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35. Locas Navidades familiares en la Manada Kim (24) por dayanstyle

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SIWON Y HEECHUL

 

Heechul cerró la puerta de la recámara detrás de él. Comenzó a tararear mientras recorría el pasillo para buscar a Luhan. No lo había visto desde ayer. No le gustaba que su mejor amigo desapareciera de esa forma.

Está bien, él lo solía hacer, pero usualmente le decía a Heechul sobre sus diabólicos planes. Usualmente lo incluía también a él.

¿Quizás lo habían castigado por su viaje a Francia?

 

Con Luhan, nunca se sabía.

 

Quizás había ido al reino demonio a una fiesta de Diablos. Luhan se había hecho adicto a ese lugar. Heechul no entendía la fascinación de Luhan por ese lugar, pero hey, ¿quién era él para juzgar?

Heechul se detuvo cuando vio a un pequeño hombre caminar por el pasillo y rodear la esquina dirigiéndose a la recámara de Baekho y Ren. Se frotó los ojos con sus palmas, preguntándose si quizás no debió de haberse tomado el gran vaso de rompope. El único problema era que eso no tenía nada de maldito alcohol.

Heechul siguió por el pasillo de puntitas, viendo rápidamente alrededor de la esquina. El pequeño hombre estaba vestido con extraña y arrugada ropa y entonces desapareció en el aire.

 

—Oh, ¡infiernos no! —Heechul gritó mientras corría de regreso por el pasillo. Bajó los escalones y corrió al cuarto de los monitores—. ¡Niel!

Se detuvo en medio del pequeño cuarto en donde estaban los monitores de cada cámara. Niel movía las caderas de un lado a otro mientras sus hombros subían y bajaban con el ritmo de alguna canción de Navidad. Heechul se cubrió la boca para evitar reírse mientras Niel giraba.

—¡Ahh! —Niel se sobresaltó y llevó sus manos al corazón—. Me asustaste. Podría darme un ataque al corazón. No es bueno. No es bueno en absoluto.

Heechul se rio y entonces recordó por qué en primer lugar había ido a buscar al hombre de los guantes azules. —Necesito que rebobines la cinta de los últimos cinco minutos del pasillo a la recámara de Baekho.

Niel sacudió la cabeza y tomó asiento. —Los videos no usan cintas VHS. Ellos se alimentan de…

—Como sea. —De cualquier manera como si fuera a entender el lenguaje técnico de Niel—. Solo hazlo, por favor r13;dijo tomando asiento al lado del pequeño hombre.

 

Se aseguró de mantener la distancia mientras Niel movía el mouse. Niel odiaba ser tocado y Heechul necesitaba un favor, así que no iba a enojar al chico —usualmente lo hacía— y hacer que saliera gritando del cuarto.

—¡Ahí! —Heechul señaló la pantalla cuando se vio a si mismo y entonces se vio alrededor de la esquina—. Ahora muestra el pasillo más adelante.

Frunció el ceño cuando Niel presionó más botones y mostró el pasillo vacío. —¿Estás seguro que es el mismo tiempo en el que yo estaba viendo el pasillo?

 

Niel asintió. —El mismo tiempo, exacto. Estoy seguro, si.

 

Eso no podía ser correcto. Heechul sabía que había visto a un extraño pestañear y desaparecer en el aire. No estaba loco…aun. —Pero yo vi a alguien en el pasillo. —Palmeó sus dedos en el monitor haciendo que Niel limpiara las manchas de los dedos.

Niel presionó más botones y revisó la pantalla. —Yo revisé cinco minutos antes de que llegaras y cinco minutos después. No hay nadie además de ti.

Heechul bufó cuando Niel se giró viéndolo con extrañeza.

r13;¿Estás seguro de que viste a alguien?

 

No quería verse como un total loco. Quizás él había imaginado las cosas. —Supongo que no. —Movió la mano hacia el monitor—. Aparentemente él no está ahí. —Heechul se levantó del asiento.

Santo infierno, quizás se estaba volviendo loco. Necesitaba ir a ver al doctor Jaejoong. La imagen del pequeño tipo había sido tan real, casi tangible. —Gracias. —Distraídamente movió la mano hacia Niel y salió del cuarto.

Heechul caminó hacia el estudio, pensando en el pequeño hombre con las puntas de sus zapatos verdes curvadas. No iba a decir nada. No lo iba a hacer. No había manera de que fuera a decir la palabra elf. Siwon podría encerrarlo si empezaba a hablar de un elf recorriendo el lugar. Eso solo no era posible. Si, Tao y Nana vivían aquí. Pero el tipo que Heechul vio era de apenas un metro de alto.

