Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Nobody Knows por sparksbtwnsugakookie

[Reviews - 1]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

 

 

Podía sentir el brillo del sol filtrase a través de mis parpados. Intenté abrir los ojos, cerrándolos al instante por la cantidad de luz que llenaba el dormitorio. Las cortinas soplaban por fuera, revoloteando en la brisa, flotando a través de la puerta entre abierta del patio. Cerré los ojos otra vez pero era imposible aplacar la luz incesante. El calor del aire húmedo de la mañana comenzaba a asentarse y el bochorno se hacía cada vez más insoportable; así que renuncié a seguir luchando en una batalla perdida y me arrastré fuera de la cama con un gemido.

 

 

 

Caminé con suavidad hacia la puerta y Yoongi estaba parado en el balcón, inclinándose hacia delante con los codos en el pasamanos. Sus ojos estaban fijos en la playa frente a nosotros, estaba tan perdido en el calmante sonido de las olas que no notó mi presencia hasta que envolví mis brazos alrededor de su pecho desnudo, presioné medio lado de mi rostro contra su espalda, y dejé suaves besos a lo largo de su columna. Se estremeció un poco al contacto, antes de tirar de mis brazos haciendo mi agarre aún más fuerte.

 

 

 

"¿Qué estás haciendo aquí afuera?" Le pregunté, con las palabras rozando su piel.

 

 

 

“No quise despertarte” él dijo, “además, no es como si te gustara estar fuera de la cama antes de las 6”

 

 

 

“Creo que puedo hacer una excepción cuando estamos en un lugar tan extraordinario" le respondí, y me alejé lo suficiente para que pueda voltear a verme. Me incliné para besarlo pero sentí su sorpresa al ligeramente alejarse de mí. Por unos segundos, Yoongi se quedó inmóvil observándome con los ojos ensanchados, antes de dar un vistazo rápido por encima del balcón.

 

 

 

Suspiré suavemente mientras me alejé con dirección a la habitación. "Dudo que haya alguien escondido en las palmeras con una cámara"

 

 

 

“Lo siento, es la costumbre” dijo con una sonrisa avergonzada y, con suavidad, tira de mi mano y me acerca a él. “¿Cuándo fue la última vez que tuvimos algo de privacidad fuera de cuatro paredes?” preguntó y yo asentí, dejándolo cerrar la brecha entre nuestros labios nuevamente.

 

 

 

Todo entre nosotros se sentía aún tan nuevo, tan tentativo, y parte de ello era porque nuestra relación no existía para el ojo público; solo en una burbuja a la que llamamos “mundo real”, nuestra privacidad. Era una burbuja que separaba la fama y la familia. Un lugar donde el resto de los chicos eran nuestros amigos más allá de ser solo nuestros compañeros de grupo. Pero solo teníamos la oportunidad de vivir en ella por unos instantes.

 

 

 

Solía pensar mucho en ello pero en aquel momento, solo podía concentrarme en como los labios de Yoongi se movían suave e insistentemente sobre los míos, en lo bien que se sentía el poder besarlo allí, al aire libre, con los primeros rayos del sol iluminando nuestros rostros y la brisa revoloteando nuestros cabellos. Solté una risa contra sus labios y parecía ser que siguiera la línea de mis pensamientos cuando él dijo:

 

 

 

“Anhelo el día en que pueda besarte así bajo la lluvia”

 

 

 

Pero solo había medio tono de burla en sus palabras. Podía ser una imagen cliché, pero lo que representaba para nosotros era todo lo que podíamos esperar por ahora; dejar pequeños besos mientras nos tomamos de la mamo camino a casa, con mi cabello mojado rozando su frente cuando me inclino más cerca de él, empapados por la lluvia sonriendo como unos locos.

 

 

 

“Supongo que por ahora tenemos que hacerlo bajo el sol”, continuó, y esta vez había sarcasmo en sus palabras. No pude evitar inclinarme y besarlo de nuevo. El deseo y la desesperación aumentaban a medida que profundizábamos aún más el beso. Yoongi posó una mano sobre mi mejilla a la vez que trazaba la comisura de mis labios con su lengua, como una solicitud tácita para abrirlos. Sentí a su brazo colarse alrededor de mi cintura, atrayéndome imposiblemente más cerca. El sol que nos iluminaba era tan perfecto que casi todo parecía mágico y por un minuto deseé que aquello durará para siempre. Pero la falta de oxígeno finalmente nos separaría, aunque Yoongi jamás movió su brazo de mi cintura, manteniéndome atrapado en su pecho por varios minutos. Yo era más alto que él y nuestra posición era algo torpe pero de alguna forma, sentí que no podía encajar mejor en otra parte que no serían sus brazos, aún más cuando al inclinarme pude atrapar una sonrisa en su rostro.

