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Asunto de Tension por Kamyu-Rose

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Notas del fanfic:

Titulo: Asunto de Tensión

Personajes Principales: Camus de Acuario, Milo de Escorpio

Genero: Parodia, Comedia, Romance

Advertencias: Yaoi.

Dedicatoria: A Aledono ya que fue gracias a ella que esta historia se escribe, al igual que a Leika y Artemiss por revisar mis locuras y ayudarme :D

Disclaimer: Saint Seiya y Saint Seiya Lost Canvas son propiedad de Masami Kurumada y Shiori Teshirogi. El propósito del fic es entretenimiento sin fines de lucro.

Notas Adicionales: Es una historia ligera, que pretende no pasar de 3 capítulos. Se trata de un universo alterno y lindo donde ya nadie pelea por la pizza con o sin piña, y Lost Canvas fue animado en su totalidad.

Capítulo 1

 

 

 

Para Camus aún era irreal aquel hecho. De todos los actores de doblaje existentes en el medio, con suficiente talento para semejante tarea, contrataban a aquel orate rubio, cuyas actitudes bromistas e inmaduras de pésimo gusto le colmaban su paciencia, haciéndole perder la concentración entre las risas de sus compañeros de trabajo. Y es que para Camus Aubriot, su trabajo requería dedicación, introducirse en el papel de un personaje de lleno, y los sonidos de gases fingidos, las risas intencionales y una que otra broma subida de tono de parte de Milo y Compañía, como llamaba a sus colegas de doblaje, quienes hacían buenas migas con el chico, mostraban la falta de seriedad en un medio en el cual tenía la meta de destacarse.

 

Por otro lado Milo pensaba que Camus deseaba mantener un estatus de inalcanzable, algo que no parecía agradarle de todo, sobre todo al tratarse actores cuyos rostros eran prácticamente desconocidos, eran sus voces las que hacían el trabajo. Le desagradaba lo presuntuoso de Camus y no desaprovechaba la oportunidad de incomodarlo, y no era una tarea difícil. No lo conocía muy bien, y tampoco le interesaba, pero encontraba divertido sacarle de sus casillas y ver su ceño fruncido en el momento en que un comentario fuera de lugar o un falso sonido escatológico resultaba placentero para él.

 

Ambos eran polos opuestos. Milo fue una estrella adolescente en un grupo de chicos, Golden Boyz cuyo único éxito "Mi cosmos es tuyo" le hicieron alcanzar la cúspide de la fama. Con ello llegaron las consecuencias de la misma, los gritos desesperados de las puertas y hormonales fans, el acoso constante de los paparazzi, el codearse con las estrellas y los obsequios que recibían. A su vez, Milo sentía su cuerpo estremecerse al recordar la ropa interior lanzada por fans en la tarima mientras él y sus compañeros bailaban mientras movían sus labios al ritmo de la música pregrabada, al igual que las perturbadoras cartas en donde múltiples desconocidas le aseguraban estar esperando un hijo suyo. Pronto, los humos subieron y con ello el afán de cada uno de los miembros de separarse para comenzar sus proyectos en solitario se hicieron presentes. Milo por su parte, copió la fórmula del hit que los lanzó a la fama, y sacó "Aguijón en tu corazón", alcanzando éxito en países como Japón, Tailandia y Suazilandia. Aunque el éxito no duró mucho en cartelera, aún mantenía su base de histéricas fanáticas detrás de él, y con ello, una actitud de divo, propio del hijo de un Jeque, crecía. Aun recordando, Milo podía comparar su actitud con la de Justin Bieber en su época de ensueño y si pudiera regresar el tiempo, buscaría al Milo de 16 años y lo patearía. Por suerte, la cordura y una paliza que su abuela materna le dio con paraguas incluido en un restaurant, y la cual había sido grabada y podía verse en Youtube, le hicieron reflexionar. Milo estaba más que agradecido con ella, mas no con el ojete que le grabó y subió el video a la plataforma, y que a pesar de las múltiples denuncias, nunca pudo dar de baja. Se retiró de la música, regresó a la escuela y conjuntamente realizó algunas pasantías al mismo tiempo que sacaba su carrera de comunicación social, gracias a influencias que no lo abandonaron, por más sucio que se sintiera por hacer uso de ellas. Posteriormente, encontró en el doblaje su profesión de vida y lo que realmente le hacía feliz. Prestar su voz para personajes maravillosos le hacía sentir pleno y le permitía a su vez mantener la discreción en su ahora sencillo estilo de vida.

