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A ti 300 años en el futuro por mihokiku

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Notas del fanfic:

Mi nombre es Jahell Dal /miho0kiku en amor yaoi.
Después de 3 años sin escribir nada, esto llega. Perdón por algún error que se me haya pasado, estoy desenpolvándome. Esta historia tomé la idea base del manga "500 nen no itonami" Es la primera vez que intento hacer algo dramático.

No he sido muy buena escribiendo, pero después de esto, me he dado cuenta que amo escribir, así que volveré :D

 

Notas del capitulo:

Pequeña historia que se me ocurrió después de leer muchos mangas y mezclarlo con Yoi.

Disfrutenlo

Yuuri había entrado en la vida de Viktor Nikiforov de manera poco convencional, con un baile, alcohol y una propuesta que a todos, incluso a él le tomó por sorpresa, e inmediatamente quedó embelesado pues en su ya monótona vida, el encuentro fue catalogado por él, como una revelación.

 

En tanto para el joven japonés la llegada de su ídolo de toda la vida a las puertas de su casa fue como un huracán de emociones indescriptibles, una mezcla de emociones encontradas; miedo, alegría, extrañeza, sorpresa, respeto, entre otras que hicieron de Yuuri un manojo de nervios, bueno, solo un poco más de lo usual.

Porque Viktor había entrado en la apacible y depresiva vida de Yuuri como un vendaval de colores, seduciéndolo con sonrisas en forma de corazón y con esa arrebatadora mirada turquesa, que pese a los esfuerzos del patinador ruso tardaron su tiempo en hacer efecto.

Así una vida de altos y bajos se abrió ante ellos.

Y en la siguiente competencia Yuuri logró el oro.

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r13; ¡Viktor Nikiforov! Son las 9 de la mañana, si vuelves a llegar tarde Yakov realmente me regañará r13;Yuuri se encontraba en la cocina sirviendo de la cafetera café a dos tazas.

 

r13; Yuuuri r13;respondió Viktor con el timbre de voz que ocupada cuando lo reprendía de manera dulce, marcando la u tres veces. Viktor se asomó a la cocinar13; Yakov no tiene por qué regañarte.

 

r13; Oh Viktor, lo hace, la única manera en que hagas las cosas es cuando me llaman la atención a mí, como si yo fuera tú r13;dijo mientras colocaba las tazas en la mesa junto a sendos platos r13; vamos, escuché que huevo con tocino y fruta era un buen desayuno r13;dicho esto tomó asiento y con la mirada le señaló a Viktor que hiciera lo propio.

 

r13; Gracias Yuuri r13;sonrió dulcemente el ex patinador ruso, se acercó y le besó una mejilla, acto seguido se sentór13; tenerte en casa de regreso hace que entrenar junto a Yakov sea más agradable r13;luego comenzó a comer y con la boca llena prosiguiór13; esos chiquillos son como un montón de Yurios, le hacen más caso a el que a mí, ¿puedes creerlo?

 

r13;Si no fueras tan permisivo te aseguro que otra cosa sería r13;tomó su taza de café con la mano derecha y tintineó al rozar con su anillo.

 

Viktor le mirór13; eso me recuerda señaló con su cuchara la mano de su prometidor13; que en una semana es nuestro tercer aniversario.

 

Yuuri miró con cariño su manor13; es cierto.

 

r13; ¡Eh! r13;hizo un puchero en respuesta Viktorr13; no me digas que lo olvidaste.

 

r13;No lo he olvidado Viktor  r13;respondió mientras agitaba las manos, luego siguiór13; como si los preparativos para la boda recordándomelo cada momento me dejaran espacio para olvidarlo.

 

r13; Tienes razón r13;asintió para sí convencido Viktor y lo volvió a mirarr13; Yuuri puede que hayas decidido tomarte este año sabático por lo de la boda, pero prométeme que volverás a la pista para entrenar a Yurio.

 

r13; Dudo mucho que Yurio necesite un entrenador r13;suspiró abatido Yuurir13; además que no sé cómo ser un entrenador.

 

r13; Nada de eso, me tienes a mí  r13;Viktor bebió el último sorbo de café y se paró llevando los trastes al fregadero, desde la cocina siguió diciendor13; Yurio me lo ha pedido, me dijo que quería hablarte acerca de que fueras su entrenador…

 

r13; ¡Eh! ¿Enserio?  r13;Yuuri brincó de su silla y corrió a donde la cocinar13; ¿Yurio dijo eso? ¡Viktor!

 

r13; Sí, esta tarde vendrá a pedírtelo, pero no le digas que yo te he dicho algo r13;salió de la cocina y le sonrió guiñándole un ojo mientras ponía su dedo índice en sus labios en señal de “silencio”.  r13; Creo que se me ha hecho algo tarde, regreso en la noche r13;tomó su gabardina y caminó hacia la puerta. Yuuri le siguiór13; ¿Hay algo que falte para la boda pequeño Yuuri?

 

r13; No nada Viktor, Minako-sensei me estuvo ayudando con la decoración y Yu-chan ha estado encantada con los demás preparativos, se me ha hecho un poco malo, el hecho de que no estemos en Hasetsu preparando nosotros.

