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Un demonio desmemoriado por reydelosPK2

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Desde las sombras.


 


Brian nuevamente se arregló el traje al llegar a las tierras de fuego. Era verdad que no era un mazoku puro. De hecho era hijo de una humana que fue engañada y dejada por un demonio de fuego.


Se preguntaran si esa era la razón por la cual acarreaba traumas en contra de los demonios y estos se manifestaban en los deseos de mostrar su supremacía contra ellos, en especial a los de tierra caliente que comprendían los reinos Bielefeld, el reino de Brand y el reino Feu.


De estos tres el más conocido por su relación con el maou original era el reino Bielefeld, el resto pasaba como simples menciones para llegar al reino de  Gran Cimaron, pero antes de llegar a Gran Cimaron, existía otro reino perteneciente a los demonios de tierra: el reino Jord. Un reino compuesto en su gran mayoría por el desierto Jord y finalmente se hallaba el reino de Gran Cimaron, el reino habitado en su mayoría por humanos, un reino especializado en el manejo de Houjutsu.


Después de despertar del sueño tonto de creer en el amor eterno, la humana abandonada con niño en mano marcho al reino de Jord con intenciones de llegar a Gran Cimaron, pero por azares del destino decidió quedarse en Jord y tratar de surgir. Quizás porque no deseaba que su hijo sufriera discriminación por parte de los humanos en Gran Cimaron.    


Eran tiempos de guerra donde humanos y demonios se odiaban a muerte. Donde los más perjudicados eran los híbridos y los neutrales. Todo aquel nacido de ambas especies era considerado peor que basura. Todo aquel que ayudaba a la especie contraria dejaba de ser considerado en su especie y era tratado como traidor y castigado con la muerte. Tiempos muy malos con los que  la sexy reina tuvo que lidiar y fallo.


La llegada del nuevo Maou fue un hecho sin precedentes. Pues hasta la fecha todos los que ocuparon este puesto eran demonios puros. Y de la nada llegaba algo que todos consideraban indigno de tal rango. Pero las acciones de Yuuri como maou lentamente comenzaron a manifestarse como un fenómeno de tolerancia, una esperanza donde te anunciaba la equidad entre ambas especies. Una esperanza para los híbridos y los neutrales. La obligatoria tolerancia que era impuesta por las  diez familias nobles en sus reinos. El cambio llego y todos aceptaron al Maou.


Todos los que conocían al maou, comprendían que pese a su inexperiencia y su origen ajeno a ese mundo el chico obraba sin malicia alguna, una diferencia impresionante a comparación de muchos otros soberanos que pudieron tener la corona. Cheri era el claro ejemplo de lo que las el racismo podían orillarte a hacer. Elegir un bando, el bando en el cual naciste. Sacrificar seres queridos… abandonar tus creencias. Pero con Yuuri todo era diferente, él era un hibrido, una mezcla de ambas especies. Y el equipo que lo acompañaba seguía la esencia de su voluntad que era la paz.


Si era verdad que el rey no era el mejor en cuanto a personalidad por ser blando y no mostrar esa autoridad, pero era el mejor que podía ocupar tal puesto. Incluso Gran Cimaron comenzó a aceptar al muevo maou para reestablecer los lazos entre humanos y demonios y así se logró la paz.


Brian se sentó sobre la arena del desierto que daba inicio al reino Jord. La frontera entre el reino de Jord y el reino de Feu. El reino Jord era en su mayoría habitado por demonizo de tierra e híbridos. El reino Feu por demonios de fuego, también tenía un numero de humanos habitando sus tierra pero este era mínimo, solo híbridos que pudieran soportar el calor de ambos reinos que superaba los 50º C, llegando a una máxima de 70ªc. condiciones casi inimaginables para muchos, quizás por ellos ambos reino no eran muy conocidos para hacer turismo. Pero Brian amaba estar en esas tierras, donde su empresa mantenía la economía de ambos reinos y es que todos trabajaban para él en la extracción de minerales, la fabricación de armas.


