Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

35. Locas Navidades familiares en la Manada Kim (24) por dayanstyle

[Reviews - 62]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

CHEN Y XIUMIN

 

 

—¡Está aquí! —Xiumin gritó cuando el Tao le entregó una caja dirigida para él. Corrió a la casa y subió a su recámara, totalmente emocionado. Antes de que pudiera abrir el regalo, Chen lo tomó—. ¡Hey!

—Tu mamá me hizo prometerle que no te dejaría abrirlo hasta navidad —Chen le recordó saliendo de la recámara con el regalo de Xiumin. Bueno, campanas del infierno. Xiumin saltó de la cama detrás de su pareja.

—¡Si no se lo dices, yo no lo haré!

 

Chen se rio. —No hay posibilidad, cachorro.

 

Xiumin le dio un bajo gruñido y bajó los escalones hacia la cocina. Conocía a Chen y sabía que no iba a ceder sin importar cuánto rogara.

Hace mucho había aprendido que rogar no funcionaba.

 

—Ten —dijo Jongin dándole lo que parecía un libreto a Xiumin. Lo vio y entonces miró al Alfa.

—¿Qué es esto?

—Vamos a hacer una representación de la navidad. Sorpresa. Serás José —dijo Jongin y entonces se alejó. Xiumin vio al loco lobo y entonces el libreto. Uno de estos días ellos iban a descubrir dónde sembraba la marihuana Jongin. Uno de estos días.

—¡Espera! —Xiumin gritó mientras seguía a Jongin. Cuando el Alfa se giró, Xiumin tomó una profunda  respiración—. ¿Por qué tenemos que hacer una obra? Nunca la hemos hecho antes.

Jongin se encogió de hombros, le dio la espalda y le habló sobre su hombro. —A los bebés les gustará.

Xiumin se rascó la cabeza. No sabía nada acerca de niños, pero estaba seguro que ni los gemelos ni Taeyang se quedarían sentados durante la obra ni la entenderían. Sulli era solo una bebé. ¿Qué sabía ella?

Xiumin entró al estudio, viendo a Ren con un libreto en su mano, girándolo de un lado a otro y entonces levantándolo. r13;No tiene imágenes.

Xiumin sacudió la cabeza. —¿Cuál papel te dijo Jongin que interpretarías?

—María. ¿Quién es María?

 

Xiumin gruñó. Se preguntó si Jongin habría pensado en eso por si mismo o había sido uno de esos extraños sueños. Realmente ese hombre en ocasiones lo asombraba. —Ella es una virgen.

Ren dejó caer el libreto como si le quemara las  manos.

r13;No puedo ser ella. Ya no soy virgen. Baekho tomó eso.

 

Xiumin sonrió y se dejó caer en el sofá. Eso iba a ser muy interesante. Quizás debería de hacer la obra, incluso si era solo para ver qué personajes tendrían los demás en la obra.

—Ahí estás —dijo Chen mientras entraba en el estudio.

Xiumin lo vio de cerca. No había libreto en la mano de Chen.

Frunció el ceño. —¿Tú no vas a actuar?

 

Las cejas de Chen subieron mientras se reía. —¿En serio? Xiumin entrecerró los ojos. —Como un ataque al corazón.

La expresión de Chen rápidamente se volvió seria. —Ah, cachorro, yo no actuaré

—¿Quieres apostar?

—No, en serio. No actuaré. Ayudaré con el vestuario, el escenario, incluso con las luces, pero no subiré a un escenario a leer alguna mierda de papel. —Chen tragó duro—. Te ayudaré con tus líneas en la recámara, pero yo… —Chen sacudió la cabeza frenéticamente mientras empezaba a salir del cuarto—. Yo no actuaré.

Xiumin se quedó con la boca abierta cuando Chen se giró y salió como si lo siguieran los sabuesos del infierno. Se rascó la cabeza. —¿Qué sucede  aquí?

—Él no va a actuar —dijo Ren.

—¿Pero por qué? —Xiumin preguntó confundido—. Es solo una estúpida obra.

—¿No hace cosas estúpidas?

 

Xiumin sintió sus labios girarse ante la pregunta de  Ren.

r13;Quizás no, pero él va a hacer su papel. —Un plan comenzó a formarse en la cabeza de Xiumin, un muy travieso plan. Sonrió mientras se giró a ver a Ren.

—Uh-uh, conozco esa expresión. Voy a meterme en grandes problemas con esa expresión.

Xiumin arqueó una ceja.

 

Ren bufó. —Bien, estoy dentro. —Movió su dedo hacia Xiumin—. Pero será mejor que sea buena, o me voy a enojar mucho.

