tuyo?

 

Yongguk jaló su colchón y lo dejó al lado del de Zelo, se acomodaron cómodamente en sus camas individuales.

 

Zelo despertó, se estiró y bostezó sintiendo el mal sabor en su boca. El aliento de la mañana era la peor cosa. Rodándose se puso de pie y se dirigió al cuarto de baño, atendió su asunto y luego se lavó los dientes.

Hoy era su cumpleaños. Dos días de ver a todo el mundo a la cara, la casa entera vigilaba las personalidades de los otros en busca de cualquier señal de conducta agresiva. Eso era difícil de hacer considerando que la mitad de los ocupantes eran excéntricos shifter con personalidades que le hacían juego.

 

Kangin era acosado por los guerreros. Decir que el hombre no era el señor rayo de sol era decir poco, pero no era un demonio. Aunque era llamado de muchas otras formas. Su pareja Leeteuk constantemente le aseguraba a todo el mundo que Kangin estaba bien.

 

Zelo se vio al espejo. No se veía mayor. Se veía como Zhang Zelo. Pasó sus manos por su camisa y entonces tomó la perilla. Sus manos comenzaron a temblar así que se apartó.

 

Ahora era un adulto. ¿Qué esperaría Yongguk hoy? El hombre le había dicho que eso no era una cuenta regresiva, pero la imagen de. Bajó la tapa del sanitario y tomó asiento.

 

¿Qué si Yongguk ahora estaba afuera acostado desnudo en la cama? Zelo no podía calmar su acelerado corazón. Tomó una profunda respiración y se puso de pie. Estaba actuando más que infantil. Su pareja le había dicho que tenían tiempo.

 

Cuando finalmente salió, Yongguk estaba de pie junto a la cómoda, sonriendo. Los pulmones de Zelo dejaron de funcionar cuando Yongguk caminó hacia él y acunó su cara. —Feliz cumpleaños, cachorro.

 

Zelo cerró los ojos, esperando que Yongguk le diera un beso en los labios. En lugar de eso, sus secos labios tocaron su frente. Zelo abrió los ojos y vio cómo Yongguk entraba al cuarto de baño.

 

Bueno, está bien. Él podía manejar eso. De hecho, le gustaba. Una amplia sonrisa se formó en la cara de Zelo mientras iba a abrir la puerta al oír que tocaban.

 Un beso, cool.

—Feliz cumpleaños —unas cuantas parejas le cantaban. Zelo buscó a su hermano Lay, pero no estaba entre ellos. Eso no era característico de él. Su hermano siempre se había asegurado de ser el primero en felicitarlo en la mañana cada año.

—Gracias. —Zelo se hizo a un lado, permitiendo que entraran.

—Te traje algo. —Baekhyun le sonrió. Zelo le dio las gracias y aceptó una pequeña caja negra con un lazo rosa. La abrió, en el interior había un collar con bloques de letras con el ‘ZELO’ ensartado. Las cuentas entre cada letra eran extrañas. Parecía algo que encontrarías en una tienda de cueros y motocicletas. La pareja tenía buen gusto.

—Gracias, me gustan los regalos hechos en casa. —Se lo colocó alrededor del cuello.

 

—Mi turno. —Ren saltaba de arriba abajo con otra caja en la mano. Zelo la abrió y sacó una pieza de papel de ella. Una pintura de un hombre y un lobo en ella, y coloreada. Zelo estaba asombrado de lo bien que lo había dibujado. Nunca había imaginado que Ren tuviera tal talento artístico. El trabajo era hermoso.

 

—Gracias, le compraré un marco. —Dejó la pintura en la cómoda.

—Ahora yo. —Jiyong le dio una pequeña caja de regalo. Zelo la tomó y era un par de zapatitos de bebé. ¿Qué infiernos?

—Por la manera en que las cosas suceden por aquí, podrías necesitarlos. —Jiyong y los otros se rieron.

 

Sabía que el mitad vampiro había estado embarazado, dando a luz a un niño. Infiernos no, eso no le iba a suceder a él. No en esta vida ni en la siguiente. —Gracias. —Se pegó una sonrisa y le dio un rápido abrazo a Jiyong.