Una vez su madre comprendió su realidad, simplemente hizo lo que sea para sacar a su hijo adelante… Sangre, sudor y lágrimas dieron frutos: Brian alcanzo un nivel educativo alto, de hecho era considerado un genio que de la nada abandonaba los estudios tras la muerte de su madre humana y se dedicaba montar su imperio económico.


Si buscásemos traumas en su vida podría haber muchos que justificaran su proceder. Pero la verdad es que cada acción realizada por Brian era con un simple motivo: Conseguir poder y el poder uno no solo lograba con un título de noble. Todo lo contrario, uno podía tener más poder que un noble si tenía más dinero que este. Entonces el poder lo daba el dinero y como hacer dinero… Típica pregunta de muchos que tuvo solución en la maquiavélicamente de Brian.


Durante la guerra solo tuvo que conquistar una noble, convencerla de que era el amor de su vida y en cierta forma lo fue. O al menos su dinero que le dio dominio de unas tierras infértiles pero ricas en acero y otros minerales, entre ellos las piedras de Houjutsu.


Primero contrato a niños y mujeres desesperadas por llevar el sustento a casa mientras sus maridos e hijos mayores luchaban en la guerra. El trabajo era no era sencillo, la extracción de materia prima para la generación de armas simples (Espadas, lanzas, arcos, flechas) y las especializadas (Aquellas revestidas por piedras de Houjutsu).


Osado como era, se comportaba como camaleón con ambos bandos (Gran Cimaron y los reinos Brand y Bielefeld). Armando a ambos bandos en esta región, haciendo de una vasta fortuna a base de la explotación laboral y la guerra, se veía feliz comprando el resto de las tierras del reino Feu, convirtiéndose en su dueño, igualmente compro varias extensiones de las tierras de Jord. Pero todo su imperio comenzó a derrumbarse cuando la paz llego, cuando el Maou del otro mundo Llego.


Tantas armas… ¿Quién las compraría?


Sus tierras dejaron de ser su mina de oro, la gente misma comenzaba abandonar esas tierras por las condiciones extremas que presentaban, igualmente por la promesa de mejore días y la protección y equidad en el trato de todas las especies. Simplemente la paz fue el inicio del fin de la gloria de Brian y el maou el culpable de su desdicha.


-¿Y si comenzamos otro negocio?-Pregunto su esposa y él solo la ignoro acomodándose nuevamente la ropa. –sabes… dicen que el maou no es lo que aparenta, no es una blanca ovejita… Hay rumores que intento matar a su prometido cuando supo que este le fue infiel y esperaba un hijo de otro… aunque también dicen que su prometido lo drogo para hacerse un hijo y obligar al maou a casarse, por eso lo desterró a Bielefeld… Nadie lo sabe con certeza, pero que el prometido fue desterrado de Pacto de Sangre y mandado a su reino por los diez nobles es verídico.


-Interesante…- despertaba de su retardo y al fin prestaba atención a su mujer- ¿qué más dicen?-Interrogo y al mujer comenzó a relatarle los chismes confusos que oía.



-¿Dónde vas?-Pregunto la esposa de Brian angustiada. La mujer era un simple humana y Brian un hibrido. La mujer comparación de su marido aprecia tener 50 años y su esposo apenas 30 años. Sin embargo Brian jamas le fue infiel o abandono, quizás por eso ella lo amaba con locura y temía verlo marchar y que alguna o algún desconocido tratase de quitárselo. Sin duda haría cualquier cosa por su esposo.


-Debo averiguar la verdad- dijo el hombre


-¿Por qué?- Preguntó angustiada. No era secreto para nadie la belleza descomunal del ex prometido del maou. Temía que por la  crisis económica que pasaban su marido la abandonara e intentara conquistar al noble. Conocía a Brian, tenía esa elocuencia que podría conquistar a cualquiera. Temió, quizás por eso contrato a un demonio de tierra, uno de esos mercenarios que controlaban las minas para seguirlo.


-Me case contigo y eso no cambiara. Solo voy a verificar una oportunidad de reestablecer nuestra empresa- repuso serio. No amaba a su mujer, pero era la simple costumbre y saber que a ella podía dejarle las canteras, las minas y los depósitos de armas, sin temor a que se marchara dejando su mercadería al aire. También porque ella era su fiel ayudante en cada una de sus manías.


