El aburrimiento consumía a aquel chico de ojos azules y cabellos largos color platino.
Recorrió lentamente con la mirada a aquellas personas que se encontraban reunidas en el salón de baile, con motivo de celebración de su cumpleaños número doce. Algo muy extraño si se lo preguntaba por que todas aquellas personas que se encontraban ahi no estaban más que hablando de sus planes futuros, proyectos y riquezas, absolutamente nadie parecía recordar que el motivo de la celebración era su cumpleaños.
Su padre tenía una acalorada conversación con otros hombres, junto a la mesa del banquete, mientras veía como su madre se paseaba de un lado a otro para saludar a todos los invitados agradeciendo el haber venido.
Aburrido al extremo, y cansado de ser ignorado por todos, viktor decidió salir de aquel salón tan concurrido, dirigiéndose hacia las afueras de la playa, divagando por todo el lugar, le fascinaba sentir el suave viento en su rostro, elevando sus largos caballos, se aproximó hasta el muelle donde le encantaba ir por las tardes a disfrutar el atardecer, aun que ahora mismo era de noche, viktor decidió ir para presenciar la hermosa luna llena resplandeciente y el cielo estrellado.
Iba a pasos lentos con cierta nostalgia en su rostro, cada vez que iba recordaba las tardes en las cuales iba en compañía de su madre, quien ya no iba más con el pues andaba ocupada en otras cosas y según ella no le daba tiempo pues estaba cansada..
Comenzó a correr para ir hasta la punta del muelle, el viento se impregnaba en sus mejillas, algunas lágrimas frías comenzaron a correr por su rostro se estaba aproximando hasta la punta, una sonrisa se hizo presente.... y entonces callo al mar helado, una de las tablas de madera de ese muelle se había roto al momento de pisarla, cayó si previo aviso, la marea era alta por lo cual fuertes olas lo envolvían, y sumergian en el fondo del mar, no sabia nadar y por mas que lo intentará no lograba llegar a la superficie. Abriendo los ojos, se asustó al ver la cola de un gran pez pasar frente a él, solo segundos antes de que un niño, que no aparentaba ser un par de años menor, apareciera en su línea de visión, y estirando sus manos en dirección a el.
Viktor las tomó y aquel niño lo saco a la superficie, nadando fácilmente, lo llevo hasta la orilla de la playa, lo ayudó a subir, se quedo unos minutos junto a el como si se estuviese asegurando de que estuviese bien, Viktor tenía la mirada nublada y los ojos entre cerrados, tomó el rostro de aquel niño que lo había salvado, lo miro a los ojos, eran hermosos de un lindo color cafe, pudo ver como este le sonrió cálidamente , y luego desapareció, una cola sumergiendose al mar fue lo ultimo que vio antes de caer inconsistente sobre la arena.
Abrí los ojos algo agitado, me encontraba en mi habitación ¿acaso todo fue un sueño?, frotó sus ojos aún cansado cuanto de pronto se le vino a la mente aquella sonrisa tan cálida y aquellos ojos color chocolate que había visto la noche anterior, se sobresaltó, no, no pudo ser un sueño, pero ¿como puede ser posible? Las sirenas no existen, o bueno eso decía todo el mundo, sólo eran un mito, no había manera de que fuera una sirena, pero ¿que haría un chico menor que el nadando en el océano a altas horas de la noche? No, definitivamente no concordaba, pero no había manera estaba confundido... tan vez fue solo un sueño o tal vez lo imagino y alguien mas lo salvo, si debía ser eso.. no estaba del todo convencido pero quería pensar eso...