 

—También te hicimos el desayuno así que no tardes. —Baekhyun sonrió y palmeó su espalda.

 

Eso sería interesante. Suspiró interiormente. Zelo los vio a los tres salir del cuarto. Aun se preguntaba en dónde estaba Lay.

Duh, el pensamiento lo golpeó. Si Lay era un vampiro, no iba a salir a buscar a su hermano al amanecer. Él no podría salir a la luz del día. 

Apartó la idea de que Lay ahora era un vampiro. Era otra cosa que lo enloquecería si la pensaba demasiado.

«Una cosa a la vez. Trata con una cosa a la vez».

Yongguk salió del cuarto de baño totalmente vestido y sonriéndole mientras se secaba el cabello con una toalla. Zelo lo vio y la urgencia por pasar sus dedos por ese cabello mojado hacía que sus manos hormiguearan. Él las metió en los bolsillos.

—Las parejas me hicieron el desayuno.

—Bueno, bajemos a comer. ¿Qué te gustaría hacer hoy?

Solo había una cosa que quería hacer. —Salir a pasear en tu motocicleta.

Yongguk se rio y lanzó la toalla al cuarto de baño. —¿Cómo sabía eso?

—Porque estoy contigo por tu motocicleta, ¿recuerdas? r13;Zelo bromeó. Se tensó y se relajó cuando una gran mano cubrió la suya, sosteniéndola mientras se dirigían a la cocina.

 

Tomarse de la mano, él podía hacer eso.

—Huele bien aquí —Yongguk dijo con una profunda voz mientras entraban a la cocina. Rasa y E.Den estaban de pie junto a la estufa, la pareja Rasa regañaba al guerrero E.Den por robarse un tocino.

—Feliz cumpleaños, Zelo. —E.Den le sonrió, un pedazo de tocino se asomaba por su labio inferior. Zelo se rio, señalándole a E.Den su propio labio para que escondiera la evidencia. El guerrero sacó la lengua y barrió el pedazo de cerdo y le dio un guiño a Zelo por advertirle.

 

—Vi eso. —Rasa le sonrió a Zelo.

Yongguk le sacó la silla, Zelo tomó asiento. Su pareja le sirvió el desayuno y un vaso de jugo de naranja. Rasa debió haber cocinado eso. Estaba muy bueno. Lo hubiera comido de todas maneras porque los otros se habían esclavizado en hacerlo ya fuera que estuviera sabroso o no. No sería desagradecido.

—Buenos días, Señor cumpleañero. —El guerrero Jongdae y su pareja, Xiumin, entraron a la cocina.

—Buenos días. —Zelo masticaba un pedazo de tocino mientras veía a los dos hombres abrazados. Parecían cómodos con eso. Xiumin se rio graciosamente y abrió su boca por algo de huevos, Jongdae lo besó después de darle a su pareja una mordida.

 

¿Podría hacer eso con Yongguk? Zelo tomó un trago de su jugo de naranja viendo por el rabillo del ojo a E.Den besar el cuello de Rasa. Las parejas gay parecían rodearlo en la cocina, no les preocupaba que otros los vieran.

 

—Terminé. —Zelo tomó su plato y lo llevó al fregadero. Viendo más de cerca a E.Den y Rasa, vio cómo Rasa veía con amor a los ojos a E.Den. Alejó la vista y dejó el plato en el fregadero.

—Vamos a dar el paseo. —Yongguk tomó su mano, y esta vez Zelo se sintió más cómodo con ese acto. 

—Gracias por el desayuno.

—De nada. —Rasa se separó lo suficiente de los labios de E.Den para contestar. Zelo los veía sobre su hombro mientras Yongguk lo jalaba, vio a Xiumin sentarse en el regazo de Jongdae y reírse.

 

Yongguk jaló a Zelo a su recámara, le dio el casco y sacó una pequeña y gruesa chaqueta de cuero del closet. —Te compré esto, parece que te gusta mucho subir a la motocicleta.

Zelo la examinó. —Gracias. —Se veía costosa. Pasó la mano por la piel tan suave-como-mantequilla. Con fuertes costuras y cómoda. Realmente le gustaba. Zelo siguió a Yongguk de nuevo mientras se dirigían hacia la motocicleta.