“¿Cómo empezar una guerra?”


Era quizás la pregunta que le quitaba e sueño. Ya había lanzado tantas especulaciones entre familias adineradas que aun guardaban odio por la otra especie, pero ninguna se animaba en ir en contra de la voluntad del maou. Así que supuso que el odio existía, la pólvora estaba allí, pero necesitaba la mecha. Saber más de esos rumores que lentamente quitaban crédito al actual maou y cómo usarlos en su favor. Acabar con su principal problema: el maou y su tonta paz.


-si resulta ser cierto que es hijo del maou…- se decía- puedo mandar secuestrarlo… puedo dejarlo en Gran Cimaron… pagar a alguien para mate al niño… quizás… -Maquinaba pues veía que  ese niño podía ser la mecha que desencadenara una guerra. ¿A quien no molesta saber que un inocente fue asesinado? ¿Qué padre no pierde los estribos al ver a su hijo muerto y se ciega con la ira?- aun si el maou no reacciona como se debe… El demonio lo hará…- analizaba posibles opciones, después de todo el lazo entre la madre y el hijo era muy fuerte, al grado de ser irracional durante el primer año- aun si no se trata del maou o y su hijo. Ese demonio de fuego es heredero de una de las diez nobles familias… - repuso comprendiendo que no debía atacar al pez gordo, pues estaba muy lejos de su alcance y demasiado resguardado. Pero el demonio de fuego era más viable, más impulsivo según los rumores. Olvido al maou y se enfocó en el Bielefeld.


A veces se cuestionaba preocupado. Pues de no ser grande el escandalo no ganaría nada. Debía ser algo impactante para desencadenar un suceso que diera inicio a las guerras. Debía matar a ese niño en tierras humanas y desencadenar la furia del demonio… que el mismo quemara algún pueblo… que corriera la sangre.


Según pasaban los días según llegaba a Bielefeld y más dudas lo invadían. Dudo que fuera fácil acercarse al mazoku por el año de abstinencia los noble solían ser sobre protectores con las madre y los niños. Tan complejo… se dijo llegado a Bielefeld y descubriendo a los soldados de la noble familia resguardando el palacio… enterándose que el rubio se mantenía resguardado en su habitación, al parecer algo paso durante el año de abstinencia y el próximo rey uso magia, lo cual lo tenía en estado delicado.


Seguía tomando notas. Seguía tratado de construir algún plan que lo ayudara a sacar al rubio de su refugio, llevarlo a algún pueblo humano, hacer parecer a los humanos los asesinos del niño y desencadenar el conflicto.


Pero su mundo se ilumino con la información obtenida de las empleadas del palacio de las que se hizo buen amigo en los dos meses que ya radicaba en Bielefeld. Él bebe si era hijo del maou. Y el Makoku de fuego fue traído a Bielefeld para reponer su poder mágico y poder alimentar a su hijo. Que una vez restablecida su magia regresaría con el maou y se casarían, pues se amaban.


Así lo relataban las doncellas entusiasmadas en las discusiones sobre los rumores y tratando de aclarar los hechos en defender al maou o a su prometido.


Brian solo tomaba notas mentales y analizaba. Preguntaba sobre el rubio… sobre el maou, que si se amaban o solo cumplían compromiso social. Las chicas saltaban frenéticas y alardeaban del gran amor entre ambos. Sobre las  infinidad de cartas que el maou mandaba a su prometido, la las cartas que el rubio mandaba en respuesta, de los réglalos, sobre el anillo que el maou mando al rubio en símbolo de su compromiso y próximo matrimonio.


“pues si eso no es amor no sé qué pueda ser. ¡Pero yo también quiero uno así!” exclamaban varias de las sirvientas.


Brian asintió, dándoles la razón para calmarlas y regalándoles presentes sencillos.


-Es una pena que estén separados. Ojala el prometido real se recupere y regrese con su amado- dijo Brian con doble finalidad. Saber cuándo el rubio saldría de su madriguera, cuando podría atacar y a cuantos mercenarios debería contratar.


