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Betta turquoise por Siri_Looper

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La muerte solo estaba a un par de horas, Mino y Seung Hoon miraban el sol descender desde las pequeñas ventanas de sus celdas, habían guardado silencio durante todo el día porque sencillamente no había ya nada más que decir. Ni Jin Woo ni Seung Yoon habían regresado, al primero se lo habían llevado para interrogarlo la noche anterior y no lo habían llevado de vuelta, ya lo daban por muerto, probablemente no había soportado la tortura de la Marina.

Pasos y ruido hicieron que los hermanos salieran de su ensimismamiento y se movieran desde las ventanas a los barrotes que daban al pasillo, una decena de hombres de la marina entraron al lugar con sus armas en mano, sin decir nada, abrieron las rejas y entraron a las celdas para amarrar las manos de los prisioneros en sus espaldas, la hora de su ejecución había llegado. Mino y Yoon no opusieron resistencia, ese se sentían muy débiles de cuerpo, también de mente y corazón.

— ¡Ha escapado! — grito uno de los hombres de la marina que estaba dentro de la celda vacía de Seung Yoon.

Los hermanos se alegraron, si no sabían que había escapado entonces significaba que no lo habían atrapado, quizás había logrado escapar del cuartel, el hecho que Yoon no volviera por ellos los hizo inmensamente felices.

Algunos guardias salieron corriendo del lugar para dar la alarma del escape mientras que el resto se quedaba ahí esperando las ordenes.  Que faltara uno de los prisioneros cambiaba los planes, no sabían si debían continuar según lo planeado o buscar al fugitivo que quizá no había escapado hace mucho.

Mino, ya con las manos atadas a la espalda, paso la mirada vacía por los uniformados, vio los ojos de quienes serían sus guías de camino a la muerte y se detuvo en un par de ojos saltones que para su confusión pertenecían a un hombre de falsas barba y tez morena, cruzo miradas con aquel hombre y este le cerro un ojo.

La expresión de sorpresa solo duro un instante, en seguida Mino la controlo y miro alrededor nuevamente, sus ojos se encontraron con los de Seung Hoon que también ya tenía las manos inmovilizadas en la celda de al lado, ambos se miraron cómplices, Mino supo que su hermano también lo sabía, Seung Yoon había vuelto por ellos.

Pero las sorpresa para los dos prisioneros no acabaron, entre los guardias distinguieron a dos que no habían visto nunca, llevaban barbas falsas y maquillaje para disimular los verdaderos rasgos de sus rostros, uno tenía grandes ojeras y no se despegaba del otro que era más bajo y fornido, imposible no reconocerlos, Mino y Seung Hoon debieron ahogar carcajadas de felicidad al reconocerlos detrás de sus disfraces.

— — — — —

Yang caminaba dando grandes zancadas hacia su oficina, estaba muy enojado, no había logrado sacarles a esos niños la ubicación del tesoro de TOP, al menos pronto tendría el placer de verlos retorcerse en la horca, o eso era lo que pensaba hace algunos minutos atrás cuando uno de los guardias le dijo que tenían un fugitivo. Ahora no sabía que debía hacer, si seguir con las ejecuciones con un prisionero menos y que todo el mundo se enterara que alguien había escapado de su prisión o posponer el evento hasta encontrar al condenado que faltaba.

Necesitaba respirar y pensar, despidió a sus guardias y solo se fue a su oficina para tomarse el tiempo necesario de decidir, cerró la puerta a su espalda y se dirigió a su escritorio pasándose la mano por el rostro con pesadez, se sentía muy cansado y quería irse a casa.

Yang sintió un ruido a sus espaldas, se dio la vuelta y vio a un hombre en su oficina, Ji Yong le puso llave a la puerta, el jefe de la Marina abrió grande los ojos y dio algunos pasos en dirección del intruso, pero entonces se paralizo, una voz, muy conocida retumbo en las altas paredes de la habitación.

— Yang... tanto tiempo sin vernos...

El aludido se dio la vuelta y lo vio, un alto hombre sentado en su escritorio, su cabellera turquesa y sus ojos amenazadores mirándolo fijo con arrogancia y una sonrisa burlona en los labios, en la mesa estaban el sombrero, la peluca y la barba falsa que Seung Hyun había usado para llegar hasta ahí.