—Oh, lo será. —Tomó la mano de Ren y lo jaló fuera del cuarto.

—¿A dónde vamos?

—Necesitamos hablar con Luhan acerca del vestuario.

 

Baekhyun entró al estudio tronando los dedos y caminando hacia Ren. —Vamos, tenemos que seguir buscando.

Ren rodó los ojos y vio su libreto que estaba en el suelo. Xiumin juró que estaba listo para levantarlo en lugar de seguir a Baekhyun. ¿Qué infiernos estaba sucediendo?

Xiumin se encogió de hombros mientras salía a buscar a Luhan. Vio a Heechul asomándose por una esquina del pasillo y entonces correr. Algo extraño estaba sucediendo.

 

Encontró a Luhan en la cocina con Rasa. —Necesito   un favor.

 

Luhan se giró, una cuchara colgaba de su boca. Se la quitó y movió la cuchara alrededor. —Todo el mundo quiere un favor. La última vez que ayudé a alguien que quería un favor, terminé sacando estiércol de las caballerizas.

—¿Entonces no quieres hacerlo? —Xiumin preguntó.

—¿Qué crees? —Luhan preguntó—. Cuenta conmigo, hermano.

 

 

Chen se encogió de hombros mientras pensaba de nuevo en hacer un papel en la obra. Sabía que se había    comportado como una rata bastarda cuando corrió como si hubiera corrido por   su   vida,   pero   maldición.   ¿Una   obra   de    navidad? ¿Realmente? ¿De quién fue la idea de esa mierda?

 

Voluntariamente haría algunas cosas, menos tener que actuar. Odiaba las obras de navidad. Le ponían los pelos de punta —todos esos trajes con holanes, las brillantes luces y las personas diciendo esa estúpida mierda. Eso era espeluznante.

También se sentía como un fraude. Era un grande y malo guerrero, una fuerza de la naturaleza y estaba asustado como un asustadizo cachorro con la sola mención de actuar. No quería considerar lo que Xiumin debía de pensar de él. Él era una gallina.

—Hey, Chen, dijiste que me ayudarías con mis líneas.

 

Chen sonrió y asintió. —Si, cachorro. —Levantó la vista cuando oyó que cerraba la puerta de la recámara con llave y casi se traga la lengua—. Qué… —Chen tragó saliva cuando su pene inmediatamente estaba duro como el acero—. ¿Qué infiernos estás usando?

—¿Te gusta? —Xiumin preguntó mientras giraba en círculos. Chen sintió como si sus ojos fueran a saltar de su cabeza.

Xiumin tenía la más pequeña, escasa, y la más delgada pieza de tela que Chen hubiera visto. Se envolvía alrededor de la cintura de Xiumin y entonces uno de los hombros. La curva del trasero de Xiumin podía ser vista bajo el borde de la tela y uno de sus brillantes pezones que se exponía en su pecho. Era obvio que Xiumin estaba totalmente desnudo debajo de ese traje.

—Es mi traje para la obra.

—Oh, ¡infiernos, no! —Chen gruñó mientras se levantaba de un lado de la cama. No había manera de que su pareja fuera a dejar el cuarto con ese traje. No había manera en el infierno. Claro, si él quería usarlo en su recámara, eso era otra historia.

—¿No te gusta esto?

 

Chen gruñó cuando sus caninos salieron a través de las encías. Oh, le gustaba todo eso. Entre más lo veía, más… infiernos con eso. Chen tomó a Xiumin y lo lanzó a la cama, cayendo encima de su pareja.

—No vas a salir de este jodido cuarto con ese traje.

 

Xiumin se movió, y la tela se deslizó hacia arriba lo suficiente para exponer el duro pene de Xiumin. —Entonces, ¿te gusta?

—Estoy jodidamente enamorado de eso —Chen gruñó.

—Bueno. —Xiumin movió sus cejas mientras sus pequeños caninos bajaron—. Porque también conseguí uno.

Chen estaba demasiado excitado al ver los pequeños colmillos de Xiumin para importarle la tela. Quería sentir esos agudos dientes encajándose en su piel. Y quería sentir el hermoso pene frente a él hundiéndose dentro de su culo.

—Jódeme.

 

—Siempre.

 

Chen se deslizó y tomó la botella de lubricante de la mesita de noche y se rodó sobre su espalda, sosteniendo la gran botella sobre su pareja. Los dientes de Xiumin brillaban a la luz mientras sonreía y tomaba la botella.

—Eso es tan jodidamente caliente —Chen gruñó—. Siempre has sido tan caliente, Xiumin. Solo parece que quiero más y más cada día. Rastrear tu sexy trasero ha sido la mejor cosa que he hecho.