-Eso claro que lo hará. De hecho finalmente su tio acepto que su excelencia Wolfram marchara dentro en un mes a Pacto de sangre. Sinceramente no tengo idea ¿cómo su excelencia llevará a Pacto de Sangre todos los presentes del maou y de su tio…? de seguro se armara toda una caravana.


-Ya veo…- repuso Brian. Siguieron charlado  hasta entrada la noche y las muchachas solo se marcharon a sus hogares.


Solo en el cuarto que alquilo en la posada saco su mapa y miro los caminos existentes desde Bielefeld a Shin Makoku.


Existan tres. Peor solo uno era el oficial. Uno que pasaba cerca de un rio que era usado para abastecer de agua a los caballos, uno que cruzaba un pueblo de humanos asentados después de la guerra. Increíblemente las aguas de ese rio llegaban al desértico reino de Brand, Jord y luego a Gran Cimaron, siendo su uno de sus suministros de agua dulce que abastecían a la ciudad.


Supuso que el noble usaría el camino principal que de seguro también estaría custodiado por soldados… Eran el hijo y prometido del maou los que sería transportado de un lugar a otro. Todos esperaban que el rubio regresara para callar las especulaciones y malas propagandas a la gestión del maou.


Mirando su mapa la estrategia iba formándose. Lentamente sabía que debía hacer… pero de pensar a lograr era lago complejo.



La guarda real del maou contaba cómo era obvio por Conrad, Gwendal y Gunter. Murata se quedaba en el reino para manejarlo en ausencia de Yuuri, aunque le parecía algo precipitado y desesperado por parte de Yuuri ir a por Wolfram él mismo, siendo que el rubio le dijo que regresaba la siguiente semana.


Sí, de seguro el rubio ya se hallaba saliendo de Bielefeld. ¿No era mejor esperarlo?. Pero ¿quién era él para negarle tal capricho al azabache que ya tenía a todos cansados con su desesperación por el regreso del rubio y su hijo?



-Recuerde- llamo a los mercenario- deben atacar en el cierre de camino. Así denominaban la curva angosta que daba al caudaloso rio. Era el único lugar donde la guardia debería hacer fila y podrían hacerles frente sin que todos los soldados se les vinieran encima. Para suerte de Brian el consorte viajaba con múltiples carrozas con presentes del actual rey de Bielefeld y el Maou. Por tanto la guarda del rubio se vería dividida en dos, la delantera y la retaguardia dejando al consorte y al niño en medio de la formación. Arriba en los arboles cuatro demonios de tierra aguardarían la señal para atacar.


-si derrotan a los de adelante… habremos ganado, el resto de la guarda no podrá hacer nada, los de tierra les cerraran el paso, tendremos los rehenes- explicaba a los atacantes pues la misión era muy peligrosa pero al entender de los mercenario si capturaban al prometido y al hijo del maou actual debería pagarles cuanto ellos pidieran. Por tanto si valía el riego.


Brian suspiro a sus aliados humanos y delincuentes. No pudo conseguir un pueblo, peor si a sus habitantes, el pueblo de Sian era un pueblo pequeño que tenía necesidades, después de varias negociaciones logro que un grupo de ex mercenarios aceptaran participar en su plan.


Ganase o perdiese Brian salía ganado. Humanos atacarían al prometido y al hijo del maou. Los demonios de tierra solo generarían el deslizamiento e tierra para separar la guarda que se hallaría en la retaguardia y encajonar al prometido y el niño. Al no poder usar magia sería un blanco fácil. Y aun si lograba escapar y su guardia apresar a  los atacantes, el daño estaría hecho y el jamas podría ser vinculado con el suceso pues nadie lo conocía realmente. A ojos del mundo entero los humanos atentarían contra el prometido e hijo del maou.


No sería suficiente para iniciar la guerra, pero para crear enemistades entre el reino Bielefeld y los pueblos humanos cercanos a su reino.



Wolfram miraba al pequeño sujetándose de sus pantalones animándose a levantarse por su propia fuerza. Sin duda un momento que idiotizo a Waltorana. Más al ver como wólframs sostenía las manitos de Yuma y este comenzaba  a tratar de caminar con la ayuda de su madre en dirección de Waltorana  que extendía sus manos para recibirlo y entregarle su patito de plástico.