Entró al estudio y se dejó caer en uno de los suaves sofás mientras veía fijamente la televisión apagada. —Al infierno con eso —se dijo a si mismo mientras seguía ahí. Heechul no se iba a preocupar por eso.

Eso solo fue un episodio psicótico, eso era todo.

 

No era gran cosa.

 

—¿Quieres jugar videojuegos? —Luhan preguntó mientras entraba al estudio.

—¿Dónde estabas? —Heechul preguntó inclinándose hacia adelante, aliviado de tener con quien hablar. Necesitaba olvidar al maldito elf, er, la pequeña persona.

—Levantando estiércol de castigo por ir a Francia —Luhan gruñó mientras encendía la televisión. Le lanzó el control del juego a Heechul mientras acomodaba las cosas. Después de jugar durante una hora, Heechul decidió subir al segundo piso.

Mientras subía los escalones, vio a Baekhyun y a Ren correr hacia la recámara de huéspedes. Curioso, fue tras ellos. Justo cuando alcanzó la puerta, Baekhyun lanzaba lo que parecía un regalo al suelo.

—¿Es un cupón para una cena a mitad de precio? —Ren preguntó al lado del hombre con la cabeza llena de rizos.

—No, solo otra apestosa nota —Baekhyun se quejó mientras levantaba la caja y la envoltura.

—¿Qué sucede? —Heechul preguntó.

 

Baekhyun y Ren se sobresaltaron, Baekhyun empujó el papel brillante de envoltura detrás de él. —Nada.

Como sea. Heechul se giró y se fue cuando vio de nuevo al hombre de las zapatillas. Esta vez Heechul le dio caza. Corrió alrededor de la esquina y por el pasillo. El pequeño hombre corrió más rápido y su risa flotaba en el aire.

La pequeña mierda dio vuelta en la esquina. Heechul aumentó la velocidad, pero cuando rodeó la esquina detrás de él… como sea, el pasillo estaba vació.

 

Recorrió el lugar gritando. No había manera de que fuera su maldita imaginación. ¡El tipo era real! Heechul se giró, corrió hacia el cuarto de los monitores, solo que esta vez Siwon estaba atrás de la consola. —Hey, rayito de sol. ¿Por qué no vienes aquí y te sientas y me haces compañía?

Heechul se dejó caer en el asiento, viendo los monitores.

r13;¿Sabes cómo funcionan esas cosas?

—¿Los monitores? —Siwon preguntó—. Seguro. ¿Por qué?

—¿Puedes por favor rebobinarlo cinco minutos? —Heechul preguntó y entonces le dijo a su pareja dónde ver. Jadeó cuando se vio corriendo por el pasillo, pero estaba cazando el aire. El jodido elf no estaba en ningún lado. Oh Dios, ¡realmente estaba perdiendo la cabeza!

—Cierra la puerta, rayito de sol. Quiero que veas algo —dijo Siwon a un lado de él. Heechul se levantó y cerró la puerta.

—Cerrada.

 

No estaba seguro de lo que iba a hacer pero cerró también con llave. Cuándo Heechul se giró, sonrió de oreja a oreja. Siwon tenía su pene en su mano, acariciándolo lentamente, viendo a Heechul como si fuera un filete de primera.

—¿Por qué no te sientas en mi regazo y me dices qué es lo que quieres para navidad?

Heechul rodó los ojos ante la trillada línea, pero se apresuró a subir al regazo de Siwon.

—Quiero detener al elf que corre alrededor —murmuró mientras se movía alrededor de la excitación de su pareja debajo de él.

—¿A Tao? ¿O a Nana?

 

Heechul deseó que fuera uno de los Elves del bosque. Eso podría hacer sus episodios psicóticos más pasables. —Estoy hablando de un hombre pequeño que está vestido como un hombre sin hogar y que corre alrededor, tratando de empujar su bastón de dulce en mi culo.

Siwon se carcajeó. —No sé por qué no tienes espíritu navideño. Cada año, trato de asegurarme de que tengas la mejor navidad, y cada año me decepciono.

—La navidad es para las personas que pueden pagarla. Para mi es todo comercialización. No hay tales cosas como Santa, renos o elves.

Siwon suspiró y sacudió la cabeza. —Quizás un día creerás.

—Quizás, pero hasta entonces, ¿por qué no me muestras ese leño sobre el que estoy sentado?