 

De parte de Camus la situación no difería mucho, pese a venir de un mundo similar, pero distinto a la vez. Siendo hijo de actores famosos, se dedicaba a perfeccionarse tanto como le era posible, y no era a causa de la proyección de sus exigentes padres, el deseaba ser de esa manera. Las relaciones sociales en exceso le eran innecesarias, además de una pérdida de su tiempo y su energía. Encontró en la actuación y el doblaje su forma de vida, pese a que apenas toleraba a los artistas del medio, los encontraba en su mayoría como seres egocéntricos con un terrible déficit de atención que por más que intentaran, no iban a poder llenar. Su representante no estaba de acuerdo, y por eso le instigaba de la mejor manera posible a mostrarse abierto al público, a ser un poco más accesible, tarea que lograba a muy duras penas.

 

La última producción a la cual Camus prestaba su voz establecía en el contrato de trabajo presentarse a diversos eventos relacionados a la franquicia de animación japonesa. Camus estaba más que acostumbrado a asistir a las convenciones, podría decir que había visto un mundo diverso. Sin embargo, la última exigencia del contrato le pareció más que absurda.

 

–Ya te lo he dicho, no me gusta engañar a las personas, y menos con un truco tan barato como ese –Camus permanecía de brazos cruzados, sentado en aquel amplio y cómodo sillón, su cara era de pocos amigos.

 

–No te piden que finjas ser su pareja, tampoco que te acuestes con él, solo deben aparentar que son buenos amigos y ya –Aldebarán, el representante de Camus, siempre sabía cómo ser directo.

 

–No pienso mentir con mis acciones, menos si se trata de ese sujeto –Camus ya estaba bastante ofuscado. De todas las personas con las que debía interactuar y que no eran de su agrado, era justamente con Milo, con quien no deseaba ni siquiera intercambiar un simple saludo.

 

–Mira, no me culpes a mí, culpa a la autora de la serie, a los productores y a los de marketing por vender la idea de que sus personajes son los mejores amigos, con trasfondo homoerotico, según he visto –Aldebarán se mantenía neutro, su jovialidad trataba de contrarrestar los tintes de amargura que su representado mostraba de vez en cuando –Y hablando de eso, supongo que has visto el guion del CD drama que te envié esta mañana. El dinero que te ofrecen es más de lo que han ofrecido en otros trabajos, y además promete darte mayor proyección, sabes a que costo, claro está –Aldebarán quería reír, las escenas románticas que imaginaba eran algo que ni el mismo haría, pero imaginar a Camus diciendo frases cursis, le partía de la risa.

 

–No necesitas decirlo –Camus liberó sus brazos, entrando en calma –El libreto no está mal, y con lo que ofrecen está bien. Supongo que no tendré problemas con el rol –Se incorporó, para buscar la puerta y salir de la oficina de su colega –Avísame cuando tengas el contrato.

 

– ¿Tan rápido te vas? –Aldebarán no se levantaba para nada de su sillón.

 

–Voy a la farmacia por antiácido. Si voy a tener que actuar como el mejor amigo de ese tipo, lo necesitaré. Y más te vale ir mañana conmigo, o no responderé de lo que haga –Dicho aquello, Camus se marchó, dejando a un Aldebarán advertido.

 

Y es que el joven de origen brasileño, conocía de sobra a Camus y su acida elocuencia que emergía cuando algo no le parecía, dejándole uno que otro sinsabor, varias veces de forma pública. Detrás de su altura y corpulencia pronunciada, había una gran masa de noble corazón que se estresaba fácilmente con las acciones de su amigo de la secundaria y representado. Echó su cabeza para atrás, se incorporó para poner seguro a la puerta de su oficina, dejándose caer en el sillón, y abrir el navegador, buscando el placer culposo que solía servirle como escape a sus pesadillas de la vida real.

 

Pronto, a través de Youtube podía verse claramente un video que sacó uno que otro suspiro al grandulón: "Cute kitten sneezes"

 

 

 

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En la convención, las personas no paraban de pedirle fotos. A juzgar por lo que Milo veía, la temática central era la serie a la cual prestaron sus voces, y por ende, sus compañeros de doblaje y el formarían parte de la atracción principal. Cuando Milo terminó de posar para una fotografía junto a un par de chicas vestidas como la versión en genderbend de Caballeros Dorados, tomó su lugar en la mesa donde harían la entrevista, y para su sorpresa, el lugar que estaba a su lado, pertenecía al chico que conocía mejor como el menudo estirado. Respiró profundo y contó hasta diez, pensando en lo que Aioros, su representante le había dicho, aconsejándole mentir sobre su relación con Camus. Era bueno para su carrera y para las fans.