-¡Aquí tienes!- repuso acariciando la cabellera del bebe que lucía como un niño de ocho meses, para luego tomarlo en brazos y alzarlo hasta arriba, acción que emocionaba a Yuma por la adrenalina que experimentaba- porque no te quedas unos meses más- Repuso Waltorana tratando de volver a convencer a su sobrino para que no se marchara-Podrían casarse en Bielefeld. Yo organizaría todo… no es necesario que te marche tan pronto… no creo que sea adecuado, acabas de recuperarte.


-tio…-Repuso Wolfram con algo de lastima, pues su tio parecía decidido a no dejarlos ir, pese a que ya había dado su aprobación. Seguía insistiendo al rubio para retrasar lo inevitable. 


-Sabes que debo regresar. Yuuri está esperando por su hijo. Además…- repuso serio- debemos acabar con esos rumores, sinceramente están generando muchos problemas en las nuevas alianzas con los reinos lejanos.


Waltorana asintió, era verdad que esos rumores no eran buenos, peso solo eran rumores. Miro a su sobrino. Su máximo sueño era que el rubio regresara a Bielefeld con su hijo y ambos se quedaran a su lado para siempre. De ser Waltorana Wolfram jamas hubiera recuperado parte de su memoria. Así se podría quedar con ambos. Después de todo eran su familia, lo único que le quedaba. 


-Prométeme que vendrán a visitarnos…- dijo derrotado, suplicar por las visitas del rubio era lo único que podía hacer, eso e ir el mismo a visitarlos.


-Tio…-Dijo Wolfram sujetando a su hijo que se le prendía cual garrapata, pues  aun no aceptaba estar mucho tiempo lejos de su madre- sabes bien que lo hare. Tú también eres mi familia.



En pacto de sangre todos se movían frenéticamente alistando el reino entero para la llegada del rubio. Yuuri lo había planificado bien: Iría a por Wolfram para sorprenderlo, regresarían juntos y al llegar el pueblo los recibiría con una fiesta pues ese día mismo se casaría con el rubio. Nada lo volvería a separar. Por eso todo debía ser perfecto y la indicada para tal faena era Cheri, la madre del rubio que no dudaba en mover a medio mundo con mano de acero para que cumplieran sus expectativas para la boda. 



Sentado con el pequeño jugando sobre sus piernas, partía la caravana real y Waltorana los miraba desde la cima de su castillo. Se iban las dos personas que más quería en el mundo y sentía que parte de su corazón se marchaba con ellos.


-es su decisión…- se dijo, pues debía respetar a su sobrino y su elección. Supuso que jamas terminaría de caerle bien el maou actual. En cierta forma desde que llego le quito lo que mas quería. De no ser el prometido del rey, acabada la guerra el rubio regresaría  Bielefeld y ocuparía su puesto como heredero de Bielefeld. Pero al ser el prometido, próximo consorte y madre del hijo del maou su lugar estaba en Shin Makoku con el maou. 



El cielo se cubrió de gris el día de su partida. Una gran tormenta en las zonas altas comenzaba, una que trajo una subida del rio cuyo caudal se tornaba agresivo.


Wolfram miraba las aguas furiosas mientras el sol brillaba donde estaban. Extraño fenómeno pero siempre fue testigo de este tipo de actos naturales. La excesiva lluvia en las zonas altas era necesaria para la subsistencia de los reinos bajos.


Yuma solo tomo el pato de goma y se lo metió a la boca, sus dientes comenzaban a salir y eso le causaba comezón. Lentamente su cuerpo comenzaba a adaptarse al exterior, al fin podía identificar sabores y consumir algunos alimentos, pero eso no le interesaba mucho. Preferirá prenderse de su madre y sentir como por el tacto este le pasaba esa grata energía que llenaba su ser de fuerzas y una sensación de protección y afecto. 


De la anda la carroza se detuvo. Wolfram trato de ver por la ventana la razón, pero uno de sus soldados le indicaba que no saliera de la carroza. Eran atacados


La guarda del rubio no dudo en atacar a muerte a sus agresores. Tenían una misión clara: proteger al prometido y al hijo del maou a como diera lugar.