Xiumin sonrió. —Apuesto que los días que siguieron estando yo tan enfermo, pensaste en cambiar de opinión.

—Nunca. —Chen parpadeó rápidamente para alejar las lágrimas que inundaron sus ojos al pensar en el dolor que su pareja había atravesado para liberarse de las drogas. Seguía siendo una guerra que estaba luchando, pero las batallas eran menos fuertes y más alejadas. —Nunca me arrepentiré de nada contigo.

Xiumin dejó de verter lubricante en sus dedos y miró a Chen.

—Fue un duro tiempo, Chen. No te hubiera culpado si corrías en otra dirección. Los síntomas de abstinencia me hicieron pensarlo dos veces.

—No. —La esquina de la boca de Chen se curvó hacia arriba—. Tú nunca me hubieras dejado.

Xiumin se ruborizó. —Tienes razón, no podría hacerlo. —Xiumin lanzó la botella a un lado de la cama y entonces llevó los dedos entre las nalgas de Chen. Chen inhaló suavemente mientras sentía uno de los dedos perforar su apretado culo—. Siempre haces que sea duro para mi decirte que no.

—Bueno. —Chen se rio entre gruñidos cuando Xiumin comenzó a trabajar en su culo—. De cualquier manera es duro.

—Oh, si lo es. —Xiumin bajó y pasó la lengua por la cabeza del pene de Chen—. Justo de la manera como me gusta.

Chen levantó las piernas y las dejó caer a los costados. Su aliento se quedó atorado en su garganta cuando otro dedo se hundió en su culo. —N…nadie hace esto para mi, Xiumin.

 

Xiumin gruñó y le mostró sus caninos a Chen. —Y nadie es mejor.

 

Chen sonrió cuando vio la muestra de posesividad en su pareja. Vio cómo el rostro de Xiumin se ruborizaba. Xiumin seguía siendo tan encantador como el día que lo conoció.

La mano de Xiumin circuló el pene de Chen, lamió el brillante líquido que escurría. Chen gimió mientras veía la lengua de Xiumin salir y tomar hasta la última gota. ¿Alguien lo excitaba tanto como su hombre? ¡Infiernos, no!

Chen sacó de su mente todo cuando Xiumin se movió lentamente, girando los dedos hasta que encontró la próstata de Chen, y la golpeó.

 

—Oh, ¡mi Dios! —Chen gritó de placer—. Amo jodidamente eso.

 

—¿Esto? —Xiumin preguntó mientras la golpeaba una y otra vez, agregando un tercer dedo.

—¡Si!

 

Sacó su dedo, Xiumin frotó la cabeza de su pene arriba y abajo del arrugado agujero. Se empujó lentamente, deteniéndose cuando Chen tomó aire. Cuando Chen asintió, Xiumin se empujó centímetro a centímetro lentamente hundiéndose en el culo de Chen.

—Dios, cachorro, no tengo suficiente de ti —Chen jadeó. Su mano derecha tomó su pene, circulando la base para evitar correrse mientras Xiumin se empujaba adentro. Chen tomó una profunda respiración y asintió, indicándole a Xiumin que se moviera. Xiumin se sostenía de las caderas de Chen mientras se movía hacia atrás y hacia adelante, dejando que el cuerpo de Chen se acostumbrara a su grueso eje. Una vez que sintió los músculos relajarse, sus empujes se hicieron más demandantes.

—Eres tan hermoso —Chen dijo con una voz con deseo. Se sintió mareado por la lujuria. Acarició su pene con el ritmo de Xiumin. Xiumin se empujó más duro. Chen se acarició más duro. La cabeza cayó hacia sus hombros. Chen separó las rodillas intentando que Xiumin entrara más profundo.

—Chen, yo… —Los ojos de Xiumin fijos en el cuello de Chen.

 

Chen sonrió e inclinó la cabeza. Xiumin hundió sus pequeños caninos en los hombros de Chen. Chen gritó y caliente líquido llenó su mano cuando su orgasmo pulsó de su cuerpo. Su cuerpo se estremeció cuando sus bolas se vaciaron.

—¡Xiumin!

 

Xiumin lanzó la cabeza hacia atrás cuando rugió su liberación, empujándose profundo y más duro, llenando el culo de Chen con su liberación. Se inclinó y lamió la herida sellándola y colapsando en el pecho de Chen.

—Te amo, Chen —Xiumin murmuró.

 

—También te amo, cachorro.

 

Había un sospechoso brillo en los ojos de Xiumin cuando levantó la cabeza. Eso debió de advertirlo Chen pero estaba demasiado ocupado en la sensación después del orgasmo. Estúpido.

—¿Me amas lo suficiente para estar en la obra?

 

 

 continuara...


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).