 

—Feliz cumpleaños —el guerrero Jonghyun le gritó cuando llegaron a la puerta del frente.

—Gracias. —Parecía que estaba diciendo eso mucho esta mañana.

 

Zelo se atrapó viendo el trasero de Yongguk. «Está bien, yo nunca había hecho esto antes». Veía cómo se movía de un lado a otro, secontraía y se flexionaba, la curva de su burbuja salía ligeramente. Sus manos hormigueaban de nuevo. Siguió a Yongguk hacia la hilera de vehículos hasta que llegaron a la motocicleta del guerrero.

Zelo se colocó el casco y esperó a que su pareja subiera primero. 

—Sube. —Yongguk estaba montado a horcajadas en la motocicleta y Zelo tomó su hombro y subió detrás de su pareja. Mordió el labio inferior, agradecido de que Yongguk no pudiera ver la erección que tenía por ver al enorme hombre frente a él. ¿Qué infiernos le estaba sucediendo?

 

Era como si hubiera cumplido los dieciocho años y bam se había vuelto instantáneamente gay. Si Lay tenía razón, Zelo había sido gay desde hacía mucho. ¿Habría él revisado a los chicos antes de Yongguk? No, definitivamente no lo había hecho.

Infiernos, su primera experiencia con el sexo, había sido con una chica. ¿Qué decía eso? Zelo deslizó su brazo alrededor de la cintura de Yongguk, sosteniéndose mientras Yongguk encendía la motocicleta y salía del terreno de grava, acelerando la motocicleta.

 

Zelo levantó la visera momentáneamente e inhaló la chaqueta de cuero y al hombre. Gruñó y se apartó, preguntándose por qué hacía eso.

Yongguk inclinó la motocicleta, rodeó el camino y tomó el camino pavimentado. Aceleró de nuevo la motocicleta, dándole un estremecimiento como nada antes.

 

—Por favor, déjame atravesar por el paseo sin avergonzarme

—Zelo murmuró para si mismo.

—¿Estás bien?

Zelo se sobresaltó con la voz de Yongguk. Debería de haber audífonos en esas cosas. —Estoy bien. —Oh mierda, Yongguk le había oído, ¿cuánto más se iba a humillar hoy?

No, esperen, él no quería saberlo.

 

Sus dedos se aferraban a la camisa de su pareja, luchando contra su pulsante pene. Se movió hacia adelante permitiendo que su erección tocara a Yongguk, la fricción entre la mezclilla lo excitaba. Zelo se apartó cuando oyó un bajo gruñido a través del audífono. ¿Su pareja sentiría lo que él estaba haciendo?

 

Exhalando silenciosamente, Zelo lo hizo de nuevo. Necesitaba aliviar la presión que era tremenda, lo que lo hizo tomar riesgos que de otra manera no se hubiera atrevido.

 

Su mano ‘accidentalmente’ se deslizó hacia abajo, hacia la virilidad de Yongguk. Si sólo pudiera sacarlo y explorar al hombre su corazón estaría feliz, él estaría feliz.

 

—Si tu mano sigue bajando, llevaré la motocicleta a un lado del camino —Yongguk le advirtió a través de los audífonos.

 

Zelo luchaba una guerra en el interior de su cabeza. ¿Quería que se salieran del camino? Su pene decía que si, pero su gallina corazón decía que no.

  No iba a mentirse. Estaba curioso, se preguntaba qué se sentiría dejar que un hombre lo jodiera. Se preguntaba si eso lo hacía gay. Sabía que quería hacerlo.

Su gallina corazón ganó, levantó las manos a su posición original.

Yongguk sabía que su pareja estaba luchando con su sexualidad, tratando de entender las cosas en su cabeza, pero Zelo lo estaba torturando a morir. Podía sentir la erección de Zelo detrás de él, y cuando las manos de su pareja comenzaron a bajar, Yongguk estuvo malditamente cerca de correrse sobre su motocicleta.

 

Le había dicho a su pareja que le daría tiempo, pero no tenía ni idea de que Zelo lo llevaría a la locura durante el proceso. Yongguk llevó la motocicleta a la rampa de entrada, llevaría a su pareja a un paseo por la ciudad.