 

 

 

"Regresemos" dijo Yoongi, jalándome de vuelta a la habitación dejando pequeños golpecitos sobre mi espalda. "Ducha, desayuno, y luego playa" continúa, guiándome hacia el baño pero se detiene en la puerta. "Yo ya me he duchado", dijo, respondiendo a mi mirada expectante. Debió darse cuenta de la forma en que mi rostro cambió al oír su respuesta porque él continuó; "Tú y yo sabemos que si entro contigo nunca saldremos de esta habitación." Me guiña un ojo y me da otro beso corto en los labios antes de darme un empujón suave hacia la puerta y salir.

 

 

 

--

 

 

 

Cuando vuelvo de la ducha, Yoongi se había puesto una camiseta delgada para cubrir su pecho desnudo y un sombrero de paja en la cabeza. Tiraba sobre su hombro una bolsa – bastante voluminosa que de una manera sugiere contener todos los bloqueadores posibles que puediera comprar – mientras esperaba que me colocara las sandalias y recogiera mi teléfono y cámara de nuestra cama. Yoongi sostuvo mi mano durante todo el recorrido hacia el restaurant. Desayunamos y la calidez de su mano aún me acompañaba, solo dejándola cuando era absolutamente necesario.

 

 

 

--

 

 

 

Después del desayuno, bajamos a la playa y elegimos una palmera lo suficientemente grande para que Yoongi se escondiera bajo las horas más calurosas del día. Los rayos del sol hacían resplandecer el mar, como si se tratase de pequeños diamantes en la parte superior del agua cuando el sol se eleva sobre él. Colocamos nuestras sillas sobre la arena y mientras Yoongi peleaba en asegurarse que toda ella este protegido por la sobra del gran árbol, yo posicionaba la mía muy cerca a la de él, pero expuesto un poco más a la luz del sol.

 

 

 

“Pensé que el propósito de bajar a la playa era solearnos” le dije, echándome sobre la silla y él aún posicionando la suya.

 

 

 

“No cuando es probable que te tuestes en solo 10 minutos” Yoongi respondió, finalmente encontrando el lugar perfecto y colocarse sobre la silla, feliz. Rebuscó dentro de su bolsa y saca un bloqueador, agitándolo ante mis ojos. “Frótalo en mi espalda por mí” dijo, con un puchero.

 

 

 

Me reí ante tal imagen y cogí la botella de su mano – un bloqueador de factor 50, ¡Dios mío! - y me senté en su silla, posicionándome detrás de él. "¿Acaso me perdí de tu quinto cumpleaños?" Pregunté con sarcasmo, riendo mientras empezaba a frotar la crema sobre sus hombros. Lo sentí relajarse inmediatamente, tarareando contento como deslizaba mis manos por su espalda. Cuando mis manos descienden por sus brazos, Yoongi se estremeció bajo mis manos. El pánico cruzó por unos segundo en mi mente y terminé de frotar la crema lo más rápido posible.

 

 

 

"¿Crees que puedas hacer el resto por ti mismo… como un adulto?" Pregunté, burlándome, mientras presioné la botella de bloqueador contra su pecho. Yoongi se acercó a mí y asintió con la cabeza, pudiendo sentir sus mechones húmedos cepillarse contra mi cara, y - Oh Dios mío, nuestros rostros estaban tan cerca y las cosas se hubiesen vuelto peligrosas si me hubiese quedado quieto por más tiempo. El sentimiento podía reflejarse en la cara de Yoongi cuando me alejé; la lujuria oscurecía los matices del color de sus ojos. Saqué mi propio bloqueador de mi bolsa - un factor mucho más bajo y razonable – y me lo apliqué yo mismo, evitando recurrir a Yoongi para evitar otra escena indecente. Y al final, terminamos recostados en nuestras sillas, con nuestras manos entrelazadas. Permanecimos así durante la mayor parte de la mañana, el interminable y calmante sonido de las olas llenando los silencios entre nuestra conversación sin prisa. La playa no estaba vacía por ningún tramo; había grupos de personas en todas partes, pero era como si estuviéramos viviendo en nuestra propia burbuja, y ellos en la suya.

 

 

 

A medida que la mañana se desvanecía y el sol comenzaba a sumergirse en el mar, logré convencer a Yoongi de ir al mar, mientras lo tomaba su mano.