— ¡TOP! — la sangre de Yang se helo, fue como si estuviera viendo un maldito fantasma que venía a arrastrarlo al infierno. Seung Hyun hubiese dado lo que fuera por haber inmortalizado ese momento, la perplejidad en el rostro de su ser más odiado, la total confusión en sus ojos, o si, quizás haber sido traicionado había valido la pena solo para ver esa expresión en su cara.

— ¿Qué pasa? parece que hubieses visto un fantasma — sonrió más ampliamente.

— ¡Guardias! — grito Yang y se dio la vuelta para correr a la puerta, pero ahí estaba Ji Yong con su espada preparada, también Daesung con su pistola apuntándole.

Yang se detuvo en seco a mirar estupefacto, no tenía escapatoria, su oficina estaba en lo alto, tampoco podía salir por las ventanas, se dio la vuelta, Seung se había levantado y caminaba hacia él, lo rodeo por los hombros con uno de sus brazos, la diferencia de altura era notable, eso hizo que Yang se sintiera más aturdido.

— Ven aquí — dijo TOP y lo empujo de los hombros suavemente hasta una pequeña sala en medio de la oficina, lo dejo al lado de una de las butacas — toma asiento, hay muchas cosas que tú y yo debemos hablar.

El hombre ya comenzaba a creer lo que estaba viendo, Seung Hyun estaba vivo, Lee So Man no había hecho su parte del trato, muchos escenarios habían pasado por su mente ¿Traición de su contraparte en Growl? No, eso era muy difícil, él estaba cumpliendo la parte de su trato, estaba cuidando bien en el sótano de su cuartel lo que le había encargado, Lee So Man no tenía razones para traicionarlo, a él también le convenía la muerte del capitán TOP, un aliado menos para sus enemigos. Mientras Seung Hyun se acomodaba en la butaca del frente llego a la conclusión correcta por descarte, el Bigbang había sido más que la marina de Growl y había logrado escapar, maldito Lee So Man, pensó Yang, le advirtió que ese barco era el más rápido, le advirtió de la audacia de su capitán, de la fidelidad de sus tripulantes, apretó los puños y maldijo más en su mente, todo se había arruinado.

— Todo se fue a la mierda ¿verdad? — le dijo Seung como adivinando sus pensamientos, el otro solo lo ignoro mirando alrededor, buscando la manera de zafarse de todo eso — no es necesario que ocultes nada, es mejor para ti si hablas fácilmente.

— No voy a decirte nada.

— Sabes algo Yang... — el aludido lo miro a la cara — después de todo tu y yo no somos tan diferentes, ambos queremos una vida cómoda, lujos y oro, pero la forma que tenemos de obtener lo que queremos nos hace diferentes...

— Cállate... ¿Qué quieres TOP? ¿Por qué estas acá molestándome? — Escupió con amargura, Seung pudo sentir el odio en su voz — ¿Viniste por esos niños que tanto te quieren? Ve y llévatelos, no me interesan, no me sirvieron de nada, son un dolor de cabeza...

— No te preocupes, alguien más ya se los está llevando y estoy acá porque quiero que me digas algunas cosas.

— No lo hare, no voy a decirte nada — repitió con rabia.

Seung Hyun sonrió ampliamente y se acomodó mejor en la butaca, eso iba a ser muy divertido, la venganza por su mansión, por todas sus cosas, por sus sirvientes y sus amigos hervía su sangre, podía sentir el calor en el pecho, las ganas de golpearlo hasta que pidiera la clemencia que no tuvo con los suyos.

— Voy a contarte una cosa, supongo que ya lo sabes — hablo Seung Hyun — uno de mis chicos escapo de tu mierda de prisión — rio, Yang trataba de controlar su expresión, pero pudo ver la sorpresa en su rostro por un instante — sí, escapo anoche ¿y quieres sabes que es lo mejor?

Yang lo miro inmóvil con el corazón latiendo desenfrenado ¿anoche? ¿y recién le comunicaron hace algunos minutos? las cosas se veían cada vez más mal, pero se esforzaba por mantenerse serio, después de todo, estaban en su cuartel, rodeado de sus guardias, solo debía hacer tiempo para que alguien llegara a su oficina, descubriera lo que estaba pasando y alertara a todo el fuerte.