 

r13; Tranquilo Yuuri, tienes una familia que quiso hacer eso por nosotros  r13;colocó su dedo índice en la punta de la nariz de Yuurir13; ya quiero volver, vamos a comer katsudon a mas no poder y aguas termales, esta vez permitiré que comas hasta engordar, ya bajarás de peso r13;se acercó a su oído y le susurró con aquella sensual voz que derretía a Yuurir13;  yo te ayudaré con mi entrenamiento personalizado.

 

r13; Vik-tor r13;Yuuri se descolocó poniéndose todo rojor13; ¿Te refieres a que tendremos sexo?

 

Viktor rior13; por supuesto, tanto que te dolerá el trasero todo el tiempo r13;lo tomó de la cintura y lo haló hacia el besándolo suavementer13; ten un lindo día, nos vemos en la cena.

 

r13; Cuídate Viktor, no llegues tan tarde prepararé una nueva receta r13;se acomodó los lentes subiéndoselos.

 

r13; Perfecto, nueva receta de Yuuri espérame r13; dicho esto salió.

De pronto la casa quedó muy silenciosa, Yuuri se sacudió las manos y se dirigió a arreglar el desastre de ropa que como siempre Viktor había dejado en el sillón.

 

r13; Makkachin tu padre sí que es sucio r13;sonrió a la foto del querido perro que se encontraba en la mesa, ya tenía un año que Makkachin había dejado a Viktor en manos de Yuuri, gracias a eso la casa se sentía callada, pero no sola, había vivido bien, y sido tan corto el tiempo que el japonés convivió con él, después de la partida de Vicchan no se sintió tan devastado por Makkachin puesto que Viktor y él le amaron tanto que su partida fue como un descanso para Makkachin, le dolió su partida, pero pudo compartir sus últimos momentos con él, y para Yuuri esto lo reconfortó, como si en parte se lo hubiese debido a Vicchan… Yuuri negó suavemente y siguió doblando la ropa.

 

Un rato después un mensaje llegó al celular de Yuuri un mensaje, lo tecleo rápido para abrirlo y se quedó de piedra, ¡Viktor tenía razón!

“Hey katsudon  pasaré al departamento en la tarde, quiero pedirte algo, ¡y ni se te ocurra negarte!”

Pensamientos negativos comenzaron a llenar la cabeza de Yuuri que tuvo que sentarse en una silla, decidió calmarse cuando su celular sonó tan repentinamente que brincó poniéndose de pie, apenas apretó el botón de contestar…

 

r13; ¡Yuuuuri! r13;la voz alegre y potente de una niña le hizo alejar el celular de su oído.

 

r13; ¡Axel! Me vas a dejar sordo r13;volvió a acercar el celular a su oreja mientras buscaba los manos libres.

 

r13; Incorrecto soy Lutz r13;rio la pequeña al otro lado.

 

r13; Claro que no r13;contestó divertido Yuurir13; tu voz es más suave, pequeña traviesa… bien, aquí están, espérame Axel pondré los auriculares r13;una vez acomodados los audífonos fue por la laptopr13; ahora sí, dime, ¿qué pasó?

 

r13; ¡Mis hermanas y yo nos preguntamos cuando demonios van a venir! ¡Ya está todo preparado, solo faltan ustedes! r13;Y antes de que Yuuri contestara se escuchó una voz.

 

r13; ¡Axel! ¿Estas ocupando mi celular de nuevo? r13;en efecto era Yuko.

 

r13; Pero mamá estoy hablando con Yuuri dice que se muere de impaciencia por venir.

 

r13; Tú lo estas presionando, devuélvelo jovencita.

 

Yuuri esperó pacientemente a que las cosas se arreglaran, mientras le dio tiempo de contestar el mensaje a Yurio con un “Por supuesto, después de las 6 está bien”, y murmuró un “Viktor” al ver un mensaje suyo “Yuuri~ la próxima semana serás Yuuri Nikiforov” con una imagen de Viktor sonriendo a la cámara. Era idílico, casarse con su ídolo, ya no solo eso, sino con el que él consideraba, el amor de su vida. -Romántico a más no poder-, pensó Yuuri.

Cuando por fin escuchó la voz de Yuko se concentró en los últimos preparativos de la boda. r13; Yu-chan, ¿Cómo estás?

 

r13; Yuuri-kun, ya esperándolos, ¿su vuelo sale mañana en la noche verdad?

 

r13; Si Yu-chan, muchas gracias por todo r13;mientras hablaba estaba en el chat con Phichit confirmando que arribaría con Celestino, Leo y Guang Hong Ji.

 

r13; ¡No me agradezcas nada, estoy súper emocionada de que vengan, de que se casen, de todo!r13;Y con voz suave agregó r13;Yuuri, te mereces ser feliz.

 

El resto del día Yuuri se metió a bañar, hizo la comida, mandó más cosas a Yuko, y se sentó a leer un rato.

Antes de las 6 volvió a sonar su celular, lo tomó y contestór13; ¿Viktor?