Siwon gruñó cuando Heechul levantó su trasero, permitiendo que empujara sus jeans por los muslos mientras Heechul prácticamente desgarraba sus jeans al quitárselos. —Vamos, siéntate en mi leño, rayito de sol.

Heechul se montó a horcajadas de nuevo en el regazo de Siwon acomodándose lentamente y entonces lentamente bajando su cuerpo hasta que estuvo totalmente empalado. Buen Dios, ¿algo se sentía mejor que esto? Infiernos, no. Heechul ya sabía la respuesta a esa pregunta. Nada se sentía mejor que tener a su pareja en su interior.

—Joder, rayito de sol —Siwon gruñó—. Se siente tan malditamente bien.

Heechul no podía estar más de acuerdo. Empujó sus rodillas hacia atrás y levantó su culo, bajando por el pene de Siwon. Gruñó  ante  el  ligero  ardor  he  inclinó  la  cabeza  a  un lado.

r13;Muérdeme.

 

Siwon gruñó y entonces mordió el cuello de Heechul, hundiendo sus pies profundamente mientras Heechul aumentaba el ritmo sobre el duro eje de su pareja. Podía sentir el pene de Siwon golpear el dulce punto cada vez que levantaba las caderas.

Heechul jadeó cuando Siwon curvó sus dedos alrededor de su pene, jalándolo con el ritmo de Heechul. Heechul curvó sus dedos en los hombros de Siwon mientras gritaba y caliente semilla hacía erupción de su pene mientras Siwon seguía jalando su pene, ayudándolo a atravesar su orgasmo.

Su pareja selló la herida y gruñó mientras tomaba las caderas de Heechul y se empujaba más dentro de él. Siwon giró la silla, sosteniendo a Heechul mientras apoyaba la cabeza en los hombros de su pareja.

Siwon era el único hombre que realmente entendía a Heechul y nunca lo juzgaba. Su lobo era la pareja perfecta y Heechul lo amaba con cada respiración que  tomaba.

Se estremeció cuando vio a la pequeña mierda en el monitor. El pequeño hombre le dio un guiño y entonces desapareció. ¿Qué jodidos? Está bien, oficialmente había perdido su siempre amada cabeza.

—¿Qué sucede, rayito de sol? —Siwon preguntó mientras Heechul se movía hacia adelante examinando los monitores.

—Creo que me estoy volviendo loco —le dijo tocando la pantalla del monitor con la punta de sus dedos.

Siwon se carcajeó mientras levantaba a Heechul y lo ponía de pie. —Con lo mucho que quiero quedarme dentro de ti todo el día, necesito regresar al trabajo.

Heechul se puso los pantalones, viendo el monitor de cerca, pero cuando todo lo que vio fue a la manada caminando alrededor, alejó la vista de la pantalla. —Voy a ver a Jaejoong.

 

Siwon lo besó antes de que Heechul abriera la puerta de la oficina y saliera. Debería de estar de mejor humor ahora, pero en todo lo que podía pensar era en ese estúpido elf. Está bien, lo aceptaba. Eso era por el jodido elf. Si él se estaba volviendo loco muy bien podía aceptar eso.

Encontró a Jaejoong en su oficina tras el escritorio escribiendo en un expediente. Heechul cruzó la puerta. —Creo que perdí la cabeza, doc.

Jaejoong levantó la vista y le sonrió a Heechul. Se fijó en la silla y le mostró la silla vacía. —Toma asiento y dime lo que sucede.

Heechul se sentó y tomó una profunda respiración. —Estoy viendo a un elf.

—Pensé que ya estabas emparejado —Jaejoong lo veía confundido.

—¡No en una cita! Estoy viendo al pequeño tipo correr por los pasillos con zapatos verdes con la punta curvada y un estúpido sombrero.

Jaejoong curvó sus labios y cruzó las piernas. Heechul no veía lo divertido de la situación. El perder la cabeza era para llorar fuerte. ¿Qué había divertido en eso?

—Es temporada de navidad, Heechul. Es la temporada mágica del año.

Esa no era la respuesta que estaba buscando. Heechul levantó las manos al aire y salió. No iba a aceptar el hecho de que finalmente se había vuelto loco. Tensó las mandíbulas cuando vio a la pequeña mierda darle de nuevo un guiño.

Heechul se tomó su tiempo, cazando al elf por el pasillo. Iba a capturar al pequeño hombre y obtener algunas respuestas. No había manera de que Heechul lo dejara irse.

 

Se lanzó en el aire, derribando al rechoncho pequeño elf, ambos rodaron contra la pared. Heechul se montó a horcajadas en la pequeña mierda sosteniendo su puño frente a él. —¿Quién eres?