— Me conto cada una de las cosas que les hicieron cuando los interrogaron — Seung, al igual que Yang, se esforzaba por mantenerse serio, por no lanzársele encima a golpearlo — me dijo como los torturaron para hacerlos hablar ¿Cómo se sintió Yang? La fidelidad... apuesto que jamás la habías visto.

— Maldito... solo eres un pobre bastardo con suerte... vas a pagar por esto...

— ¡Yo solo estoy cobrándome lo que tú hiciste! — Dio un grito sordo Seung que retumbo en las paredes, esos insultos lo hicieron recordar su infancia, la manera en que eran tratados él y su padre en su pueblo natal — ¡No tengo que pagar nada, ya te he pagado mucho estos años con mis bonites! ¡Mi trabajo! ¡Todo esto es gracias al Bigbang!

Grito eso ultimo mientras pateaba una pequeña mesa de centro, esta se dio vuelta y las cosas que estuvieron encima se desparramaron en el suelo, Yang sintió miedo, la mirada de Seung era diferente, su ira había explotado y estaba reflejada en sus ojos. El jefe de la marina sintió más miedo aun cuando Seung se levantó de un salto de su butaca y se le acerco muy rápido pisando el desastre del suelo, lo tomo de la ropa y lo obligo a mirarlo hacia arriba directo a los ojos.

— Odio la gente como tú — pronuncio apretando los dientes y la ropa en sus puños — creen que el mundo les pertenece y toman todo como si se lo hubiesen ganado, pues te tengo noticias... — lo soltó de forma brusca haciéndolo golpearse contra la espalda del asiento — no eres el dueño de todo y hoy estoy acá para tomar lo mío ¡Daesung!

Dae muy serio se acercó a ellos en seguida.

— Estoy cansado de ti Yang — continuo Seung — me has robado por años, eso puedo soportarlo, pero no puedo permitir que le hagas daño a mi gente, vas a decirme lo que quiero saber o te hare lo mismo que tú hiciste para obtener la información de mi tesoro...

Yang iba a abrir la boca, a negar otra vez para hacer tiempo y que no se notara el miedo que sentía, pero un par de manos lo tomaron de los hombros y lo hicieron pegar su espalda al respaldo, en seguida Daesung le puso una pequeña navaja en el cuello. Al sentir el metal frio Yang no pudo seguir controlándose, el terror se vio reflejado en su rostro, miro a Seung frente a él, su altura, su cabello turquesa, tenía al capitán TOP amenazándolo de muerte en su propia oficina, por un instante fugaz se preguntó ¿Cómo fue capaz de pensar que podría controlar a un hombre como él?

— Hiciste un trato con Lee So Man ¿no es así?

— Yo... no... — balbuceo sin saber que responder.

— Me vas a decir todo lo que sabes, quiero saber que paso con el Suju y su tripulación.

Yang estaba confundido, pensó que la información que quería era de otro tipo, algo como la combinación de la caja fuerte que guardaba en su oficina o los nombres de sus superiores, lo que Seung exigía lo sorprendió.

— ¿Por qué? — pregunto con voz ahogada y su cuello aun contra el filo del cuchillo.

— Te lo advertí, habla o voy a torturarte, no me importa — Seung miro a Dae quien estaba detrás de la butaca de su enemigo, solo esa mirada necesito, enterró lentamente el cuchillo en su cuello, el hombre sintió la sangre tibia rodar por su piel y se aterro.

— Esta bien... — pero el cuchillo siguió enterrándose en su piel muy lentamente, solo un poco, pero Yang podía sentirlo perfectamente — ¡Esta bien, está bien! ¡Por favor!

Seung miro a su amigo y este aflojo el arma, pero la dejo en mismo lugar. La información que pedía Seung era extraña, para Yang no era lo más importante que podría contar y viendo como Lee So Man no había hecho su parte del trato ya no le parecía tan importante guardar el secreto, no tenía caso arriesgar su vida por ello.

— ¿Dónde está el Suju y su tripulación? — volvió a preguntar Seung.