Llegaron al pueblo y decidieron descansar en este esperando a que le rubio llegará. Yuuri se veía tan ansioso que no dejaba de caminar por el lugar. Conrad como Gwendal lo miraban, uno sonriente como siempre el otro serio. Compendian al joven monarca, pero después de soportarlos esos cinco meses que el rubio estuvo ausente era cansador. Yuuri no hacia otra cosa más que preguntar cuando regresaría. De escribir uy sin fin de cartas y platicar a medio mundo como sobre las cartas que recibía de Wolfram con noticias de su hijo.


Después de todo ese suplicio al fin estarían juntos. Al fin vería a su hijo y su amado. Al fin serian una familia y solo faltaban menos de cuatro meses para concluir el año de abstinencia de magia, por lo que Wolfram ya no correría riesgo alguno.  


-Realmente se le ve feliz- dijo Conrad y Yuuri cual niño pequeño con juguetes nuevos asintió. Mirando el camino en espera de algún indicio de la caravana del rubio.


La noche llego y la expresión de Yuuri al igual que la de los hermanos del rubio cambiaba… No había rastros de la caravana. Según la nota del rubio tendrían que haber salido el día de ayer por la madrugada. Eran tres días de viajes desde Shin Makoku hasta Bielefeld, el rubio debía de llegar a ese pueblo ese medio día.


Sin dudarlo montaron sus caballos y fueron en su búsqueda, si el rubio había sufrido algún percance ellos lo ayudarían. Peor ya no esperarían. Preferían ir a su lado y regresar todos juntos.



Cuando dio indicó el derrumbe, Wolfram aun estaba dentro de la carroza con el niño. El escuchar a sus hombre decir que habían controlado a los atacantes lo clamo, pero de la nada ocurría ese deslizamientos y sintió como la carroza cedía al precipicio y caia al rio caudaloso. Apenas sujeto al niño cuando empezaron a girar torpemente por culpa de la gravedad, después llegaron al agua y comenzó la odisea.


Los soldados miraban impotente como las tres carrozas caían al rio. Dos le ellas repletas de objetos de diversos tamaños que eran presentes del maou y el rey Waltorana, y la otra donde radicaba el prometido y el hijo del maou.


-¡¿dónde miran?!-Grito uno de los atacantes aprovechando el descuido de los guardas del rubio para liberarse y nuevamente seguir la lucha. De la nada un nuevo deslizamiento sepultaba a varios de la guarda del rubio y también a varios atracantes.


La guarda que quedo inmovilizada en la parte trasera de la caravana, traro de trepar por la tierra y por el nuevo deslizamiento cayó al rio.



-Maldita sea…- dijo el líder de los delincuentes al ver como el rio de llevaba sus presas. _Hizo una señal para matar a los soldados que  quedaron después del segundo deslizamiento de tierra- vamos río abajo… de seguro podemos hallarlo… aunque sea muerto deberá de servir de algo.



La cara de Yuuri y sus compañeros palideció al ver el camino obstruido por la tierra, al ver los cuerpos de los soldados.


-¡Wolfram!-Gritó Yuuri saltando de su caballo y corriendo donde los cuerpos tratando de ubicar al rubio y su hijo sin éxito.


Conrad y Gwendal miraron los cuerpos y luego se miraron,. Esto no fue un accidente, esto fue un taque planificado. No supieron si sentirse aliviados o aterrados. Esto a un secuestro, de serlo sabía que el rubio y el niño seguían vivos, pero no sabían por cuanto tiempo.


Yuuri termino de subir por la tierra deslizaba y desde la cima miro el rio limpio…


-Debemos ir rio a bajo- repuso el azabache pues su pecho le indicaba que debía seguir buscándolo


-Yuuri- llamo Conrad- esto es un secuestro… dudo mucho que ellos vallan rio abajo, lo más seguro es que se hallan escondido en el bosque- repuso tocando al tierra y mirando la formación del desliz, era casi perfecta, de seguro demonios de tierra también se vieron involucrados. Miro Gwendal y este asintió


-aun así…- dijo el mayor de los hermanos del rubio- si es un secuestro debemos esperar a que el secuestrador se comunique con nosotros y saber que pide


-¿Secuestro?-replico Yuuri que un creía que todo era culpa de un accidente- Pero ¿quién demonios quería secuestrar a Wolfram y mi hijo?


