—Podríamos, uh...
—¿Qué? —Junsu rebotó en el regazo de Yoochun—. ¿Tener caliente sexo bacon frito?
—¿Qué? —Changmin miró a su pareja y se preguntó si alguna vez comprendería al muchachito. Fuera de la habitación era solemne y retraído. Una vez que el sexo se mencionaba era posible, que el hombre se volviera de Jekyll a Hyde.
—Yo dije que podíamos tener relaciones sexuales. —Junsu se ruborizó—. Yo sé que no tiene sentido, ¿pero sólo trabajo aquí conmigo?
—¿Tienes trastorno de personalidad múltiple? —Changmin lamentó las palabras tan pronto como las pronunció, cuando la cara de Junsu se cayó, y él no lo miró más—. ¡Porque me encanta el sexo loco! —Añadió Changmin.
Le palmeó la espalda cuando Junsu sonrió de oreja a oreja. Gran reserva. Changmin mentalmente levantó su brazo al aire.
—Así que podemos, ¿eh, eh?
Yoochun se rió y levantó Junsu fuera de su regazo, poniéndolo a sus pies. — Desnúdate. —Esas dos palabras parecían accionar un interruptor en la cabeza de Junsu debido a que, una vez más estaba rompiendo su ropa.
Yoochun y Changmin circularon alrededor de su pequeña y desnuda pareja, con los caninos descendiendo a la vista de la polla lampiña que sobresalía entre las piernas de Junsu. Yoochun presionó en el frente del twink cuando Changmin presionó en su espalda.
—Saca mi polla, —ordenó Yoochun.
Los dedos de Junsu temblaban al desabrochar los vaqueros y luego abrió la cremallera de Yoochun, empujando las solapas y llevando su mano temblorosa adentro. La boca de Changmin se humedeció con la vista.
Su pareja parecía delicioso de pie y desnudo entre sus cuerpos vestidos, una vulnerabilidad que ponía sus sentidos a toda marcha.
Changmin liberó su polla y se trazó sobre la espalda de Junsu cuando su pareja más pequeña tiró de los vaqueros de Yoochun.
—Ahora quiero que lo chupes.
La propia polla de Changmin se sacudió a la orden de Yoochun. Senderos húmedos fueron pintados sobre la espalda de Junsu cuando su pareja se inclinó hacia delante, deslizando la polla de Yoochun en su boca.
Yoochun se inclinó hacia adelante y tomó la cara de Changmin, rodeando los labios de Changmin con su lengua. —Quieres que te joda de nuevo, ¿no?
Las piernas de Changmin casi dejaron de funcionar. —Sí. —Él no iba a ser tímido en esta ocasión. Sabía lo que quería de este hombre musculoso.
—Mmm. —Tiró del labio de Yoochun que se volvió en una medio sonrisa sexy—. Él chupa la polla muy bien.
—Lo sé. —Changmin sonrió.
Los ojos de Yoochun se cerraron por un momento mientras chupaba en el aire con los dientes apretados. Changmin pasó la lengua por los caninos de Yoochun cuando se agachó y tomó el culo Junsu, apretando suavemente.
—¿Sabes lo que sería más caliente? —Preguntó Yoochun.
—¿Hmm?
—Si Junsu te jodiera. —Los ojos de Yoochun medio cerrados mientras hablaba. Changmin sabía que no podía negar a su pareja cuando él tenía una sonrisa tan oscura y seductora en el rostro.
Changmin se apoderó del culo de Junsu más duramente, levantándolo de sus pies. Un áspero gemido masculino se arrancó del pecho de Changmin.
Las manos de Yoochun rozaban sobre la cabeza de Junsu, acariciándolo mientras chupaba. —¿Mi pequeña pareja quiere joder a Changmin?
Junsu miró a Changmin, sus ojos ardiendo de lujuria cuando él asintió con la cabeza. Changmin dio un paso atrás, luchando por el control. Con mucho cuidado empujó sus pantalones, su polla tan llena de sangre que temía que tocarla lo pusiera en marcha.
Una vez que su ropa cayó en el suelo, Changmin caminó hacia atrás, con las manos en las caderas de Junsu, atrayéndole. Yoochun recogió a Junsu, y lo puso sobre la cama, quitándose sus ropas y arrastrándose entre las piernas de su pareja más pequeña.
Changmin miraba con fascinación cuando Yoochun tuvo a Junsu en su boca. Junsu gritó y tiró de Changmin. Se dio la vuelta, colocó su cuerpo, y Junsu tragó. Changmin miró hacia arriba y vio la polla endurecida de Yoochun tomando una invitación que él no iba a rechazar. Se agarró a la base, impresionado con el tamaño cuando sus labios se entreabrieron.