 

 

 

“Te aseguro que no arderas en llamas cuando el sol toque tu piel” dije, mientras Yoongi ponía el primer pie fuera de las sombras, mirándome furiosamente. Su peso aún caía sobre la reposera, resistiéndose a cualquier intento que hiciera por sacarlo fuera de ella. Finalmente, él se da por vencido –no sin antes aplicar un poco más de bloqueador en su rostro, por más inútil que esto era- y nos dirigimos hacia el mar tomados de la mano, sintiendo nuestros pies hundirse en la arena mojada con cada oleada. Mientras Yoongi se enfocaba en no dejarse tambalear por el mar, yo envolvía mis brazos alrededor de su cuello, intentando robarle besos cada vez que pequeñas olas nos cubrían casi medio cuerpo. Todas las dudas se despejaban con estos momentos, y ambos contenidos en nuestra propia burbuja, ignorábamos la atenta mirada de ojos curiosos.

 

 

 

Pasamos el resto de la tarde paseando a lo largo de la orilla, capturando los diferentes tonos naranjas sobre el mar con nuestras cámaras a medida que el sol caía. Llegada la noche, nos sentamos en nuestro balcón, con un par de cervezas frías en la mano; ambos absortos a las redes sociales, decidiendo cuál sería la mejor toma para publicar. Fui el primero en postear y vi el teléfono de Yoongi vibrar, recibiendo la notificación de mi actualización en la cuenta. Siento sus ojos sobre mí y podía imaginarme la expresión que tenía.

 

 

 

“¿Te das cuenta de lo que acabas de publicar?” él susurra y yo asiento, tomando mi teléfono de nuevo en mis manos y corrigiendo la publicación que había hecho previamente, añadiendo un tweet a ella: “Vean la foto que hyung acaba de mandarme. Desearía estar allí, también”

 

 

 

“Nadie sabe dónde estamos ahora, ¿verdad?” Pregunto y le muestro mi teléfono. “Creo que esto puede disipar cualquier duda de si estamos pasando las vacaciones juntos o no” Presioné el botón enviar y dentro de un instante, las respuestas inundaron nuestro Twitter, muchas de ellas preguntando donde se encontraba Yoongi, pero solo él; así que pensé que el tweet había sido bastante útil.

 

 

 

“No eres de los que actualizan continuamente pero cuando lo haces publicas una foto mía semidesnudo. Definitivamente nadie podría sospechar” dice Yoongi con una ligera sonrisa, retornando su vista al paisaje frente a nosotros.

 

 

 

 

 

---

 

 

 

 

 

Luego de nuestro pequeño viaje, pasamos nuestra última semana juntos en casa de Yoongi. Hace ya unos meses los únicos que quedábamos en los dormitorios éramos Jimin, Taehyung y yo desde que los mayores habían comprado sus propios departamentos por la zona. 

 

 

 

Fuimos despertados por la vibración incesante de mi teléfono sobre la mesita de noche a las seis de la mañana. No estábamos viviendo juntos –técnicamente- pero últimamente había estado despertando en la cama de Yoongi más veces que en la mía, algo que es de evidente conocimiento para el resto de los chicos que por lo general si quisieran contactarse con alguno de nosotros, solo era necesario llamar a un teléfono. Revisé mi móvil y era un mensaje de Namjoon con un link adjunto en él. Somnoliento di click al compartido y una sensación como caer de 100 pisos al suelo recorre todo mi cuerpo.

 

 

 

El link mostraba una serie de noticias con imágenes de nuestras vacaciones como la historia central. Aunque no había fotos de nuestra alcoba, habían logrado capturar varios momentos en los que habíamos estado peligrosamente más juntos de lo necesario. Pero quizá la foto que hizo que mi teléfono cayera de mis manos fue la imagen que Dispatch mostraba como portada principal en su portal, una foto de ambos besándonos en el mar, junto a un par de capturas más; una caminando en la playa tomando de la mano, y otra echados sobre nuestra reposaderas con las yemas de nuestros dedos buscando la mano del otro.

 

 

 

Yoongi intentó fingir que todo estaba bien, formando una pequeña sonrisa, tratando de reconfortarme cuando lo vi mirando sobre mis hombros. Pero su silencio y la preocupación estaban escritas en su rostro. Había estado tan confiando de que nadie sospecharía de lo que sucedía entre nosotros, había arrastrado a Yoongi hasta la otra parte del mundo solo para nadie pudiera descubrir esto que guardábamos con tanto recelo pero ahora todo estaba mal, todo.

 

 

 

“Gran parte de los fans no están enojados por su relación, creo que la mayoría esta hiperventilado por lo real que es el Sugakookie… Yoonkook, ¿Cómo es que los llaman en Internet, hyung?” Namjoon fue el primero en decir algo, en la reunión de emergencia que Seokjin organizó en su departamento. 

 

 

 

“Sugakookie” respondió Seokjin. “Algunos solo están molestos por el hecho de que les mintieran” añadió.