 

Camus, al ver al chico que se sentaría a su lado, masculló por lo bajo, sin mostrar expresión alguna. Pasó a su lado, sin verlo. No se sentía a gusto con la idea de tratarlo siquiera, razón por la cual empujó su silla sin fijarse, tratando de pasar, algo que sin duda alertó a Milo.

 

–Estas disculpado –Milo le vio, mostrando molestia en sus palabras y en su expresión facial.

 

– ¿Lo dices por ti o por tu ego que se atravesó en mi camino? –No había dudas, Camus apenas toleraba al rubio.

 

–Pendejo –Milo susurró por lo bajo, desviando su mirada, aun conteniéndose, ya que la presentación comenzaría pronto.

 

– ¿Dijiste algo? –Camus lo había escuchado.

 

–Lo que dijo mi enorme ego –Milo quería agregar algo más, pero la ronda de preguntas había empezado con el primer fan, un chico de lentes de pasta gruesa y una camiseta de lo que parecía ser, un gigante sin piel, que mostraba el tejido muscular por completo, y atravesaba un muro.

 

–Señorita Shaina, ¿Su preparación para prestar su voz a la reencarnación de Quetzalcóatl requirió de alguna tarea especial?

 

–A decir verdad no –La voz de la joven de cabellos verdes resonó en el lugar –Siempre me he considerado curiosa por la mitología de todas las culturas de las que puedo leer. Interpretar a Calvera fue una experiencia enriquecedora, y puedo identificarme con su independencia como mujer –Tras aquellas palabras dichas por su compañera de trabajo, Camus pudo notar un ligero rubor en el rostro de Aldebarán, quien sonreía por aquella respuesta.

 

–Hablando de leer –Una chica con lo que parecía ser un cosplay de un patinador artístico –Camus, ¿Te gusta leer al igual que Degel? ¿Qué tipo de libros te gustan? ¿Te consideras fan de las historias eróticas? –La última pregunta hizo que algunos gritos femeninos se escucharan entre las personas.

 

El enrojecimiento en el rostro de Camus fue más que evidente, sentía sus orejas entrar en calor, e incluso Aldebarán lo notó, buscándole con la mirada, para pedirle en lenguaje de señas que mantuviera la calma, por el bien de ambos. Más antes de que Camus pudiese mencionar alguna palabra quizás descortés hacia la chica, Milo tomó su micrófono y respondió.

 

–Claramente le gusta leer, eso se puede ver en su Instagram –Milo guiñó su ojo con la respuesta, Camus solo le vio.

 

– ¿Y los libros eróticos? ¿Ha leído 50 sombras de Grey? Milo te amo –Tres voces diferentes se escucharon. Definitivamente las fans se desinhibían.

 

–Eso es personal señoritas, y lo que he visto de mi amigo no se dice –Tras aquella respuesta, Milo dejó caer un brazo sobre el hombro de Camus, mientras los gritos de las chicas iban en aumento, estremeciendo la sala. Nuevamente, Camus estaba ruborizado.

 

–Que lindos, si se sonroja es por algo –Gritó una chica que usaba un uniforme típico de secundaria japonesa. Eso solo hizo que Camus sintiera deseos de levantarse de su silla y retirarse.

 

–Camus, tengo una pregunta sería para ti –Una chica de cabellos castaños y camiseta negra se incorporó, a lo que Camus asintió –Si Milo y tu son tan buenos amigos, ¿Le bajas la calentura cada vez que se le sube? –Nuevamente las fans gritaron. Camus respiró profundamente.

 

–Mi amistad con Milo abarca diversos aspectos similares a los que caracterizan a Degel y Kardia –Para empezar, que al igual que ellos, era ficticia, fue lo que quiso agregar Camus.

 

–Milo, ¿Sabes si Degel ha probado el aguijonazo de Kardia? –Una chica, aún más osada, preguntó, con una sonrisa en su rostro.

 

–Son secretos de la serie, pero podrás concluirlo tú misma –Milo sonreía con cada pregunta, manteniendo la calma. Estaba acostumbrado a ese tipo de situaciones, a diferencia de Camus.

 

El resto de la corta entrevista fue más tranquila, y tras algunas fotografías y firma de autógrafos, dieron por concluida aquella sesión de castigo infernal, retirándose cada uno por su lado. Camus buscó durante un buen rato por los alrededores a Aldebarán, encontrándolo junto a Milo y Shaina. Gruñó por lo bajo, deseaba marcharse, no convivir más con el enemigo.