 

r13; Hola cerdito  r13;se escuchaba alegre la vocecilla de Viktorr13;  ya salí, voy para allá, yo creo que Yurio llegará primero así que llevaré algo del súper, ¿se te antoja algo?

 

r13; Oh Viktor, nada en especial, regresa con cuidado que ya ha empezado a nevar.

 

r13; Yuuri, recuérdame que tengo que darte una cosa cuando llegue, es una sor-pre-sa.

 

r13; Sí, sí, te recordaré, Viktor, no tardes por favor.

 

Luego de despedirse colgó. Sus nervios volvieron a 100 al recordar que Yurio le pediría que fuese su entrenador, se dio unas palmaditas en las mejillas y se habló para sí -Yuuri, va a pedirte que seas su entrenador no su esposo tranquilízate.

 

Iba a prender la televisión pero a último minuto decidió no hacerlo, comenzó a caminar de un lado a otro dejando su mente en blanco, se sentó en el sillón y retomó su lectura.

Al poco rato se paró y se acercó a las ventanas, corrió ligeramente las cortinas para encontrarse con que veía muy poco afuera; comenzaba a nevar, cerró las cortinas y fue a por un suéter, estaba poniéndoselo cuando sonó el timbre repetidas ocasiones de manera desesperante, un vacío subió desde el estómago a la garganta de Yuuri por la sorpresa.

Caminó para abrir, pero de pronto sintió un temor inexplicable, la puerta era aporreada, con miedo se acercó a la mirilla  y se relajó, solo era Yurio que parecía al borde del colapso, ¡al borde del colapso! Abrió de manera presurosa –Yu-Yurio, ¿Qué pasó?

r13; Yuuri r13;resopló Yurio, parecía que se estaba quedando sin aire, como si viniera de correr, tenía el cabello alborotado, las mejillas arreboladas y no traía abrigo alguno, pero lo que más le extrañó fue que su amigo dijera su nombre, lo cual le puso los nervios de punta.

 

r13; Pasa, pasa, Yurio, me estas asustando r13;se hizo a un lado para dejarlo entrar, pero el rubio se quedó en la entradar13; ¿Yurio?

 

r13; Las noticias Yuuri, Viktor ha tenido un accidente…

 

r13; ¿Eh?

El japonés dejó de prestar atención después de eso, todo lo oía lejano, irreal; oyó como Yurio le hablaba pero lo escuchaba hueco; caminó con parsimonia hacia la sala, encendió la televisión que decía exactamente lo que Yurio le dijo, “Viktor Nikiforov en un acto de valentía evitó que un coche arrollara a una joven, lamentablemente la joven impacto en el piso muriendo en el acto junto con la estrella del patinaje a sus 30 años de edad…”

 

Las lágrimas de Yuuri brotaron de sus ojos mientras veía y no creía, miró como las ambulancias cargaban un cuerpo, alcanzó a percibir el color café con leche de la gabardina de Viktor, de la gabardina con la que había salido, de la gabardina con la que apenas ayer su prometido le había arropado.

Dio media vuelta pese a que Yurio le intentó detener, en cuanto cruzó la puerta del departamento, echó a correr hacia la calle, era una mentira, Viktor no se había ido, Viktor le acababa de llamar, Viktor le tenía una sorpresa, se iban a casar, comerían muchos tazones de cerdo, se quedarían en las aguas termales, adoptarían otro poodle… la boda iba a ser en una semana, la boda, su Viktor, su novio. Su ansiedad se disparó.

 

r13; ¡Yuuri! r13;gritó Yurio tratando de alcanzar a su amigo, en el camino se le salió del bolsillo una tarjetita, en la cual estaba escrito lo que iba a decirle a Yuuri, lo que hasta hace un momento estaba ensayando, donde todavía estaba riendo con Mila, donde todavía se burlaba de Viktor.

Vio a lo lejos una luz mortecina entre la poca visibilidad que permitía ver la tormenta de nieve, corrió con más fuerza – ¡Kat-sudon! – jadeó al verlo, todo se ralentizó. No pudo hacer más, no pudo hacer nada.

 

Todo pasó muy rápido, intentó asirlo del brazo, pero sus piernas ya no respondían porque las había llevado al límite al correr hacia la casa del japonés y de vuelta para buscarlo, por más que les dio la orden de avanzar, se negaron, y cayó de rodillas… lo vio pasar frente a sus ojos.

 

–Vik-tor– jadeó entrecortadamente Yuuri tratando de pasar la calle –Viktor, espe…

 

Y entonces se escuchó el chirrido de un carro derraparse, y un segundo después el sonido hueco de algo chocando contra el piso.

 

A lo lejos la tarjetita se humedeció borrando las palabras “Katsudon, siempre me gustaste, así que hazte responsable y se mi entrenador. Se mi entrenador por favor, Yuuri Katsuki”

 

-Nos vamos a casar Viktor- fue el último pensamiento que Yuuri Katsuki tuvo.

 

Curiosamente el mismo que tuvo Viktor –nos vamos a casar Yuuri.

Notas finales:

Si les ha gustado me encantaría que me lo hagan saber, dudas, o comentarios, críticas, etc.

¡Gracias por llegar hasta acá! 

Nos vemos en 10 días.


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