 

 

 

La tranquilidad que intentaba mantener Yoongi es traicionada por el pequeño suspiro exasperado que se escapa de sus labios, mientras sus ojos se encuentran con los míos. La expresión que tenía era fácil de leer porque sabía exactamente cómo se sentía; nos habíamos esforzado tanto para mantener la buena relación que teníamos con nuestras fans, pero todo el esfuerzo se había ido por la borda; simplemente estábamos allí sentados, como un simple par de mentirosos. Tuve que apartar la mirada de él, porque la mirada en su rostro me recordaba en cómo había arruinado todo.

 

 

 

“No hagas esto” dijo Yoongi, cubriendo mi mano con la suya haciendo que lo mirara de nuevo. “Deja de culparte a ti mismo” añadió con un tono sincero en su voz.

 

 

 

“Pero es mi culpa, después de todo” dije “Estabas siendo cauteloso pero yo fui quien te alentó a que bajaras la guardia. Debí controlarme antes de intentar besarte en la playa” La conversación fue de aquí para allá; conmigo echándome la culpa de todo y Yoongi intentado hacerme sentir como si no lo fuera. Hasta que Jimin tuve que darle fin a ello.

 

 

 

“Al final del día la culpa es solo de esas personas que no entienden el significado de privacidad” dijo Jimin. “Además, es bastante obvio que la prensa intentaba encontrar una exclusiva con ustedes viendo que tardaron semanas en publicar las fotos”

 

 

 

“Sí, es extraño” suspiró Taehyung. “Es probable que se hayan comunicado con la empresa antes pero conociendo a PD-nim, deben haber sido enviados al demonio”

 

 

 

“Controla tu boca Tae” dijo Seokjin, jalando tiernamente las orejas del menor como si de un niño se tratase.

 

 

 

“Deja de preocuparte, hyung” dijo Namjoon, dando una palmada a Yoongi en los hombros. “PD-nim se está encargando de esto. ¿Podemos confiar en él, verdad?” le sonrió dejando notar sus hoyuelos.

 

 

 

“Y sobre los fans, no podemos juzgarlos. Creo que simplemente la noticia les sorprendió bastante como para saber cómo actuar apropiadamente. Solo necesitan tiempo, puedo contar con ello. ARMY no va a dejar de amar nuestra música” Se detiene brevemente, continuando cuando ve que no ha logrado convencernos. "Todo el drama en Internet terminará acabando pronto, pero eso no quiere decir que estén evitando confrontar las cosas. Escribiremos un comunicado, lo enviaremos tan pronto como podamos y eso les dará la oportunidad de explicar parte de su historia” concluye Namjoon, comenzando a escribir en un borrador pensando en las palabras más apropiadas en estos momentos.

 

 

 

“¿Y qué pasa ahora?” pregunté.

 

 

 

“Vayan a casa, y descansen un poco. Dejaremos pasar unas horas y eviten revisar la Internet hasta que el comunicado esté listo para ser publicado”

 

 

 

“Todo estará bien, chicos” Hoseok rompió el silencio que lo había acompañado toda la mañana, llamando a un abrazo grupal en la cual no pude evitar dejar caer algunas lágrimas.

 

 

 

 

 

---

 

 

 

 

 

Yoongi tomó mi mano tan pronto como empezamos a caminar a casa – a la suya – y me doy cuenta que es el primer contacto íntimo y prolongado que hemos compartido en todo el día. En silencio acordamos no hablar del día que acabamos de tener hasta que lleguemos a casa; donde podíamos hablar cara a cara sin ser interrumpidos por el zumbido implacable del tráfico. Sin embargo, tan pronto ingresamos, Yoongi absorbe todas mis palabras con sus labios bruscamente pegados a los míos, sellándolos en un ansioso beso.

 

 

 

“¿Estás enojado conmigo?” pregunté.

 

 

 

“¿Por qué estaría enojado contigo?” él responde riendo, dejando besos en diferentes partes de mi rostro, terminando en mi nariz.

 

 

 

“El mundo lo sabe incluso antes que estuviéramos listos para decirles”

 

 

 

“No creo que esto sea algo malo” él dice, retrocediendo para mirarme.

 

 

 

“¿No lo piensas así?”

 

 

 

“No. Pensando en ello, acabamos de afrontar el momento más difícil de nuestra relación hasta ahora y míranos, estamos unidos y más fuertes que nunca” Yoongi tomó mi barbilla y dejó un suave beso en la comisura de mi boca. “Y estaba pensando, ya que hemos salido bien de esta, ¿no deberíamos enfrentar otra más?”

 

 

 

“¿De qué hablas, hyung?” sonreí, mirándolo con cariño.

 

 

 

“Jeon Jeongguk….” dijo, dando una respiración profunda como pausa. “¿Qué piensas acerca de mudarte conmigo?”

 

 

 

Y di mi respuesta afirmativa, presionado mis labios contra los suyos con una sonrisa de por medio.

 

 

 

 

 

 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).