Ambos hermanos miraron al rey


-Eres el maou… sin duda habrá muchos que buscarían sacar provechó de esta situación.


-Pero…- dijo perplejo- porque… solo…- no supo que más decir. Jamas creyó que alguien obrara con tal grado de maldad en su contra, ni siquiera en su contra, en contra de un bebe inocente.


Empuño las  manos y salto por el deslizamiento


-¡Sigamos buscando!-Ordeno comenzado a gritar el nombre del rubio. No se daría por vencido tan fácilmente.



Brian miro ca carroza caer al agua. Quizás la emoción de que el demonio de fuego y el niño murieran lo impulso a seguirles en su caballo o tal vez el miedo de que sobrevivieran.


Miro como de una de las carrozas salían salía una gran bola de fuego que la equilibraba levemente y hacia que al puerta saliera volando dejando libre la silueta de un chico rubio con un niño en brazos. No se veía muy bien. Tenía el brazo ensangrentado por un palo, al igual que su cara. Había protegido al niño de todos los golpes al momento de la caia y por la agitación del rio con su cuerpo recibiendo todo  los daños.


Debió reconocerlo… Los demonios masculinos al ser madres eran asombrosos. Ese lazo los hacia cometer actos casi imposibles. Pero esto no los salvaría más al entrar en la zona pedregosa del rio los objetos que llevaban las otras carrozas como los restos de las carrozas, se convertían en proyectiles que atacaban al rubio. Brian miro como lentamente la carroza chocaba contra las piedras y el demonio de fuego apenas escapaba de ese golpe y luchaba contra las piedras y el agua para mantener a niño al flote. Se asombró al verlo sujetarse de un de las rocas con tanta desesperación, recibiendo los golpes, pero sin soltar al niño y manteniéndolo fuera del agua para que este respirara.


Casi sitio pena por el demonio que se negaba a morir o soltar al niño. Desde una pendiente les contemplo por última vez y juro que el rubio también lo vio, pero eso era imposible, en su situación el demonio de fuego poca importancia le daría a su entorno.


Subió por la montaña, ya no podía seguirlos directamente, debía tomar otro camino para llegar a la parte más baja del rio donde las aguas comenzaban a juntarse a una especie de lago y clamar su furia. De seguro ese sería el lugar donde llegaría flotando los cuerpos sin vida de ambos, justo en las entradas del pueblo de Seu un poblado vecino del reino Bielefeld.


Bajo por el lago en la entrada del rio, habían pasado cerca de nueve horas, siguió buscado y al final dio con un cuerpo.


-al final… tuvo que soltarte- repuso mirando al niño muerto. El pequeño sin la protección de su madre simplemente se ahogó, pero se asombró al notar el brazo del demonio de fuego sujetado con fervor por el cadáver del menor. Al parecer el demonio de fuego no soltó niño por voluntad o instinto de su pervivencia… no lo soltó hasta que su propio brazo fue arrancado. Alzo la mirada y los diversos objetos que componían las carrozas se hallaban por toda la laguna… objetos que se volvieron sus mayores enemigos en la zona pedregosa. Supuso que alguno de estos fue el culpable de la mutilación del demonio de fuego.


Siguió caminado debía buscar los restos de la madre. Debía saber si estaba vivo o muerto. Podía marcharse de ese sitio, pero estaba curioso de saber el final del demonio de fuego. Se sentía con deuda, pues gracias a su muerte el regresaría a recuperar su gloria.


Camino  por más de una hora y vio el inicio de una nueva corriente de agua que succionaba el lago a los ríos subterráneos… si el cuerpo del rubio había sido succionado de seguro sus restos saldrían a flote cerca del reino de Jord o en Gran Cimaron. De todos modos ya estaba muerto.


Monto su caballo y se marchó. Ahora solo debía esperar que la mecha llegara a la pólvora y la guerra diera inicio. 


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