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35. Locas Navidades familiares en la Manada Kim (24) por dayanstyle

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YUNHO Y JAEJOONG

 

 

Jaejoong sonreía mientras entraba al cuarto de Hansol en el hospital. Tenía solo seis años y era pequeño para su edad. Había sufrido quemaduras en el incendio de su casa que había causado la muerte de su mamá y su papá. El corazón de Jaejoong sufría por él. —¿Cómo te sientes hoy, Hansol?

Hansol le sonrió y apagó la televisión. —Un poco mejor. Ya no me duele tanto cuando me muevo.

—Déjame revisarlas para ver como están sanando, hijo. Hansol  se  deslizó  para  acostarse  derecho  en  la cama, mientras Jaejoong sacaba un oso de navidad de detrás de su espalda. Hansol le sonrió y lo apretó contra su pecho. —Te va a ayudar a ser valiente mientras reviso tus quemaduras.

Hansol asintió justo cuando la enfermera entró y tomó asiento en la silla junto a la pequeña cama del niño. El padre de Hansol se había embriagado y volcado las velas de navidad haciendo que la granja se convirtiera en un infierno. Jaejoong había conocido al padre de Hansol y sabía que el tipo era un alcohólico. Pero desafortunadamente celebrar la navidad con velas y alcohol había sido una mortal combinación, una que Hansol estaba cargando.

Gimió y se retorció un poco, pero el pequeño chico permitió que Jaejoong terminara su examen sin rogar que se detuviera como había hecho las semanas anteriores. —Estás sanando maravillosamente.

Hansol le sonrió. —Gracias.

 

Jaejoong le sonrió mientras se quitaba los guantes que había usado para la exploración. —Veré que te den un dulce por haberlo hecho tan bien.

Sus ojos se iluminaron como luces de navidad. —¿Puede bubba también tener uno?

—¿Bubba?

—Mi oso.

Jaejoong se rio. —Veré qué puedo hacer. Ahora descansa.

—Doctor Kim —una de las enfermeras le habló cuando se dirigía al siguiente cuarto para su ronda de la mañana. Se giró para ver que ella se apresuraba hacia él, viéndose ruborizada—. Hay un hombre que dice ser su padre. Insiste en hablar con usted.

Jaejoong dio un bajo gruñido, algo que había aprendido de Yunho, su pareja, mientras seguía a la enfermera. Jaejoong no había oído de su padre desde hace años, cuando Jaejoong se alejó de todo lo que su padre quería que él fuera.

Se impactó al ver al doctor Kim Yong Jun de pie ahí viéndose más gris que nunca y con arrugas en donde antes no tenía. —¿Si? —preguntó cortante. Jaejoong no estaba de humor para su pomposo padre y su súper inflado ego. Había tenido suficiente para toda su vida.

—¿Hijo? —dijo su padre viéndolo a la cara—. No parece que hayan pasado los años por ti.

—Como mis vegetales. ¿Quieres algo? —Jaejoong solo quería que el hombre se fuera. No había necesidad de gentilezas. Su padre nunca había sido indulgente con eso.

—Veo que sigues molesto después de todos estos años.

 

Jaejoong mentalmente contó hasta diez, haciendo su mejor esfuerzo para no perder el control. ¿Su padre tenía la audacia de venir aquí para decirle eso? —Hasta donde recuerdo, tú me rechazaste por ser gay, insultaste a mi pa…compañero, trataste de evitar que trabajara aquí, y eso sinceramente fue una tontería.

Su padre se ruborizó a un profundo rojo mientras veía alrededor. El movimiento sorprendió a Jaejoong. Al padre que recordaba no le importaba quién le oyera. Lo miró más de cerca, viendo lo realmente cansado que se veía su padre. ¿Habría su padre envejecido y tomado consciencia?

—Veo que desperdicié mi tiempo al venir aquí.

 

No. Su padre no había aprendido una maldita cosa. Era una vergüenza, el doctor Kim Yong Jun era un brillante médico. Solo que apestaba como padre. Jaejoong era feliz con su vida ahora. Aunque él había visto cosas por las que el gobierno mataría por saber, y cosas que en ocasiones lo dejaban con la boca abierta, Jaejoong no cambiaría su vida por nada en  el  mundo.

A Jaejoong no le importaba por qué su padre había venido. Lo único que le importaba era que se fuera. —Ten una buena vida, padre —dijo y se alejó antes de decir algo de lo que realmente se arrepentiría.

—Discúlpame.

 

Jaejoong rodó los ojos. Ese iba a ser uno de esos días. Todo lo que quería hacer era ver a sus pacientes e irse a casa. Ni siquiera era su turno para trabajar hoy. Se giró y vio a un hermoso jovencito parado ahí viendo a Jaejoong y a los cuartos.

 

—¿Si?