— Hablare, pero dile a tu bestia que me suelte.

Seung miro a Daesung, este enseguida soltó el cuello y alejo la navaja ensangrentada, Yang pensó que se había librado, pero un puñetazo del mismísimo capitán TOP golpeo su mejilla, lo miro con furia en los ojos, no se esperaba ese golpe.

— No vuelvas a llamar bestia a Daesung — Seung le apunto con un dedo, mucho ya habían sufrido las personas a su alrededor por su culpa, por serle fieles y el más fiel de todos era Dae, no iba a permitir que nadie más fuese insultado o maltratado por seguirlo.

Yang lleno de vergüenza se llevó la mano al cuello y con la manga de la ropa cubrió la herida que no era tan profunda. Dae sonriendo limpio su navaja y la guardo entre su ropa. Seung se volvió a sentar en la butaca de al frente, acomodo su espalda en el respaldo y los brazos a los costados, ahora estaba seguro que había demostrado quien tenía el poder en esa oficina, esperando haber sido lo suficientemente claro para que Yang hablara sin tener que recurrir más a la fuerza bruta.

— No volveré a preguntarlo, habla.

— ¿Por qué quieres saber del Suju?

— Porque yo también se hacer tratos Yang ¿sabes? Los del Suju tienen amigos muy poderosos buscándolos, si me dices donde están yo iré y se los contare, pero si no lo haces, ellos mismos vendrán y te sacaran la información a patadas. Te estoy haciendo un favor, habla.

— Lee So Man hundió el barco y los tiene prisioneros.

— No están en Growl ¿Dónde los tiene prisioneros?

— Aca... — Yang dio un suspiro resignado — están acá, en las mazmorras...

— — — — —

— ¡¿Dónde está Jin Woo?! — le grito Mino a uno de los guardias, Hoon y Yoon a su lado, SeungRi y Taeyang cuidando la entrada a la espera de más guardias, había un gran grupo de ellos maniatados en las celdas cerradas, uno que otro inconsciente.

— Este no nos sirve — dijo Yoon y le puso la punta de su espada en el cuello — matémoslo, hay más guardias a quienes pedirle información.

— ¡No lo sé! — Grito el uniformado aterrado, aun no se recuperaba de la sorpresa de que de repente tres de ellos atacaran a sus compañeros y liberaran a los prisioneros — se lo llevaron a las mazmorras, no sé si sigue ahí ¡Lo juro! Nadie tiene permiso de entrar a ese lugar, solo Yang y sus guardias personales, es todo lo que se ¡Por favor!

Los hermanos soltaron al guardia, pero enseguida lo amarraron de pies y manos, cubrieron su boca y lo lanzaron dentro de una de las celdas con sus compañeros.

— Debemos irnos, no tenemos más tiempo, los otros guardias regresaran — dijo Young Bae.

— No podemos irnos sin Jin Woo — hablo Hoon mientras terminaba de cambiar sus ropas por un uniforme robado — no sabemos si aún está vivo, pero debemos averiguarlo, tenemos que ir a las mazmorras.

— No podemos ir todos, tenemos más posibilidades de salir de aquí si nos separamos — dijo Taeyang y tomo de la mano a Ri para quedar en claro que ellos dos no se separarían.

— Yo voy por Jin Woo, soy mejor con la espada que ustedes — dijo hablándole a sus dos hermanos.

— Pero yo conozco mejor el lugar — intervino Yoon.

— No, yo iré, tú ya hiciste suficiente por todos nosotros.

— Rápido — apuro SeungRi, de lejos se escucha alboroto, ya todo el cuartel estaba en alerta por el fugitivo.

— Si sigue vivo lo sacare de aquí, lo juro, aunque muera — decía Mino mientras guardaba la espada robada en su cintura.

— Pero Mino... — Yoon tenía miedo, no quería separarse de sus hermanos una vez más, pero Bae tenía razón, si se separaban y se hacían pasar por guardias sería más fácil escapar con vida, entrar había sido fácil con la ayuda de Tablo, pero salir sería totalmente diferente.

— Saldremos de esto, debemos reunirnos con Taehyun algún día — dijo Mino mientras caminaba a la salida de la prisión, se puso un sombrero de guardia para ocultar las fracciones de su rostro — él nos golpeara si morimos...