 

—¿La autopista? —La voz de Zelo estaba llena de emoción. Sabía que había hecho la elección correcta. Su pareja se estaba convirtiendo en un adicto a las motocicletas como él lo era. Yongguk se inclinó un poco hacia atrás, disfrutando el contacto. Zelo se agarró más fuerte a él.

 

Si pudiera lograr que su pareja se acostumbrara a ser tocado lenta y fácilmente como esto, entonces quizás ellos tendrían una oportunidad. Sus ojos se enfocaron en el camino. No permitiendo que la sensación de Zelo lo distrajera, revisó el límite de velocidad. Estarían bien sin pasar el límite legal.

Yongguk tomó la salida y manejó a través de las calles de la ciudad hasta que llegó a la calle que quería, y entonces se dirigió hacia un pequeño estacionamiento.

—¿Nieve? —Zelo preguntó curioso.

—Si, lindo día para eso. —Yongguk colocó sus pies firmemente en la tierra mientras Zelo se apoyaba en sus hombros para desmontar. Bajó la vista y vio la erección que su pareja hacía su mejor esfuerzo por esconder.

Una sonrisa se formó en su rostro al saber que después de todo Zelo no era inmune a él.

Quitándose el casco, Yongguk desmontó y lo dejó en el asiento. Caminó con Zelo y se colocó directamente detrás de él mientras estudiaba el menú colocado arriba de la ventana.

—Solo quiero un cono de chocolate.

—¿Solo eso?

—Sí —Zelo contestó.

—Dos conos —le dijo a la chica adolescente detrás del mostrador. Ella asintió y se alejó.

—Entonces, ¿cómo te sientes siendo legalmente adulto? —le preguntó colocando una mano en el hombro de Zelo. Un sutil movimiento que debería de ayudar a que Zelo se acostumbrara a su nueva vida, no podía lastimar. El destino los había emparejado, entonces todo lo que tenía que hacer era dejar que Zelo se acostumbrara a su toque.

Zelo se tensó y se acercó una pulgada, encogiéndose de hombros. —No me siento diferente.

Yongguk aceptó los conos, le entregó uno a Zelo y optó por sentarse en los escalones de concreto en lugar de en una de las mesas. Veía el tráfico pasar mientras pensaba en la reclamación. La atracción se estaba volviendo más fuerte. Cinco semanas habían sido agonizantes mientras su pareja estaba en su casa, pero ahora estaba con él, era un infierno mejor.

 

Esto no es acerca de sexo. Está bien, no del todo de todos modos.

 

Esto es acerca de tener a su pareja enlazada a él, compartir su vida con alguien. Con Zelo. Yongguk nunca le había confesado a sus hermanos su anhelo de tener una casa, una pareja, una vida con alguien que quisiera de corazón sobre todos los otros.

 

Tenía sentido tener a esa única persona especial a su lado, la persona con quien compartir todo, llegar a conocer a Zelo, dejar que se acostumbre a su toque, así él podría reclamarlo y tener una vida juntos.

 

Yongguk lamía la punta de la nieve de su cono cuando vio por el rabillo del ojo a Zelo que prácticamente estaba teniendo sexo con el frío postre. Está bien, estaba exagerando, pero el ver esa lengua girar y lamer lo tuvo como una roca en segundos. Podía apostar un millón de dólares a que el frente de sus jeans tenía un punto húmedo debido al río de presemen que se escurría.

—Se cayó tu nieve. —Zelo señaló el suelo.

—Supongo que tendré que comprar otro. —Yongguk gimió cuando la lengua de Zelo salió y se lamió el bigote de chocolate—. ¿Me disculpas?

 

Fue directo al cuarto de baño, se desabrochó los jeans y liberó su pene, se inclinó y masturbó la maldita cosa hasta que se corrió. —Joder. —No estaba seguro de cuánto más de eso podría manejar. «Tengo que esperar hasta que Zelo esté listo».

Su pareja lo había hecho masturbarse en un lugar público, por el amor de Dios. Yongguk metió de nuevo su pene dentro de los pantalones, se lavó las manos y rezó para no tener que regresar corriendo aquí. Quizás la nieve no fue una de sus más brillantes ideas.

 

continuara...

Notas finales:

dejen rw


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).