 

—Estoy aquí para ver a Kim Hansol .

 

Jaejoong se tensó. En semanas desde que Hansol fue admitido, él se había metido en el corazón de Jaejoong. Se sentía muy protector del pequeño niño. —¿Quién eres?

El hombre le dio a Jaejoong una triste sonrisa y extendió su mano. —Soy su tío, Jung Byung Hee puede llamarme G.O.

Jaejoong le indicó a una de las enfermeras que se acercara mientras estrechaba la mano de Byung Hee y lo veía de arriba abajo.

r13;Este hombre dice ser el tío de Hansol. Necesito que contactes a los de servicios sociales.

—¿Creé que miento? —el hombre preguntó.

 

Jaejoong sacudió la cabeza. —No, pero no se lo voy a entregar sin más. Hay procedimientos que se tienen que seguir por seguridad.

G.O asintió. —Entiendo. Compré un departamento aquí antes de venir a ver a mi sobrino. ¿Necesitarán verlo?

—Si, y también revisar sus antecedentes —dijo Jaejoong y entonces se acercó. El hombre parecía ser un tipo agradable, pero él no iba a correr riesgos con Hansol—. ¿Hay algo que necesitas revelar?

G.O rápidamente negó. —No, señor. Acabo de gastar todos mis ahorros en un departamento para Hansol y para mí. Voy a buscar un trabajo tan pronto salga de aquí. Él es toda la familia que tengo ahora que mi hermana y mi cuñado murieron.

—Espera aquí —dijo Jaejoong mientras regresaba al cuarto de Hansol. Él vio sobre su hombro a G.O que lo veía. Jaejoong entró al cuarto del pequeño niño y sonrió cuando vio que alimentaba a su oso con galletas de canela.

 

—Hey, campeón. Hay alguien afuera que dice que te conoce.

Hansol levantó  la  vista y frunció su pequeño ceño.

r13;¿Quién?

—Tu   tío G.O.

 

Hansol se carcajeó y abrazó más fuerte a su oso.

 

—¿Eso significa que lo conoces?

 

La cabeza de Hansol saltaba de arriba abajo, la emoción irradiaba de sus ojos. Jaejoong no lo había visto tan feliz desde que su casa se incendiara.

—¿Puedo verlo?

 

Jaejoong le sonrió al pequeño. —Lo traeré. —Jaejoong sonrió consigo mismo. Hansol iba a pasar una feliz navidad después de todo. Hablaría con Jongin acerca de encontrarle un trabajo a  G.O. Esos dos parecían necesitarse.

 

 

 

Yunho sonrió cuando vio a Jaejoong atravesar la puerta. Aun seguía siendo el hombre más hermoso que hubiera visto. Antes de que pudiera jalar a su pareja a sus brazos, Jongin entró al vestíbulo, vio a Jaejoong, y se dirigió directamente hacia él.

Jaejoong retrocedió casi saliendo de la casa antes de que Jongin lo atrapara. —Ni siquiera lo intentes —le dijo y le dio el libreto a Jaejoong.

La pareja de Yunho lo vio y gimió ante Jongin. —¿Desde cuándo un doctor atiende al bebé de María? No recuerdo que hubiera OBSTETRAS ahí —gritó cuando el Alfa comenzó a alejarse.

—Nosotros la actualizamos —dijo Jongin sobre su hombro y dio vuelta en la esquina. Yunho se reía mientras su pareja gruñía. Estaba impresionado con eso.

—Esto es por los niños —dijo Yunho mientras jalaba a Jaejoong a sus brazos—. Deja de hacer pucheros.

—Estoy preguntándome eso —dijo Jaejoong—. Estoy empezando a creer que Jongin está haciendo esto solo para que todo el mundo sea miserable. Vamos, ¿quién inventa papeles en la representación de la natividad? ¿En serio?

—Tengo la sensación que va a ser una representación que nunca olvidaremos —dijo Yunho mientras jalaba a Jaejoong a la biblioteca. Se asomó, asegurando que estuvieran solos y jaló a Jaejoong detrás de él.

—Oh, no —dijo Jaejoong mientras jalaba su mano—. Cada vez que entro ahí, tú me lanzas sobre el escritorio.

Eso era cierto. —El lugar me trae recuerdos.

 

Jaejoong bufó. —Y la cocina, el establo, el estudio y los cientos de cuartos de arriba, el comedor y la oficina de Jongin.

—No digas eso último en voz alta —Yunho advirtió—. Jongin aun sigue buscando al responsable por dejar evidencias.

Jaejoong arrugó la nariz. —Pensé que habíamos limpiado.

 

Yunho se rio y jaló a Jaejoong sobre el escritorio, recordando la primera vez que había inclinado a su pareja. El recuerdo se repetía en su cabeza siempre. Sonrió mentalmente, sabiendo que Jaejoong también lo recordaría cuando sacó el juguete de su bolsillo. —Aparentemente no lo hicimos totalmente.