—¿Qué parezco que soy? —el elfo lo provocó.

 

—Pareces un enano psicótico corriendo en pijamas, así que empieza a hablar, o sé de dos tigres que amarían jugar futbol con tu pequeño trasero.

El elfo levantó las manos frente a él sosteniendo dos muñecos Ken, para que Heechul los viera. Heechul parpadeó. —Uh, lo siento, pero soy demasiado grande para jugar con muñecos. r13;¿El tipo iba en serio?

—Te estoy dando el regalo que deseas.

 

Heechul bufó. —Ese era mi deseo cuando tenía doce. —Heechul parpadeó—. Espera, ¿cómo sabes eso?

El elfo hizo de nuevo ese irritante guiño. Realmente estaba empezando a agotar los nervios de Heechul. —Si buscas en tu recámara, encontrarás también la casa de Ken. Está hecha especialmente para ti.

Heechul se colocó en cuclillas viendo al hombre vestido de verde y rojo. —¿Realmente eres un elf, no es así? ¡Santa jodida!

¿Santa es real?

 

—Si, lo es, Kim Heechul .

 

Heechul cruzó los brazos sobre su pecho mientras veía al elf.

r13;¿Entonces por qué infiernos tenía unas navidades de mierda cuando crecía, si el hombre gordo realmente existía, hmm?

—No podemos darle a cada niño todo lo que desea. Eso los volvería malcriados.

Heechul se carcajeó. —No, todo lo que causó en mi es que fuera un incrédulo. Dile al hombre gordo que él tiene a un  niño psicológicamente jodido. ¿Qué infiernos iba a hacer con una Barbie cuando todo lo que quería era unos Kens?

El elf sacudió los muñecos frente a Heechul. —Y aquí están.

 

Heechul tomó los muñecos del divertido pequeño mierda y vio fijamente ambos muñecos Ken. Eso lo lanzó a su infancia, recordó cuán urgentemente quería esos dos. Su madre le dijo que un chico de doce años no jugaba con muñecas, especialmente no con dos muñecos. Se sintió tan avergonzado después de eso que canceló el deseo.

Heechul inhaló profundamente. Había cancelado el deseo. Es por eso que no obtuvo esos Kens. Se sobresaltó y corrió hacia la recámara, viendo una casa de muñecos de gran tamaño en medio de la recámara.

¿Qué jodidos iba a hacer con eso? Ahora era un hombre adulto. No iba a jugar con muñecos ni casas de muñecos.

Heechul se dejó caer frente a la casa, viendo al interior mientras llevaba ambos Kens caminando de la mano hacia la puerta. Empujó los muñecos hacia su espalda cuando Siwon entró a la recámara.

—¿Qué haces, rayito de sol? —Siwon preguntó mientras veía a Heechul.

—Uhhh. ¿Un regalo para los bebés? —¿Qué infiernos se suponía que dijera? ¿Un pequeño jodido elf vestido de verde y rojo me lo dio?

—Veo que después de todo tienes espíritu navideño —dijo Siwon mientras cruzaba el cuarto y plantaba un beso en la frente de Heechul—. Bueno, lo sabes.

Heechul esperó hasta que Siwon salió del cuarto para sacar sus muñecos de detrás de la espalda. Los vio por un largo rato antes de sonreír. Santa era real. Wow. Sabía que tenía que darles la casa de muñecas a los niños para su cuarto de juegos, pero quería disfrutar más tiempo sus regalos, solo un poco más de tiempo.

 

Siwon salió de la recámara sonriendo. Su pareja finalmente creía en la navidad. Después de tantos años de coaccionar a su pareja a tener espíritu navideño y fallar, finalmente había sucedido.

Rodeó la esquina, viendo sobre su hombro antes de dar un bajo silbido. El elf salió de una de las recámaras, viéndose gruñón como una jodida. —Espero que él crea. Estoy cansado de usar este estilo de ropa. Nick dejó este código de ropa hace décadas. Están malditamente ajustados y aplastan mis bolas.

Siwon sonrió mientras le daba al hombre un billete de cien dólares. —Gracias. Dile a San Nick que le debo una.

—Seguro, seguro. Me debes más de una después de que malditamente me derribara tu fuerte pareja. No creo que sea capaz de estar en el club de strip ahora. Creo que lastimó mi espalda —el elf murmuraba mientras recorría el pasillo y desaparecía.

 

 continuara...

Notas finales:

dejen rw


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