 

–Ahí estas Camus –Aldebarán parecía feliz, cual si hubiese recibido una grata noticia – ¿Ya firmaste el contrato que te envié?

 

–Sí, esta mañana lo hice –Replicó Camus, sin ver a los acompañantes del brasileño –Aun no me has dicho cuándo será la reunión con el resto de los actores.

 

–Es justo ahora –Aldebarán lo empujó levemente hacia donde Milo y Shaina estaban –Milo será protagonista junto a ti en el CD drama, y comienzan a grabar en dos días –Aquello cayó como balde de agua helada para Camus. Milo no se quedó atrás, girando su rostro.

 

– ¿Qué? –Milo también parecía molesto.

 

–No nos informaron de esto antes. Quiero una explicación –Camus se cruzó de brazos, sin apartar su mirada fija de Aldebarán.

 

–Hace un par de horas me avisaron que Saga tuvo una emergencia relacionada con su salud y está en…–Aldebarán hablaba tan rápido como podía, tratando de salir de aquella situación cuanto antes.

 

–Tuvo otro colapso mental –Le interrumpió Camus

 

–Y está otra vez en la institución mental de la vez pasada –Agregó Milo, mientras los presentes le miraban –Su hermano gemelo es un viejo amigo, lo acompañé a visitarlo el año pasado.

 

–El punto es que el papel de Saga se lo dieron a Milo y en dos días deben ir al set y grabar –El representante de Camus se acercó inconscientemente a Shaina, que presenciaba toda la escena en silencio.

 

–Entonces Milo fue la segunda opción –Camus dejó salir aquello como acido sin importarle el efecto en su coprotagonista.

 

–Segundas opciones pueden sorprenderte –Milo estaba molesto, pero no iba a dejar que lo afectara –Y a todas estas, se supone que deberíamos reunirnos antes de grabar para ensayar –El chico tenía un buen punto.

 

–Respecto a eso, la productora no hará la reunión –Aldebarán dijo esto con una expresión de buen humor disimulado –Están atrasados con la entrega y comenzaran a grabar pronto. Asumieron que ustedes no tendrán problemas ya que trabajaron juntos antes –Cerró sus ojos al sonreír para no ver las miradas asesinas lanzadas por Milo y Camus –Pero es aconsejable que se reúnan por su propia cuenta, si leyeron la última parte del libreto sabrán porque lo digo –Cuando se dio cuenta, ninguno de los dos estaba allí.

 

 

 

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Aquello era inaceptable, y era parte de la costumbre de Aldebarán, no avisarle con tiempo los cambios eventuales, siendo el último en enterarse, asumiendo las consecuencias de eventos desagradables. La molestia de Camus provocó una ligera jaqueca, y por esa razón, estaba tumbado en el amplio mueble de su casa, mientras la bufanda de color guinda que usó para el evento cubría sus ojos. Eran las 19 horas y la idea de no pensar durante el resto de la noche en trabajar con alguien que le desagradaba se vio esfumada cuando el timbre sonó incesantemente, obligándole a abrir la puerta, tras quitar 3 seguros que por precaución tenía en las puertas. Lo que encontró no fue para nada de su satisfacción.

 

– ¿No me dejaras pasar o esa educación estirada es fingida también? –Con aquellas palabras Milo lo saludó.

 

–Perdón, creí que te le perdiste a alguien–Camus era bastante sarcástico cuando así lo quería. Se abrió paso para dejar al chico pasar.

 

–Bonito lugar, ¿Dónde escondes el escudo de tu ilustre familia de alcurnia? –Milo hacía referencia a los padres de Camus.

 

–Eso no te importa, ¿Quién te dio mi dirección? –Camus no apartaba su vista de Milo, quien merodeaba por los alrededores del departamento –No sé si te han dicho pero pareces un perro buscando un lugar para dejar sus desechos –En efecto, un confianzudo Milo llegó rápidamente al área de la cocina, encontrándose con el refrigerador, e incordiando a Camus

 

–Solo le cobré un favor a tu representante. ¿Sabes? Con tu influencia podrías presentarle a alguien, el pobre se ve un buen chico, que es maltratado por su empleado y… ¿QUE ES ESTO? –Milo adquirió un aire de sorpresa al abrir el refrigerador de Camus, encontrando solamente 3 jarrones de plástico transparentes llenos de agua, hielo en la despensa y en un pequeño envase de aluminio desechable lo que parecía ser la mitad de una ensalada Cesar, aun fresca –¿Cómo sobrevives? ¡AIORIA DEBE VER ESTO! –Sacó su teléfono del bolsillo y tomó una fotografía, para estallar en risa.