Jaejoong se rio y gimió cuando Yunho lo giró e inclinó contra el escritorio. Presionó los hombros de su pareja contra la madera, pasando su mano por la espalda de su pareja.

 

—Mi padre vino a verme hoy.

 

Yunho gruñó y se tensó. —¿Te lastimó?

 

Jaejoong se carcajeó. —Difícilmente. Creo que vino a ver si seguía contigo y si seguía trabajando en la clínica.

Yunho quería preguntarle a Jaejoong si le dijo a su padre que se jodiera, pero sabía que su pareja era demasiado amable para hacer eso. Claro, se lo había dicho hace años a su padre, así que quizás Jaejoong lo hizo. —¿Qué le dijiste?

—Le dije que tuviera una linda vida.

 

Si, eso es lo que Yunho pensó que diría. Su pareja era demasiado compasivo. Pero eso había sido en favor de Yunho cuando se vieron por primera vez.

—Aunque, fue extraño. No consideraba a mi padre del tipo que fuera a verme. Muy extraño —dijo Jaejoong para si mismo y entonces gimió cuando Yunho bajó su pantalones y comenzó a lamer los dos maravillosos globos. Sacó el lubricante tamaño de viaje del bolsillo y lo vertió en la grieta del culo de Jaejoong.

Su pareja sacó más el culo mientras Yunho distribuía el gel alrededor de su rosado y arrugado agujero, lamiendo sus bolas mientras lo estiraba preparándolo para la invasión de Yunho más el juguete.

—Dios, Yunho, Jódeme ya —Jaejoong rogó—. No puedo tomar más provocación.

Yunho sonrió, se puso de pie y se bajó los pantalones hasta los tobillos, alineó su pene y se empujó hacia adelante.

—¡Si! —Jaejoong siseó mientras trataba de estirarse sobre el escritorio. Yunho ayudó a su pareja a levantar una pierna mientras se apartaba y se empujaba de nuevo hacia adelante. Jaejoong gemía, su cabeza se movía de un lado a otro sobre el escritorio, empujando su culo para encontrarse con los empujones de Yunho.

Yunho sacó el vibrador del bolsillo de sus jeans y lo lubricó y entonces se salió del agujero de su pareja.

—¿Estás loco? —Jaejoong protestó—. Jódeme, ¡maldición! Yunho besó la espalda de su pareja. —Paciencia, amor.

—Usé toda mi paciencia con mi padre, ahora ¡jódeme hasta que olvide mi propio maldito nombre!

Yunho planeaba hacer justamente eso. Él tomó la base de su pene, con el juguete incluido y se empujó en el agujero de su pareja.

—¡Oh infiernos! —Jaejoong gritó—. No siempre usas un juguete.

Y Yunho no lo hacía. Si los usara todo el tiempo, se aburriría rápidamente, amaba mantener a su doctor en el borde, siempre asombrándose. Yunho veía su pene entrar y salir del estirado agujero de su pareja, sintió sus caninos descender ante la hermosa vista frente a él.

Nunca tenía suficiente de esa vista.

 

—Estoy cerca —Jaejoong gritó.

 

Yunho aumentó el ritmo, empujando su pene y el juguete dentro del culo de Jaejoong más duro, golpeando su carne.

—¡Yunho! —Jaejoong gritó y entonces colapsó en el escritorio, jadeando por aire. Yunho se empujó unas cuantas veces más y entonces cayó sobre su pareja, lamiendo la espalda y besando el cuello de su pareja.

—Te amo.

 

Jaejoong movió su mano aunque estaba a punto de quedarse dormido. r13;También te amo. Ahora vísteme, no quiero que nadie me atrape dormido con mi culo al aire.

Yunho gruñó con ese pensamiento, se inclinó y levantó los pantalones de su pareja y los acomodó. Ellos jodían como conejos cuando recién se conocieron, aun lo hacían, pero habían aprendido a controlarse, algo, principalmente. ¿A quién infiernos trataban de engañar?

Yunho podía tomar a Jaejoong aun si se encontraban en medio de la concurrida ciudad. Nunca había sido capaz de resistirse con el sexy doctor, y tampoco nunca lo había intentado.

 

Hangeng silbaba mientras recorría el pasillo de la Casa. Había querido ver una buena pelea, pero desafortunadamente Jaejoong tenía demasiada clase para eso.

«¡Maldición!»

¡Punto para mi!

 

—Como sea —Hangeng gruñó ante la voz de Nick en su cabeza—. ¡Aun me quedan cinco parejas más!

Nick se carcajeó. Has lio,HangengTveré cuando llegues casa.

 

continura....


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