Su lengua se arremolinó alrededor, bebiendo la esencia de Yoochun. Su pareja mayor gimió y empujó más su polla en la boca de Changmin. Changmin movió la polla de Yoochun alrededor con la mano, pintando los labios con el pre-semen de su pareja antes de chuparlo de nuevo.
Él palmeó las bolas de Yoochun cuando Junsu trabajó los músculos de su cuello en el eje de Changmin, enviando a Changmin cerca del borde antes de tiempo. Changmin retrocedió un poco y respiró hondo, aplazando su orgasmo inminente. Al calentarse Junsu, los labios húmedos dejaron su eje y el aire fresco lo besó, Changmin gimió por la pérdida.
—Quiero joderte, —ronroneó Junsu.
Changmin abandonó la polla de Yoochun y se arrastró a cuatro patas. Yoochun gimió y se sentó, pasando las manos por el culo de Changmin cuando Junsu encontró el lubricante. —Déjame. —Yoochun tendió la mano.
—¿Qué tal si ambos lo hacemos?
Yoochun gruñía y babeaba con el lubricante en los dos dedos de ambos. Changmin miró por encima del hombro, cuando ambos se movieron detrás de él.
Yoochun fue el primero en abrir brecha, con los dedos mucho más grandes que Junsu. Su cabeza cayó en la cama mientras succionaba el aire, la sensación era increíblemente electrizante.
—¿Listo? —preguntó Junsu, y Changmin asintió con la cabeza en el colchón cuando un dedo más pequeño se unió al más grande. Él se echó hacia atrás, empalando su culo una y otra vez.
—Realmente creo que a él le gusta ahora. —Rió Junsu.
—Vamos a ver si le gusta esto. —Changmin saltó cuando su agujero se extendía más ampliamente. Sabiendo que Yoochun deslizó otro dedo dentro.
—O esto. —Junsu hizo lo mismo. Changmin estaba a punto de reventar.
—No.
Changmin miró por encima del hombro para ver a Yoochun sosteniendo la muñeca libre de su pareja. —Creo que está bastante lleno.
¿Qué diablos estaban pensando en hacer? Empujando toda la mano en él?
—Estoy listo.
Junsu estaba nervioso como el diablo. Él había estado arriba sólo un par de veces, y no era nada bueno en ello. Al menos, ese fue el consenso general de sus últimos amantes.
¿Y si él chupaba ahora? Le temblaban las manos mientras agarraba su polla, deslizándola hacia arriba y hacia abajo en el pliegue de Changmin. Yoochun estaba a su lado detrás de Junsu, observándolo.
Eso no ayudaba.
Junsu golpeó la polla en el culo de Changmin, manchando de su pre-semen alrededor. Junsu estaba tan nervioso que sentía náuseas. No era una buena cosa al tener relaciones sexuales.
—¿Necesitas ayuda? —Yoochun lo miró, observando la mano temblorosa de Junsu.
—Por favor, —susurró para que Changmin no le oyera. Él no quería que ambos hombres supieran que era un inexperto.
Yoochun se inclinó hacia arriba, besando en los labios a Junsu, y luego colocó sus manos sobre sus caderas. —Relájate, —murmuró al oído de Junsu.
Junsu asintió con la cabeza y empujó. Sus manos aterrizaron sobre el culo de Changmin, sus labios abriéndose cuando la apretada estrella se cerró sobre su polla. Estaba muuuy cerca de llegar.
—Yo te mostraré. —Yoochun mostró su polla y se presionó en Junsu. Nunca antes había jodido siendo jodido a la vez. Las sensaciones amenazaban con volverlo loco cuando él luchó para darles sentido.
—Déjame poner el ritmo, ¿de acuerdo? —Murmuró Yoochun.
Junsu deslizó sus manos a las caderas de Changmin y separó las piernas. Yoochun comenzó a presionar dentro de él, empujando su polla dentro de Changmin. Cuando Yoochun tiró hacia atrás, Junsu hizo lo mismo. Él imitó los movimientos de Yoochun y rezó para que Changmin lo estuviera disfrutando.
—Más duro, bebé, —se quejó Changmin.
Junsu comenzó a entrar en pánico. Si iba más rápido, ¿qué haría Yoochun?
Sus temores huyeron cuando Yoochun empujo más fuerte, mostrando el camino a Junsu. Después de un momento, llegó a coger el truco a ello.