— Eso no tiene sentido — dijo Yoon rodando los ojos, el moreno sonrió ampliamente.

— Nos veremos, no mueran por favor — finalmente Mino salió caminando como si nada ocurriera, sabía bien donde estaban las escaleras para bajar a los primeros pisos, pero ni idea de las mazmorras, debía apresurarse, ya estaba a punto de anochecer, el tiempo comenzaba a agotarse.

— — — — —

El cuartel de la Marina de Nirilia contaba de varios pisos y estaba ubicado sobre un acantilado, funcionaba como base y como fuerte, en la azotea había algunos cañones, banderas y guardias las veinticuatro horas del día que vigilaban el mar preparados para un ataque enemigo desde el océano.

El sol se había ocultado hace poco, aún quedaban reflejos naranja en el horizonte, tres guardián vigilaban distraídos hasta que uno de ellos noto algo, una sombra moverse sobre el agua, luego otra y otra, cinco en total.

Los tres guardias se miraban perplejos, jamás habían visto nada como eso, sin embargo, era la razón de su trabajo, vigilar el horizonte para dar la temprana alerta de ataque desde el mar, porque las cinco sombras eran barcos piratas que se acercaban a la ciudad, parecían moverse muy despacio sobre la superficie, pero en realidad avanzaban a máxima velocidad, en poco tiempo el fuerte se encontraría a tiro de sus cañones.

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1. A bordo del SHINee...

Onew miraba la ciudad tras el timón, su cabello se movía suave con el viento marino, Minho llego a su lado y se paró a mirar la ciudad junto a él.

— ¿Crees que TOP cumpla con el trato? — pregunto, a lo que su capitán sonrió mas ampliamente.

— Claro, no es de los que traicionan, además depende de nosotros, tenemos su barco y su huida en nuestras manos.

— No me refiero a eso, sacarle información a Yang debe ser difícil...

— Si no logra sacarle información que más da, solo disfruta Minho ¿cada cuánto tiempo tienes la oportunidad de atacar un cuartel de la Marina? — Onew lo miro a lo que su amigo le devolvió la sonrisa — solo relájate y toma todo lo que puedas tomar. 

2. A bordo del EXO...

Suho miraba su barco desde el puente, la madera del EXO era completamente negra por estar construido de un exótico árbol de ese color. Su tripulación lo miraba expectante, paso los ojos por cada uno de ellos y un escalofrió ataco su estómago, esas personas dependían de él, no podía permitir que nadie más muriera bajo sus órdenes.

— ¡Esta noche — comenzó a hablar Suho para que todo el mundo lo escuchara — pelearemos junto a nuestros hermanos piratas, hoy empieza la guerra y con ello nuestra venganza, le demostraremos a todos a quien le pertenece el mar! ¡No tendremos piedad con quienes mataron a nuestros hermanos! ¡El EXO ha regresado a la piratería, hoy se lo demostraremos y haremos que nos teman, que cuando hablen de nosotros lo hagan en susurros por el miedo! ¡Haremos que nuestros compañeros que ya no están acá se sientan orgullosos! ¡Que los llantos de nuestros enemigos lleguen hasta sus oídos! ¡Por Tao, Luhan y Kris!

— ¡Por Tao, Luhan y Kris! — repitieron los tripulantes alzando sus armar al aire. 

3. A bordo del GOT7...

— ¡Jin Young! — Grito JB desde el puente — ¡ya deja de limpiar y ve por tus las armas! ¿¡Que no ves que ya casi llegamos!?

El aludido paro de trapear la cubierta y miro a su capitán.

— ¡Pero JB! — Le grito de vuelta — ¡Ya casi termino, solo me queda esta parte!

— ¡Deja ese maldito trapeador y ve a prepárate! ¡Es una orden! ¡Después quiero que alistes los cañones!

— ¡Yo quiero hacerlo! Déjame preparar los cañones, por favor... quiero disparar...— se le acerco Jackson quien había escuchado todos los gritos.

— Esta bien, pero que Jin Young te ayude, ayúdalo a trapear para que termine pronto y vayan a prepararlos.