 

–No te di permiso para que husmearas en mi departamento, y menos para tomar fotos –Un molesto Camus tomó a Milo del brazo, halándolo con fuerza y cerrando el refrigerador –Las carcajadas de Milo solo ayudaban a que se enojara aún más, y su jaqueca cobrara fuerza.

 

–Ya lo confirmé, eres un hombre de hielo –Milo parecía disfrutar la situación –Es que solo te alimentas de agua, ¿O también haces fotosíntesis? –Habían llegado a las afueras del departamento sin darse cuenta.

 

– ¡Largo! Y que no te vuelva a ver por aquí –Molesto como estaba, dio un portazo a la puerta, cerrándola en las narices de Milo, sin importarle más su expresión.

 

Puso seguro a la puerta y se dirigió a su habitación para tratar de encontrar un poco de calma en una situación innecesaria para él. Sin embargo, un mensaje de texto de parte de Aldebarán lo alarmó

 

"Una foto de un refrigerador que alega ser tuyo aparece publicada en la cuenta de Instagram de Milo"

 

No era necesario decir más. Abrió la mencionada aplicación y no dio crédito a lo que sus ojos vieron. En efecto, la fotografía, que ya tenía 125 "Likes" en tan solo 15 minutos de haber sido subida, era reconocida por él. Aquellos jarrones con agua estaban en su refrigerador, y la dichosa ensalada era la que había dejado a medio comer en la mañana. Apretó el puño de su mano libre antes de ver los comentarios adjuntos a la infame captura.

 

– "Es ese el acuario de Camus?" –Fue el comentario de un chico llamado Aioria.

 

–"Y los hielos que?" –Escribió Kanon, el hermano de Saga.

 

–"Esas son sus lágrimas" –Fue la respuesta de un sujeto que se hacía llamar Shura.

 

–"Asumes que toma agua y llora hielos? Si no tiene sentimientos" –Milo daba la cara ante el comentario de aquel chico.

 

–"Son unos inmaduros. Seguro solo hace fotosíntesis y por eso necesita tanta agua" –Otro chico, de celestes cabellos ondulados y cuyo rostro fotogénico destacaba entre los amigos de Milo se incluyó en la conversación.

 

–"Eso mismo le dije yo. Pero me voy más por la teoría del hombre de hielo" –Nuevamente, Milo respondió.

 

Fue suficiente para que Camus cerrara la aplicación y respirara con profundidad, mirando hacia el techo en busca de una forma de mitigar los efectos que aquellas burlas infantiles le harían a su carrera. Pensó bastante, e incluso pensó de más en ese chico rubio, en Milo. Recordó que aparte de su último trabajo, lo había visto en alguna parte. Tomó su laptop y buscó a Milo en google, tan solo habían fotos de él, bastantes por cierto. Pero nada incriminatorio. Estuvo a punto de rendirse cuando al fondo de su búsqueda, cuando solo aparecían imágenes random que nada tenían que ver con su búsqueda inicial, encontró una captura de lo que parecía ser un adolescente de rubios cabellos siendo golpeado por una anciana con un paraguas.

 

El enojo experimentado por la fotografía pareció disiparse al reproducir aquel video cuyo título era "Milos Tsergas golpeado por su abuela". Lo recordó inmediatamente y lo reconoció como el petulante adolescente con ínfulas de estrella que le negó un autógrafo a su pequeño hermano Hyoga. Sin más preámbulos, reprodujo el video, de una pésima calidad.

 

El video comenzaba a partir del momento en que un arrinconado Milo permanecía agachado en el suelo, con sus brazos cubriendo su rostro, mientras una señora mayor, su abuela, usando su sombrilla, le regañaba mientras lo golpeaba.

 

–Yo – No – Te – Crie –Así –Pendejo – Discúlpate –Con –El –Mesero –La dama, sumamente molesta, daba un golpe en la espalda de Milo con cada palabra que decía, mientras se escuchaban risas de fondo, y un guardaespaldas trataba de apartar a la mujer de Milo – ¡Suéltame carajo! Por eso es que lo tienen tan malcriado.

 

El video si bien no duró mucho, fue suficiente para que Camus lo mantuviese en marcadores. Por ahora no haría nada, a la mañana siguiente evaluaría los daños que la fotografía de Milo había hecho. Intentaría dormir un poco mientras su calma recientemente recuperada se lo permitiera.

Notas finales:

Muchas gracias por leer, espero puedan dejarme sus comentarios :)

Feliz día/noche :D


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