—Ya lo tengo. —Él se rió y comenzó a joder a Changmin por su cuenta.
—Lo haces. —Yoochun se rió entre dientes. Él chillaba cuando Yoochun lo levantó en alto, y lo puso sobre la espalda de Changmin, conduciéndolo duro. Era como si Yoochun estuviera jodiendo a Changmin a través de su cuerpo, y él no se quejaba ni un poco.
—Coge su polla, tráela fuera.
Junsu llegó a toda prisa bajo Changmin para hacer lo que le dijo. La polla de Changmin tenía una fuga de flujos de líquido preseminal. Junsu le arrebató su mano hacia atrás muy rápido y lo lamió.
—Junsu, —Yoochun advirtió cuando extendió las mejillas de Junsu, separadas y transportadas en él. Junsu apretó la polla de Changmin, amando la sensación de su pre-semen deslizándose entre sus dedos. Junsu lo utilizó como lubricante -qué desperdicio- y repetidamente golpeó su mano arriba y abajo.
—Joder. —Changmin se resistió, casi tirando a Junsu fuera de su espalda. Él utilizó su mano libre para agarrarse del pelo de Changmin.
—Junsu. —Changmin jadeaba.
Su nombre era música para sus oídos procedentes de un hombre como Changmin. Junsu redobló sus esfuerzos y trajo a Changmin sobre el borde, su palpitante polla en la mano cuando el culo de Changmin apretó alrededor de la polla de Junsu.
—Yoochun, por favor, —exclamó Junsu con la sensación de que el del culo de Changmin ordeñaba su polla.
—Te tengo. —Yoochun sacudía más fuerte, empujando a Junsu y Changmin hasta la cama. Junsu dejó de lado la polla de Changmin y aguantó cuando Yoochun lo mordió en el cuello, haciéndolo gritar cuando él estalló dentro de Changmin y pulsos calientes de semilla dispararon en él cuando Yoochun bebió de su cuello.
Junsu se quejó cuando Yoochun lamió el cuello y tiró de su carne. Junsu besó la espalda de Changmin y luego se inclinó al oído de Changmin. —¿Cómo lo hice?
Changmin se rió entre dientes bajo él. —Jodidamente fantástico.
—¿En serio? —Preguntó emocionado, feliz en su primera buena revisión.
—No cambiaría nada, bebé.
Junsu puso su cabeza en la parte posterior de Changmin, con una sonrisa de oreja a oreja. Se quedó dormido en la espalda de su hombre, el brazo de Yoochun cubría a ambos.
Yoochun se tumbó en la cama, sosteniendo a sus parejas mientras miraba a las cuatro paredes de su habitación. Oía las formas de su respiración y sabía que sus compañeros estaban dormidos. —Espero que esta casa me devuelva mi alma, porque siento que algo se agita dentro de mí, y ruego que el sentimiento sea amor, —dijo Yoochun a la oscuridad.
Junsu miró sobre su hombro para asegurarse de que no estaba siendo seguido. Yoochun y Changmin no habían salido de su lado durante dos días. Él no se quejaba. No, él disfrutaba de su compañía, y el sexo era malditamente adictivo. Así era de bueno. Pero él tenía que hacer algo, y Junsu no necesitaba a sus parejas alrededor de él.
—Perdona. —Junsu llamó a la puerta suavemente, sintiendo el corazón en la garganta, cuando Changjo le hizo un gesto de entrar.
—¿Necesitas algo, Junsu?
Junsu pasó la mano por la parte delantera de sus pantalones y se metió en la oficina de Changjo.
—Se trata de Yoochun.
Este era el primer día de Changmin después de un permiso de dos días. Él tuvo que prometer a Yoochun que sería extremadamente cuidadoso. No podía esconderse en casa de Changjo por más tiempo. Él era el sheriff. La gente lo necesitaba.
Se sentía extraño no ver a Junsu en su escritorio. Él le había dado una licencia de larga duración oficial hasta que pudieran averiguar qué hacer con su tío. Todavía no lo hacía más fácil ver la silla vacía de su pareja en la que solía sentarse. Se sentía extraño estar aquí sin él.
—No hace falta que me sigas a mi oficina, —se quejó él.
Kiseok se encogió de hombros. —Yoochun no quiere dejarte solo por un segundo. Las parejas son más importantes para nosotros los soldados de lo que nadie se da cuenta, así que no correré el riesgo.