Sin necesitar más palabras Jackson se alejó corriendo, desde lejos JB vio como le arrebataba el trapeador de las manos a su compañero y corriendo terminaba de trapear todo en un par de segundos, tiro el aparato al suelo, tomo la muñeca de Jin Young y se lo llevo de un tirón casi volando rumbo a los cañones. JB sin moverse dio un suspiro, amaba a cada uno de sus compañeros, todos aportaban una gran parte en el funcionamiento del barco, pero se necesitaba una gran valentía y paciencia para ser el capitán del GOT7.

— ¡Y ustedes que están haciendo ahí! — Le grito a Bam Bam y a Mark que cuchicheaban y reían en un rincón — ¡Que nadie en este barco se da cuenta que estamos a punto de atacar un fuerte de la Marina!

Los dos regañados dieron un salto al escuchar sus nombres y salieron corriendo a cumplir con las órdenes que su capitán les había dado antes. 

4. A bordo del BTS...

— Suga... — murmuraba Jimin y movía el cuerpo de su dormido compañero, lo hacía suavemente porque si lo despertaba de golpe se pondría de muy mal humor — Yoongi... despierta...

Pero el cuerpo del otro solo se removió y se quejó un poco.

— Vamos... el capitán me envió a buscarte... ya llegamos a Nirilia...

— Mmmm... — otro quejido del medio dormido, Jimin dio un suspiro, debía ocupar su arma secreta por eso siempre Rap Monter lo enviaba a él a despertarlo.

El pequeño rubio se inclinó sobre la hamaca de su compañero y dejo un húmedo beso sobre su mejilla. Se enderezo y continuo moviéndolo suavemente, Yoongi con los ojos cerrados sonrió sin poder contenerse.

— Por favor... ven, te necesitamos arriba.

— No quiero despertar... — hablo con voz ronca aun sin abrir los ojos — necesito otro de esos.

Jimin rodo los ojos, Suga se aprovechaba cada vez que podía, se volvió a inclinar sobre el para dejarle otro beso en la mejilla, pero el mayor movió la cabeza y el beso termino sobre sus labios, Jimin se quiso levantar sorprendido, pero fue atrapado de la nuca, Yoongi movió los labios y el rubio no pudo hacer más que dejar salir un suspiro de sus narices y responder el beso resignado. Cuando al fin lo libero y pudo enderezar su espalda Jimin vio a un Suga con los ojos bien abiertos y una enorme sonrisa en el rostro.

— Sube rápido, necesitamos ayuda... — le dijo el menor fingiendo enojo en su rostro y se dio la vuelta.

— Claro mi amor... — respondió travieso sin despegar los ojos del trasero de Jimin mientras salía del camarote.

Suga se desesperezo y salió a la cubierta, allí todo era caos, sus compañeros corrían de un lado a otro,  le sorprendió ver que ya casi era de noche.

— Al fin despiertas — Jin se puso frente a él — me preocupas Yoongi, dormir tanto no es normal, ten... — le puso un pequeño pastel dulce en la mano que quien sabe de donde lo había sacado — come algo y ve a ayudar, necesitan mas manos en la bodega.

— Claro mamá — respondió y le dio un gran mordisco a la masa dulce en su mano, Jin lo miro con el ceño fruncido y se alejó.

Yoongi miro la ciudad mientras masticaba, así que esa era Nirilia, parecía una gran ciudad, apuesto que tendría la oportunidad de matar muchos bastardos de la Marina allí, escalofríos placenteros recorrieron sus brazos al imaginar todas las vidas que podría tomar esa noche. 

5. A bordo del Bigbang...

— Este jodido barco es increíble — dijo Sehun tras el timón, el elegido para pilotar el Bigbang por su altura similar a la de TOP. Estaba usando uno de sus sombreros y una de sus gabardinas.

— ¿Jodido barco? — pregunto indignado Taemin a su lado — es el Bigbang niño, más respeto.

Sehun dio una risotada y continuó mirando al frente. La tripulación que en esos momentos estaba alli eran hombres prestados de los otros barcos, la idea era demostrarle a toda Nirilia que TOP no estaba muerto, que Yang y la Marina eran unos mentirosos, llamar la atención de los aliados en la ciudad.


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