Changmin recordó las palabras embrujadas que había oído susurrar a Yoochun ayer por la noche cuando pensaba que Changmin y Junsu estaban dormidos. No sabía lo que pasaba en esa gran casa y tenía la sensación de que él no lo averiguaría. Yoochun no era del tipo de persona comunicativa. Él había querido decir a Yoochun que lo amaba también, pero el momento parecía un poco demasiado privado para invadirlo.
—Así que ¿vas a sentarte todo el día y verme recoger la pelusa de mi ombligo?
Kiseok se echó a reír, tirando de la silla de enfrente de su escritorio y poniéndolo contra la pared. El hombre grande se echó hacia atrás, dejando que sus piernas se extendieran delante de él. —Anda con cuidado.
Changmin negó con la cabeza. Como si. —Tengo una idea mejor. —Se dio la vuelta en su computadora e ignoró a Kiseok por el resto de la mañana.
Su teléfono sonó en la cadera, y Changmin lo cogió y lo abrió. Leyó el texto y se congeló.
—¿Qué es?
—No estoy seguro. —Él entregó su teléfono a Kiseok para que lo pudiese leer.
—Yo sé quién eres. —Kiseok leyó en voz alta—. ¿Qué significa eso?
—Duh, dije que no estaba seguro. —Changmin se sentó atrás en su silla y se frotó los ojos—. Podría ser Hank, Dong Gun, el tío de Junsu, o mi mamá.
¿Quién sabe?
—Entonces voy a asumir ¿que no sabes el número?
—Nop.
—Vamos. —Kiseok se puso de pie y entregó su teléfono a Changmin de nuevo—. Todavía tenemos trabajo que hacer, y tengo que hacer unas cuantas rondas de patrulla. No puedo sólo deambular a tu antojo. —Changmin sintió que su ira iba en aumento. No había manera de que permitiera a alguien que controlara su vida así.
—Hombre, yo entiendo lo que se refiere a tus funciones. Incluso entiendo esa sensación de tener a alguien que controle tu vida. Todos los soldados saben cómo se siente, pero piensa en Yoochun y Junsu. ¿Cómo se sentirían si algo te pasara?
Changmin miró a su escritorio. Él no dijo nada sobre que su vida estaba siendo controlada en voz alta. Pero Kiseok estaba en lo cierto. Por lo que había acumulado de sus parejas hasta el momento, Yoochun necesitaba ayuda para lidiar con su pasado y probablemente se sentiría culpable si algo le sucediera a Changmin. Él no tenía necesidad de añadir a su pila más culpa de la que ya había.
Y Junsu, también, Junsu era Junsu. Dolía como el infierno, pero él los necesitaba tanto a ambos para mantenerlo a salvo, y ayudar con su doble personalidad. A él le gustaba el hecho de Junsu se convirtiera en el doctor Hyde en la cama. Changmin era tímido como el infierno por lo que necesitaban a alguien para que equilibrara eso, suponía. Él realmente no tenía una doble personalidad. Era más bien como el sexo permitido que permitía a Junsu ser quien realmente era.
—Déjame decir a mis ayudantes y a Gayoon que voy a salir y cómo ponerse en contacto conmigo. —Changmin cerró su computadora y se levantó. Odiaba correr con el rabo escondido, pero sabía que su seguridad estaba en juego aquí.
—Me alegro de que no vayas a pelear conmigo por esto. Te aseguro que odiaría tener que explicar a Yoochun por qué yo tenía que atarte y llevarte a tu casa. —Kiseok se rió entre dientes mientras salían. Changmin se sonrojó ante las imágenes de ser atado con sus hombres. A él le gustaba más de lo que debería. Lástima que nunca lo pediría. Changmin aún no podía entender por qué él era tan tímido cuando se trataba de sexo.
Siempre había sido tímido, pero no hasta el punto de perder la cabeza. Changmin pensó que era porque eran dos de los mejores hombres que jamás había visto y le intimidaban un poco.
—Oye, Gayoon, me dirijo a la casa de Changjo. Puedes ponerte en contacto conmigo allí si necesitas algo.
—¿Está todo bien? —La secretaria vino desde alrededor de su escritorio y se paró frente a Changmin.
—Está bien. Sólo hay algunos negocios que tengo que atender con urgencia allí. —Se volvió al ayudante Fife. Sí, era muy duro mantener una cara seria al decir el nombre del tipo.
—Llámame si me necesitas. Estaré fuera por el resto del día.
—Claro, jefe.
Changmin siguió a Kiseok al lugar de estacionamiento. Había un descapotable de color rojo estacionado frente a Jungkook. —¿Te importa si agarramos algo para llevar? Me gustaría llevar algo para comer para Yoochun y Junsu.
—Estoy un poco hambriento. No veo el perjuicio. —Kiseok lo siguió en cuanto entraron en la ruidosa taberna. Changmin se quedó en la puerta, inhalando los aromas. Este lugar siempre olía como si algo bueno estuviera en la parrilla o salteándose. El aroma siempre llevaba un toque de salsa de barbacoa, también.
—Oye, Jungkook. —Changmin estrechó su mano—. Necesito tres cenas para llevar.
—Ya lo tienes, sheriff. Sólo dime lo que quieres, y voy a tenerlo listo en un momento.
Changmin se sentía estúpido como el infierno. No estaba seguro de lo que a sus parejas les gustaba comer. —Espera. —Él se llevó el dedo hacia arriba y sacó su teléfono.
—Ayudante Kim.
¡Dios! Changmin estaba duro con sólo oír la voz de Junsu. Se preguntó si podía correr al cuarto de baño y masturbarse rápidamente con el sonido de su pareja más pequeña.
Se aclaró la garganta. —Estoy en Jungkook con Kiseok. ¿Qué quieren que les lleve a ustedes dos?
—Quiero esos deliciosos palitos de queso frito y pollo a la parrilla de cena. Espera.
Changmin podía oír a Junsu hablando con otra persona. Se imaginó que Junsu estaba pidiendo a Yoochun lo que quería.
- Que sean don cenas de pollo a la parrilla.
—Hecho, ¿nada de postre?
—Mmm, sí, pero no se puede comprar allí. —Rió Junsu.
Changmin podía sentir sus mejillas encendidas. Kiseok y Jungkook vieron su estado y sonrieron. Condenados shifters, sabía que olía su excitación. —Uh, está bien. Voy a conseguir las cenas. —Rápidamente colgó antes de que Junsu pudiera avergonzarse aún más.
—Voy a querer dos cenas de pollo a la parrilla, algunos palitos de queso fritos, y una de carne asada para la cena. —Se sentó en el taburete del bar, tocando con los dedos la barra y pensando en ser el postre de Junsu.
—No hay problema. —Jungkook asintió con la cabeza y se acercó al lugar de regreso por su pedido. Miró a su alrededor a la gente comiendo y riendo. En los tres televisores de pantalla grande emitían cosas diferentes colgadas en los extremos opuestos, con uno en el centro. El bar estaba en el centro de la taberna, la cocina detrás de él. El partido de béisbol le llamó la atención, y Changmin se sentó mirándolo a la espera de sus cenas.
—Voy a ir al cuarto de baño. Enseguida vuelvo. —Kiseok caminó lejos, y Changmin volvió su atención al juego.
—Bueno, si no es mi pasajero desnudo. Casi no te reconozco con la ropa puesta. —La rubia que le había dado un paseo a él y a Yoochun se sentó en el taburete de al lado.
Changmin se sonrojó, a sabiendas de que esta mujer había visto su erección por la noche. Había conseguido bajarla a la mitad hasta el momento en que los dejó, pero sabía que ella tenía una visión bastante buena de antemano.
—No esperaba verte por aquí.
—Estoy visitando a un amigo. —Ella alzó la mano y pidió una Coca-Cola cuando la camarera se acercó a ella—. ¿Así que tú eres el sheriff? Según tengo entendido.
—Sheriff Shin.
Ella sonrió ampliamente. —¿Es tu pareja legal, también?
—Se podría decir eso. —Changmin cambió en su asiento. No era una conversación amable con una mujer que parecía estar interesada en él, sobre todo una mujer.
—¿Quién es el alcalde aquí? —Ella batió sus pestañas, y Changmin quería correr hacia la puerta.
—Ese sería Changjo.
—Nombre extraño para un alcalde, —comentó.
—Tú no puedes escoger tu nombre. —Changmin estaba mirando a la cocina deseando que Jungkook se diera prisa con sus pedidos. Parecía lo suficientemente amable, pero él no estaba tratando de coquetear con ella. Sus pensamientos eran sobre Yoochun y Junsu, con ganas de volver a ellos.
—Y ese Changjo ¿es un buen alcalde?
Changmin volvió la cabeza hacia ella en su línea de preguntas. Parecía raro que un extraño visitante fuera tan curioso sobre el alcalde y las fuerzas del orden.
—¿A quién dices que estás visitando?
—Oh, estoy aquí para ver a mi primo Dong Gun.
continuara...